Como siempre, estaba solo, vivía en mi mundo, todos los días me la pasaba en mi habitación, no salía a ningún lado. Mis padres me llevaban y recogían de la escuela. Desde hace años que no piso más allá de la puerta de mi casa.
Me encontraba en un segundo piso, había un gran árbol justo al lado de la ventana de mi habitación. Siempre pensé escaparme por ahí, pero no tenía el valor suficiente.
Desde aquella ventana también se veía la casa de mi vecino, ya que no tenía nada que hacer siempre le observaba. Él era alto y algo guapo, creo que me enamoré desde el primer día en que se mudó allí.
Lo veía siempre salir muy temprano de casa y regresar antes del atardecer. Al parecer su habitación estaba justo frente a la mía, por lo que siempre le veía cuando se cambiaba o estaba en el ordenador.
Un día, mientras le veía como leía un libro, se acercó a su ventana y la abrió, me vio y se sonrió. Yo me puse completamente nervioso, vi como él cogía una libreta y escribía algo en ella. Cuando me lo mostró leí un simple ''Hola''. Yo no sabía qué hacer, tan sólo tomé una hoja que tenía cerca y le respondí, él cambió de página y puso ''Nunca has salido de esa habitación ¿No?'' Al leer eso me sorprendí bastante, por lo que le pregunté cómo lo sabía, él sólo dijo ''Te observo así como tú lo haces conmigo''.
Casi me muero ¿Él supo todo este tiempo que lo observaba? Mientras pensaba en ello me di cuenta que él había escrito otra cosa. ''No sé cómo te llamas, no sé cuántos años tienes, sólo sé que me gustas desde que te vi triste en aquella ventana, quisiera poder hacerte feliz''.
¿Estaba soñando? Si, esa ere el único motivo, esto no podía ser real. Dudando de que estuviera en todos mis sentidos, o al menos despierto, me pellizqué el brazo. Aquel dolor punzante me demostró que esto no era una sueño. Me acerqué a mi ventana saltando de esta hasta llegar al árbol que había enfrente, bajándome rápidamente de el para luego correr hacia la puerta de su casa. Toqué el timbre con desesperación y nerviosismo. Pude notar como él observaba cada uno de mis movimientos desde su ventana. Al cabo de unos segundos me abrió, esbozando una pequeña sonrisa.
-''Hola''- Dijo, su voz realmente era hermosa.-
-''H-hola''- Respondí aún algo nervioso, estando tan cerca de él pude notar lo realmente guapo que era.-
-''Soy Kim Donghyun''- Volvió a decir estirando su mano a manera de saludo-''¿Y tú?''-
-''N-noh Minwoo''- Respondí, estrechándole esta.-
-''Un gusto, Minwoo''-
-''I-igualmente''-
A partir de ese día supe que mi vida cambiaría, no me importó que mis padres se molestaran conmigo por escaparme, sólo tenía en mi mente a Donghyun, finalmente lo había podido conocer en persona.
Habían pasado 4 meses desde que pude hablar con él, y tan sólo uno desde que comenzamos nuestra relación. No habían sido los meses más fáciles de mi vida, de hecho tuve más problemas con mis padres por haberme escapado ¡Y con un desconocido! Pero gracias a Donghyun-hyung y su ayuda, ahora puedo salir más a menudo, gracias a él recobré la felicidad que había perdido.