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Culpable por Yais

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Notas del fanfic:

Pues Amor prohibido es el día de la semana Gaara&Lee que más rápido escribí, es bastante... muy lo mio =^_^=. Aunque rápido es mucho decir porque, con eso de que me encanta escribir papelones todos dramáticos y sin fin, escribir un shot es más que complicado para mi =3.

El párrafo del resumen corresponde a la canción de Huecco "Culpable".

Culpable

Por: Yais

Recién caía la tarde y el clima caluroso obligaba a la mayoría a refugiarse en sus casas o lugares de trabajo para así evitar el golpe de calor. Un ejemplo de refugiados eran Lee y Gaara, quienes habían decidido abandonar el jardín, por el que minutos atrás paseaban, y ahora estaban en la habitación del último.

El cuarto era blanco, tenía una pequeña ventana en la parte más alta, casi rozando el techo, y a pesar de que las paredes no tenían adornos, era un lugar acogedor (más porque estaban a puerta cerrada). Los únicos muebles ahí eran un buró de madera sin molduras, pero esquinas redondeadas, y una cama individual sobre la que ambos charlaban.

 –Y ¿qué se siente estar muerto? – Lee se acercó a Gaara tanto que su narices casi se rozaron, pero éste ni se inmutó.

–Nada.

–¿Cómo nada?

–Sólo estás muerto. Está oscuro.

–Ah, ya veo – Lee se desilusionó y regresó a su posición original. –Entonces ¿no hay algo como un túnel y una luz al final?

–No – Gaara lo pensó unos segundos hasta que miró hacia abajo y sus ojos se opacaron mientras lo hacía – aunque si existe algo como eso, no merezco verlo.

–¿Cómo? – Lee formó un gesto confuso –dices… ¿hablas del paraíso? Wow, no Gaara ¡eso no es verdad! – agitó las manos para enfatizar su negativa y luego puso una de ellas en el hombro del mencionado –tú eres una persona estupenda. Incluso diste tu vida por toda esa gente, eso debe contar mucho. Además, no conozco a nadie más impresionante que tú.

–La abuela Chiyo murió por mí.

–Estoy seguro de que ella sabía que lo valía, pero no lo hizo sólo por ti sino también por la aldea. ¿Qué habrían hecho sin ti?

Gaara miró la mano sobre su hombro unos instantes antes de centrarse en Lee –Lo hubieran superado – su compañero abrió la boca para refutarlo, pero no lo dejó intervenir –y tú eres impresionante.

–… ¿Yo?, eh, gracias – Lee se olvidó de lo que iba a decir y se sonrojó al tiempo que sonreía por el cumplido recibido –pero no lo creo, soy más bien como la mayoría. Jamás podría hacer lo que tú.

Gaara llevó una mano a la mejilla de Lee y lo acarició lentamente.

–Ga… – Lee cerró los ojos y dejó que el roce embobara todos sus sentidos. A pesar de que pretendía seguir hablando, volvió a ser interrumpido por su interlocutor quien se acercó a él tanto que sus alientos se cruzaron. No abrió los ojos, pero gimió bajito justo cuando sintió que sus labios eran tocados. Abrió la boca inmediatamente y se apresuró a rozar la lengua del otro.

La respiración de ambos se aceleró y el ambiente comenzó a sofocarlos, se pegaron un poco más. Gaara llevó su mano del rostro al cabello de Lee y éste respondió abrazándolo. Acariciando su espalda con la punta de sus dedos.

–Mmm Gaara – después de varios segundos Lee fue el primero en separarse, estaba notoriamente avergonzado por haberse dejado llevar –no hagas eso… sabes que me gustas mucho.

–Lo sé – su respuesta no tuvo un tono arrogante, sino certeza y nada más que eso.

Otra vez Lee se sonrojó y se separó, para incorporarse dando un salto hacia atrás –ya me voy, tengo, hay muchas cosas que debo hacer.

–¿Qué cosas? – Gaara no hizo gestos, pero como Lee lo conocía perfectamente supo que su anterior declaración lo había enfadado –¿volverás?

Lee lanzó un suspiro – no lo sé, no creo poder.

–¿Tienes alguna misión? – Gaara también se paró de la cama, haciendo notar su ansiedad con la acción, pero no en sus facciones o tono de voz.

–No – Lee se mordió el labio inferior y lo calmó con un gesto de manos – no hay misión, ni nada. Pero hoy ya pasé mucho tiempo aquí. Si alguien se da cuenta de que… que paso mucho tiempo contigo me van a prohibir seguir viéndote.

Como respuesta el pelirrojo arrugó el ceño. Sus ojos decían que la idea le parecía absurda – No digas tonterías.

–¡No son ton… Gaara, las cosas son complicadas – el mencionado bufó por lo bajo e iba a protestar, sin embargo Lee se lo impidió dándole otro beso. Esta vez corto y más que nada romántico – vendré mañana a primera hora.

Gaara le lanzó una mala mirada y le dio la espalda– haz lo que quieras.

–Quiero abrazarte –Lee lo atrapó y se pegó a él tanto que no había aire entre ellos –Quiero que sepas que te amo, mucho – después de decir aquello le besó la base del cuello y se volvió a despedir.

Gaara lo miró partir de reojo.

 

∞∞∞ G & L ∞∞∞

 

Cuando Lee salió de la habitación lo primero que hizo fue lanzar otro suspiro y tras negar levemente decidió ir a refrescarse al baño. –Esto está mal – se dijo mientras se miraba en el espejo colgado en la pared frente al lavabo.

A pesar de que detestaba mirarse, no pudo evitar hacerlo pues necesitaba castigarse por lo que sentía y hacía. Él no tenía objeciones respecto a sus facciones o su estructura, sino contra su ropa y lo que representaba.

En ese momento traía puesto un pantalón blanco y una camisa del mismo color con su nombre bordado a la altura de su corazón. Un poco más arriba de su nombre, también bordado, estaba el logotipo de Konoha.

–Lee – de pronto la puerta del servicio se abrió y por ella entró su amigo Neji –con que aquí estás.

–Neji – Lee contestó reconociendo a su castaño amigo. Desvió la mirada del espejo y lo último que vio fueron sus ojos apagados y la curvatura de sus labios con dirección al sur –¿Pasó algo?

–Nada, pero no apareciste a la hora de la comida y me preocupé. ¿Dónde estabas? – Neji se aseguró de cerrar la puerta y disimuladamente se fijó en los 3 cubículos que cercaban las tazas de baño en la habitación, para ver si estaban vacíos.

Lee cerró los ojos y se jaló los cabellos con la mano derecha, como si pretendiera darse un masaje para calmar su nerviosismo.

En respuesta a su acción Neji arrugó el ceño y cruzó los brazos –Estabas con Gaara san entonces. ¿Ya decidiste qué harás?

–No.

–Sabes que estoy preocupado por ti. Pero más por él, lo que le estas haciendo no está bien.

–No estoy… – Lee intentó protestar, sin embargo se rindió –¿Sabías que formé parte de la misión de rescate contra Akatsuki?, incluso estabas tú y Tenten.

Neji se tensó –Entonces ya formas parte de sus alucinaciones.

Lee arrugó el ceño, no le gustó escuchar la palabra alucinaciones. Sin embargo después no pudo evitar sonreír al pensar que era una parte muy importante en la vida de Gaara y cuando Neji notó su gesto se enfadó.

–Voy a solicitar tu cambio.

–¿Qué? – Lee salió de su mundo de ensoñación y miró a su acompañante con los ojos muy abiertos.

–Has ido demasiado lejos y no sé hasta que punto piensas llegar, tienes un problema y lo sabes. Ya no estas consciente de lo que es verdaderamente importante o correcto – tomó aire para calmarse –te estás aprovechando de él y no le estás haciendo ningún bien.

 

Lee casi se ahogó con su propia saliva y ya sin sentir fuerza en las piernas se recargó en la pared más cercana. Lo sabía, que a los ojos de cualquiera era la peor persona o un completo imbécil, lo sabía.

–Estoy intentando ayudarlo y jamás le haría daño… sólo no quiero, ¿cómo le voy a abandonar?

Neji relajó sus facciones enfadadas y sintió lástima por su compañero –Los ninjas mueren Lee, todos los días.

Lee apretó los puños y un par de lágrimas se escurrieron de sus ojos hasta su mentón.

–Hoy será el último día que te cubra. Si mañana no presentas tu petición de cambio yo mismo le informaré a Tsunade sama lo que ocurre entre ustedes.

Todo el cuerpo de Lee tembló y ya no pudo contenerse, llevó ambas manos a su rostro para ahogar sus sollozos, pero era imposible acallarlos. Quería estar enfadado con Neji y gritarle que no tenía la razón, que no tenía derecho, pero la verdad es que estaba en lo correcto y tenía todas las facultades para amenazarlo de aquella manera.

Estaba perjudicando a Gaara y, sí, de seguir así probablemente lo llevaría a un punto sin retorno. No podía hacerle eso después de lo mucho que había cambiado.

–Lee – Neji fue hasta su lado y le acarició la coronilla antes de atraerlo hacía sí para que se desahogara en su pecho –sabes que lo único que quiero es evitarte problemas.

Quedaron en un silencio que pareció infinito.

–¿Hoy será el último día que me cubras? – Lee se calmó poco a poco y al separarse de Neji le preguntó aquello mientras se secaba las lágrimas.

–… no pienses tonterías, Lee, no pienses en nada. Por favor, vas a tirar todo por lo que has luchado a la basura – Neji lo zarandeó en un intento por hacerle recuperar la cordura, pero a pesar de que Lee se dejó hacer no cambió su determinación.

–Pero me cubrirás – lo dio por sentado zafándose de su agarre y caminando a la puerta para abandonar los lavabos –… además, no importa.

–Lee – para Neji fue imposible detenerlo.

 

∞∞∞ G & L ∞∞∞

 

Tiempo después, cuando la noche cayó y todos sus deberes estaban completos, Lee se coló en el cuarto de Gaara. A esa hora las puertas de las habitaciones estaban cerradas así que para lograrlo echó mano de la copia que Tenten, su amiga, guardaba en su casillero.

–Gaara – antes de entrar a la habitación del mencionado se aseguró de deshacerse de todas sus preocupaciones y sonreír como siempre lo hacía –¿Estás despierto?

El mencionado, quien estaba sentado sobre la cama, recargado en el respaldo y mirando al techo como si fuese algo más que cemento pintado de blanco; lo ignoró deliberadamente.

–¿Estás enfadado conmigo? – Después de cerrar la puerta fue hasta la cama de Gaara y quitándose los zapatos, sin desamarrarlos, se sentó a un lado suyo –¿qué miras?

Siguió sin obtener respuesta oral, sin embargo Gaara estiró la mano para entrelazarla con la suya. Lee se rió levemente y recargó la cabeza en su hombro. Permanecieron así un largo tiempo.

–¿Por qué no hablas? – Gaara interrumpió el silencio pasados unos minutos, logrando hacer sonreír a Lee por segunda vez.

–Te amo. No tienes idea cuanto.

–Sí – Gaara se alejó del recién llegado, como si lo repeliera –¿Qué?

–¿Cómo “qué”? – Lee hizo un gesto de desilusión momentáneo, pero pronto se hincó y gateó un poco siguiendo el calor del cuerpo que acababa de alejarse. Sonreía porque le gustaba el juego de perseguirlo.

–Lo has dicho muchas veces – sin embargo Gaara no se veía divertido –me estás molestando.              

Lee borró su sonrisa y se mordió el labio inferior. En su opinión jamás se dirían muchos “te amo”, pero entendía que su insistencia, de alguna manera, irritaba a Gaara. Y también comprendía que la molestia de su compañero no era a causa de su incapacidad para contestarle con un simple “yo igual”, sino porque ya había descifrado que algo malo ocurría.

Había pensado toda la tarde lo que debía decirle a Gaara, pero no llegó a una conclusión. Sabía que no podía hacer nada. Su compañero era muy listo, pero eso no evitaba que muchas cosas escaparan de él –¿Alguna vez piensas aceptar la realidad?

Ante su pregunta Gaara arrugó el ceño, sin comprenderlo. Pero no pasó mucho tiempo para que una punzada dolorosa atravesara su cabeza y tuviera que llevar una mano a su sien para aliviar el dolor momentáneo y agudo que lo embargó.

Lee se preocupó e intentó tocarlo, pero Gaara se quejó y lo empujó como si alejarlo disminuyera el dolor.

–¿Estás bien? – Lee jugó con sus manos, e intentó contener sus lagrimas –lo siento, sólo quería… – sin embargo paró lo que iba a decir y, de nuevo, mordiéndose el labio inferior reprimió sus instintos. Se acercó a Gaara y aunque éste lo rechazó, de nueva cuenta, en los primeros dos intentos al tercero logró volver a abrazarlo.

Se quedaron así un tiempo indefinido hasta que Gaara se calmó y las emociones crueles que los golpeaban se aplacaron, sin embargo, cuando se iban a soltar Lee volvió a forzar su cercanía.

 –Hoy, quiero dormir contigo. Gaara, puedes… ¿me besarías toda la noche? – preguntó a su oído con voz temblorosa. En realidad no se refería estrictamente a un beso, lo que quería era que Gaara le hiciera el amor por primera vez, pero no encontraba las palabras ni podía deshacerse de la vergüenza para pedirlo directamente.

Afortunadamente para él, como antes ya había dicho, Gaara era inteligente y lo entendió perfectamente. Aunque la respuesta vocal del mencionado no fue inmediata, sintió que su cuerpo se calentaba y el compás de su respiración cambió. Después, cuando el impacto pasó, Gaara asintió lentamente.

Lee apretó los ojos con fuerza, intentando grabarse el momento y la sensación que tenía en la memoria –Te necesito, perdóname por favor pero tengo que decirlo, te amo – repitió mientras se dedicaba a besarle el rostro.

–Yo… – Gaara no podía con la sensación incomodad que toda la situación le creaba y tuvo el impulso cuestionar a Lee, pero terminó por corresponder a los cortos besos emocionados que éste le daba –también.

 

Era casi de madrugada cuando Lee se levantó de la cama. Le costó trabajo separarse de Gaara porque sus extremidades estaban enredadas y, principalmente, porque no quería.

–Te amo – volvió a decir mientras acariciaba su frente. Gaara estaba durmiendo, tan profundo como nunca lo hacía. Así que no notó el momento en que lo besó por última vez y salió de su habitación.

 

∞∞∞ G & L ∞∞∞

 

–No te basta con correr el peligro de perder tu licencia, ahora quieres ir a la cárcel por violación – Esas fueron las palabras con las que Neji lo recibió cuando lo vio solo, a primera hora de inicio de labores.

–Neji, por favor. Voy camino a ver a Tsunade sama, ¿qué más quieres?

–En realidad no sé si quiero que sólo te reubiquen. Me decepcionaste de una manera que jamás creí que lo harías.

–Neji… sé que parece que está mal y por eso no voy a pedir que me reubiquen voy a renunciar, pero en realidad… no es malo, no soy... – derramó un par de lágrimas.

Su interlocutor mantuvo sus expresiones duras, pero no pudo mantenerse firme por mucho tiempo y al final mostró compasión por el gesto de tristeza de su amigo. Sentía su dolor y eso lo obligó a hablar – …de Gaara san, yo me encargaré de ayudarlo.

Lee no dijo nada, simplemente asintió y soportó que Neji le diese la espalda. Media hora después renunció a su trabajo en el hospital psiquitrico de Konoha. Mientras se alejaba del edificio, sin haberse despedido de alguien y sin explicar sus razones.

 

∞∞∞ G & L ∞∞∞

 

Por la tarde, cuando Gaara esperaba en su habitación a que Lee apareciera y le dedicara su hora diaria. En vez de él entró Neji Hyuuga.

Y, después de escucharlo, se quedó pasmado.

Durante la noche imaginó que algo malo ocurría, sin embargo creyó que Lee se lo explicaría después, como siempre lo hacía. Pero ahora que lo pensaba tenía lógica, todas las formas y gestos de Lee lo decían. Él debía saber que lo habían asignado a una misión peligrosa.

No quería aceptar que ya no vería a Lee. El amor de su vida estaba muerto y lo peor de todo era saber que él no podría seguirlo. Seguro Lee había ido hacia la luz y cuando él muriera iría a la oscuridad. 

 

.::Fin

Notas finales:

... ya pues, disfruto los finales tristes, no lo puedo evitar [=.

En fin, espero les gustara y si es así se dignen sus mercedes a bendecirme con vuestros comentarios :P.

Gracias Naruhi y Adid :].

Bsos

Yais


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