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Su primera vez por Wadako

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Notas del fanfic:

Kuroko no Basket así como sus personajes no me pertenecen, son creación de Fujimaki Tadatoshi-sensei.

Notas del capitulo:

Pueees x'D explicaciones al final.

— ¿Aka-chin es virgen? — Es lo primero que se le vino a la mente después de ver la reacción del pelirrojo. Este pequeño estaba acorralado contra la pared, desviando la mirada al piso, manteniendo media sonrisa forzada y sintiendo como lo etiquetaban de culpable. Enserio, en sus cortos 16 años de vida jamás se le cruzó la idea de practicar con alguien para su primera vez. "Para honrar el apellido Akashi tienes que ser mejor en todo." nunca pensó que las palabras de su padre las debía usar así.

El peli lila se quedó en silencio, con sus manos apoyadas contra la pared evitando que el chico escapara. Ladeo su rostro casi con ternura -aunque con la misma parsimonia de siempre- tratando de verle los ojos. Murasakibara había perdido su virginidad hace unos cuantos ayeres ¿Cuántas veces había tenido sexo? Sabrá Dios. Quizá no era un profesional pero no eran tan idiota como para no reconocer las reacciones de un virgen.

Pasaron los segundos, ese silencio casi sepulcral en la habitación del mayor estaba  comenzando a fastidiar. Arrugó el entrecejo acercando más su rostro al de Akashi.

— Aka-chin... —

— ¿POR QUÉ-? — eran tanto sus nervios que lo carcomían que no se dio cuenta que alzó la voz sorprendiendo al mayor.

— ¿Por qué, qué? — le miró extrañado.

— Ah. — no tenía respuesta. ¿Qué iba a preguntar? No tenía pregunta. — No es nada... — se tomó su tiempo y suspiró profundamente volteando a ver de nuevo a su novio. — Continúa. — Atsushi asintió besando los delicados y rosas labios de su pareja, estaban completamente solos ese día, ni siquiera había ruido por los alrededores haciendo que el eco de los labios chocar contra los otros resonara en la habitación. Entrelazó los dedos de ambas manos y abrió los ojos para ver el rostro ruborizado de Seijuurou correspondiéndole cada vez aunque pareciera que no le gustara. Ahhh~ eran tan lindo. Es más, era excitante, muy excitante... Tomó a Akashi del brazo y lo jaló consigo al buró que tenía cerca, con un brazo arrastró todo lo que tenía en el cayendo al piso, no era nada que se rompiera y no le importó. Tomó a su Aka-chin sentándolo en el mueble y desatando la corbata de su uniforme mientras rozaba la nariz con el cuello contrario.

— Mmh... — tembló un poco, se había tornado dócil casi de la nada y eso excitaba al grandote, estaba hambriento desde hace mucho, incluso antes de ser pareja.

Mientras despojaba al pequeño de sus prendas recordó la vez en la que su sueño daba comienzo... "Me gusta Aka-chin" soltó al final de la ceremonia de graduación de Teiko en su caminata de regreso de una última visita al primer gimnasio. -Corbata fuera.- Akashi asintió en su serena faz como diciendo 'Lo sé', sin detener su andar. "Quiero que Aka-chin sea mi esposa" Lo segundó que soltó sin ninguna expresión diferente a la habitual en el rostro. -Chaqueta fuera.- Ambos se detuvieron y el propio Mura arrancó el primer botón de su camisa, el tonto no sabía que mal lo estaba haciendo y por demás esa tradición no se efectuaba en Teiko, pero en fin, no iba a perder la oportunidad. Le entregó el botoncillo a mano de Seijuurou aceptando este sin más. "Gracias."  Y continuaron su camino. Atsushi no podía estar más feliz, por fin había expresado lo que sentía y *cough cough* conseguido esposa de paso. Sacó una barra de dulce del bolsillo y empezó a comerla.

Cinturón, zapatos, medias fuera y un pantalón colgando de las piernas...

Su pecho había quedado expuesto, y Akashi, jadeando entre dientes observaba como el peli lila se quitaba las prendas, deteniéndose cuando llegó a lo bajo... Alzó la mirada y no había vista más hermosa en ese momento que su Aka-chin excitándose al ver su trabajado cuerpo. Sintió un calorcillo en la cara y sus mejillas levemente pintadas de rosa, frunció un poco el ceño al darse cuenta dirigiéndose de una vez a probar su más dulce bocadillo.

— Mh-... mn. — gimió bajito el pelirrojo al sentir la húmeda y tibia lengua de su novio recorrer su cuello. Apretó los labios y elevó temeroso su mano al hombro de Atsushi. Para ser su primera vez se estaba volviendo muy dócil y eso siendo Akashi. El grandote al notarlo no pudo evitar sonreír y plantarle un beso socarrón que volvió a dejar sin aliento al chico. Le regaló un beso en la mejilla bajando dulcemente con pequeños besos por todo su cuello, mordiendo delicadamente para luego lamer la 'herida'. — ¡Ah! — fue tan placentero escuchar a Akashi que volvió a hacerlo dos, tres, cinco veces más en diferentes lugares en aquella parte.

Un dedo bajó juguetonamente dejando un caminito hasta llegar al pezón derecho del joven, empezando a estimularlo mientras seguía dejando marquitas por toda la piel expuesta. Hizo lo mismo con la otra mano y el pequeño Seijuurou casi enterraba las uñas en el mueble.

Lamió el pezón para morder y succionar de él dejándolo rojito, al igual que la cara del joven magnate debido al dolor, la vergüenza y lo excitado que estaba.

Cerró los ojos jadeando poquito, tenía que acostumbrarse y grabar todo en su memoria, cada paso, caricia y dolorcillo, para aprender que debe hacer o cómo debe actuar... Después de todo era su primera vez ¡Y con la persona que amaba! Y esa persona lo amaba a él. No podía estar más feliz.

Mura bajó a su abdomen, no dejaba de marcarle, quería que en cada rinconcito de la piel de su novia quedara la prueba de que había estado ahí primero, con mucho amor y dejando claro que le pertenecía, aunque claro, no es como si Akashi fuera por ahí mostrando sus chupetones al mundo... ¿O sí? Es AKASHI de quien estamos hablando, se le podría pasar por la cabeza hacerlo, aunque ahora esté más que aturdido.

Ya era hora, el pelirrojo estaba más que duro ¡Estaba por venirse en seco! Es increíble el poco aguante que tenía incluso siendo su primera vez. Atsushi se dio cuenta de esto y amablemente liberó su erección de la tela del bóxer para masturbarle de una vez por todas, observando cada una de las caras que ponía el chico. No pasaron ni veinte segundos cuando se corrió por completo bañándose en sus fluidos y de paso salpicando al mayor que relamió su mano saboreando el dulce néctar de su esfuerzo, dirigiendo una mirada seductora al contrario.

En ese momento un interruptor se activó en el joven de cabellos rojizos. Su mirada de tornó seria aunque aún jadeante, llevó su mano para limpiarse parte del rostro que también había sido salpicado... Sonrió ladino y en su afilada mirada pudo notarse un brillo, un brillo que tomó por sorpresa al gigante que tenía por novio. Se levantó del buró sacándose al aire el pantalón que todavía colgaba haciendo sonar la hebilla contra el piso. Tomó del brazo al otro tumbándolo en la cama, que por cierto, tenían al lado. La reacción de Murasakibara no pudo ser otra que tener los ojos bien abiertos y fijos sobre el que se le estaba encimando. Éste pasó a reír besándolo toscamente bajando luego a desabrochar y quitar ese fastidioso pantalón que obstaculizaba su objeto de deseo, quitándole todo.  Cabe mencionar que Akashi era el único que llevaba algo puesto en ese momento: solo su camisa abierta completamente y su bóxer negro con elástico rojo. No esperó más, se relamió los labios y devoró por completo el enorme miembro de su pareja... Maldito sea Akashi y su maldita boca ¿Cómo era que le cabía toda? Succionó, lamió y fue mordiendo dulce~ cough-cough salvajemente el falo haciendo que Murasakibara aguantase el dolorcito y sus propios gemidos. Tomó con ambas manos el miembro para centrar su lengua en la punta que ya estaba expulsando el líquido pre-seminal. Volvió a sonreír maniáticamente mientras lo hacía, alzó levemente la mirada para ver a su chico que con ambas manos se cubría el rostro sonrojado, se notaba a leguas. Y el propio Seijuurou también lo estaba, se notaba en ese bulto en su bóxer que prefirió ignorar aunque le era imposible, en verdad estaba excitado, quién sabe cuánto más dure... Regresó su atención al pene que tenía enfrente para volver a lamer devorando la punta, y de paso estimular los testículos con un pequeño masaje para que por las buenas ya le otorgaran la preciosa semilla de su amado que tanto ansiaba.

— N-No... Aka-...chin. —

— Sí. —

Fue la única respuesta que recibió del pelirrojo. Estaba seguro que ya estaba por venirse en tres, dos...

La boca se le llenó por completo haciendo que se sobresaltara y llevara su mano para taparse y no escupir pero por fin obtuvo lo que quería. Tragó todo saboreando cada mililitro de semen, relamiéndose aquí y allá.

Fue audible como tragaba, Atsushi estaba sonrojado, jadeaba, necesitaba aire. Respiró hondo recuperándose puesto que lo peor ya había pasado, era hora de la venganza~

— No se supone que eras virgen ¿Seijuurou? — Dejó su tono infantil a un lado, de verdad lo estaba exasperando. Si una tercera personalidad psicópata apareciera ahora mismo no le sorprendería, y para él solo sería más Aka-chin para amar. Estaba loco, pero no más que su amante.

— Entiende que yo siempre gano. — Y por ende es el mejor en todo. Atsushi solo se llevó una mano a la frente acomodándose los cabellos y haciendo una seña para que se le acercara. Y como se lo pidieron obedeció gateando entre risas y con aire de superioridad hasta llegar con el peli lila que lo tomó bruscamente del brazo para mirarle frente a frente. Akashi aún parecía un loco, lo cual hizo que Atsushi respirara hondo regresando a su tono habitual de voz. — Aka-chiiiin... — le miró a los ojos. — ¿Qué sucede~? — no recibió respuesta más que un fuerte abrazo que lo tenía acorralado. El mayor hundió el rostro en el cuello del menor sin despegarse, es más, proporcionó caricias con la punta de su nariz y olfateándole, grabando su aroma. — Te amo... Te amo mucho, Aka-chin. — Akashi no hizo más que acariciar tiernamente los cabellos lilas antes de gemir bajito... ¡Cierto! El seguía duro y demandaba atención. El grandote sonrió y sin más retiró los interiores de su pareja dejándole solo la camisa. Bajó su mano por el vientre del chico hasta su falo para masturbarlo. Éste no hizo más que aferrarse a su pareja incrustando sus uñas en la espalda y mordiéndose el labio inferior para ahogar sus gemidos.

Atsushi le dejó un momento para estirar el brazo y alcanzar el cajón del buró del cual sacó un pequeño frasquito de líquido rojo. Era un lubricante afrodisiaco que había escogido personalmente para aquella ocasión: la primera de muchas veces que estaría así con su amor. Sonrió al hacerle comparación con el cabello de Akashi, esa fue la razón principal para que escogiera uno con olor y sabor a cereza... Se aplicó un poco en ambas mano y ahora si estaba listo.

Bajó su mano por el trasero de Akashi regalándole un pequeño pellisquete en la nalga recibiendo a cambio una mordida bien dada en el cuello, no esperaba menos. Ahora sí, introdujo un primer dedo en la cavidad del menor haciendo que éste se retuerza y aferre más. Podía sentir el calor en su rostro, le quemaba, algo le quemaba todo el cuerpo. Cortesía de Murasakibara que también bañó el abdomen del pelirrojo con el afrodisiaco.

Ardía, ardía de placer que ya no pudo resistirse a gemir de puro deleite, tanto que ni siquiera se había dado cuenta de que ya contaba con tres dedos en su cavidad, tres de esos largos y grandes dedos dentro de su cavidad. Incluso el propio Murasakibara estaba gimiendo porque también le hacía efecto a él...

Ya no podía aguardar más, estaba lo suficientemente dilatado y sino ya que, eso pensó. Tomó a su chico de la cintura y lo recostó delicadamente delante de él. Elevó su pierda derecha por encima de su hombro y le echó un último vistazo antes de empezar. Se notaba preparado aunque se cubría apenas el rostro, apenas porque abría los dedos para espiarle y todavía mantenía su sonrisa demente, todo eso y sonrojadito.

No esperó más y la introdujo lentamente resbalando por su interior, estaba un poco apretado, seguro era normal pero le gustaba el sentimiento. Akashi no hizo más que morder su puño y hundir su mano restante en las sábanas y más cuando empezó a recibir las estocadas que su dulce  novio le daba delicadamente hasta a usar su fuerza bruta. Estaba caliente y mucho. La voz suplicante de Akashi resonaba por toda la habitación, juraría que traspasaba las paredes en el momento en que llegó a su punto sensible; suerte era un vecindario poco poblado en dónde se ubicaba el departamento del peli lila. Y si había uno que otro chismoso en ese momento ya no importaba. Solo ese peculiar par de amantes y su amor de uno por el otro es lo que realmente importa...

Y sin más el mayor dejó correr su semilla caliente dentro de su novio y este último entre el pecho de su amante y el suyo propio... Akashi se incorporó como pudo, aún con su novio dentro y haciendo gestos graciosos entre tiernos y seductores, se apoyó en sus brazos llamando para que se acercara también. Atsushi obedeció recibiendo un tierno beso que correspondió con naturalidad.

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Se tiró a su lado extendiendo los brazos de extremo a extremo, le pesaba el cuerpo un poco. Miró el techo un momento para luego voltear a ver al pelirrojo que parecía haber caído dormido, se veía tan pacífico y tierno con los brazos encogidos a su pecho pero sobre todo, se veía tan vulnerable. Recorrió su piel con la mirada observando con detalle cara marca que había realizado, rio bajito puesto que se dedicó a contarlas… De las visibles encontró tres en su cuello, dos en el ante brazo, cinco bajar por el vientre y tres entre el muslo y la entrepierna.

Se levantó para buscar una sábana en el ropero y cubrir a su pelirrojo durmiente. Regresó al  él y lo jaló un poco para pegarlo a su pecho y abrazarle. Sintió el aroma de sus cabellos, le miró con infinita dulzura dejando un pequeño beso en su frente, en eso el chico de ojos bicolores despertó aunque no hizo mucho, rodeó igual con sus brazos al peli lila aspirando su aroma, sonrió.

— Atsushi. —

— ¿Hm? — El aludido acomodó los cabellos rojizos para verle mejor.

— Te amo. — En ese momento sintió como su rostro se abochornaba y muriendo de felicidad abrazó con más fuerza a su pequeño novio y éste se dejó completamente. Era normal su reacción ya que Seijuurou solo había mencionado esas palabras una par de veces en los meses que llevaban de pareja. Akashi nunca se vio con la necesidad de decirlo a cada rato puesto que sabía que el otro lo sabía muy bien.

Sin darse cuenta una idea pasajera se vio alumbrando la mente del mayor; aún no entendía del todo bien.

— ¿Cómo? — volteó a ver a Akashi.

— Aka-chin dijo que era virgen. — Akashi volteó a verle con su estoica mirada.

— ¿Entonces cómo? — Éste entendiendo  cerró los ojos y hundió el rostro en el pecho contrario.

— No creas que no he leído el Kama Sutra, Atsushi. — Soltó una risilla, adoraba la inocencia con la que hablaba su novio, amante y en un futuro un tanto lejano, esposo.

Notas finales:

Bueeeeeeno x'D no lo he releído desde que lo escribí así que si tiene algún error en la ortografía me disculpo :c

Agradesco a la Cam por haberme ayudado a subir el fic porque sho nu sabía x/D Es mi primer fic~ lo escribía mientras me aburría del insomnio(? y también para practicar lemon para el rol =v= no es lo mismo escribirlo que rolearlo, NO LO ES al menos para mí </3

Críticas constructivas por favor ♥

 

¿Ya dije que amo el MuraAka?

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