-La Winter Cup ya termino... realmente no se bien que pasara de ahora en adelante, después de habernos ido a distintas escuelas ya casi ni hablábamos entre nosotros y realmente los extrañaba....bueno en especial a uno, a ese engreído moreno de pelo negro azulado....sin darme cuenta me había obsesionado con el, con su forma de jugar, sus movimientos.....no podía dejar de pensar en el y cuando lo veía correr por la cancha sus increíbles jugadas me maravillaban, bueno al fin y al cabo el basquet me había empezado a gustar gracias a el....pero bueno, ya no tiene caso seguir dándole
vueltas al asunto, hace unos días decidimos hacer una pequeña fiesta en la casa de Kurokochii por la final del torneo y los viejos tiempos-.
El chico rubio caminaba así perdido en sus pensamientos en dirección a la casa del fantasma de la generación de los milagros, sin percatarse que ya se le hacia tarde y que probablemente no llegaría a la hora acordada. Aunque ese día no hacia frío, una cuantas nubes empezaban a llenar el cielo a medida que pasaba el tiempo, sin darse cuenta el numero 7 de Kaijo ya había llegado a la casa del pequeño peliceleste y al parecer por todo el ruido que provenía de la casa ya todos habían llegado, toco enérgicamente la puerta y al ver que quien le abrió fue el pequeño Kuroko, se avalanzó sobre el tumbándolo en el piso -Kuuuroookooochiiii,te extrañe taaaanto- Kuroko impasible observaba a Kise mientras era prácticamente estrujado por el, del fondo de la habitación apareció un pelirrojo de gran altura y de expreción furiosa quien agarro del cuello de la camisa al modelo rubio, levantándolo y alejándolo de Kuroko en contra de sus múltiples pataletas, Kise asombrado miro a Kagami y le pregunto que porque estaba el ahí, taiga un poco estresado con la actitud de el le respondió que simplemente Kuroko lo había obligado a ir, el chico rubio observo para dentro de la habitación y noto que no era el único que al parecer se había colado, en un rincón del cuarto se encontraba Midorima y Takao
separados por un gran panda de peluche, al centro de la habitación había una pequeña mesa cuadrada con unas cuantas botellas de sake y dos grandes tazones encima, uno lleno de dulces en forma de estrellitas de colores y el otro lleno de papitas, seguramente los dulces los había llevado Murasakibara, quien por cierto se encontraba abrazado a una gran bolsa de gomitas junto a Himura. Akashi se encontraba observando todo desde el fondo de la habitación jugueteando con un par de tijeras que por alguna razón había llevado, al parecer todos se encontraban ahí....todos excepto uno y era a quien mas deseaba ver el guapo chico rubio, Aomine Daiki quien al parecer aun no llegaba, Kise se soltó del pelirojo y ayudo al pequeño peliceleste a recobrarse ante la mirada de odio del apasionado numero 10 de Seirin, quien no se esforzaba por ocultar sus celos al ver que alguien tocara a su sombra.
Los tres entraron en la pequeña habitación y se acomodaron alrededor de la mesa, pasado un rato llamaron a la puerta, era Aomine empapado hasta los huesos, nadie se había percatado en que momento había comenzado a llover tan torrencialmente, Ryouta se levanto apurado a recibirlo -Aominecchi estas empapado!- lo hizo pasar rápidamente a lo que llego Kuroko con una toalla -.....gracias Tetsu.....- fue lo único que se limito a decir el moreno ante el asombro de todos, aunque ese ambiente no duro mucho, pronto la cosa empezó a tomar vida a medida que las botellas de sake se iban acabando, ya mas entrada la noche y después de haber pasado una agradable tarde todos se disponían
a irse a sus casa excepto Kagami quien se quedaria a cuidar a Kuroko quien aparentemente se había pasado de copas un poco(técnicamente no, simplemente se había embriagado con un solo vaso), afuera los cielos estaban completamente negros y aun caía una ligera llovizna.
-Al menos lo pasamos bien....me divertí bastante....nunca creí que Kurokocchi pudiera hacer bromas manteniendo esa cara inexpresiva tan tierna que tiene, aunque me hubiese gustado pasar un poco mas de tiempo con Aominecchi...se la paso durmiendo la mayor parte del tiempo y el resto se dedico a molestar a Kagami...uff- el rubio exaló un
suspiro mientras seguía caminando pensando en voz alta hasta que repentinamente una mano se poso en su hombro, sobresaltado se dio vuelta rápidamente (como es de esperar, los buenos reflejos de un basquetbolista) para encontrarse con la mirada de Aomine mirándolo fijamente -Kise, estabas hablando de mi?- le pregunto intrigado el moreno, provocando que el joven modelo se sonrrojase completamente y evitara la mirada del quien aunque no lo aparentase era poco menor que él, sin esperar una respuesta el peliazul tomo la mano de Kise y lo arrastro en dirección contraria a la que el se
dirigía, el rubio sin resistirse dejo que su cuerpo se moviese con naturalidad pero, quizás por el sake que había bebido con anterioridad no lograba comprende lo que estaba sucediendo, de un momento a otro se encontraba siendo arrastrado por quien había esperado toda la noche siquiera una palabra de cariño sin obtener nada, sin embargo ahí estaba y al parecer se trataba de algo importante...- emm....Aominecchi a donde me llevas?- pregunto de forma casual intentando impedir que se notase que quizás esperaba algo mas con esto...Aomine se había detenido pero no soltaba su mano, su respiración era un tanto agitada y no hacia mas que mirar el suelo, siguió caminando sin mirarlo hasta la parada de autobus, Kise lo siguió en silencio mientras su corazón se aceleraba poco a poco, en el camino ninguno de los dos dijo ni una sola palabra pero de todas formas no se soltaron. Cuando bajaron de autobus la lluvia había vuelto con toda su fuerza, el moreno empezó a acelerar poco a poco el paso hasta que termino corriendo y arrastrando al guapo chico rubio detrás suyo, al cabo de unos 15 minutos llegaron a un pequeño edificio, el peliazul abrió la puerta de una de las habitaciones y empujo a ryota dentro cerrando la puerta, Kise lo miro un poco sorprendido intentando en vano detener los latidos de su corazón que se aceleraban cada vez mas al ver que Aomine se acercaba a el, el as de la generación de los milagros acorralo contra la pared al rubio acercando su rostro al de Kise. -tan cálido....su respiración....puedo sentir los latidos de su corazón desde esta distancia....si tan solo....- pensó el rubio mientras observaba los labios del moreno, quien lentamente y mirándolo a los ojos se fue acercando cada ve mas hasta que sus labios quedaron rosando los del modelo, se miraron durante unos segundos que parecieron eternos, las ideas se agolpaban en la cabeza de Aomine, el deseo, ¿porque dudar?....era tan simple y a la vez tan difícil, no podía evitar pensar en el rechazo y lo doloroso que eso seria....los dos habían tomado un poco, quizás podría escusarse con eso si el guapo chico rubio no reaccionaba de la forma que el quería...-que hermosa expresión....siempre anda de estúpido jugando bromas....pero ahora se ve tan lindo....no puedo creer que alguien pueda verse así realmente...sus mejillas están completamente rojas....porque cerrara los ojos de esa forma...es casi como que me lo estubiese rogando....-los pensamientos del moreno fluían mientras una mano se deslizaba inconsientemente bajo la barbilla de Kise, no podía evitarlo ya, poso sus labios sobre los de kise en un profundo beso, al no verse rechazado sino que todo lo contrario, el rubio le devolvía tímidamente el beso, Aomine sin ya poder contenerse mas empezó a juguetear con la lengua del guapo modelo, sin separarse ni un solo segundo en un beso que se volvía cada vez mas apasionado.
las manos de Daiki empezaban a deslizarse suavemente por el cuerpo de Kise quien se entregaba por completo a las caricias, poco a poco Aomine empezó a deslizar su lengua por la blanquisima piel de ese hermoso chico de ojos color ambar, que ahora se mantenían cerrados en una expresión de placer entremezclada con timidez y un poco de vergüenza. -su piel es mas suave de lo que pensé....quisiera...- en ese preciso momento Aomine se alejo bruscamente del rubio dejándolo un poco desorientado por la falta de aire, lo tomo de la mano y lo arrastro hasta su pieza dejándolo caer sobre una pequeña cama.- A...Aominecchi?...q-que haces?...- la pasión en los ojos del numero 5 de la academia Too se desbordaba, Daiki comenzó a besar la suave piel del rubio despojándolo de la camisa empapada que llevaba. -el calor.... sus labios....sus manos...su cuerpo....este calor me esta consumiendo....es como si me derritiera con simplemente rosar mi cuerpo...-los pensamientos del rubio se fundían con la pasión de aquel chico de ojos azules que lo tenia a su merced. Las manos de Aomine se deslizaban por esa delicada piel mientras su lengua se detenía en los pezones del chico, jugueteando con ellos, de vez en cuando los mordía ligeramente provocando un tierno y ahogado quejido por parte de Kise. Daiki volvió a los labios de su pequeña presa y mientras los besaba usaba sus manos para desabrochar el pantalón del rubio.-Kise....estas...- el moreno lo miro mientras dejaba escapar esas palabras de asombro al notar que el miembro de Ryouta se encontraba completamente duro, el modelo se sonrojo y mientras se cubría la cara con una almohada murmuro un tanto avergonzado.- A...Aominecchi es tu culpa....- el moreno sonrió un tanto maliciosamente -si es mi culpa tendré que arreglarlo entonces- le saco por completo los pantalones y puso su mano en el miembro de Ryouta -Kise...- sin poder evitarlo comenzó a besarlo mientras acariciaba el miembro del rubio lentamente provocando que este se estremeciera debajo suyo, los quejidos se escapaban de entre sus labios, Kise un poco avergonzado coloco su mano en el bulto que se había formado en el pantalón de Daiki -A..Aominecchi...tu....tu también estas duro....- intento reincorporarse en la cama mientras el moreno seguía tocándolo, estremeciéndose y completamente sonrojado lo miro y disponiéndose a desabrocharle el botón de su pantalón, lo beso un tanto avergonzado hasta que porfín logro soltar el broche, el miembro del chico de ojos azules se asomo fuera del pantalón, dejando un poco nervioso a Kise por su tamaño -p...puedo..?-dijo el rubio con expresión un poco implorante acercando su boca a la erección del moreno, quien acariciando el pelo del modelo asintió mientras le empujaba hacia abajo la cabeza, Kise introdujo el miembro de Aomine y empezó a recorrerlo completamente con la lengua dejando escapar pequeños gemidos mientras lo hacia, el moreno sonrojado lo miraba extasiado, la respiración agitada...todo su cuerpo ardía como si un fuego se encendiese en su interior y los consumía por completo, el placer... no podía soportar ver la adorable expresión que colocaba el rubio cada vez que lo introducía en su boca, no podría contenerse mas por mucho tiempo...Aomine intento hacer retroceder un poco a Kise, sin poder hacerlo a tiempo, viniendose en toda su cara. Kise un poco sorprendido lo miro y sonrió tiernamente, luego se paso la mano por la cara sacando un poco de lo que había quedado y lo lamió -Kise idiota que haces!- dijo sorprendido y avergonzado Aomine -e..es que...quería probar el sabor de Aominecchi...- dijo Ryouta sonriendo inocentemente. el moreno lo tomo colocandolo encima de su pelvis y lo abraso, afuera la lluvia resonaba con fuerza aun, un relámpago ilumino repentinamente la habitación, los dos se observaron en silencio por un segundo...-te amo Kise...- dijo Aomine mirando seriamente al modelo rubio, este no pudo contener unas cuantas lagrimas que brotaron de sus ojos, pero estas lagrimas no eran de pena ni sufrimiento, era la mas pura felicidad que recorrían todo su ser tras haber escuchado tan dulces y anheladas palabras, Ryouta paso sus brazos al rededor del cuello de su amado y lo beso por un largo rato, entre beso y beso las manos de Aomine recorrían la espalda del rubio tentadas cada vez mas por bajar....puso uno de sus dedos en su boca lamiéndolo completamente para luego colocarlo en la entrada del modelo quien se estremeció tras el contacto, comenzó a rosar suavemente presionando cada vez un poco mas, Kise se estremecía ligeramente ante el tacto, el guapo chico de ojos azules ponía cada vez mas presión en su dedo introduciendolo en la entrada de Ryouta, quien al sentir el tacto no podía evitar que su respiración se agitara cada vez mas, intentando soportar el dolor que la presión ahí atrás le provocaba -que sensación tan extraña...duele....duele mucho....pero aun así no quiero que se detenga....se siente bien... no entiendo que esta sucediendo....nunca antes había sentido algo así en mi vida....el dolor...el placer...como pueden estar tan juntos...no quiero que esto se detenga nunca...-sus pensamientos daban mil y mil vueltas. Aomine dejo su dedo dentro del rubio moviendolo en círculos lentamente, estaba completamente exitádo con la sensación de calor que tenia en sus dedos, al ver la expresión de Kise su corazón empezó a latir como loco, repentinamente lo tomo y lo dio vuelta, acerco su miembro a la entrada del modelo de ojos ambar y empezó a rosárla suavemente, un ligero estremecimiento recorría el cuerpo de Ryouta, un ligero cosquilleo en su parte trasera...por alguna razón lo ansiaba... lo quería....lo deseaba...deseaba que Aomine lo llenara por completo. Daiki sostuvo de las caderas a Kise para comenzar a meterlo lentamente, el rubio intentaba aguantar los quejidos de placer y dolor mientras una pequeña lagrima se deslizaba por su mejilla, cuando ya estaba todo dentro Aomine se quedo quieto para que el cuerpo del modelo pudiese acostumbrarse, luego poco a poco comenzó a moverse lentamente mientras con una mano tocaba al rubio al mismo tiempo que empezaba a aumentar la velocidad y la fuerza, la respiración se le entrecortaba y su cuerpo estaba cada vez mas caliente -tengo que tener cuidado, no valla a ser que luego no pueda moverse....- Aomine se detuvo en seco y se recostó en la cama, haciéndole señas a Kise para que se pusiera encima suyo, este obedientemente se coloco encima intruduciendolo dentro suyo, poco a poco empezó a moverse mientras Aomine lo tocaba observando fascinado las expresiones que se formaban en el delicado y tierno rostro de Ryouta, su cuerpo se empezó a tensar cada vez mas, el calor era insoportable los consumía por dentro convirtiéndolos en uno, la respiración y los latidos de sus corazones entrelazados en un ritmo que se había formado de la nada, fuera de los pequeños gemidos que ambos intentaban contener y el sonido de la cama, la habitación se encontraba en silencio, un silencio lleno de pasión que pronto fue cortado por un quejido que ambos profirieron a la vez, terminando juntos como uno solo, Kise se desplomo sobre el el cuerpo de Aomine, extenuado pero con una expresión de felicidad y tranquilidad únicas, afuera había dejado de llover ya y el brillo del sol comenzaba a hacerse presente, el moreno recostó Ryouta sobre la cama y abrazándolo se durmió a su lado y sonriente beso la espalda de quien amaba...ya nada seria igual que antes...pero al parecer las cosas serian mejor aun de ahora en adelante.