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-.El dia siguente a año nuevo.- por Saam

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Notas del fanfic:

Valee... me castigaron la cumpu porque en año nuevo me la pase hablando por telefono y no con la familia -.-' es por eso que subo esto hasta ahorita y... los demas capitulos de mis fics ... tendran que esperar un poco mas T--T Gomeen..

Notas del capitulo:

bueno... arriba ya dije todo y bueno, a ustedes eso no les interesa... como sea n__n

espero les guste y les agrade y asi todo bello :D 

 

A Leer.-

Abrió los ojos lentamente, la habitación se encontraba en penumbras pero, podía ver la luz por debajo de las cortinas. Sabía que se encontraba desnudo pero, también sabía que estaba en su casa… ¿Qué había pasado la noche pasada?

 

Se incorporo lentamente sobre los brazos pero, se dejo caer bocabajo de inmediato; un increíble dolor de cabeza le ataco, haciéndole soltar un gemido y un liguero grito de dolor.

 

—Mierda… —murmuro, entre dientes.

 

Se llevo una mano a la cabeza y giro sobre si, poniéndose bocarriba para poder ver el dosel de su cama. Una mueca apareció en sus labios.

 

¿Qué había pasado la noche anterior?

 

Recordaba llegar a casa de su amiga, Hinata, recordaba la risa de chica cuando llego a las 9:00, ya estaba ebria… lo sabía, recordaba que lo estaba, recordaba que le había dicho que estaba tomando desde las 2:00…

 

Hizo una mueca. Su ceño se frunció.

 

Recordaba (vagamente) haber comenzado a beber con sus amigos, con Sakura, con Ino… recordaba estar bailando con Sakura…

 

.--FlashBack--.

La música sonaba a lo más alto mientras todos esperaban que dieran las 12:00 para celebrar el año nuevo.

 

El tomaba la cintura de la chica pelirosa con una mano, pegando cada vez más sus cuerpos y bailando al ritmo de la música. Casi parecían una persona pero, ninguno hacia más que reír sin dejar, ni un segundo, de bailar.

 

Aun faltaban treinta minutos para poder gritar: ¡Feliz año nuevo!

 

Sintió como alguien le jalaba del brazo pero, no se movió, no soltó la cintura de la chica y ella, no quito sus brazos del cuello ajeno.

 

— ¡NARUTO! —grito una voz a su oído.

 

El ceño del chico se frunció, soltó a la pelirosa lentamente antes de alejarla un poco de él. La cabeza había comenzado a darle vueltas. En ese momento, sintió como Sakura le soltaba por completo, un segundo después unos labios se encontraron con los suyos, el sabor a menta con fresa se sintió en su boca cuando, metió su lengua en la cavidad de la otra persona, sus lenguas se enrollaban, parecían bailar. Sintió como le tomaba de la cara con ambas manos y pegaba aun más sus cuerpos, Naruto le tomo de la cintura y le pego sintiendo las suaves y casi inexistentes curvas.  

.--Fin del FlashBack--.

 

Se llevo una mano a la cabeza y la presiono con fuerza. Sentía que la cabeza estaba a punto de explotarle.

 

Otro gemido de dolor escapo de sus labios.

 

¿Quién le había besado?

 

Recordaba vagamente haberle visto cuando todos gritaron, celebrando el año nuevo. Pero… su cara, la cara no aparecía en su memoria, era como… si la hubieran borrado.

 

Recordaba haber pasado el resto de la noche con… ¿Ella? ¿Él? No estaba seguro pero sabía que habían estado juntos… toda la noche, hasta que se fue o…

 

Se levanto de golpe al sentir algo moviéndose a su lado.

 

Ignorando por completo el dolor de cabeza y, el pánico bajo un poco la sabana y cobijas que cubría a la persona a su lado, una que le daba la espalda. Apenas pudo ver el cabello negro cuando la puerta de su habitación se abrió de golpe.

 

Volteo hacia ella, encontrándose con su madre que le dedicaba una mirada de desaprobación, cargaba una charola con un vaso de agua y algo más en un plato. Lo más discreto que pudo, tomo las sabanas y volvió a tapar a la persona a su lado, de tal modo que no se notara que estaba ahí… como antes.

 

—Naruto Uzumaki Namikaze —llamo Kushina con una voz que detonaba ira—. ¡Sabes a qué hora llegaste y cuantas cosas rompiste! —grito.

 

El chico se estremeció, no solo por el dolor de cabeza, también por el miedo que le daba que su acompañante se despertara y su madre le viera.

 

—Mi cabeza —se quejo el rubio en un susurro mientras la tomaba con ambas manos.

 

La mujer soltó un resoplido mientras se acercaba caminando lentamente hacia su hijo, se sentó en la cama, a su lado y le dio el vaso con agua y unas cuantas pastillas. Naruto se tomo el agua y trago las pastillas sin decir una sola palabra, sabía que si hablaba su madre le daría tal golpe que, la cabeza no dejaría de dolerle en días…

 

—Gracias —dijo en un susurro mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.

 

Kushina soltó un largo suspiro antes de dedicarle una pequeña sonrisa y acariciar su cabello.

 

— ¿Rompí muchas cosas? —pregunto Naruto, agacho la cabeza y sus mejillas adquirieron un tono carmín.

 

—Sí —dijo la pelirroja sin dejar de acariciar su cabello—, tres floreros, dos portarretratos, dos jarrones, una estatua… entre otras cosas pero… creo que te caíste en algún momento. Tu padre no me dejo venir a verte y después de que llegaste aquí, ya no escuche nada… eso es normal… las paredes hicieron su trabajo.

 

Naruto soltó un largo suspiro, en ese momento, sintió como su acompañante comenzaba a removerse lentamente.

 

— ¿Naru? ¿Estás bien? Haz palidecido de golpe…

 

Este asintió varias veces mientras veía la puerta fijamente, tratando de pensar en algo… ¿Qué? En ese momento su estomago hizo un extraño ruido que hizo reír a Kushina, al tiempo que se ponía de pie.

 

—Iré a hacer algo para el desayuno, lo dejare en la mesa… tu padre se fue a la oficina hace horas, ya son las 3:00… debería estar trabajando… te veo en la noche.

 

Kushina le dio un beso en la frente antes de irse con su cabello oscilando atrás de ella.

 

Justo cuando la puerta se cerró la persona a su lado se levanto, incorporándose con sus brazos, haciendo que las cobijas se deslizaran por su espalda lentamente, hasta que quedaron en la cadera.

 

Naruto ahogo un gemido de placer y un grito al ver quien estaba a su lado.

 

Un chico. Cabello negro, piel blanca (tanto como la leche), un cuerpo envidiable.

 

Su ex-novio.

 

El chico soltó un quejido antes de volver a caer sobre la almohada, junto con el pequeño golpe se escucho un gemido de dolor.

 

La mente de Naruto se lleno, de golpe, de un recuerdo del año nuevo pasado.

 

.--FlashBack--.

Las calles estaban llenas de personas y mientras el caminaba con una sonrisa en los labios, una sonrisa que desaparecía cada diez pasos. Su mente estaba en otra parte, no sabía si hacia lo correcto pero, sabía que si no lo hacía… nunca iba a progresar; no él, si no, él.

 

Llego al restaurante donde habían quedado de verse para hablar de algunas cosas antes de ir hacia la casa de su gran amiga Ino para ir a la fiesta.

 

— ¿Disculpe? —dijo, llamando la atención de un hombre con una agenda en las manos.

 

— ¿Qué se le ofrece, señor? —dijo, volteando a verle.

 

—Tengo una reservación. Uzumaki.

 

El hombre le vio con desconfianza pero, aun así, comenzó a buscar en la agenda.

 

— ¡Claro, aquí esta! —dijo, mostrándole una radiante sonrisa—. Sígame, por favor, su acompañante acaba de llegar.

 

Caminaron entre las mesas llenas de personas.  Naruto podía notar las miradas de las chicas, las sonrisas y miradas lascivas, él se limitaba a seguir caminando e ignorar a las personas que pasaban a su alrededor.

 

Un poco alejado de todos, pegado a un ventanal que te mostraba un enorme jardín, estaba sentado un lindo chico de cabello negro que les daba la espalda.

 

Una sonrisa apareció en sus labios pero, a la vez, sus ojos se llenaron ligeramente de lágrimas…

 

<<Tu puedes>> Se grito mentalmente.

 

Al llegar a la mesa, el hombre de la agenda hizo una reverencia antes de retirarse dejando a la pareja sola.

 

—Sasuke Uchiha —llamo con una voz más gruesa de lo normal.

 

El chico se sobresalto y volteo a verlo con un poco de miedo. En cuanto sus miradas se encontraron, el pelinegro sonrió con burla y le hizo una seña para que se sentara.

 

—Creí que eras… alguien más —dijo con simpleza, a la vez que pasaba su mirada, de nueva cuenta, hacia el jardín.

 

—Lo sé —dijo Naruto con una sonrisa—. ¿Pedimos la cena ya?

 

Sasuke asintió distraídamente, sin despegar su mirar del ventanal.

 

Naruto soltó un suspiro y llamo al camarero. Sabía que su novio tenía un sexto sentido cuando estaba en problemas, estaba seguro que en esos momentos, se sentía incomodo y esperaba que algo malo pasara…

 

<< ¡Es por su bien!>> Se grito.

 

//Una hora después…//

Sasuke reía mientras él le contaba la pelea que habían tenido Sai y Gaara antes de terminar comiéndose la boca a la mitad del salón de clases.

 

Naruto observo a Sasuke reír fijamente, tratando de grabar a fugo esa imagen en su cabeza, recordar su risa, recordar el brillo en sus ojos mientras reía. Eso le dolería.

 

Se aclaro la garganta causando que la risa del pelinegro se apagara lentamente.

 

— ¿Pasa algo, Naru? —le pregunto, aun con una ligera sonrisa en los labios.

 

Naruto tomo aire y le vio con una sonrisa llena de dolor, borrando así, todo rastro de felicidad en el rostro de su novio.

 

—Sasuke… —comenzó a hablar el Uzumaki— eres un año menor que yo, se supone que tengo que pensar en ti… te irás unos años a Inglaterra y yo…

 

—Ya te lo he dicho —interrumpió Sasuke con una mirada de dolor—, puedo volver en seis meses si me esfuerzo… solo necesito que me esperes y me…

 

—Ese es el problema —le interrumpió de nueva cuenta Naruto, tratando de desaparecer el nudo que se había formado en su garganta y de ignorar la voz que le gritaba que cerrara la boca y le besara por última vez y después terminara… o que solo se fueran a la fiesta y esperara por su niño—. No te voy a esperar.

 

Pudo observar como los ojos del Uchiha se llenaban de lágrimas rápidamente, como el dolor se hacía más fuerte.

 

— ¿Qué dices? —pregunto, con la clara esperanza de que fuera una mala broma.

 

Naruto negó lentamente, volteo a ver al jardín viendo a una pareja caminando por ahí, el chico tomo la mano de la chica y la hizo parar, para después arrodillarse y sacar una cajita, la chica comenzó a brincar mientras le veía fijamente y comenzaba a decir que si con la cabeza una y otra y otra vez.

 

—No te voy a esperar —dijo, volteando a ver el plato vacio de Sasuke—, no puedo hacerlo… me gusta salir con muchas personas… tu, eras especial, esa es la razón por la que nunca te engañe pero… no podre seguir así si tú no estás aquí para… —soltó un suspiro— para complacerme. Creo que es mejor dejar todo aquí, tú te irás y yo no puedo esperarte… nunca esperaría alguien, ¿Por qué no te vas y tomas todo con tranquilidad? ¿Por qué no te vas y te olvidas de mi? Es lo que yo hare. Me olvidare de ti.

 

Las lagrimas comenzaron a caer por las mejillas de Sasuke mientras le vía con frialdad y dolor. Naruto se limito a soltar un suspiro apenas audible y dedicarle una sonrisa de lado, para su suerte, salió demasiado natural. Eso solo incremente las lágrimas de su niño.

 

— ¿Para eso me trajiste a cenar? —le pregunto, sin esconder el rencor y dolor de su voz—. ¿Para terminar conmigo y luego fuera a casa y nadie me viera así?

 

—Ve el lado bueno, Sasu, tu orgullo seguirá intacto —dijo con sorna.

 

—Yo creo que acabas de pisotearlo —Sasuke se puso de pie y le vio con los ojos llenos de lágrimas—. Suerte en tu… vida. Lamento no poder estar para complacerte.

 

Dicho esto se fue.

 

Naruto espero unos minutos con la cabeza acachada antes de dejar que las lágrimas cayeran, una tras otra y que el pánico le llenara por completo.

 

—Es lo mejor para ti mi Sasu —dijo en un susurro mientras se tapaba la cara con las manos—. Es lo mejor para ti…

.--Fin del FlashBack--.

 

Soltó un suspiro y observo como el chico volvía a removerse.

 

—Mi cabeza~~

 

Naruto soltó un suspiro y le observo fijamente. La espalda de su niño estaba más marcada, al igual que sus brazos y parecía más alto… más atractivo…

 

En ese momento, recordó la cara de quien le beso, las extraña sensación de sentirse completo, esa sensación de no querer dejar los labios sobre los suyos por nada del mundo, esa necesidad de pegarlo tanto a su cuerpo y de besarle sin importarle nada de los que estaban a su alrededor, sin importarle la falta de aire. Nunca había sentido eso. NUNCA. Mas que con… él.

 

El chico se incorporo con una mano sobre la cabeza, viendo todo a su alrededor hasta que sus miradas se conectaron, por fin.

 

Naruto se mordió el interior de la mejilla para no sonreír, para poder soportar las ganas de aventársele encima y volver a sentirse lleno. Sasuke no había cambiado mucho, solo sus facciones eran más… masculinas y se veía más maduro.

 

Sasuke palideció de golpe, abrió la boca para hablar (tal vez gritar) pero, la volvió a cerrar de inmediato, a la vez, que se llevaba las manos a la cabeza y la apretaba con fuerza.

 

Naruto volteo a un lado de la cama, ahí estaban su bóxer, soltó un suspiro antes de agacharse para recogerlos y, después,  ponérselos bajo la cobija.

 

—Te traeré unas pastillas —dijo para después levantarse.

 

—Naruto~ —le llamo el chico desde la cama.

 

El rubio se mordió el labio inferior con fuerza para evitar el estremecimiento que recorrió su cuerpo al escuchar esa voz, esa hermosa voz. Abrió la puerta del cuarto, tratando de ignorar al chico por completo.

 

—Ya vengo.

 

Naruto salió de la habitación.

 

Camino por los pasillos, tratando de poner la mente en blanco y dejar de recordar todo lo vivido con el chico que se encontraba en su cama.

 

Bajo las escaleras lentamente con una mueca de dolor a causa de la luz y fue a la cocina a conseguir un poco de agua y pastillas… tal vez ahí las había dejado su madre… o en alguno de los baños.

 

— ¡Joven Naruto! —grito una dulce voz.

 

Una mueca de dolor apareció en su cara antes de girar sobre sus talones y encontrarse con la mirada sorprendida de una de las mucamas. Recordó que solo llevaba el bóxer.

 

—Iba a bajar yo para… —dijo de hablar y adopto la cara más seria que tenia— quiero que me subas, a  mi habitación, un vaso con agua y pastillas para el dolor de cabeza… y el desayuno.

 

La muchacha tenía la cara completamente roja pero, asintió lentamente.

 

—En un momento le subo los dos desayunos y las pastillas.

 

— ¿Dos? —negó con la cabeza y se encamino, de nueva cuenta a las escaleras—. Gracias.

 

 

Apenas había llegado a su habitación se encontró con el lindo chico pelinegro dándole la espalda, en bóxer y viendo algo en su escritorio. Sus ojos se abrieron de inmediato y corrió hacia él. Paró en seco ya estando tras el chico y vio lo que tenía en manos, un pequeño portarretrato que antes contenía una foto de su madre pero, ahora, tenía una foto de Sasuke riendo… de la última semana que salieron, de su penúltima salida.

 

— ¿Por qué la tienes aquí? —pregunto el chico con voz quebrada.

 

Naruto volvió sobre sus pasos, recogió sus pantalones en el camino y se sentó en la cama para ponérselos y poder respirar tranquilamente.

 

—Siempre odie eso de ti —dijo Sasuke, su voz se escuchaba mucho más cerca pero, Naruto continuo viendo sus pies como si fueran lo más interesante de la habitación—, siempre que te hacía preguntas importantes… las evitabas o me cambiabas el tema…

 

Naruto soltó un suspiro. Las mejillas de Sasuke estaban llenas de lágrimas, no solo por el dolor que le causaba estar ahí, también por la felicidad de ver una foto suya, por el dolo en su espalda baja y, el maldito dolor de cabeza… le explotaría en cualquier momento…

 

Sasuke se arrodillo frente a Naruto antes de sentarse sobre sus talones y observarle fijamente, los ojos azules le observaron, pudo ver el brillo en sus ojos y, un dolor tan… palpable que le dieron ganas de abrazarle con mucha fuerza.

 

—Contéstame Naruto… —le pidió en un susurro apenas audible—. ¿Por qué tienes esa foto? Creí que no me querías…

 

Naruto le sonrió con tristeza para, después, agacharse un poco para acariciar la pálida mejilla del chico, Sasuke cerró los ojos al sentir la caricia y se dejo hacer un momento, había extrañado por completo esa sensación, esa dulce sensación de sentirse querido, de sentir que alguien le daba pequeños cariños y no solo le quería para una noche o un momento de placer… sentir que en verdad, alguien, le quería.

 

— ¿Volverás a Inglaterra? —pregunto Naruto sin dejara de acariciar su mejilla, viendo con una pequeña sonrisa esa  hermosa cara de placer ante, tan simple caricia.

 

Sasuke negó lentamente con la cabeza.

 

—Termine… llegue hace unas semanas pero… no podía venir a verte… no después de cómo termino todo…

 

Las caricias pararon, aun cuando la mano de Naruto continúo en su mejilla. Abrió los ojos lentamente y le observo fijamente.

 

— ¿Sabes, mi Sasu, porque fue tan fácil hacerte creer todo lo que te dije? —le pregunto Naruto sin dejar de verlo.

 

Sasuke negó lentamente sin dejar de verlo.

 

<< ¡Idiota! ¡Deja de verlo! ¡Hace tres días dijiste ya no sentir nada por él! ¡Toma tu ropa y vete! ¡Corre antes de que sea tarde!>> Se grito mentalmente, sin embargo, continuo en la misma postura.

 

—Porque nunca te había dicho cuanto te amaba —dijo Naruto con la mirada perdida en los ojos negros—, porque nunca te dije cuán importante eres para mi, nunca te dije que no podría vivir sin ti…….. este año, ha sido el peor de mi vida.

 

Sasuke se impulso hacia delante y le abrazo, escondió la cara en el cuello de Naruto y lo abrazo con mucha más fuerza, Naruto sonrió y le abrazo de igual manera.

 

—Te extrañe, Naru —gimoteo Sasuke—. No hay nadie como tú, nadie me llena tanto como tú.

 

En ese momento la puerta se abrió, Sasuke soltó a Naruto y este lo hizo también, por lo que, Sasuke termino sentado en el suelo, agacho la cabeza y se limpio las lagrimas discretamente, conteniendo los sollozos.

 

 —Joven Naruto —llamaron desde la puerta.

Naruto se puso de pie y camino hasta la puerta donde estaba la linda mucama con dos charolas, ambas, llenas de cosas.

 

—Gracias, Suzuki —le dijo con una diminuta sonrisa mientras se limpiaba algunas lagrimas—, déjalo sobre el escritorio y retírate.

 

La chica asintió y entro caminando lentamente, fue cuando Naruto pudo ver al mayordomo que le veía desde afuera con una sonrisa burlona.

 

— ¿Qué tal le va con la cruda, joven Naruto? —pregunto con sorna.

 

Naruto soltó una pequeña risa y he hizo un ademán con la mano, restándole importancia.

 

—Estoy de maravilla —dijo, aun con una radiante sonrisa—, solo tengo la boca seca y… el dolor de cabeza, aunque ya bajo mucho… Hace mucho que no me sentía tan completo…

 

Suzuki pasó a su lado con la mirada baja y la cara completamente roja.

 

—Si va a llamar a alguna sirvienta… —dijo el mayordomo, con la misma sonrisa burlona—, debería ponerse más ropa.

 

Naruto le mostro una sonrisa burla.

 

—No está así por mí —dijo con simpleza.

 

Cerró la puerta.

 

Se quedo pegado a la puerta escuchando como Suzuki le decía a su estúpido mayordomo que Naruto se encontraba con un chico dentro, que solo traía el bóxer puesto, escucho como su mayordomo se quejada de él y de su acompañante antes de que los dos se fueran hacia el piso de abajo.

 

— ¿Qué escuchas? —pregunto Sasuke atrás de él.

 

Se alejo de la puerta y volteo a ver al Uchiha que ya traía una camisa negra puesta.

 

—Solo escuchaba como se quejaban de mis los sirvientes —dijo, restándole importancia.

 

Camino hacia el escritorio donde se encontraba el desayuno, había de todo lo que le gustaba y, todo lo que tendría que tener un desayuno cuando vas a un buffet. A un lado del vaso con agua y las pastillas, se encontraba un pequeño papelito, doblado por la mitad y que tenía su nombre escrito en el con una caligrafía pulcra y delicada… la letra de su madre. La tomo con delicadeza, la abrió y leyó.

 

Naruto, te le dije una vez y ahora, te lo vuelvo a decir: No metas a extraños a la casa. Cuando llegue no quiero ver a nadie que no conozca en mi casa. ¿¡Entiendes!?

Mamá.

 

Una sonrisa divertida se formo en los labios del rubio mientras el azabache tomaba el vaso con las pastillas y tragaba una tras otra sin prestar la más mínima atención al dueño de la casa.

 

—Sera mejor que desayunemos algo mi Sasu —dijo Naruto mientras doblaba la papel y lo dejaba a un lado—. Aun cuando no tengamos hambre… ya después nos arreglamos.

 

Sasuke le vio con curiosidad pero, Naruto se limito a sonreírle.

 

—No entiendo —dijo Sasuke con una mirada de desconfianza—, desde que me fui no pude dejar de pensar en que había algo mal… mi hermano estaba en ese restaurante y dijo que después de que me fui tu… lloraste —Naruto trago grueso, volteo a ver hacia el desayuno y se llevo una fresa a la boca para no hablar—. Si no querías… ¿Por qué terminaste conmigo? ¿Por qué lastimarme de esa manera? ¿Por qué lastimarte a ti de esa manera? ¿Por qué ser tan… bastardo?

 

Naruto tomo un jugo de naranja y le dio un pequeño trago mientras sonreía débilmente y señalaba la televisión con la cabeza.

 

— ¿Qué te parece si vemos la tele mientras desayunamos? —pregunto.

 

Pero, antes de que diera tan siquiera tomara un plato, la mano de Sasuke se cerró en torno a su brazo.

 

— ¡Ya no soy un niño! —grito—. Siempre dijiste que no me explicabas las cosas porque no lo entendería… se que lo entenderé… solo necesito saberlo… Naruto…

 

El rubio soltó un largo suspiro antes de fijar su vista en los hermosos ojos negros que siempre le habían atrapado.

 

—Termine contigo porque… era lo mejor para ti, si te iban y todavía salíamos, hubieras hecho todo lo posible por volver, no te quería aquí, te quería estudiando y superándote a ti mismo… no quería que hicieras todo rápido solo por venir a mi… solo pensé en tu futuro…

 

—Usuratonkachi.

 

Sasuke rodeo el cuello del Uzumaki con los brazos y se pego a su cuerpo. Naruto sonrió antes de corresponder al abrazo, al darse cuenta que Sasu continuaba siendo más bajo que él y que, aun, tenía que pararse ligeramente en puntas para poder abrazarlo.

 

Soltó un suspiro al sentir el dulce aroma que desprendía el cabello azabache pero, apenas pudo disfrutar de ese dulce aroma pues, Sasuke se encargo de juntar sus labios sin que él se diera cuenta. Movía ligeramente sus labios, tratando de disfrutar de esa sensación que tanto había extrañado. Naruto pasó la lengua ligeramente por los labios del menor y le obligo a abrir la boca, sus lenguas se encontraron al instante y comenzaron una pequeña pelea por el control de la boca del otro.

 

No querían volver a dejar escapar esas sensaciones.

 

 

//Horas después…//

La hermosa mujer pelirroja, en compañía de su marido entró a su increíble mansión mientras se quitaban los abrigos y chaquetas. A un lado de ellos se encontraba el mayordomo que les veía sin ningún sentimiento pero, sus ojos tenían un brillo malicioso, como si estuviera planeando algo malvado.

 

— ¿Dónde está mi hijo? —pregunto Minato, a la vez que dejaba los celulares en una mesita a un lado de la puerta.

 

—Se encuentra en la sala, señor —respondió el mayordomo sin inmutarse.

 

— ¿Esta solo? —pregunto Kushina, temiendo la respuesta.

 

Una sonrisa de lado, apareció en los labios del mayordomo, mientras, negaba con la cabeza lentamente.

 

—Desde en la mañana esta con alguien —dijo, esperando a que su señora explotara—, no se han separado en todo el día… desde que salieron de la habitación del joven, me parecía que traía puesta ropa de él…

 

Minato frunció el ceño mientras, se quitaba el reloj.

 

— ¿Esta con un chico? —pregunto, sin esconder su curiosidad.

 

—Sí, señor Minato…

 

Los dos se quedaron callados y en shock, viendo fijamente la mesita  donde se encontraban todos sus celulares, relojes y de mas.

 

— ¡Ese baka! —grito Kushina, reaccionando primero que su esposo—. ¡Donde esta ese tarado!

 

El mayordomo le dedico una sonrisa.

 

—La sala… señora.

 

Kushina salió corriendo hacia ahí, unos segundo después le siguió Minato. ¡Tenía que salvar a su hijo!

 

Cuando la pelirroja entro a su sala, encontró a su hijo sentado cómodamente en el sofá, la televisión estaba prendida pero, se encontraba en pausa mientras él veía fijamente su celular con una sonrisa burlona y reír de vez en cuando. Pero, estaba solo.

 

—Naruto… —llamo con voz de ultratumba.

 

El menor se sobresalto y volteo a ver a su madre con miedo.

 

—Hola ma-ma-mamá… ¿Paso algo?

 

Minato apareció atrás de su hijo y le dirigió una mirada de advertencia, Naruto dejo el celular en el sofá y se escondió tras él, dando un brinco.

 

— ¿Dónde está? —le pregunto Kushina mientras un aura negra le rodeaba.

 

— ¿Quién? —pregunto su hijo, con miedo.

 

— ¡El chico con quien estabas en la mañana! —grito la mujer, perdiendo los estribos—. ¡Te dije que no lo quería ver aquí cuando volviera!

 

El ceño del chico se frunció y, saliendo de detrás del sofá se acerco un poco más a su madre.

 

—No es verdad —dijo, no teniendo en cuenta que su vida peligraba—, la nota decía que no querías a nadie que no conocieras en la casa…

 

— ¡Ahora me dirás que al tipo con el que te acostaste si lo conozco! —grito Kushina.

 

— ¡LO HACES! —grito Naruto mientras, fulminaba a su madre con la mirada.

 

Minato se escondió tras una columna mientras, el mayordomo veía todo con una sonrisa de satisfacción en los labios.

 

— ¡NO ME GRITES! —grito la mujer—. ¡ADEMAS, NO ME MIENTAS!

 

Se escucharon unos ligeros pasos que iban hacia la sala, impidiendo que Naruto hablara y, tras unos segundo el lindo azabache apareció en la sala con un plato lleno de palominas, las cuales eran devoradas por él mientras las veía fijamente, como si las eligiera.

 

Minato se acerco a su familia que, veían fijamente al chico que caminaba despreocupadamente hacia ellos.

 

—Naruto —dijo con una voz aterciopelada pero fría, Kushina noto que, en efecto, el chico llevaba ropa de su hijo—, no les puse esa mantequilla que querías, ya tienen bastante… te hará daño…

 

En ese momento levanto la mirada, sus ojos se abrieron ligeramente al ver a los dos adultos, estos reaccionaron de igual manera.

 

Sasuke apresuro los pasos y dejo las palomitas en la mesita de centro, mientras el mayordomo se acercaba para ver mejor, ya que se desiso de las palomitas camino hacia los adultos y les dedico una sonrisa de lado, una sonrisa marca Uchiha e hizo una reverencia.

 

—Minato-san, Kushina-san… hace mucho que nos los veía. Hola.

 

Les mostro una sonrisa.

 

Todo se quedo en silencio, los adultos veían al chico en un extraño shock, Sasuke les veía aun con la misma sonrisa y esperaba a que dijeran algo, Naruto solo veía fijamente las palomitas esperando el momento oportuno para correr hacia ellas y, el mayordomo solo veía todo con un poco de impaciencia, esperando a que corrieran al chico de casa.

 

— ¡KYYYYAAAA! —fue lo primero que se escucho y, fue de parte de Kushina.

 

La pelirroja corrió hacia el azabache y lo estrujo entre sus brazos con fuerza mientras acariciaba su cabello y espalda.

 

— ¡Has crecido tanto Sasu-chan! —grito sin contener la emoción—. ¡Creí que Naruto iba a comenzar a salir con un idiota bueno para nada que solo quería su dinero! ¡Pero, eres tú!

 

Continuo abrazando a Sasuke un poco más, después, Minato le hizo apartarse para, ahora, el poder abrazar al Uchiha solo un poco.

 

Kushina tomo la mano del Uchiha y le llevo hasta el sofá donde le obligo a sentarse a su lado, Naruto se sentó del otro lado del azabache y Minato frente a ellos.

 

— ¿Cuándo volviste? —pregunto la mujer.

 

—Unos días… iba a venir pero…

 

—Sí, lo sé —le corto Kushina—, se lo que te dijo el idiota de mi hijo, le dije que había mejores manera para terminar contigo pero… no me escucho… ¿Ya volvieron?

 

Ambos chicos se sobresaltaron ante la pregunta tan… directa.

 

—Algo así —dijo Naruto mientras agarraba un puñado de palomitas.

 

Kushina sonrió de oreja a oreja.

 

—Me alegrara tenerte tan seguido como antes por aquí… ven a comer mañana, ¿Si?

 

—Quédate a dormir y cenar hoy —propuso Minato, hablando por primera vez.

 

Sasuke les dedico una sonrisa y, como siempre había hecho, volteo a ver a Naruto, como si pidiera su aprobación. Le rubio le dedico una sonrisa y se acerco para besar su mejilla.

 

—Quédate —le susurro al odio.

 

Sasuke sonrió y volteo a ver a los dos adultos.

 

—Sera un placer.

 

Kushina aplaudo antes de ponerse de pie e ir por su esposo.

 

—Los dejaremos ver la película. Nosotros vamos a la cocina, les hablo cuando la cena este lista.

 

Dicho eso, los dos desaparición hacia la cocina mientras, el mayordomo se iba tras ellos.

 

Sasuke sonrió a Naruto, se golpeo levemente las piernas, de inmediato, el rubio dejo caer la cabeza en ellas y puso play mientras, Sasuke alcanzaba las palomitas.

 

—No recuerdo mucho de lo que paso anoche —dijo Naruto con la mirada perdida en la pantalla—, pero, sé que no lo dije…

 

Se sentó y volteo a ver a Sasuke con una sonrisa mientras tomaba sus manos entre las suyas.

 

—Feliz año nuevo… y que todos tus deseo se hagan realidad…

 

Sasuke le sonrió antes de abrazarlo por el cuello.

 

—A tu lado, todos mis deseos son realidad —le susurro al oído.

 

—Te amo, mi Sasu.

 

—También te amo…

 

 

Notas finales:

Les gusto? :D 

NOTA: Sasuke es un año menor que Naru... por si no lo notaron XD porque nunca lo dice :D


Amenme!

espero que si... y que todos sus deseos se hagan realidad y la bla bla bla que siempre se dice en año nuevo ;D 

Un abrazo! 

y ya dije... entre esta y la proxima semana subo capitulos :) I promisse ...

Un beso :*

 

Saam.-


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