JinKi no sabía que sentir.
JinKi se sentía perdido y a la deriva.
JinKi quería… Quería dejar de ser JinKi.
JinKi reconoció minutos después que era ridículo querer dejar de ser JinKi porque eso significaba desaparecer.
JinKi también reconoció a los pocos segundos que no sería tan malo desaparecer.
Así que lo hizo.
JinKi desapareció.
Su relación con JongHyun era buena, se amaban, hacían el amor y se decían “te amo” cada que podían. JinKi era feliz con JongHyun, tenían como hijos dos bonitos conejos llamados JongYu y OnHyun. Eran una familia. JinKi lo amaba con todo su corazón.
Su relación con KiBum no era tan buena como antes, apenas se hablaban, se sonreían cortésmente, se ignoraban. JinKi se encargó por si solo de JinKiBum, pues KiBum se lo dio una vez más. KiBum era su mejor amigo. JinKi lo amaba con todo su corazón.
JinKi amaba con todo su corazón a dos personas. Las amaba tanto que su pecho dolía pues este se hinchaba de pura felicidad al estar con ellos.
JinKi siempre supo que ese era un gran problema. No puedes amar a dos personas a la vez, de la misma forma y con la misma intensidad. Era en verdad un gran problema.
Así que JinKi se decidió por JongHyun pero mantuvo a KiBum en su corazón y le rogó que se quedará a su lado, que fuera su mejor amigo.
¿No está mal, cierto?
JongHyun su novio, KiBum su mejor amigo.
Sabía que KiBum correspondía sus sentimientos, que le amaba de la misma forma y con la misma intensidad pero aun así, JongHyun estaba a su lado, JongHyun había sido el primero en robar su corazón.
JinKi siempre se sintió egoísta al mantener a KiBum a su lado, cuando solamente podía darle una buena amistad.
JinKi siempre se sintió amado al lado de JongHyun, sin importar que secretamente se sentía usado por él.
JinKi sintió una gran pérdida cuando JongHyun le confesó que lo había engañado. Sintió su corazón quebrarse, la idea de su primer amor roto.
Tiempo después volvió a sentir esa gran pérdida, cuando KiBum dijo que se iría de su lado porque no podía soportarlo ya.
JinKi se dio cuenta que su corazón podía volver a romperse en millones de pedazos.
JinKi recompuso su corazón en secreto, en un rincón de la nada, agachado y con los miles de pedazos de su corazón en sus manos, consiguió pegamento y con una sonrisa en sus labios unió uno por uno cada pequeño pedazo.
JinKi volvió a amar a JongHyun, en realidad nunca dejó de hacerlo.
JinKi espero a KiBum, así se engañara que lo había superado.
La relación comenzó como una luna de miel, donde todo era amor y palabras dulces y promesas de “para siempre”. Amaba a JongHyun de forma intensa e incondicional.
La relación volvió de manera extraña, donde la discusión que tenía que haber pasado nunca sucedió. Donde los tratos eran de “solo finjamos un poco”. Amaba a KiBum de forma intensa e incondicional.
De repente… JinKi empezó a sentirse inseguro, inútil y engañado.
JinKi decía que quizá solo estaba paranoico.
Se sentía así con sus dos amores.
Nunca en su vida se había sentido tan inseguro, inútil y engañado.
JinKi volvió a encerrarse en sí mismo; volvió a ese rincón de la nada y dejo que sus miedos se apoderarán de él.
JinKi mostró su lado risueño, su lado ingenuo e ignorante de todo cuando por dentro era un manojo de temores y miedos, seres aterradores que lo mantenían en esa esquina sin dejarle escapar.
Su relación con JongHyun se opacó por esa nube de “ ’dime que sucede’ ”, ‘nada sucede’ ”, esas evasiones por parte de JinKi en parecer estar bien. JinKi se hundía poco a poco al notar que a JongHyun no parecía importarle. Pero hablaron. JongHyun se preocupó y se acercó a él. JinKi se desahogó y todo volvió a la normalidad.
Su relación con KiBum iba de mal en peor. KiBum era su tentación. KiBum era su mejor amigo. JinKi nunca hizo un movimiento en falso, JinKi sabia cuanto dolía ser traicionado y no le haría ese daño a JongHyun aunque él le haya enseñado ese dolor y no permitía que KiBum fuera conocido como “la perra que se entrometió”. Ellos eran solo conocidos ahora.
JinKi se sorprendió al saber que su novio y mejor amigo eran amigos, que se hablaban y se enviaban mensajes de texto. Quizá KiBum ya no odiaba tanto a JongHyun como siempre solía decir.
JinKi admitió que estaba celoso, de ambos, de esa relación.
JinKi se rindió ante esos seres aterradores y fue amigo de ellos.
JinKi se cerró por completo.
JinKi recibió una carta. KiBum necesitaba decirte algunas cosas. KiBum le dijo cosas, muchas cosas pero de todas esas cosas lo que más le dolió fue: “al fin de cuentas si tienes motivos para odiarme, hazlo, ya no me importa”.
El corazón de JinKi, el que estaba tan pobremente pegado con pegamento se estremeció, empezando a despedazarse una vez más.
A KiBum no le importaba ya lo qué pensará sobre él. Se dio cuenta que había perdido a su mejor amigo.
JinKi quería tomarse unos días de respiro, necesitaba pensar y recomponerse. Aún tenía a JongHyun. Seria fuerte por él ya que KiBum le dejó en claro muchas cosas.
JinKi arrancó una hoja de su agenda y escribió: “Jjong, me ausentaré por unos días. Así que si te preocupas por ello, no lo hagas. Te veré luego. Te amo”.
JinKi salió del departamento en el cual vivía con JongHyun sin rumbo fijo, sin pensar realmente donde ir. Así que vagó por unas horas, por la ciudad, con su vista perdida y cabeza en blanco. Decidió volver, recoger unas pocas prendas y volver a su propio departamento, para despejarse y volver como nuevo.
JinKi entró nuevamente al departamento que compartía con su novio y cuando no vio la hoja de papel donde él la había dejado, tembló. Corrió y se encontró con el armario casi desocupado. No había ropa de JongHyun, no había zapatos de JongHyun. Solo estaba su nota con un poco más de palabras bajo las suyas. Palabras que decían: “No sé qué coño te pasa. Pero si eso quieres bueno. Que te vaya bien, JinKi”.
JinKi descubrió que su corazón, efectivamente, volvía a romperse. Escuchó el pequeño quiebre y luego el vacío en su pecho.
JongHyun lo había dejado. Había perdido a su primer amor.
JinKi no sabía que sentir.
JinKi se sentía perdido y a la deriva.
JinKi quería… Quería dejar de ser JinKi.
JinKi reconoció minutos después que era ridículo querer dejar de ser JinKi porque eso significaba desaparecer.
JinKi también reconoció a los pocos segundos que no sería tan malo desaparecer.
Así que lo hizo.
JinKi desapareció.