--------------------------------------Grell-----------------------------------------
-Ohh mi adorado sebas-chan-
Una noche como cualquiera, tranquila, se encontraba un shinigami perdido en sus pensamientos, moviéndose de un lado a otro como si de señorita se tratara…
-¡Soy señorita, No olvides eso!-
-…..Buuueeeenoo-
Grell se encontraba en este instante pensando en lo que le gustaba decir “su amado”
-claro, lo es, ES MI AMADO SEBAS-CHAN!! DEATH!-
-…*suspira pesadamente* aja-
Este curioso personaje pelirojo se hallaba en su casa. Ya era de noche en el mundo shinigami y tal vez ya sería hora de dormir.
Se encontraba a punto de ir a su mundo de sueños. Se colocó aquel pijama color rojo que le encantaba. Tenía encajes a las orillas adornando muy bien esa ropa y se dispuso a entrar a su cama. Se quitó los lentes dejándolos en un pequeño mueble a su lado. Cerró los ojos para disponerse a dormir.
La noche tranquila…
-NO PUEDO MÁS!!-
- ….*abre los ojos sorprendida quedando como plato y la boca abierta* -
-¡¡Necesito verlo de inmediato!! ¡Quiero estar a su lado! ¡Voy por ti sebas-chan!! DEATH!!-
El shinigami al mencionar esto ya se había levantado de manera espontánea buscando como loco ropa adecuada para dirigirse hacia su objetivo.
-¿Ponerme la misma ropa? ¡¿O algo sexy?!
Se preguntaba mientras se observaba en el espejo con diferentes cambios de ropa. Totalmente emocionado encontraba por querer darle una sorpresa a aquel demonio de ojos carmesí. Su sonrisa amplia estaba pero a una expresión de molestia cambio.
-arg…quiero ver a ese demonio tan inusual…-
Una imagen de Sebastián cruzo por la mente de Grell apareciendo un corazón sobre el
-¡Pero ese inútil mocoso con el que siempre esta! ¡arg!-
Comenzó a morder una camisa que tenía en la mano moviéndose de un lado a otro en su mismo lugar.
-¿Por qué no puedo ser yo el que este con sebas…?
No termino todo el sermón que generalmente habla a si mismo de todo lo que podría lograr por estar cerca de aquel mayordomo, Quedo mirando hacia la nada y de un segundo su característica sonrisa con dientes afilados volvió a ampliar. Un foquito encendido sobre su cabeza apareció, destruyéndose al instante por el grito que dio.
-¡Ya se que hare!!-
Menciono con emoción. A la cocina se dirigió para de la alacena lanzar varios frascos hasta encontrar el necesitado.
-¡Lo encontré! ¡Ja! Quien diría que el haber tomado esto “prestado” del almacén de Undertaker me serviría algún día-
Era un frasco pequeño, sin embargo el contenido era muy potente por lo que decía en la etiqueta.
-¿Etiqueta? ¡¿CUAL ETIQUETA?!-
-Ahí se encontraba una etiqueta *mirándole mal*-
-Dice propiedad de señorita Sutcliff, no tocar… A menos que al que toquen sea a mi >wO, ¡nee sebas-chan!-
-…*Con el rostro completamente azul* De acuerdo…eso no era necesario…*Gota en la sien* Ejem *carraspea* Regresando al punto…-
Grell entusiasmado estaba. Guardo aquel frasquito dentro de su amado saco rojo alguna vez perteneciente de su antigua compañera en el mundo humano y de inmediato salió de su casa hacia aquel mundo ya mencionado.
-¡¡Cuídate que voy por ti!!-
Salió brincando por el lugar hasta desaparecer en la oscuridad, sin darse cuenta que en su casa alguien le vigilaba hasta el momento en que se fue.
-tsk…¿que tramas ahora?- Menciono aquel ser desconocido.