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Porque así es el amor... por Keizzu Kirokune

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Notas del fanfic:

¡¡ODIO TITULAR MIS FICS!! -se va a patear cosas- ¡¡ODIO HACERLE RESUMENES A MIS FICS!! -se vuelve a largar a patear cosas- (??) *A*

 ...lo odio porque no sé. :c

Mi primer One-Shot! 7u7

Notas del capitulo:

¡Gracias por leer!

Advertencias: Según yo… Ninguna. “Según yo” xD. Habrán muchos “porque…” y muchas palabras repetidas, no sé, Keizzu trató (de verdad trató) de escribir de una manera diferente a las otras veces, pero así sin más, salió esta… cosa. Perdonen la repetición de palabras, Keizzu no tenía esa intención. Lemon, un muy muy mal Lemon, pero al menos hay e v e.

Aclaraciones:            

“Hablan los personajes” (Puede que escriba los diálogos en cursiva o normal, depende de la situación y el párrafo xD)

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Summary:

“Te hace idiota, te hace incrédulo, te hace sordo, te hace ciego, ¿Qué es?”

 “No lo sé”

“¿A que sí lo sabes… Víctor?”

 

Te ama, te odia, te besa, te golpea. ¿Así es el amor? ¿O así es su amor?

 

Lo mira directo, sin tapujos ni vergüenzas, suprimiendo el hecho de que se le acaba de declarar. El otro se sonroja, éste le sonríe, el otro lo toma a mal, éste sonríe de nuevo ante su ingenuidad e idiotez. Le toma por las mejillas, ésta vez, yendo a las acciones, y lo besa. Suave y despacio, como si fuese a morir si le besase más apasionado. Se separa, lo mira, y, al ver de nuevo ese sonrojo más latente y presente en sus mejillas, sonríe ante la ternura, pero el otro lo toma nuevamente a mal y bufa avergonzado. Éste suspira y no hace nada, porque se cansa. Se cansa de la idiotez del otro, es que acaso… ¿Nunca se dará cuenta?

 

“Se burla, te atormenta, te bromea, es un idiota. ¿Quién es?

¿Eso es una indirecta?”

“¿Lo es… Ángel?”

 


.

 

Para Ángel, es divertido ver a un chico, a ese chico, sonrojar y rabiar a la vez. Le es divertido tentarlo pero sin tocarlo, besarlo pero sin rozar sus labios, mirarlo pero sin conectar su mirada azul con la otra de color verde. Porque cuando conectan sus miradas, Ángel hace un no sé qué que evita que Víctor mueva la suya sin antes hacerlo él. Amarlo sin siquiera quererlo, tenerlo sin poseerlo, seducirlo sin siquiera mover un dedo, apresarlo… sin siquiera ser nada.

 

.


 

Keizzu Kirokune

Presenta:

« Porque así es el amor »

.

Capítulo único – Entiéndeme

.

::


 

A Víctor le gusta Ángel.

 

Por esa razón, por esa simple y molesta razón, le atormenta día y noche, los trecientos sesentaicinco días del año. Nada de días libres o festivos, diario. Y parece que no quiere ceder. ¿Quién? Preguntas… ¿Quién molesta a quién? Simple, Ángel hacia Víctor. Creerás que es al revés, pero no. Así como lo oyes: Ángel molesta a Víctor. Por supuesto que no le molesta con insultos hacia sus preferencias sexuales ni nada por el estilo, entonces ¿Cómo? De nuevo: simple. Le mira fijamente y sin razón cuando sabe que le incomoda, y se revuelve en su lugar, haciendo que se sonroje. Le roza cada que puede, cuando se cruzan por los pasillos. Le sopla al oído cuando está dormido. Le sonríe de esa manera cuando sabe que le odia y que no hace más que jugar con los sentimientos de Víctor. Pero no puede dejarle ir, porque lo quiere, lo ama, porque está enamorado.

 

Ángel juega con Víctor.

 

El chico castaño cometió el peor error de su vida al declararse al chico más deseado y peligroso del instituto. Oh, no pienses mal; Ángel no es peligroso por meterse en problemas, portar armas o demás. El chico es peligroso por el simple hecho de serlo, es decir, aquel rumor que se escucha en los pasillos desde hace semanas, tal vez meses, es lo que le creó tal fama; dicen que cinco chicas se le declararon al mismo tiempo y, en vez de elegir una, se acostó con todas de la misma manera, es decir, al mismo tiempo. Dicen que si te le declaras al chico más guapo pero arisco y frío del mundo, no tendrás pareja para el baile de fin de curso. Dicen que si tal chico te llega a gustar por equis o ye razón, serás molestado por el resto de la eternidad.

 

Y ahora Víctor era el atormentado. No, no se acostó con cinco chicos a la vez, contándolo a él. Se ha acostado con él cinco veces.  No, no tiene pareja para el baile, pero no le importan esas cosas así que si no la tiene, es porque no quiere: chicas no le faltan. Sí, si le gusta por equis o ye razón, y sí, sí es molestado, al parecer, por toda la eternidad.

 

Hay veces, en las que Ángel se acerca a Víctor y le dice que lo quiere. Con ironía, con sarcasmo, burlándose de él, por enésima vez. Porque le divierte, le gusta que le crea y se sonroje, y luego entienda la broma y se moleste. Porque así es él, esa es su forma de demostrar que esa-noche-tendrán-otra-sesión-de-sexo así como las otras veces. Pero no puede dejarlo, porque incluso cuando lo están haciendo, puede sentir un poquito de cariño en los abrazos que le da para estar más dentro de él, o en los besos que se dan para que Víctor no gima tan fuerte. Porque Víctor es un idiota, un idiota incrédulo y enamorado. Un idiota incapaz de ver más allá de la desaprobación hacia él mismo.

 

Algunas ocasiones, Ángel parece reaccionar a los sentimientos de Víctor, pero sólo son falsas alarmas porque cuando este hace algo un poco tierno, termina sonriendo de forma burlona, como siempre, hacia sus sentimientos y su dignidad.

 

Y está comenzando a rendirse ante eso. Ante todo.

 

.

 

Parece ser que Ángel le ha contado a sus amigos acerca de su declaración, porque cada que pasa frente a ellos, todos le miran de forma extraña. Como aquel día: su partido de beisbol era ese mismo día que Ángel y sus amigos fueron a ver ese partido. Claro que Víctor es un gran jugador, pero a los cinco minutos, él volteó a las gradas y lo vio ahí, sentado, siendo abrazado por uno de sus amigos, se le notaba un ligero sonrojo. Después le volteó a ver. Víctor se puso tan nervioso que no pudo concentrarse en el juego, y gracias a eso todo le fue mal. Tanto que no recordaba ni cómo correr.

 

Otras veces susurran cosas que sólo Ángel puede escuchar, después, Ángel lo mira igual o más extraño que los demás y suspira cansado. ¿Acaso está cansado de la situación? “¿Cansado… de mí?”  Piensa, pero lo suprime. Porque no quiere aceptarlo, pero los hechos están ahí, la realidad es ésta y no puede impedirlo.

 

.

 

Víctor se muere de vergüenza, cada que ve a Ángel salir de los vestidores o lo que sea que implique quitarse la ropa, porque muchas veces, Ángel anda por la vida y los pasillos de los baños o vestidores con sólo una toalla atada a su cintura, que deja ver todo su torso, esculpido por ejercicios y atletismo aunque no demasiado, que lo hace sonrojar y, a veces, tener erecciones involuntarias. Y eso es jugar sucio.

 

Uno de esos días pervertidos, había mucha gente en los vestidores de los chicos y, como casi siempre, Ángel andaba por ahí con la misma toalla blanca en su cadera, entonces el ojiazul se posó frente a él y le miró directo a los ojos, se le acercó muy peligrosamente a su cuerpo y entonces el bulto bajo la toalla de Víctor se hizo presente y no pudo mirarlo a los ojos. Y justo cuando iba a salir corriendo, un chico mayor gritó que a la capitana de las animadoras le habían jugado una novatada por ser su último año, y la habían dejado semidesnuda frente a los vestidores de las chicas; todos salieron casi volando de los vestidores y el castaño cerró sus ojos, esperando que todos, todos salieran. Pero lo que parecía ser un milagro, no era más que una desgracia, porque cuando abrió sus ojos todos se habían marchado… Todos a excepción de él y Ángel. Ahora estaban solos en los vestidores. Solos.  Y eso era muy peligroso, demasiado, para el gusto de Víctor. Él bajó la mirada agraviado y fue cuando Ángel notó a su amigo despierto. ¡Maldito sea el día que le asignaron ser un chico! Ángel fue a la entrada de los vestidores y, cuando parecía querer salir, sólo cerró dicha entrada para que “Nadie les molestara”. Sudó frío y temió por lo peor. Aunque realmente no le fue tan mal. Es decir, tuvo muy buena atención. Aunque lo peor de todo fue… Que esa fue su primera vez.

 

Pero lo dejó pasar, porque se sintió realmente bien. Porque nunca creyó ver al chico que ama en esa posición, de esa manera, haciendo eso con él. Ahora, cada que lo ve con sólo la toalla puesta en su cadera… ¿Pensarais que ya no tiene una erección ya que ya lo vio desnudo? Por supuesto que no, ahora, su erección es mucho más notoria que antes, ya que no puede evitar recordar ese día… El día que le fue arrebatada su dignidad como chico ante Ángel, su castidad, su vergüenza y, lo más importante: su primera vez. Pero da igual; después de todo…

 

A Víctor le gusta Ángel.

 

.


.

 

A Ángel le divierte Víctor.

 

Porque sus mejillas se encienden con sólo verlo. Con tocarlo, con rozarlo, con hablarle. Con besarle. Cuando le mira dormir entre clases, atrapa esa preciosa imagen en su mente y la guarda muy, muy dentro de él, para poder revelarla cada vez que él quiera y así nadie se dé cuenta. Hay veces en las que Ángel acaricia sus mechones castaños y juega con ellos haciéndolos remolinitos, luego se acerca poquito, y luego otro poquito más hasta que su nariz toque con la ajena y después, esparcirle besitos cortos y ligeros en su rostro,  y detenerse en sus labios; en esos labios tan tentativos y rosados, que cuando tienen sexo, se prenden en color rojo por los besos y mordidas, como sus mejillas ante el calor, la excitación y la vergüenza. Lo mira dormir un rato más, y ver cómo se remueve en su lugar ante las caricias lentas y suaves. Luego, deposita un último beso en sus cabellos y otro en sus labios y se marcha. Sin decir nada. Como si nada. Porque no son nada, sólo eso. No son amigos, no son pareja, no son novios.

 

Aún.

 

.

 

Tal vez, sí sea cierto que le gusta ese chico. A pesar de no conocerlo mucho, a pesar de verle unas horas al día, pero aún con eso, ya siente que es cercano, que es especial, que es diferente. Único. Pero no sólo eso, cuando lo ve siente un algo en su estómago que no sabe descifrar; cuando lo toca siente que quema, pero a pesar del sentir quiere seguir tocándolo; cuando lo besa (suave, dulce), le gusta tomarlo de la cintura, porque siente que si no lo hace él correrá en círculos por la vergüenza y se le vaya a ir; cuando lo besa (húmedo, erótico), le gusta meter su lengua primero, porque sabe que el otro no estará dispuesto a hacerlo primero, y siente algo ahí abajo… Problema masculino, solamente.

 

Sera porque sí le gusta.

 

Quién sabe. Sus amigos se burlan de eso, que no sabe entender ni sus propios sentimientos pero… ¿Quién sí? A la perfección, nadie. Y él no será la excepción. ¿Víctor lo sabrá? No lo creo. Él piensa que todo lo que Ángel hace es para mal, que se burla de sus sentimientos y que siempre le habla con sátira y con odio y de broma. Pero Ángel no quiere que piense esas cosas, pero ¿Cómo hacerle entender eso? Las palabras son muy ambiguas si no se expresan correctamente y con franquedad, así que él prefiere las acciones, directas y sinceras, pero por más que se esfuerza… Víctor no las capta.

 

Víctor juega con Ángel.

 

Sí, eso es probable. Porque cuando lo besa con amor, Víctor se sonroja y le hace creer que por fin comprendió, pero luego de un rato, frunce el ceño y mira a otro lado molesto y él se pregunta el porqué. ¿Será que no le gusta que le bese de sorpresa? ¿O quizá no le gusta que lo bese? Nah, da igual. Porque de cualquier manera, a Ángel sí le gusta besar los labios de Víctor, y el que no le guste a él, no significa que Ángel va a dejar de hacerlo.

 

.

 

Cuando tienen sexo, Ángel trata de hacer que las cosas sean perfectas de cierto modo y que todo funcione bien, es decir, que no haya ningún inconveniente o que Víctor se sienta incómodo o cosas parecidas.  Por ejemplo: La tercera vez que lo hicieron, fue nuevamente en el instituto, cerca de la bodega de limpieza. ¿Qué mejor lugar que ese? Ahí se aplica su regla de perfección. Comenzaron a besarse, pero Víctor se separaba, diciendo que no lo iba a hacer de nuevo en el instituto y mucho menos en una bodega, entonces, “¿Quieres hacerlo en los vestidores de nuevo?”,  Ángel pregunta muy sutilmente, tomando en cuenta los sentimientos del castaño, claro. Hasta que finalmente, llegan a un acuerdo decidido entre los dos: “Lo haremos aquí quieras o no” Y terminaron haciéndolo ahí. Cuando estaban a punto de llegar hasta el final, Víctor comenzó a gemir muy fuerte, y por supuesto que a Ángel le encanta escuchar los gemidos de placer de su castaño pero tuvo que silenciarlos con un beso húmedo (Estaba teniendo sexo después de todo, ¿Por qué ser un beso sutil?) ¿Creeríais que fue porque los demás no les escuchasen? A Ángel le valía poco que los demás escucharan, es más, si por él fuera, que todos escucharan, cómo él y Víctor compartían su amor, pero sabía lo mucho que le preocupaba su dignidad y el instituto al ojiverde, así que prefirió dejar sus hermosos gemidos para otra ocasión.

 

.

 

Ángel se acercó a su mejor amigo de su grupo de amigos para pedirle una opinión acerca de sus sentimientos y que si será bueno ir en serio con él. El ojiazul confió plenamente en su amigo y por eso le habló acerca de todo lo que sabía, bueno, no todo, por supuesto que no le contó que Víctor se le había declarado, simplemente le dijo que creía que un chico le gustaba, que ya habían sido cuatro veces que lo habían hecho (al menos hasta ese entonces eran cuatro), y todo lo que sentía. Su amigo le dijo que era un idiota por no saber qué era lo que sentía y le dejó en claro que esperara un poco de tiempo y él poco a poco se daría cuenta de todo.

Luego de eso, se marchó sin más, cometiendo el mayor error de su vida: No le dijo a Diego que no dijera nada al respecto. Pero no hay qué ser genio para saber eso ¿Verdad? Eso es obvio ¿Verdad? Diego no dirá nada… ¿¡Verdad!?

 

“Eh, Ángel. Ese es el chico”

 

Sí claro… genio. Diego le comentó a los otros cuatro acerca del problema de Ángel para que éstos le ayudaran con ello. Para su buena suerte, ellos no le vieron mal ni mucho menos, al contrario le ayudaron dando consejos y opiniones. Todo era perfecto hasta ese día… Estaban cerca de la cancha de beisbol, en las gradas y le tocaba jugar al equipo del castaño, Víctor. Al termino del juego, (Que por cierto ganaron, aunque Víctor era un pésimo jugador) Diego, “Hey, mira… viene tú novio”, le tomó por los hombros desprevenido y lo abrazó bromeando con él, haciéndolo sonrojar. Claro, claro, era su mejor amigo, pero eso no quita el hecho de que le haga bromas sucias en el que implique que Ángel se sonroje. “¿No lo mirarás también? Tal vez le dé ánimos… Ah, está mirando para acá”, insistió. Espera, ¿él estaba mirándole? Ángel alzó la vista con los ojos ligeramente abiertos por la vergüenza y lo miró igual. Víctor sólo notó la vista azul y se movió a otro lado con las mejillas sonrosadas y el ceño fruncido con ligereza. Bueno, tal vez, ver que estaba siendo abrazado por Diego le molestó, o quizá… Pensó que él estaba ahí para ponerlo en ridículo, o ambas.

 

Tal vez, ahora le odie más que antes. Tal vez y el odio que siente ahora y otras veces antes, se vaya acumulando poco a poco… Y elimine al amor de su corazón dejando el puro odio. No, no, no. No quiere pensar en eso, lo elimina, lo evita. Como sus problemas diarios, como Víctor. Víctor es su problema, su confusión, su dolor, su calidez, su timidez, su felicidad, su vida... Su todo. Entonces… ¿Sí le gusta? ¿Desde cuándo? Un recuerdo vino a su cabeza… De la primera vez que lo hicieron.

 

.

 

Fue descuidado, fue torpe, incluso, fue indebido. Pero al verlo ahí, con ese, su problema no pudo hacer nada, más que atenderle, porque dolería sino.

 

 

Trató de que se sintiera bien, que no le doliera, a pesar del lugar, y entonces comenzó a tocarlo, pero sin besarlo. A lamerlo, pero sin mirarlo. Y a pesar de que Víctor forcejeaba un poco, él continuaba sin siquiera preguntarle si quería o no. Porque antes de eso, sólo quería poco con Víctor, sólo quería rapidez, placer, y eso era todo, pero cuando el castaño comenzó a dejarse llevar, con su cuerpo temblando con exageración; como si hiciese frío; con sus labios entrecerrados, las mejillas cubiertas en carmesí, y los ojos muy, muy apretados, sintió algo en su interior. Comenzó a masturbarlo, lento, suave. Y el ojiverde emitía sonidos graciosos, porque no quería aceptar que realmente le estaba gustando, y cuando metió su miembro a su boca y comenzó a lamerlo, abrió sus ojos de golpe y se asustó. “¿Q-qué haces? . . . Eso es… no está bien. Tu boca… Y tus labios…” Entonces, lo metió completamente a su boca y cerró sus ojos, bajaba y subía, como un juego simple, y poco a poco sentía a Víctor estremecerse bajo de él. “…tu lengua… Ah…” Dijo, bajito, y se mordió el labio inferior, cerró sus ojos muy fuerte y su rostro se encendió por completo de carmesí. Ángel sonrió, nunca había escuchado un sonido tan más lindo, al menos, proveniente de Víctor. Siguió con su trabajo, ésta vez, más rápido, lo sacaba y lo metía, luego, se quedaba quieto, torturándolo, matándolo muy lento, y cuando sentía que iba a morir, comenzaba de nuevo, de golpe, muy, muy rápido y luego lento, iba a la punta y la lamía repetidas veces y volvía a bajar, entonces, cuando Víctor se estremeció y sintió algo extraño en su interior, Ángel se detuvo. Sonrió con autosatisfacción y le miró atento, desde arriba: Estaba acostado en la banca, con el dorso de la mano cubriendo su boca, sus ojos entrecerrados y ese precioso color rojo en sus mejillas. Sus piernas abiertas, en ligero movimiento. Su entrada completamente húmeda (porque también jugó con ella), su miembro erecto y duro, su respiración apurada y entrecortada, con el ceño fruncido. Dios, era precioso, era excitante, erótico.

Sus ojos pedían, no, suplicaban porque siguiera y terminara con eso. Y Ángel abrió sus ojos sorprendido, ¿Cuántas veces no había visto ya a chicos o chicas en posiciones parecidas? Miles de veces. ¿Qué sintiera lo que sentía en ese momento? Ninguna.

Entonces, con una sombra en sus ojos y con la boca ligeramente abierta, se posesionó sobre él. Le miró nuevamente desde arriba y sin gesto alguno, notó como algunas lágrimas corrían desde sus ojos, y se sorprendió. “Víctor…” Susurró, pero antes de que terminara una oración coherente, se sintió aprisionado, entre sus caderas y las piernas del castaño, su espalda y las manos, su miembro contra su entrada. Sintió un ligero hormigueo, una especie de corriente eléctrica le recorrió toda la espina dorsal y se puso duro también. Demasiado. Estaba tan cerca de Víctor que sintió el calor del chico, sus labios casi se tocaban y sus miembros  se rozaban en fricción porque Víctor cerraba más sus piernas en la cintura del ojiazul y se masturbaban con deliciosas caricias provocadas por las piernas del castaño. Y admiraba cada detalle, por más mínimo que fuera. Le gustó, el calor de su cuerpo, el sabor de su miembro, su delegada silueta, su sonrojo evidente y… “Ah…” sus ligeros gemidos, tan bajos que sólo él podía escucharlos, sólo él podía venirse con sólo sus gemidos. Joder, éste chico… era tan bueno…

Pero luego escuchó ruido proveniente de afuera, y se molestó. Todo iba perfecto y venía alguien a jodérselo. Chasqueó la lengua y, con pesar, se separó del castaño, él otro, evidentemente también estaba molesto por el ceño fruncido que tenía, pero entonces Ángel sonrió lascivamente, “No es el final” amenazó. Lo tomó de la mano y se fueron al cuarto de atrás, y ésta vez, cerraron con seguro y llave, si alguien los escuchaba, daba igual. Con que pudiera estar dentro de Víctor, daría lo que fuera. “¿Es así?” Pensó. ¿Estaba bien? ¿Llegar hasta el final con alguien a quien no conocía muy bien y que tenía sólo dos semanas de su declaración de amor? No, el problema central no era ese. La pregunta era, ¿Iba a llegar con alguien hasta el final… por primera vez? Así es, Ángel nunca llegaba hasta el final fuera quien fuera. Sólo jugaba, lamía, tocaba y se iba. Eso era todo. Jamás sexo. Ni penetración ni nada, tal vez algo de sexo oral como hace un rato pero no llegaba a más. ¿Por inseguridad? No. Era porque ninguna chica o ningún chico, le llamaba la atención de manera sexual, que le llegara a excitar tanto como para llegar hasta el final. ..Pero él…

 

“¡A-ah!”

 

…él era diferente. ¿Por qué? Nunca le había hablado, nunca le había visto, hasta esa vez de su declaración, y ciertamente se fijó en él después de eso, pero… el chico era alguien muy normal, muy simple. No tenía tetas grandes o un cuerpo espectacular. Sólo era…

 

“¡¡Ahh..!!”

…Víctor. ¿Entonces? ¿Qué era lo que le había excitado tanto? ¿Qué fue lo que le puso tan duro?

 

"A-ahh... ¡Ah!"

 

"...Víctor..."

 

Sus gemidos quizá. O cuando le vio tan inocente y penetrable...

 

"Á... Án-gel..."

 

O que diga su nombre cada vez que da otra estocada más profunda.

¿Su sabor? ¿Su sonrojo? ¿Su cuerpo delicado y suave? ¿Sus ojos con lágrimas? ¿Sus suplicantes lágrimas pidiendo más? ¡¿Qué?!

 

Le tomó por la cintura y lo cargó hasta la pared, sin sacar su miembro de dentro de él, mientras que Víctor, al no sentir el suelo, se abrazó con sus piernas a la espalda baja del ojiazul y presionó, haciendo que Ángel llegara más adentro. Dios, se sentía tan bien, su entrada aprisionando a su miembro con fuerza, tan húmeda y caliente. Perfecta y erótica, no había más, sólo era él. Sólo Víctor. Era el único del cuál pensaría así, el único que le excitaría tanto como ésta vez. El único, con el que tiene la certeza, de que llegaría hasta el final. Sólo él. Nadie más.

 

Cuando Ángel sintió que se correría dentro del chico, se separaron de la pared y recostó a Víctor en la mesa, dio unas últimas estocadas y quiso salir, pero “N-no importa… Quiero que-… te vengas dentro de mí…”, Víctor se lo impidió, y justo cuando Ángel llegó al orgasmo, el castaño también lo hizo.

 

“…te amo.”

 

¿…Eh? ¿Qué… acaba de decir?

‘te amo’

¿En serio? No, debió haber escuchado mal…

 

“te amo en verdad, Ángel… Me gustas mucho…”

 

Sintió un ligero movimiento dentro de sí, ¿Amar? ¿Y,  ‘de verdad’?

 

“Pase lo que pase… estoy seguro que estaré enamorado de ti…”

 

‘Eternidad…’ Pensó Ángel. ‘No digas… Cosas tan irresponsables como esas, tan falsas… tan vacías…’

 

“No es necesario que me respondas, yo sé que mi amor no es correspondido, y tal vez nunca lo sea… Pero no me rendiré. Ante cualquier circunstancia: Haré lo posible para seguir amándote…”

 

Ángel reaccionó, pero no sabía muy bien cómo. ¿Cómo o qué responder ante eso? ¿’Gracias’? ¿’También’? O quizá sólo tenía que quedarse callado. O tal vez… Ah.

 

“Gracias…”

 

.

 

Tal vez… Desde aquella vez, fue cuando se enamoró del castaño.

O posiblemente… Verlo tan torpe cada que lo veía, sonriendo ante cualquier situación, sonrojarse a cada roce mínimo, o que suspire cada dos por tres, sabiendo que él es la causa de todas y cada una…

 

A lo mejor… Con todo eso, él ya estaba enamorado de él.

 

.


.

 

Esos dos se gustan.

 

Sí. Y ya todos lo saben. Desde hace casi un mes, pero… es raro ¿no? dos chicos… juntos. No, no sólo eso es lo raro, lo raro de todo es: esos dos juntos. Claro, podían imaginarse a todas las personas junto a Ángel, ¿pero Víctor? Es como una broma.

 

Es decir, esos dos son bastante opuestos. Y cuando decimos bastante es: extremadamente opuestos. Nunca había visto a una pareja tan contradictoria, Víctor es un chico tímido, pero es lindo. Tiene buenos modales y es atento a muchas cosas, por no decir a todo. Tiene buenas notas y es bueno en gimnasia, aunque por alguna razón se haya perdido en el partido de beisbol. Mientras que Ángel…, bueno, no le conocemos mucho, pero… Dicenque es un peleonero, es muy arisco y grosero. Dicen que no tiene padres y que por eso es como es. Dicen que trata muy mal a los profesores, aunque yo voy con él en algunas clases y nunca he visto comportamiento extraño. Ángel es muy… callado, es serio y frío. No entiendo cómo alguien como Víctor se haya podido fijar en alguien como Ángel.

 

“Pobrecillo…” Dicen unos. El ver cómo Víctor siempre da todo de sí, pero Ángel nunca le hace ni el más mínimo caso. ¿O sí? Yo la otra vez, creo que los vi. Atrás del edificio de Ciencias sociales, Ángel le estaba rogando a Víctor que saliera con él, pero el chico no le hacía caso para nada. ¿Qué se traen? ¿Quién es la víctima aquí? Ah, yo estoy segura que sí los vi. Estaban en clase de Matemáticas, o bueno, estaban en el salón, ya que no había nadie más que ellos. Víctor dormía en un pupitre y quise ir a despertarlo, pero entonces lo vi. El cómo Ángel le acariciaba con cariño, con ternura. Le miraba con amor y no con desdén como todos dicen. Le acariciaba el cabello y de vez en cuando, sonreía más amplio cuando Víctor hacía pucheros. No quise interrumpir así que me mantuve en silencio desde la puerta, es decir, ¡Yo quería ver! Luego de eso, Ángel comenzó a besarle las mejillas, suavemente. Luego su frente, o después su nariz, hasta que se topó con sus labios y lo besó.

¿Lo besó? Qué pervertido, mira que atacarlo cuando está dormido y no cuando lo ve a los ojos. Cobarde.

No, no. No es eso. No fue un beso lascivo ni mucho menos. Fue cándido, de hecho, lo besó varias veces pero muy, muy cuidadosamente. Como si fuese a romperse. Yo creo… que no sólo Víctor, sino también Ángel. Esos dos se gustan.

 

Que Víctor es correspondido.

 

.

 

Esos dos son unos estúpidos…

 

¿Qué?

Eso. Si es cierto lo que dices, ¿Por qué no empiezan a salir? Y ésta vez es culpa de los dos: Víctor es torpe e inocente y jamás se atrevería a pedirle una cita o salir con él. Yo lo conozco desde hace mucho. Es como mi mejor amigo y le conozco. Jamás se atrevería a decirle algo, después de todo, yo le alenté con muuuucho esfuerzo para que declarara sus sentimientos hacia Ángel y le dijera también. Pero no pido más, quiero decir, el simple hecho de que Víctor se haya declarado, es un gran paso para él. Y aunque no estén saliendo aún… sé que Ángel caerá. Con un chico como Víctor, francamente pienso que no tardará mucho. Aunque estoy feliz, porque se nota que Víctor también lo es. Esos dos son unos estúpidos…

 

Que están estúpidamente enamorados.

 

Ángel tiene suerte…

De que Víctor le siga. De que alguien como Víctor esté fijado en él. Pero… ¿Cuánto durará esto? El rumor de que Víctor se volvió loco y se declaró al chico más peligroso del mundo mundial se esparció desde hace más de un mes, creo. Y desde entonces, Víctor no deja de sonrojarse cada que hablamos con él acerca de esto. Uno se cansa. Del rechazo, del dolor, de la depresión. No sé. No estoy muy aficionada a esas cosas, ni del yaoi ni del rechazo. No soy tan masoquista ¿Sabes? Pregunta a Michelle, él sabe muchas cosas. O a Rozelle, ella es muy entrometida en cosas como estas. Anda y ve. Pero luego me dices a mí que también quiero saber…

 

Quiero ver que Víctor le rechace y la suerte de Ángel se desmorone. Sólo eso.

 

 

Víctor no sabe lo que le espera.

Lo que todos piensan que está por acabar no ha hecho sino comenzar. Es el inicio, nada más. Porque no sabe cómo terminarlo, porque sé que no quiere terminarlo. Víctor, así como lo ves, es muy fuerte. Víctor es genial y sinceramente, yo como casi todos, queremos verle feliz, porque él es feliz con nosotros.

El problema aquí es… Que Ángel es un chico duro de tratar. Ángel es muy frío desde primero de secundaria, nunca muestra sus sentimientos ni nada de eso. Pero Víctor está ahí, y estoy seguro que algo en él cambiará y comenzarán a ser una pareja oficial.

Aunque si eso no pasa, ahí estaré yo. Porque también me he fijado en Víctor. ¿Qué si me gusta? Quizá. Pero veremos qué pasa. Tampoco quiero ser el indicio del problema.

 

.


.

 

 

“Todos lo sabemos. Estamos conscientes de todo. Bueno, no de los detalles, pero sí de muchas cosas.”

 

“No sé de qué hablan” Él sonrió con tranquilidad. Debemos de aceptar algunas chicas... Que Ángel es muy, muy atractivo.

 

“¡Tienes qué declararte a Víctor!”

 

“Ya lo he hecho”

 

“¡¡QUÉ!!”

 

“¿Cuándo, cómo? ¿¡Qué?!”

 

“Ya me he declarado a Víctor, ésta mañana”

 

“¿Así como así?”

 

Él parecía tan natural, como si estuviese hablando del clima. Sin ninguna clase de nerviosismo ni vergüenza. Y mantenía una postura tranquila con su sonrisa de medio lado,  ¡Dios, si no fuera homo!

 

“Pero… ¿Por qué no están saliendo?”

 

“Porque no cree. O más bien, porque no quiere creer”

 

“. . .  ¿ E h ?”

 

“Me he declarado a Víctor, pero él cree que es una broma”

 

“¡Cómo no creerlo! Si eres un completo patán. ¡Simplemente ilusionas al pobre de Víctor pero no quieres dar el segundo paso y le cortas sus ilusiones de un momento a otro! ¡Cobarde!”

 

“¿Él dijo eso?”

 

Ah, su expresión cambio de la nada. Parecía… algo… no sé… Ehh… ¿Triste? Ah, sí. Eso.

 

“A-ah… N-no... No lo hizo, pero aun así-”

 

“No importa. Víctor cree lo peor de mí. Es normal que no tome en serio mis sentimientos”

 

“¡Entonces nosotros hablaremos con él!”

 

“¿Vosotros?” Sonrió de lado, de nuevo. De esas sonrisas matadoras y hermosas. ¡Ahhh! ¡Yo lo hago hombre entonces! “¿Por qué querrían ayudarme?”

 

“¡No lo hacemos sólo por ti! Es por Víctor”

 

“Ah.”

 

“Venga, vamos chicos-…”

 

“No.”

 

“¿Qué?”

 

“No hagan nada. Él lo entenderá, estoy seguro”

 

“¡Pero si tú no haces nada, entonces él…-!”

 

“No lo hará. Lo sé, porque lo conozco. Porque hablo en serio cuando digo me gusta.”

 

Todos en la habitación se quedaron callados. Nunca creímos escuchar a Ángel decir algo tan franco como eso.

 

“Y si me odia… Yo haré que se vuelva a enamorar de mí”

 

“Ángel… Tú…”

 

“Me volveré a declarar, si es necesario. Mientras tanto, no hagan nada estúpido.”

 

“¡Hey!”

 

“Gracias”

 

Esta vez, no sólo nos quedamos en silencio. Fue… sorprendente. Que Ángel diga esas cosas… Es como… Es decir… Wow.

 

“De cualquier forma…” Él bajó de la mesa, porque estaba ahí sentado. “…Él ya es mío. Tiene mi marca por todo su cuerpo…”

 

Esa mirada… Esa sonrisa… ese tono en su voz. ¡¡Dios, ¿Por qué no nací hombre?!!

 

Se marchó de ahí, y todos nos quedamos con la mente en blanco y los ojos como platos, avergonzados por el comentario amenazante y pervertido de Ángel.

 

“Venga, vámonos… Dejémosle todo… A esos dos.

 

.

 

Desde hace más de un mes, tal vez, los rumores de que Víctor se volvió completamente loco y se declaró al chico más peligroso del mundo, comenzaron a esparcirse por todo el instituto. Tal vez era enfermo, tal vez era extraño, tal vez era pecaminoso… Pero se seguía tratando de amor. De su amor.

 

Dicen que Víctor había perdido la cabeza por Ángel…

                                                              

…Y que Ángel terminó enloqueciendo con él.

Notas finales:

¡Gracias a todos! *u* Espero realmente, que les haya gustado :'D


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