Sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento, Cho KyuHyun se había vuelto su mayor dolor de cabeza desde el primer momento en que conoció a sus alumnos de preparatoria, era el presidente del consejo estudiantil, el alumno perfecto.
Un día cualquiera dando tutorías, conoció una nueva e inquietamente seductora cara de su estudiante.
-Profesor Kim-le llamó acercándose a su escritorio con una sonrisita malévola adornando sus carnosos labios.
-¿Qué pasa KyuHyun?-preguntó sin verlo, revisando los exámenes que había aplicado aquel día, cuando de reojo lo vio sentarse en una de las esquinas del escritorio, atrayendo su atención.
-Todo el mundo dice que es un maestro muy atractivo-dijo como si hablara del clima, mientras una de sus piernas rozaba descaradamente uno de los muslos del mayor poniéndole nervioso.
-¿Q-Qué…?-comenzó a preguntar antes de ver como KyuHyun bajó del escritorio sentándose sobre sus piernas rozando sus entrepiernas causándole un ataque de nervios.
-JongWoon-le llamó sin ninguna clase de respeto- soy impaciente-murmuró mientras sus ojos brillaban y sus manos recorrían el pecho del mayor sobre su blanca e inmaculada camisa hasta llegar a su cuello donde subieron hasta su cabello oscuro-me gustas y te quiero solo para mí-le dijo antes de atacar los pequeños y carnosos labios del mayor disfrutando de su suavidad y su ligero sabor a café.
Cada vez que recordaba aquello su rostro se tornaba rojo, ¡¿Cómo era posible que un mocoso de 17 años lo dejara de aquella manera?! Peor aún que él mismo fuera tan débil como para dejarse hacer por un adolecente como KyuHyun.
Había perdido la cabeza y podía perder todo por lo que había trabajado si no le ponía un alto a KyuHyun lo sabía perfectamente, pero ese niñato sabia como tentarlo, como hacerlo perder la razón.
Pero al final de todo es un humano sin más, y es que KyuHyun era su máxima tentación, el mocoso se contoneaba seductoramente frente a él, y al ser el maestro encargado de la graduación tenía que trabajar con el presidente de alumnos.
-Buenos días profesor Kim-dijo Kyu entrando a la sala de profesores que se encontraba vacía, únicamente él y JongWoon, se mordió los labios, hoy seria suyo.
-Tenemos que hablar KyuHyun-le dijo con seriedad- esto-dijo señalándose y señalándolo- no puede ser.
-¿Por?-preguntó sin alterarse siquiera.
-¡Porque eres mi alumno!
-Solo por un par de semanas más-dijo llevando sus manos hacia los botones de su camiseta, comenzando a abrirla.
-KyuHyun-dijo sintiendo que la boca se le secaba completamente.
Terminó de desabotonar su camisa dejando que se deslizara por su blanca piel hasta caer al suelo, comenzó a caminar despacio hasta el mayor quien lo veía con sus hermosos ojos oscuros chispeantes.
Movió la silla del profesor logrando sentarse sobre sus piernas aprisionándole entre su cuerpo y el respaldo, tomó las pequeñas manos ajenas y las llevó a su suave piel sonriéndole seductoramente.
-Tócame-le exigió mientras sus caderas se movían comenzando a despertar el miembro del mayor sintiéndolo crecer bajo su cuerpo.
-Esto está mal-murmuró JongWoon hipnotizado por aquellos ojos cafés centellantes de lujuria.
-A quien le importa-le dijo antes de unir sus labios en un beso exigente, sintiendo como tras un momento de duda JongWoon comenzó a corresponderle, sus manos sutilmente ásperas acariciaron su piel erizándola, logrando que varios gemidos bajos escaparan de sus labios.
Las manos de JongWoon bajaron hasta llegar al redondo trasero del menor apretándolo, logrando que Kyu rompiera el beso dejando escapar un jadeo excitado, sus labios comenzaron a recorrer el apetitoso cuello virginal del menor, sonriendo contra su piel al sentirlo temblar ante sus caricias.
Las manos inquietas de KyuHyun comenzaron a deshacerse de los molestos botones que le impedían tocar y sentir la tostada piel del mayor, quien rió un poco al verlo batallar con los últimos botones, optando por rasgarla.
-Me debes una camisa-se quejó JongWoon antes de ser besado de forma casi violenta por KyuHyun, sintiendo su miembro dar un doloroso jalón al sentir la presión de aquel redondo trasero contra su despierta entrepierna.
KyuHyun se separó del mayor parándose, al tiempo que se deshacía se sus pantalones, JongWoon sonrió mordiéndose los labios al notar que el pequeño bastardo no traía ropa interior.
-Lo sabías-dijo empujándolo contra el escritorio.
-No puedes resistirte a mi encanto-le dijo llevando su mano a la entrepierna del mayor, masajeándola sobre la tela del pantalón, robándole más de jadeó ronco.
-Mereces un castigo-le dijo al oído, estremeciéndolo, encendiéndole un poco más.
-Soy todo tuyo-le dijo abriendo el pantalón del mayor introduciendo su mano.
JongWoon sonrió, al menos si por esto terminaba despedido, tenía al consuelo de saber que KyuHyun sería solo suyo y de nadie más, sus labios se apoderaron del pecho del menor besando, mordiendo y succionando toda la piel a su alcance, disfrutando de sus gemidos, penetró un par de veces el ombligo del menor viéndolo estremecerse y aferrarse a las orillas del escritorio.
-H-Hazlo-jadeó con los ojos nublados por el placer.
-¿El qué?-preguntó pasando sus dedos sobre el miembro del menor viendo como el liquido pre seminal lo manchaba.
-Hyung-se quejó con el rostro encendido.
-Dime Kyu no soy adivino-le susurró contra los labios.
-¡H-Hyung!-dijo-hazlo ya.
-Oh no-dijo sonriendo malévolamente ahora él- te torturare un poco mas-dijo y su rostro bajó hasta llegar al suave trasero del menor, con fuerza separo sus nalgas dejando ver aquella rosada entrada, la cual lamio y rozó dilatándola de a poco, hasta que dos de sus dedos pudieron entrar sin dificultad.
KyuHyun se sentía ahogando en medio del placer que el mayor le proporcionaba, sus labios estaban sumamente enrojecidos y sensibles por los besos y por el hecho de no dejar de morderlos para mitigar aunque fuese un poco los gemidos que pugnaban por salir.
Cuando lo sintió listo, JongWoon se alejó del trasero del menor, obligándolo a voltearse quedando con el pecho pegado al escritorio, con el trasero elevado, se abrió el pantalón dejando salir su miembro duro, sus dedos llenos aun del liquido pre seminal de KyuHyun recorrieron su longitud lubricándola.
-¿Listo?-le preguntó al oído mordiéndole suavemente el lóbulo.
-S-si-jadeó aferrándose al escritorio, sintiendo el miembro del mayor rozar su estrada estremeciéndolo.
Lentamente comenzó a introducirse en aquel estrecho y cálido pasaje, jadeando, aferrándose con fuerza a las caderas del menor, dejando marcados sus dedos en la delicada piel.
Pasaron largos minutos en los que KyuHyun solo jadeaba bajito, mientras sentía su vista nublada por las lágrimas, dolía y ardía como el infierno mismo, pero sabía que el placer pronto lo invadiría y terminaría extasiado.
-M-Muévete-susurró moviendo sus caderas.
JongWoon de inmediato comenzó a mover sus caderas, primero lento, poco a poco aumentando la velocidad hasta llegar a un ritmo acelerado, logrando mover el escritorio, sus labios se mantenían firmemente pegados a la nuca del menor, quien jadeaba sintiendo su garganta arder.
-¡M-Más!-gritó sintiendo el orgasmo cerca.
Las embestidas aumentaron, mas fuertes, más certeras, dando contra su próstata, haciéndolo gritar de placer corriéndose con violencia, mientras su cuerpo se estremecía, JongWoon lo siguió poco después, cuando su miembro fue apresado con fuerza haciendo que se corriera, marcando al menor.
Cuando logró recuperarse un poco del potente orgasmo, salió despacio del menor, viendo como su semilla salía manchando los muslos blanquecinos de KyuHyun.
-KyuHyun-le llamó viéndolo incorporarse lentamente, lo ayudó a sentarse con cuidado sobre el escritorio, colocándole la camisa, y cuando se disponía a tomar los pantalones del menor, sus manos fueron apresadas por las de Kyu.
-Mío-susurró con voz ronca, sonrojándose violentamente- eres solo mío.
JongWoon abrió los ojos y sonrió antes de tomar con cuidado el rostro del menor y besarlo.
-Lo mismo digo KyuHyun-le dijo antes de terminar de cambiarse y con sumo cuidado ayudarlo a bajar del escritorio.
-La próxima vez seré yo-dijo con convencimiento.
-Sueña con eso-le dijo dándole una suave nalgada.
-¡JONGWOON!-gritó indignado y sonrojado a medio del pasillo, viendo al mayor seguir avanzando.
-Andando amor que ya es muy tarde-le dijo volteándose para verlo con una brillante sonrisa en sus labios.