“Los que se ríen del amor…
…Terminan llorando por el”
¿Cuánto llevamos sin vernos?
Ah, debería decir que perdí la cuenta pero no es así. Han pasado cuatro años, dos meses y tres días desde la última vez que te vi y te bese. Tengo tan grabado tu rostro y tu tacto que ya no noto el paso del tiempo, a menos que mire el calendario y ver como los días pasan sin detenerse. Cuando me miro al espejo me encuentro casi igual, excepto que mis rasgos se afilaron y mi cabello está más largo y negro. La mayoría de la gente más adulta me dice que con mis 27 años ya no estoy para andar suspirando como niño por amores, que madure y me centre en mi futuro, pero, ¿qué se creen para privarme de añorarte a mi lado y sufrir la distancia que nos separa? ¿Acaso no han amado a alguien con la intensidad con la que te amo? Siempre me he preguntado ¿Por qué la mayoría de la gente cambia sus sentimientos con el tiempo? ¿Realmente amaron a esa persona? Lo dudo, porque mis sentimientos por ti están intactos y creo que se agrandan con cada día esperando volver a verte.
Camino en la oscuridad de mi cuarto, miro hacia la venta y noto como los insistentes rayos matutinos intentan colarse entre mis cortinas. Me dirijo a la ventana, con lentitud muevo las cortinas y por fracción de segundos cierro mis ojos por la poca costumbre a la luz, pero lentamente los abro. El cielo está despejado pero veo unas cuantas nubes en el, sé que son porque los días de nieve se aproximan. Y tú no estás aquí.
Suspiro y busco entre mis bolsillos una caja de tabaco y sin dudar me acerco uno a mi boca.
— ¿Qué estarás haciendo? — pregunto al viento helado que se lleva lentamente el humo de ese mortal y adictivo vicio. Permanezco así en total silencio hasta que doy la última calada a mi tabaco.
Me preparo para ir a la universidad. Me falta menos de la mitad de este año y daré por finalizada mi carrera como administrador en empresas.
Voy por la calle vestido de negro, excepto que bajo mi chaqueta, esta mi camisa blanca con los tres primero botones abiertos, dejando ver el collar que me regalaste. Miro a muchas parejas de la mano o adolecentes, confesando su amor a la persona que aman. ¿Y yo? Sigo solo y seguiré estándolo a menos que regresemos a estar juntos.
“Nos volveremos a ver… aunque pasen años pero nos veremos” aseguraste con tus ojos de miel que trataban de contener tus lágrimas ante mi partida, yo solo apreté los labios para contener mis quejidos dolorosos antes de subir al tren que me alejó de ti.
Camino y veo las hojas caer de los arboles, que lentamente quedan en delgados tronquitos que soportaran el frio invierno. Sonrío al pisar las hojas secas con mis botas y escuchar el crujir bajo ellas, siempre me ha agradado ese sonido. Es una buena forma con la que distraer mi mente.
— ¿Dormiste?—escucho la voz de mi amigo. Levanto la mirada y veo que me sonríe como siempre.
—Solo una hora— camino a su lado mientras vamos a la universidad. Sé que está preocupado por mí y lo siento. Este mes casi no he dormido y gracias a eso mi carácter ha empeorado, pero a pesar de todo está a mi lado como el fiel amigo que es.
—Aoi — suspiras resignado y yo solo le doy una palmada en la espalda quitándole importancia. Él sabes porque ya casi no duermo y suspiro, gracias a él me mantengo en pie, desahogo mis penas, me escucha con una paciencia infinita y siempre me da un consejo o dice las frases o palabras indicadas para animarme.
En el trayecto con dificultad te alejo de mi mente, pero debo hacerlo ya que estamos en exámenes y después de eso vendrán cinco semanas de merecidas vacaciones. Me separo de Yutaka, a quien he apodado como Kai, que debe ir a dar su examen de cálculo. Sonrió al ver que Kai se esforzaba para ser un gran arquitecto, sé que cumplirá sus metas.
Al quedar solo saco mi cuaderno para repasar mis anotaciones antes de dar mi examen de administración. Lo miro pero no me concentro en lo que leo, le doy vueltas a las paginas y solo me concentro en que paso la fecha de tu cumpleaños hace un par de meses, y me pregunto ¿habrás disfrutado tu fiesta? o si recibiste regalos o solo te dedicaste a jugar con tu PS3. Ya no sé si serás fanático de los juegos o de si aun bebes ese delicioso néctar como le decías, que era simplemente sake. Frustrado cierro el cuaderno de anotaciones y miro mi celular que me indica la hora de dar mi examen.
Ya pasadas las dos horas de mi examen, camino a la salida y veo que Kai me espera mientras fuma un cigarrillo. Rio bajito al escuchar a unas chicas susurrar entre ellas “Que guapo o lindo” ” ¿estará soltero?” y más cosas que no escuche. Miro a Kai, ese gesto serio y distraído tiene loca a las chicas universitarias, su vestimenta y ahora que se ha dejado crecer el cabello ha logrado mas suspiros. Si supieran, chicas, que a mi amigo no le interesan las mujeres
— ¿Cómo te fue?—escucho suspiros detrás mío. Cansado de aquellas babosas detrás de nosotros, les muestro mi mejor rostro amable y en segundos, solo veo una polvareda al ver como las chicas e incluso algunos chicos correr asustados —. No hagas eso que se asustan—ríe a carcajadas.
—Cállate—camino junto a él— me fue bien en el examen—al fin respondo a su pregunta— ¿y a ti?—le noto serio y me empieza a preocupar.
— ¡Me fue de maravilla!—alza los brazos al cielo con los ojitos brillante de felicidad. En ese momento quiero golpearle al creer que no le había ido muy bien, aunque tenía una pequeña duda ya que no es exactamente aplicado a los estudios— ¡Vamos a celebrar que pasamos los exámenes!— sonríe como nunca y me arrastra a un lugar que no conozco. No me vendría mal tratar de divertirme un rato, es que tanto pensar en ti día y noche ya no me hace disfrutar nada. Si no fuera por Kai y la universidad, no saldría de casa.
Se estaba haciendo tarde y al final llegamos. Mi rostro hace un gesto dolido, lo sé porque me veo reflejado en un gran ventanal que está en la entrada de un bar/Karaoke. Me sumerjo en esos hermosos recuerdos en los cuales salíamos los dos, casi siempre terminábamos en un bar y bebíamos todo lo que podíamos. Tú más que yo. Tenías un poco más de tolerancia al alcohol.
—Aoi— miro a Kai que me movió con una mano mi hombro— ¡Rayos, me asustaste! te estaba hablando desde hace unos minutos y tú no respondías—veo su preocupación en el rostro mientras entrábamos a ese bar.
— ¿Qué hago?—mi voz suena quebrada—lugar que voy me lo recuerda— dejo caer mi cuerpo en aquel banquillo cerca de la barra y él se sienta a mi lado. Le pide al chico de la barra unas cervezas para los dos.
—Llámalo —es lo que me dice — deja de tortúrate y llámalo, dile lo que lo amas y lo extrañas— bebe un trago de su propia cerveza.
—Si lo llamo no podre detenerme en dejar todo votado y correr a buscarlo— bebo mi cerveza tan rápido que me da una arcada, pero la ignoro y sigo bebiendo— nos prometimos cumplir nuestro sueño para después encontrarnos—termino en susurros.
—tu promesa te esta desgarrando—mira un punto indefinido de aquel bar y seguimos bebiendo. Lejos, se escucha a la gente cantar en el Karaoke.
Si, esa promesa me está desgarrando. Sé que para ti es lo mismo pero por seguir nuestros sueños y nuestro estúpido orgullo, sacrificamos nuestros sentimientos y para no agonizar por la vida nos prometimos vernos nuevamente. Sé que si te hubiera pedido venir conmigo lo hubieras hecho, pero habría sido egoísta e injusto contigo. Yo vendría a estudiar una carrera y no quería que estuvieras sin una meta que seguir, por estar a mi lado. Tú tenías un sueño distinto al mío. Querías crear, dejar volar tu imaginación y sabias que tarde o temprano nos separaríamos, porque para cumplir nuestros sueños debíamos seguir caminos distintos; además, no podías dejar tu casa. Tus padres no lo iban a permitir aunque encontraba descarado de su parte, siempre estabas solo en casa. Ellos preferían estar trabajando que cumplir con el rol de padres, aunque tenías a tus hermanas que te daban el amor y disciplina que necesitabas.
Escuché una pequeña ovación que me sacó de mis pensamientos. Noté que Kai estaba mirando curioso al pequeño escenario en donde la gente se subía a cantar, mientras bebía más cervezas y sake. ¿Sake? me sorprendí, ¿en qué momento Kai estaba bebiendo sake? O será que me sumergí mucho en mis recuerdos que perdí la noción de mi alrededor.
— ¿Sabes…?—escucho su voz distinta. Esta ebrio— me gustaría amar a alguien de la misma manera que tú lo haces y ser correspondido— hace pucheros de niño pequeño—aunque no me gustaría ser un masoquista orgulloso como tú, que no llama a su amado— sonríe y le quito la botella de sake que le trajo el chico del bar para beberla toda de una. Solo fue cuestión de unos minutos cuando veía a todos moverse de manera más lenta. El efecto del sake se estaba apoderando de mí.
—No…soy masoquista—me cuesta responderle. Siento mi lengua más pesada para formular esas palabras—además una persona como tú…es raro que este solo—veo a Kai suspirar y beber con lentitud su sake.
—He estado con personas pero nunca con las que quise realmente— veo tristeza— las dos personas que he amado…— a pesar de que esta ebrio, habla con mucha más facilidad que yo— nunca me han amado…siempre están con otro y debo conformarme con su amistad—su voz sale lastimada, bebe con dificultad y suelta un quejido mientras se voltea a la barra. Ya no mira al escenario— quererlos a lo lejos y en silencio…ahogándome en mis emociones y sonreír falsamente delante de todos fingiendo de que estoy bien, varias veces me he preguntado, ¿si habrá amor para mí?—me desespero al ver a Kai de esa manera. Se está derrumbando y no sé cómo alentarlo.
—Se supone que veníamos a celebrar que pasamos los exámenes y terminamos lamentándonos por amor—sonrío con sinceridad y le doy golpes un poco bruscos en la espalda—la tercera persona que ames será para ti y solo para ti, no será de nadie más—siento que mi voz sale distorsionada. Le veo sonreír— pero eso si….no te enamores de mi—bromeo y él empieza a escupir el sake
—ni aunque seas el ultimo ser en este mundo me gustarías, eres como un hermano para mí— ríe tan sincero
Seguimos bebiendo, total no importaba. Habíamos finalizados nuestros exámenes e iniciaban nuestras vacaciones. Lo que no recuerdo es como terminamos en la mesita cerca del escenario y ya perdí la cuenta de todo lo que habíamos bebido, solo sé que nos traían más botellas y ya algunos de él bar nos miraban mal. Estamos haciendo mucho escándalo al reírnos muy fuerte. También nos juntamos con un grupito que estaba pasado de copas. Entre ellos hay un chico que no me quita la mirada de encima, creo que se llama Kazuki. No sería la primera vez que me miran, se me acercan para acostarme con ellos, se me declaran pero de nada sirve, te recuerdo, te extraño, deseo tu cuerpo. Quiero todo de ti.
—Qué hermoso pequeño—pronuncia Kai. Con dificultad lo miro y veo una sonrisa boba pero radiante. Yo no presto atención a lo que mira y vuelvo a recordarte. Tu rostro, tus labios, tus ojos. Alguien empieza a cantar, no presto atención y menos a los sonidos de asombro que emite Kai a mi lado. Yo solo bebo y nuevamente me sumerjo en mis recuerdos en donde te tengo a mi lado.
Parece que me hundo en el sonido de la lluvia que cae
Esta promesa es el sueño de quien
¿Para quién es este sueño?
Quiero ver todo de ti, Quiero amar todo de ti
Por favor hazlo por mí
Dejo de beber y presto atención a la letra como todos los presentes en el bar. Suspiro con melancolía, me gustaría que estuvieras aquí. Me siento solo, quiero verte aunque sea en una ilusión.
Cuando nos cogemos de la mano
Aparece ese aroma desconocido del otro
Quiero ver todo de ti, quiero amar todo de ti
Aunque puedo respirar con normalidad
Quiero ver todo de ti, quiero amar todo de ti
No sé cómo pero tengo a este chico Kazuki sentado sobre mí mientras me acaricia la mejilla. Mis brazos no reaccionan y cierro mis ojos pensando que eres tú el que está sentado sobre mí. Abro los ojos y miro a Kai que está pegado mirando el escenario, mientras bebe y responde algo que le dice a uno de los chicos con los que compartimos la mesa.
Parece que tarde o temprano me derrumbare
Si pudieras amarme más profundamente que estas palabras
Simplemente podría creer que estás de pie frente a mí
En el pasado que se muestra de repente las veces que nos tocamos
No podríamos llenar el frágil vacio flotando en esas lágrimas
Aunque encuentre alivio en esta paz tú que estás a mi lado
Estas rompiéndote en mi interior
No se pero la canción a parte de hermosa me afecta, por más que quiero ponerle total atención me es difícil. Solo atino a besar a ese chico y con eso al fin atraigo la atención de Kai, que me mira como si fuera un completo desconocido.
—Uruha—susurro con los ojos llorosos y la canción ya estaba más avanza, casi finalizando. Siempre me impresiona como pensar el ti afecta el tiempo de mí alrededor.
Quiero amarte en mi espacio vacio
Porque no voy a dejar que notes como limpio mis lágrimas
No hay nada más para reírse delante de mí
No es uno de los dos disimilando el significado de este “adiós”
Como desearía que estuviéramos juntos llorando en este “adiós”
Susurro tu nombre sin dejar de llorar y besar a ese chico. Kai me mira con desaprobación pero yo finjo que no lo veo. Miro al escenario y veo a un enano cantando. Gracias a su voz todos o la gran mayoría están llorando, me incluyo.
Más que recordarlo me gustaría que lo olvidaras
Y me pusieras en este espacio vacio
No persigas esos largos días pasados
No abandones nada más que lo que ya dejaste
No justificare al alcohol de lo que hago. ¿Será que estoy carente de calor y quiero sentirme querido como amante? o ¿te necesito con tanta desesperación que te veo en Kazuki? No me perdono ya que te estoy siendo infiel, se que para unos seria un simple beso, pero todo lo que soy te pertenece. Me duele, quiero detenerme, pero estúpidamente no dejo de llamarte con los ojos cerrados fingiendo que los labios de Kazuki son tus carnosos y apetecible labios.
Me sostengo en este “adiós” mientras duermo
Y el débil calor desaparece como el tabaco
Los días que no volverán a la persona que ame
Lloro como un niño y el alcohol me pone más sentimental de lo que ya estoy. Kazuki no deja de besarme, lo veo tan empecinado en provocarme. Me siento como un títere que se puede manejar pero que no siente nada, solo un gran vacío. Miro y escucho como la gente aplaude, grita halagos, otros dicen ordinarieces. Miro a Kai enojado pero esta vez me doy cuenta que no es por mí, sino porque unos tipos se acercaron al borde del escenario y empezaron a insinuarse y decirle vulgaridades a Ruki. Así se llama el enano que hace llorar a la gente con su canción.
— ¡Hey, quien te crees a criticar su preciosa voz e insultarlo!— solo di unos parpadeos y veo a Kai enfrentando a dos tipos grandes y robustos. Suspiro aliviado al ver que se acercaron los de seguridad y pensé que sacarían a Kai del bar, pero lo bueno es que los que salieron fueron esos tipos.
Kazuki me arrastra jalándome mi brazo a algún lugar y a tropezones le sigo sus pasos, ya que sigo mirando a Kai con preocupación de que lo saquen del bar, pero el muy despistado, está tratando de platicar con Ruki el enano cantante a pesar de estar tambaleándose por el alcohol.
Parpadeo por molestia que me provoca la luz del baño. Intento alejar a Kazuki que me besa desesperado mientras estoy acorralado como un animalito en la pared. Eso si es nuevo, en el pasado en donde tenía amantes exprés siempre era yo el que acorralaba, hasta que te conocí. Al recordarte y darme cuenta que no eres tu el que está a mi lado, mi borrachera desaparece casi por completo regresando el control de mi cuerpo y lo más importante la razón. Miro a Kazuki y veo que no eres tú el que acaba de desabrochar mi pantalón.
—Aoi-san….te amo desde la primera vez que te vi en la universidad— no me importo que haya sido una confesión o que me acose desde la universidad, pero le doy un empujón a Kazuki. Tenerlo cerca me provoca náuseas.
—Lárgate y no te me vuelvas a acercar—mi voz suena amenazante y lo es. Kazuki intenta acercarse pero al ver mi expresión se aleja de mí con los ojos llorosos.
Me quedo solo en el baño, miro el espejo y sonrío al ser patético que me refleja. Siento que estoy enloqueciendo por ti. Quizás tú a lo mejor superaste lo nuestro y yo sigo pensando en ti como un gran imbécil. Le doy muchas vueltas una y otra vez, hasta sentir náuseas y grandes arcadas. Me acerco al lavabo y vomito la gran parte de alcohol que bebí.
—Vámonos—miro a Kai que estaba a mi lado dándome unas palmadas en la espalda. No me percate que entró al baño
— ¿Cómo supiste?—dije después de vomitar lo último que me quedaba
—Vi salir a Kazuki llorando de aquí y como pude llegué—sonríe mientras salíamos de el baño, más bien me sacaba. Después de vomitar me siento más mareado. Buscamos nuestras cosas y escucho un suspiro de su parte mientras mira el escenario del bar.
— ¿Te rechazó?—hace un puchero y no evito reír como bobo.
—cree que soy un borracho más que intenta ligar con el—suspira frustrado.
Salimos del bar y Kai me afirma al pasar mi brazo sobre sus hombros para evitar que me caiga en el camino. Seguimos caminando por varios minutos en silencio y empieza a caer copos de nieve que lentamente tiñen nuestro camino de blanco. Nieva antes de tiempo, estábamos a mitad de otoño y la nieve ya estaba presente en la ciudad
—cuando lo conocí estaba nevando—susurro. No es necesario que voltee la mirada para saber que Kai me presta atención—se veía tan hermoso mirando el cielo nublado y la nieve que caía a su alrededor, mientras estiraba sus brazos para atrapar los copos de nieve—sonrío con nostalgia— fue todo tan rápido y mágico…..en el momento que sus ojos se posaron en mi supe que él seria mío y yo de él—suelto una pequeña risa — al principio se asustó y me trató de depravado. Era obvio que pensara de esa manera, en ese entonces yo tenía 20 años y él 16—escucho a Kai reír mientras caminábamos en zigzag por la calle—pero supe que él pasó por lo mismo, todas nuestras emociones se revolvieron como un remolino sin fin—suspiro emocionado— todo lo que sentíamos al pasar el tiempo nos fue consumiendo y nos sumergimos en la lujuria, fui su primer hombre y eso me hizo inmensamente feliz…
—entonces…—al fin habla, sé que me dirá—si dices que lo amas tanto ¿Por qué te besabas con Kazuki en el bar?... ¿no me dijiste que no besarías, tocarías y tendrías sexo a no ser que sea solo con Uruha?—su voz sale con reproche.
—No sé que me pasó—susurro —me siento un traicionero al besar a otro creyendo que era él—me detengo y vomito al recordar que bese a otro hombre que no sea mi dulce Uruha.
—Ya, cálmate—después de unos minutos que estuvimos detenidos porque vomitaba— lo extrañas tanto que estas volviéndote loco…lo ves en todos lados y reflejas su recuerdo en otras personas—retomamos el camino—pero no has pensado que él puede que haya pasado lo mismo que tú en este momento….si me dices que siente lo mismo que tú puede que haya besado a otro hombre por extrañarte y sentir tu calor—su respuesta me hace entrar en pánico—Yuu…búscalo y termina con esto…solo te atormentas—llevaba tanto tiempo de que no me llamabas por mi nombre que esto provocó escalofríos.
Llegué a la casa de Kai, ya que era la más cercana. Me deja en el cuarto de invitados mientras él se va a su habitación. El silencio me rodea e intento dormir pero no puedo, lo que me dijo Kai me queda dando vuelta en mi cabeza. Solo imaginar que besas a otros, que hablas con amor con otros, me enferma de celos y muerdo la almohada de rabia. Quiero que por hoy no estés en mi mente, quiero dormir y dejar de pensar. Dentro de mis ataques de celos, de sentirme más solo, el sueño se apiada de mí y todo se vuelve negro.
~*~
Pasadas cinco semanas de esa noche en el bar, te busco y para mi desgracia me entero que ya no vives con tus padres. Es más, llevas un par de años que ya no vives con ellos. Me desespero ya que no sé donde ubicarte. ¿Sera que no cumplirás nuestra promesa? Bebo mi cerveza y por costumbre estoy en el bar, todo por culpa de Kai. Desde aquella noche en que nos emborrachamos, todos los días insistía en que teníamos que venir. Sé que lo hacía para ver a ese enano.
—Vaya, de nuevo por aquí—levanto la mirada y veo a Ruki como encargado de la barra.
— ¿Te molesta que este aquí?—sonrió al ver que Ruki miraba con disimulo a mi alrededor. Se a quien busca— lastima…tanto que lo rechazaste — llamo su atención—Kai ya no vendrá a verte—digo con fingida tristeza aguantándome la risa al ver que el enano se ruborizaba, y con discreción se alejaba para servir tragos a otros cliente. Después de atenderlos se acerco con una botella.
— ¿Moet & Chandon?— miro a Ruki mientras me servía un poco de aquel licor que no conocía.
—Es un nuevo en el mercado y es delicioso— miro la botella curioso y noto que Ruki se sirve un poco para él con una sonrisa. Enano rebelde bebiendo en el trabajo.
Chocamos nuestras copas y platicamos sobre los exámenes. Me entere junto con Kai que Ruki iba en la misma universidad que nosotros, solo que estaba estudiando Arte y como su carrera exigía debía hacer trabajos a aire libre o crear…bueno eso, el mundo del el arte no es lo mío y bueno por eso Ruki o Takanori, ese es en realidad su nombre, no pasaba mucho en la universidad.
Después de unos minutos de plática, Ruki se alejo para subir al escenario a cantar. Lo bueno era que le pagaban por algo que le encantaba hacer, además me di cuenta que siempre que cantaba el lugar se llenaba, era como si su voz fuera un imán para la gente. Me senté cerca del escenario para continuar bebiendo y fue cuestión de segundos se tener a un Kai agitado al lado mío.
— ¿Por qué tardabas tanto?—le di un poco de beber de mi vaso para que refrescara la garganta.
—No encontraba mi billetera— ¿Por qué no me sorprende que pierda algo? Suspiro al ver que se sentó a mi lado y miró al escenario. Me ignoró por completo, su atención la tenía Ruki y bueno este se sonrojaba cuando el despistado de mi amigo le dedica esas amplias sonrisas.
Dejo a ese par en su mundo y bebo mas de Moet & Chandon. Lo degusto con placer, de verdad que es una delicia para el paladar. El que creó este licor es un genio. Sigo bebiendo y de forma extraña me siento feliz, siento una calidez familiar con cada gota que entra en mi cuerpo. ¿Estaré borracho? No creo, solo me siento un poco mareado pero nada más.
— ¿Está en su mundo?— escucho la voz de Ruki y la risa de Kai. Están a mi lado.
—No molesten —sonrío con el ceño fruncido mientras me sirvo mas de ese licor. El par hace lo mismo.
—De verdad es muy rico—Kai dice con asombro mientras bebe más.
—Conozco a su creador—escuchamos decir a Ruki y por extraña razón mi corazón late rápido con esa noticia— es mi amigo y es muy guapo—ahora si quiero reír al ver el gesto serio de Kai
—Ah— suelta eso con molestia y le doy un golpe en la espalda. ¡Por kami-sama! Kai ese gesto y ese tono de voz asusta.
—Pero…—vuelve a hablar Ruki ¿Este enano se dará cuenta de el aura que rodea a mi amigo?— Tu eres más guapo…—mi boca se abre como un pez fuera del agua, al ver una sonrisa de satisfacción de Kai y el leve sonrojo de Ruki.
Ok, eso no me lo esperaba. Por primera vez me quedare callado para no arruinar el momento de ese par. Creo que este enano es la persona para Kai. Es bueno, casi perfecto, pero es un poco incomodo estar al lado de una ¿pareja? es que siento que estorbo y supongo que ahora las cosas de estos dos avanzarán más rápido. ¡Y qué rápido! se están besando y yo….sigo bebiendo y nuevamente, Uruha te extraño con desesperación.
Suspiro por verte y besarte ¿Dónde estás, Uruha? Me sumerjo nuevamente en mis pensamientos en donde solo estás tú. Al fin que decidí buscarte, no sé en qué lugar te encuentras.
—nuevamente está en su mundo— susurra Ruki. Lo miro y lo veo pegadito a Kai. No evito sonreír, quiero que mi amigo sea feliz.
—hasta que al fin…. —ambos me miran — ¿Son pareja?—veo que ambos se miran mutuamente y tontamente asiente emocionados como un par de niños. Vaya pareja—Entonces, hay que brindar…. —hago una señal a un mesero para que traiga mas de esa delicia de licor. Quiero seguir bebiendo Moet & Chandon—Brindo por ustedes—sonrío después de servir los vasos con licor y que los tres los alzáramos en el aire. Escucho la risa de Kai y un pequeño “jejeje” característico de Ruki
— Yo brindo…—escucho a Kai —por encontrar a Ruki—sonríe como un verdadero bobo pero es una risa sincera, mientras recibe un beso de parte de el enano en su mejilla— pero también…porque quiero que te reencuentres con Uruha— No puedo hablar. Siento un nudo en la garganta por lo que has dicho.
— ¿Quién es Uruha?—escucho como Ruki le pregunta a Kai en un susurro que puedo oír con claridad.
—Es el amor de mi vida—me siento agotado al responder a Ruki que dio un salto de sorpresa por mi respuesta— y no sé donde se encuentra…—mi voz se apaga y Kai me da unos golpecitos en mi espalda. Gracias por tratar de animarme.
Nos quedamos en silencio por varios minutos. No es incomodo y el que lo rompe es Ruki, cuando saca unas entradas de un evento.
— ¡Casi se me olvida! mi padre me las entrego para que invitara algunos amigos….en un mes se reunirán los creadores de Licores, también habrá un coctel, música y entre otras cosas más—le tendió una a Kai y después una a mi— Así nos divertimos— no me siento entusiasmado en salir pero igual acepto la invitación.
Me levanto para retirarme y sé que Kai se preocupa por mí pero no hay de qué. No hare nada estúpido. Así que le sonrió y le cierro un ojo señalando a Ruki que revisaba su celular. Me sonríe pero aun así veo preocupación en sus ojos. Al final salgo y dejo solo a ese par, sé que lo necesitan.
Camino por la calle completamente blanca por la nieve. Recuerdo que en estas fechas nos acurrucábamos, nos proporcionábamos calor con nuestros cuerpos en un eterno abrazo o compartimos esos placenteros baños de tina, todas las veces que te quedabas a dormir en mi casa. La gente camina por mi lado y en una de las tantas tiendas que hay promocionan una novela romántica. No le prestó mucha atención a las frases de publicidad pero rescato o más bien escucho solo una “Los que se ríen del amor….terminan llorando por el” suspiro al mirar el oscuro cielo. ¿Será cierta aquella frase? Lo pienso y podría serlo ya que antes de que tú, mi Uruha, aparecieras en mi vida, era de esas personas que se dejaba llevar por sus impulsos y conquistaba a mis parejas de ese entonces con mucha facilidad, encontrando que el amor era un sentimiento absurdo que hace que la gente se comporte de manera estúpida y de que haga locuras en nombre de aquel sentimiento. Me burle tanto de aquellas personas que estaban en parejas, de que se decían que se amaban de aquí hasta el sol, se llenaban de cursilerías y yo solo carcajeaba, porque no conocía realmente ese sentimiento hasta que lo descubrí a tu lado. Ahora mi yo actual sufre por amor, he llorado por ti, he sentido tu ausencia, la falta de tu calor y tu amor. Qué ironía.
Miro la enorme TV instalada en un gran edificio, me sorprendo al relamerme los labios al ver el comercial que le hace publicidad a Moet & Chandon. Saco la invitación que me regalo Ruki, no dejo de mirarla, es como si quisiera descifrar un mensaje oculto en aquel papel dorado con finos detalles y escrito con letra negra.
Ya decidí después de pasado unos minutos…iré a ese evento.
~*~
Ha pasado el mes y me deprimo. Ya no estoy de vacaciones y con el tiempo que me consume la universidad tengo menos espacios para buscarte, lo cual me frustra mucho. Esta noche iré con Kai al evento que nos invitó Ruki.
Me llega un mensaje a mi celular de parte de Kai, que vendrá a buscarme para ir juntos al evento. No esperaba eso, creí que Kai iría con Ruki y me esperarían en la entrada. Me alegra que los dos sean de esas parejas que respetan su espacio y no andan como lapa pegado al otro, como lo he visto en algunas parejas en las cuales ahogan la relación, no solo por la posesividad hacia el otro sino que también con los celos. Está bien amarse con locura, pero cada ser humano tiene sus propios pasatiempos. El tiempo que estuve junto a Uruha fui celoso lo reconozco y no me apena decirlo, lo amaba tanto…mejor dicho, lo amo y temía el perderlo, pero detrás de los celos era más bien desconfianza de mi mismo. Jamás le hice una escena, pero cuando se acercaban a él se notaba a leguas que me molestaba, era con solo mirar mi cara de demonio escupe ácido para que supieran que me fastidiaban su cercanía contigo. Es solo que pensaba que Uruha era demasiado para mí como persona para compartir la vida. Lo veía tan radiante, dulce y yo parecía una sombra malhumorada a su lado pero nuestras diferencias, carácter y gustos nunca interfirieron en nuestra relación. Nos respetábamos el uno a otro y como siempre he pensado que la diversidad es entretenida, no encuentro lógico que se tenga que pensar igual que el otro. Cada uno tiene su esencia, solo va de cada uno ser tolerante y saber respetar los puntos de vista distintos. Está claro que tuvimos diferencias y discutíamos pero amaba esas discusiones, ver tus gestos, luchar contra tu testarudez y ver tus labios fruncidos que eran tan parecidos a los de un pato. No los cambiaría por nada en este mundo, además de las discusiones eran esas reconciliación en donde agotábamos cada gota de energía en la cama, cocina, baño, living….hasta el jardín no se salvo de nuestras reconciliaciones amorosas. Suspiro emocionado y nostálgico.
— ¡Aoi, abre la puta puerta!—escucho golpes venir de la puerta. Kai le está dando patadas y eso me molesta. Camino con tranquilidad y le abro.
— ¡Hey Yutaka, si la rompes me la pagas!—frunció el ceño, pero ver el gesto de Kai tan serio y ver que enarca una ceja, me hace tragar duro mi saliva.
—Yuu…—ah, me dio miedo. Cuando se molesta y dice con ese tono seco mi nombre da miedo. ¿Eso ya lo dije?— ¿sabes el tiempo que llevo golpeando tu puerta?—abro mis ojos con sorpresa pero no digo nada— ¿no, verdad?… llevo 15 minutos golpeando tu puerta—suspira mientras se masajea con su mano izquierda el cabello— vámonos, se nos hace tarde— espera a que salga y yo me muevo con lentitud pero retrocediendo a mi habitación a cambiarme de ropa. Sé que quiere ver a Ruki, pero sé que también que él, mi querido amigo, se cabrea mucho con la impuntualidad y por eso me apresuro en vestirme. Recuerdo la vez que me quede dormido para ir a clases y ese día me quede con Kai para ir juntos a la universidad, pero esa noche me había desvelado pensando en ti. Uruha, por tu culpa Kai me golpeo, me tiro agua congelada en mi cara, me arrastro fuera de mi casa y solo por rapidez mía no salí con pijama a la calle y alcance a ponerme algo decente y mis gafas. Eso sí, mi cabello era un caos total….que buenos recuerdos.
Salgo de la habitación y veo que Kai está hablando por su celular, lo veo sereno no como hace unos minutos atrás. Me hace un gesto preguntando si ya estoy listo, asiento, tomo mi billetera y mis llaves.
En todo el camino Kai me regaño diciendo que debía ser responsable y puntal, sea cual sea el lugar que deba ir pero, ¿qué hago? me cuesta mucho despertar, no sabes cómo son mis peleas con las sabanas en la mañana que coquetamente se enredan en mis piernas, costándome salir de mi tibia cama y más si me duermo tarde como. Por ejemplo, anoche no dormir mucho. Soñé que tú estabas a mi lado y bueno no estábamos abrazados precisamente en mis sueños, lo que tuve que hacer fue levantarme, darme alivio a mi hombría y de paso darme un buen baño de agua fría. No sé cómo no amanecí congestionado, ya que al fin estamos en pleno invierno y no ha dejado de nevar.
Al fin llegamos a un gran edificio lleno de luces a su alrededor, guardias en la entrada principal y veo gente de distintas edades ingresar. Me sorprendo y me siento emocionado. Tengo un presentimiento, es raro, siento que pasará algo.
Entramos al lugar y estaba repleto.
“Woo” es solo lo que puedo decir. Veo un gran salón, con varias mesas y en el fondo un gran escenario. A los costados del mismo escenario había unas largas mesas llenas de comida y con sus chef que explicaban los excéntricos platos o bocadillos. Miro más a mí alrededor y al otro extremo del escenario un bar enorme atendido por cinco chicos, más alejado había un grupo de personas encargados del sonido, las instalaciones y la música del evento.
— ¡Es genial!— note a Kai maravillado. Miraba las estructuras del edifico, tocaba los pilares con dulzura, miraba el piso, los ventanales. Creo que en su mente estaba dimensionando todo el enorme trabajo en construir, calcular y planificar aquella construcción. Me lo esperaba, se que para Kai como futuro arquitecto, es un alimento a su imaginación.
Ambos caminamos mirando maravillados y sin querer mi vista se pierde en el escenario al ver una guitarra. Suspiro. Recuerdo cuando ambos tocábamos ese hermoso instrumento, dejarnos sumergir en cada nota que nos daban esas seis cuerdas. Fue un hermoso hobbie y si no hubiera entrado a estudiar administración, aunque suene loco, hubiera dedicado toda mi vida a la música. Tú tenías un gran talento con aquel bello instrumento, pero yo no me quedaba atrás. Hacíamos un gran dúo.
Kai se detiene y no evito mirarlo extrañado ¿Quién no lo haría si ves a tu amigo con la boca ligeramente abierta con una leve sonrisa perversa al ver a su pareja vestido de conejo? Pues yo. También miro a Ruki y no sé qué decir, al verlo vestido así con un corsé negro dejando a la vista parte de su piel, pantalones negros ajustados y chaqueta del mismo color. Claro sin dejar de lado esas orejas de conejo y un látigo.
— ¿Acaso tienes una sesión masoquista?—río y recibo un codazo por parte de Kai. Maldito sea, casi me rompe una costilla.
—te vez lindo…—Kai y ¿ese tono de voz? OK, mi amigo quedó mal y lo veo entretenido acariciando esas orejas de conejo, sin quitar esa sonrisa que me perturba.
—Gracias— el enano le responde con una sonrisa coqueta y yo quedo en blanco por unos segundos. Si no intervenimos juro, que veo a estos dos revolcándose aquí mismo o ¿Estoy exagerando? Después de unos segundos Ruki me mira— no es una sesión— hace un puchero— estoy haciendo publicidad para el nuevo licor que creó…—fue interrumpido.
—Taka…—los tres volteamos al ver quien llamaba. Vimos a un chico rubio cubriéndose la nariz con un trozo de tela—Te estamos esperando—dice mientras come un chocolate.
—Ya voy…—suspira cansado y luego nos mira—les presento a mi amigo, el es Akira Suzuki más conocido como Reita, el es el encargado de la publicidad de Moet & Chandon— el chico se inclina — y ahora también del nuevo licor Beautiful Deformity…—quedé sorprendido. Yutaka no se si escuchaba lo que decía Ruki, pero sé que lo único que hacía era mirar de pies a cabeza al enano. Como a Kai creo que le comieron la lengua los ratones (¿o queda mejor decir conejo?), hablo yo.
—Woo gran trabajo de publicidad—veo que este chico es un poco tímido. Se avergonzó—el otro día vi el comercial y me dieron ganas de beber Moet & Chandon— sonrió.
—Gracias — se rasca su nuca— espero que disfruten el evento y bueno… —tira de las orejas de conejo de Ruki— uso a Taka como modelo del nuevo licor…—suelta las orejas
— ¿Por qué conejo?— ¡oh! Kai como estaba tan callado se me olvido que estaba allí. Es broma. Igual miro con curiosidad a Reita ante la pregunta de Kai.
—Es idea de Shima— ¿Shima? me llama la atención — a él se le ocurrió sobre tener en la botella un conejo negro…—come otro chocolate.
—Shima inventa cada cosa….tiene talento—sonríe Ruki y suspira el publicista — pero tiene unos gustos un poco raros de vez en cuando…—se cruza de brazos como si estuviera recordando algo.
Reita mira su reloj de su muñeca, veo que abre sus ojos sorprendido y arrastra a Ruki—Un gusto fue conocerlo después seguimos hablando….lo siento pero se nos está haciendo tarde…— nos hace una señal de despedida.
Quedamos nuevamente los dos y Kai esta callado.
—Hey parecías que te lo ibas a comer con la mirada—lo molesto pero me dedica una sonrisa que me deja sin habla.
—Quiero comérmelo—suelta una pequeña risa. No pensé que fuera tan pervertido.
— ¿Entre ustedes?...—lo miro y no sé por qué me avergüenzo en preguntarle a mi amigo si ha tenido sexo. Es cuando le preguntas a un adolecente si sus padres tienen sexo, pueden ver todo el porno que haya en la web o hacerlos con sus parejas, pero con solo hacerles imaginar a sus padres de esa manera eso los trauman o queda así la mayoría. Eso era lo que me decían algunos compañeros de escuela en esos tiempos.
—No—al fin sonríe como siempre, no como hace unos momentos— No tengo prisa y sé que Ruki piensa lo mismo—nos acercamos al bar y pedimos Moet & Chandon. Miro a Kai con curiosidad sé que no me ha dicho todo— Lo deseo en todo sentido, pero disfruto cada momento que estoy a su lado y bueno, cuando llegue el momento lo haremos—veo felicidad plasmada en sus ojos. Me alegro por él aunque admiro su resistencia en abstinencia.
No debería reírme ya que con Uruha hice lo mismo. Podría haber estado un año sin tocarlo pero debo reconocer que no duramos tanto de esa manera. Yo lo respetaba y esperaba que estuviera listo, ya que lo veía tan niño a mi lado pero él no era tan inocente como creía, con insinuaciones, provocaciones con cada movimiento, en cómo se vestía ¡Por kami-sama! Sus suaves piernas fueron mi perdición y no paso mucho cuando caí a la tentación…No soy de piedra.
Con Kai seguimos recorriendo el lugar y probamos algunos bocadillos, me encantaron los que tenían camarones. Eso sí, nuestras copas nunca estaban vacías, siempre pasaban meseros ofreciendo Moet & Chandon y no solo eso, sino que también probé Beautiful Deformity….me enamore de ese licor… a este paso por culpa de Moet & Chandon y Beautiful Deformity me convertiré en alcohólico.
Las luces se apagaron y con Kai nos acercamos al escenario antes que la otra gente lo hiciera, gracias a nuestra rapidez quedamos de los primeros. Las luces se prendieron pero solo las que iluminaban el escenario. Vimos a Reita el amigo de Ruki sobre el escenario y empezó a hablar, pero yo no prestaba atención, solo escuche los aplausos de la gente. Escuche una risita de Kai y era porque Ruki estaba sobre el escenario con el traje de conejo, mientras enseñaba la botella de el licor. Era realmente bueno el diseño y el color. Hasta el momento no he visto una botella de licor Rojo pero era un rojo parecido a la sangre, la tapa negra, en el centro tenía grabado el nombre Beautiful Deformity y una silueta de un conejo negro. El rostro de Ruki era completamente serio, llegaba a intimidar a la gente de nuestro alrededor. En cuanto a Kai, estaba fascinado, es más tenía una sonrisa sádica. Le di un codazo para que quitara ese gesto, ya que la gente que estaba cerca de nosotros se alejaba con miedo, pero nuevamente se acercaron al ver que mi amigo sonreía con dulzura. Que extremista es Kai ¿no?
Fue interesante lo que decía Reita sobre todo lo que conllevaba realizar aquel trabajo de producir un licor, saber administrar, ofrecer el producto al mercado, etc. A mí me interesaba lo que decía, en cuanto al parcito de amigos estaban entretenidos besándose. Alguna gente que estaba cerca de nosotros miraba con reproche a Ruki quien se sentó en el borde del escenario y rodeaba con una de sus piernas la cintura de Kai quien no dejaba de morder sus labios ¿Cómo se tanto detalle? Están al lado mío, solo agradecía que el lugar en donde estábamos no llegaba la iluminación.
— ¡Se acerca Shima!— emocionado dice Ruki apuntando a un lugar del escenario y dejando que Kai le depositara un suave beso en la mejilla. Yo miro al lugar donde apunta y no veo bien ya que se cruzaba gente en mi campo de visión. Escuchar Shima me provoca escalofríos ya que de manera inconsciente lo relaciono con tu verdadero nombre, Takashima, no con aquel apodo que te di al igual que tú me diste el mío que es Aoi y que jamás dejaré de utilizar.
Mi corazón empieza a latir con rapidez y siento que el aire me falta ¿Qué es esta sensación? Siento tanta emoción que me ahoga y me marea. Iba alejarme de la multitud, pero me congelo y la ansiedad me domina al verte.
Veo como en cámara lenta como Uruha camina por aquel escenario siendo presentado por Reita. Kai y Ruki me miran preocupados, me dicen algo pero no los escucho, todo a mí alrededor dejo de importarme. Quedo en silencio, por más que la gente aplaude o que Kai o Ruki me hablen no escucho nada. Solo silencio mientras te observo.
—Gracias por venir y probar mi nuevo licor— sonrió al escuchar tu voz, es más gruesa que antes. Miro tu cuerpo y estas más alto, más delgado, tu cabello es de otro color; ahora es castaño.
Miras a tú alrededor y sonríes en forma de agradecimiento. Aun no te das cuenta de que estoy entre la multitud mirándote, deseándote, añorando escuchar de ti que aun me amas.
Kai estaba tratando de sacarme de mi trance pero mi mirada se mantiene fija en ti. El dirige su vista al lugar en donde miro y escucho un sonido de sorpresa. Kai te conoce por medio de una foto que me traje hace años. Al recordar esa foto tuya y veo tu yo actual…sí que has cambiado, pero todas la personas tenemos rasgos que jamás nos dejan, en tu caso sería esos apetitoso labios y esa mirada de miel que trasmite tanta ternura.
Al fin, como si escuchas mis suplicas tu mirada se conecta con la mía. Abres tus hermosos ojos por la sorpresa. No sé si es mi imaginación pero los veo humedecerse, solo que para disimular agachas tu preciosa mirada ¡Por favor no lo hagas! Lo que más quiero es ver tu rostro.
Mi felicidad es tan gran que podría morir pero para mi desgracia no me duro más que segundos. Todo se esfumo al ver que cogías la mano de el publicista, de Reita, aun con la mirada agachada ¿será vergüenza? ¿Miedo?...con ese acto tuyo todo mi mundo se me vino al suelo. Quiero correr pero mis piernas no me responden.
En este momento me siento el imbécil más grande del mundo. Yo creyendo que nos volveríamos a encontrar para amarnos, me llevo la sorpresa de que tú estás con otro.
Me alejo enojado, engañado… dolido.
— ¡Aoi!— me grita Kai. No me detengo en dirección a la barra y pido algo de beber. Miro la botella de Moet & Chandon. Ya no la encuentro deliciosa pero a pesar de todo igual bebo, bebo tu traición— Yuu...— estas a mi lado preocupado.
—No sabía que… Shima es Uruha— escucho las voz agitada de Ruki cerca mío.
— ¿Cómo no ibas a saber que Uruha era Shima?—pregunta Kai.
Sonrió y ya no sé porqué lo hago…será que el nombre Uruha ya no lo usas porque ya no me amas. Quedamos en el pasado que nuestros apodos que nos dimos mutuamente, representaban algo simbólico, era como sortijas de compromiso y que solo dejaríamos de usar…cuando ya no sintiéramos nada por el otro.
—No sabía— dice Ruki nervioso— los años que llevo como su amigo….me dijo que lo llamara Shima— yo aun mantengo mi mirada a la barra.
—Aoi habla con Uruha y que te explique—sé que también viste como se cogía de la mano de Reita.
Kai ya no le veo caso… es como rogar por su cariño.
Escucho a Ruki y a Kai están hablando y su tono de voz de apoco se va elevando. No quiero que discutan por un drama mío y Uruha
—Ya no importa— mi voz es rara e iba a retirarme de el evento cuando escucho la voz de cierta persona que no quiero oír.
—Así que tú eras Aoi— me hace dudar pero me doy vuelta y encaro a Reita.
—Así es — soy cortante y no puedo evitarlo. Ya no le hablo como hace unos minutos atrás cuando Ruki nos presento.
—Uruha quiere hablar contigo— solo frunzo el ceño. Odio que me pase esto, pero ahora me estoy dejando llevar por mi enojo y maldito orgullo.
—Dile que no se preocupe que entiendo y de que no hay nada de qué hablar— lentamente me dirijo a la salida — que sea feliz contigo— camino sin escuchar un reclamo de Reita y los insistentes llamados de Kai.
Salí de edificio con un nudo en mi garganta, me dolía tanto que no podía tragar con normalidad mi saliva. No quería armar drama y siento que lo hago al actuar de esta manera, pero en este punto de mi vida me importa un pepino si a alguien le molesta mi forma de actuar. Fue de pendejo salir de esta manera y no querer escuchar lo que Uruha quería decirme.
Siendo sincero no podría escuchar un “lo siento….pero ya no te amo”. No soy lo suficientemente valiente en este momento para enfrentar mi realidad.