TOMO I
¿CÓMO PERDERTE?
CAPITULO III
SIN AMOR NO HAY CELOS ¿NO?
Los celos son la muestra más clara del amor.
Ser parte de una guerra te lleva a ser consiente que tarde o temprano tú enemigo te atacara hasta herirte o matarte, pero cuando la herida viene de aquellos que amamos estando muy lejos de una guerra, la herida es mucho más profundamente y dolorosa, ya que va dirigida directo al corazón.
Sasuke prefería mil veces volver aquellas épocas de guerra, en donde era perseguido por sus enemigos por ser considerado un criminal “S” ser atacado, herido incluso e morir en sus manos, antes de sentir todo ese dolor que las palabras de Naruto le causaban.
Naruto tenía en poder de herirlo en lo más profundo de su ser con un solo rechazo, nunca en su vida llego imaginar que su querido esposo sería capaz de causar tanto dolor a su corazón.
Sasuke aún se mantenía en la misma posición que Naruto lo había dejado hace apenas unos minutos, sentía como su corazón se estrujaba del dolor, mordía su labio inferior intentado que sus lágrimas no hagan aparición como todas las noches solían hacerlos luego que él se negaba estar un momento a su lado.
Miau…miau.
─ ¿Eh? Eres tú. —Sasuke observa al pequeño neko que maullaba junto a él– Estoy bien. —Susurro tomándolo entre sus brazos– Esto es….normal.
El pequeño neko miraba a su nuevo amo con tristeza, siendo un simple animal le hacía comprender que no era feliz, él era pequeño no podía hacer mucho por él, solo darle la compañía que tanto necesitaba.
─ Jijiji. —Río levemente al sentir la pequeña lengua del minino en su majilla– Gracias…Tori-chan
Con pequeña sonrisa en sus labios Sasuke volvió a la cocina para botar la cena que con tanto amor había preparado.
─ Nuevamente a la basura. —Miro con pesar el ramen que había preparado.
Mientras tanto en la habitación principal, Naruto salía de la ducha con una toalla enredada en su cintura.
─ Lo volviste hacer. —Resonó en su cabeza la voz de Kurama.
─ No sé de qué hablas. —Respondió aburrido el Hokage.
─ Le mentiste, no has comido nada. — Le acuso con una voz seria– Te mueres por comer su comida.
─ Estas loco Kurama, no quiero comer nada de él. —Acaba de vestirse.
─ Si claro, que pena, que se desperdicie el ramen. —Dice mientras se acuesta dándole la espalda.
─ ¿Ramen? —Murmuro ante las palabras del Kyubi.
Naruto cerro sus ojos oliendo el sabroso olor del ramen, su estómago le decía que baje a comer, su corazón apoyaba y su mente se negaba.
─ Falso ve a comer. —Susurraba Kuraba opacando la voz de su mente.
Una hora había pasado, Naruto noto que su esposo no había subido.
─ No sube. —Susurro, en su interior Kurama se reía mientras le daba la espalda al notar la preocupación de su contenedor– Tengo sed. —Se levanta dispuesto a bajar a la cocina.
─ “Ahora se llama sed, es un tonto insensible” —Pensó para sí mismo Kurama.
Sasuke por su parte estaba sentado en el pasillo que da al jardín observando la luna, mientras acariciaba a su pequeño gatito y su mente divagando con su hermoso pasado junto a su esposo.
─ Dobe. —Susurro con una pequeña sonrisa en sus labios.
CRASH!!
─ ¿Qué fue eso? —Se levanta algo asustado con el neko entre sus brazos– ¿Naruto?
─ Yo…
Sus miradas cruzaron una asombrada y otra sin saber cómo ocultarse, Sasuke al final había decidido no botar el ramen y guardarlo para el otro día o cuando él quiera, pero su sorpresa fue mucho más rápido de lo esperado, Naruto estaba comiendo el ramen guardado y frío.
─ Me hubieras dicho que te lo caliente. —Dijo Sasuke acercándose a la cocina no sin antes dejar a su gatito en el piso.
─ No estoy comiendo nada. —Dice ocultado los palillos.
─ Si claro. —Sasuke toma el ramen y lo empieza a calentar– Si no lo quieres. —Le mira directamente– Bótalo.
─ Yo…
Miau…miau…
─ ¿Quieres comer Tori-chan? —Se agacha para cargar a su neko.
─ ¿Qué es eso? —Pregunta seriamente Naruto.
─ Un gato. —Responde con simpleza.
─ Sé que es un gato. —Dice fastidiado– ¿Dónde lo sacaste? —Vuelve a preguntar con una clara molestia en su voz.
─ Kiba me lo trajo…
Sasuke no imaginaba de aquellas cuatro simples palabras le iban a traer un gran problema.
─ ¿Kiba? ¿Por qué Kiba te trae cosas? —Pregunta muy serio.
─ ¿Eh?—Sasuke lo mira sin entender su enojo.
─ Responde. ¿Por qué Kiba te trae ese animal?
─ Yo…no sé. —Dice sin saber que responder a su repentino ataque enojo.
─ ¡¿No sé?! ¡¿Qué clase de respuesta es esa?! —Se acerca amenazadoramente a Sasuke– ¡Responde!
─ Ya te dije… —Baja su mirada entre asustado y triste– Él solo lo trajo aquí…el gatito no tiene hogar.
─ No me importa. —Mira con desprecio al animal– Quiero a ese animal fuera de la casa…¡Ahora!
Sasuke abrazaba con fuerza al gatito negándose a botarlo a la calle fría y sin un lugar donde ir, no lograba comprender porque Naruto se ponía de esa forma, mientras alzo la mirada noto que se había alejado y ahora comía el ramen recién calentado, evitando hacer algún ruido se salió de la cocina rumbo al pasillo que da al jardín.
─ No quiero. —Abraza a su mascota– No te dejare ir.
Por su parte Naruto comía alegremente el ramen que tanto amaba.
─ Delicioso.
─ Sasuke cocina de maravilla. —Dice Kurama mirándolo de reojo.
─ Si, es comida de Dioses. —Saboreando hasta el último fideo del plato.
─ Tú sin querer comer ramen, casi se desperdicia la comida. —Lo mira con burla.
─ ¿Qué? —Recuerda lo ocurrido– Deja de fastidiar Kurama solo…no quería desperdiciar la comida.
─ Si claro. —Se vuelve a recostar– Solo por no desperdiciar.
─Es solo por eso, no te hagas ideas erróneas.
─ Igual que tus repentinos celos.
─ ¿Celos? No sé de qué hablar.
─ Si claro, que hice para que Minato me deje con un contenedor tan tonto.
Kurama conocía mejor que nadie a su contenedor, cada palabra llena de desprecio que expresaba contra su esposo era todo lo contrario que su corazón sentía, sabía que estaba cometiendo un error y sufriría por ellos, pero lo que más lamentaba que Sasuke sería el más herido.
Al terminar de comer, Naruto salió al pasillo encontrando a Sasuke aun con aquel gato entre sus brazos, se lleno de furia al observar como mantenía aquel animal en su regazo mimándolo, acelero su paso hasta quedar frente a él y sin que el Uchiha pudiera hacer algo tomo al gato por su pelaje alejándolo de sus brazos.
Miau…miau…miau.. —Maúllos de dolor salían de la boca del gatito al ser sostenido bruscamente por el Hokage.
─ ¡No lo lastimes! —Gritó alarmado Sasuke al escuchar como el pequeño animal sufría– Es solo un animalito. —Se paró frente a él desesperado.
─ Te dije que lo quiero fuera. —Dijo firmemente el rubio.
─ Mañana a primera hora se lo regreso a Kiba, pero no lo lastimes. —Rogaba por la vida del gato.
Al rogar Sasuke por la vida del gatito, nunca noto como el rostro de su esposo se endureció al solo escuchar el nombre de Kiba.
─ Kiba. —Susurro enojado– ¿Por qué tienes que ir con él? —Pregunta enojado.
─ Él lo trajo. —Respondió– Naruto por favor, mañana le busco un hogar. —Pienso un rato– Tal vez Shikamaru quiera quedárselo.
─ Shikamaru. —Volvió a susurrar más enojado– ¿Hoy no te basto, que mañana lo vuelves a buscar?
─ ¿Qué? —Lo mira sin entender.
─ Hoy te vi muy feliz a su lado. —Se acerca a su esposo soltando del acto al gato.
Miau…—El gatito sale corriendo apenas es soltado.
─ ¿Q-Que quieres decir? —Pregunta al sentirse acorralado por el rubio.
─ No te hagas el que no sabes. —Coloca sus manos a un lado de su rostro golpeando fuertemente– ¿Qué tiene él que tú esposo no tiene? —Pregunta susurrando a su oído.
─ Yo…—No supo cómo responder ante aquella acción.
El cuerpo es débil mucho más cuando se encuentra al límite, ese era el caso de Sasuke llevaba semanas sin sentir tan cerca a su esposo y aquel leve contacto no lo dejaba pensar con claridad.
─ Contesta Sasuke. —Volvió a murmurar mientras mordía levemente el lóbulo de la oreja.
─ Ah. —Un leve gemido salió de su boca.
─ ¿Te gusta? —Paso una de sus manos por el pecho del moreno acariciando uno de sus pezones.
─ S-Si… —Sasuke mordía su labio inferior evitando que sus gemidos salgan de sus labios.
─ Si te gusta tanto. —Besa levemente sus labios sin profundizar– ¿Por qué te fuiste con él?
─ S-Solo…comimos. —Contesto cerrados sus ojos– Na…nada más.
─ ¿Seguro? —Muerde levemente su cuello.
─ Ahh…Do…Dobe! —Gimió.
─ ¡Que! —Se alejó bruscamente mirando enojado a su esposo.
Sasuke por su parte bajo la mirada al saber el motivo de su reacción, “Dobe” era una simple palabra que siempre salió de sus labios como símbolo de cariño y aprecio hace su persona, ahora no era considerada de la misma forma desde hace un par de meses.
………………
Había pasado un mes desde que su mundo perfecto se iba desmoronando igual como un castillo de naipes, por más que reflexionaba no comprendía porque su Naruto, su adorado Dobe había cambiado.
─ Dobe. —Suspiro tristemente al sentir aquella soledad en su pecho.
Nunca se llegó imaginar que él Sasuke Uchiha se llegaría a sentir tan miserable por culpa del Dobe de su esposo, al mismo tiempo había aprendido a reconocer que ese rubio revoltoso en esos años se había convertido en su pilar de luz lejos de las oscura soledad.
Era noche nuevamente esperaba que sentado en aquella silla que su esposo se digne a llegar, de pronto escucho la puerta abrirse y se encamino a saludarlo.
─ Bienvenido Dobe. —Dijo con una sonrisa– Hice ra…
─ Basta. —Murmuro enojado.
─ ¿Eh? ¿Qué pasa Do….
─ ¡Basta! ¡Deja de llamarme así! —Grito repentinamente mientras lanzaba un golpe contra Sasuke.
─ Pero… —Tocaba su parte afectada.
─ ¡Nada! ¡Me tienes arto que me trates como un idiota! —Se acercó peligrosamente donde Sasuke.
─ Yo no… —Retrocede hasta llegar a la pared.
─ Soy el Hokage y merezco respeto ¿Entendiste? —Susurro muy cerca de su oído– ¡¿Entendiste?!
─ Si… —Cerraba sus ojos.
─ ¡Si que!
─ Si….Naruto. —Bajo la mirada.
Desde ese momento supo que su Dobe había muerto y solo quedaba ese Naruto.
………………
Tener a Naruto tan cerca y enojado le provocaba cierto temor, Sasuke no era un cobarde pero el simple hecho de no tener chakra lo ponía en una gran desventaja contra el portador del Kyubi, además en su interior no quería volver a sentir los golpes de él que más que herirlo físicamente lo herían sentimentalmente.
─ ¿Cómo me llamaste? —Pregunto con una voz llena de molestia.
─ Yo… —Sasuke tembló ante aquella mirada rojiza– Naruto…
─ Contigo no se puede. —Se aleja de él– Me voy a dormir.
Una vez que Naruto se aleja, Sasuke se deja caer lentamente al piso ocultando su rostro entre sus rodillas, los años han pasado cruelmente sobre él dejando en el olvido quien fue alguna vez el gran vengador, pero todo eso era culpa de su esposo quien le enseño amar.
─ Es mejor…dormir. —Pronuncia entre cortado por culpa de las lágrimas que bañaban su rostro.
Sasuke camino lentamente entre los pasillos oscuros de la mansión, al llegar a su habitación sintió la fría mirada de su esposo sobre él, antes que pueda decir algo este se acostó dándole la espalda como todas las noches, bajo la mirada recordando como antes dormía entre sus cálidos brazos.
─ Hasta mañana. —Susurro antes de cerrar los ojos y entregarse a los sueños donde era complemente feliz.
El sol resplandecía entre las montañas de Konoha anunciando el nacimiento de un nuevo y maravilloso día lleno de alegría para sus habitantes menos para uno, Sasuke abría sus ojos pesadamente topándose con la molesta claridad del día, dando un profundo respiro se levantó dirigiéndose al baño en donde se miró al espejo, la imagen que se reflejaba no era digna para un hombre tan bello como él, sus ojos estaban rojos por ver llorado, claras ojeras se enmarcaban bajo de ellos, su rostro se veía pálido y demacrado, cada día que pasaba sentía como el dolor de su corazón le iba pasando factura a su cuerpo.
─ Es mejor apurarme. —Susurro antes de entrar a la ducha.
Tomo una ducha rápida, la misma que sirvió para mejorar un poco su apariencia, vistió una ropa sencilla y salió del baño, al pasar vista a su habitación noto como su esposo aun dormía, suspiro tristemente al recordar lo ocurrido la noche anterior bajo la mirada mientras se dirigia a la cocina lentamente.
─ ¿Eh? —Se sobresalta al ver a alguien sentado en la mesa.
─ Buenos días Sasuke. —Sonríe con el neko entre sus brazos.
─ ¿Kakashi? ¿Qué haces aquí? —Pregunta mientras se acerca a las estufas.
─ Hoy amanecí con ganas de desayunar tú comida. —Comento aun jugando con le gatito.
─ Ya veo. —Lo mira fijamente– Espera a que termine.
Kakashi era una de las pocas personas en la aldea que le brindaban la seguridad y la confianza que necesitaba en especial en esos momentos donde su alma vagaba por la densa soledad.
─ Lo hizo de nuevo. —Susurro Kakashi sin necesidad de mirar a Sasuke.
Kakashi miraba claramente como Sasuke estaba cambiando, durante esos años estuvo feliz al notar como su alumno se volvía alguien diferente capaz de sonreír y expresas lo que sentía, pero hace meses observo como aquella alegría se desvanecía y se volvía tristeza todo por culpa de…
─ Ya me… ¿Kakashi? ¿Qué haces aquí?
─ Naruto. —Kakashi mira al responsable del dolor de Sasuke– Vine a desayunar. —Responde con simpleza.
─ ¿Qué? —Le regresa la mirada con seriedad– ¿Acaso aquí es restaurante?
─ No, la comida de Sasuke es mejor que cualquier restaurante de Konoha. —Dice con una sonrisa en sus labios, la misma que provoca la ira del Hokage.
─ Está listo el desayuno. —Aparece de la nada Sasuke quedando entre ambos hombre– ¿Paso algo?
─ No pasa nada. —Responde seriamente Naruto.
─ Nada Sasu. —Kakashi provoca un tic en la frente del Hokage– Solo que Naruto ya se va.
─ Te vas. —Sasuke mira al rubio con un deje de tristeza.
─ No te preocupes yo me como su parte. —Kakashi abraza a Sasuke.
─ Kakashi tenemos trabajo. —Dice serio el Hokage.
─ Por cierto tiene correspondencia de Suna, pero se me quedo en el despacho. —Sonríe como si nada.
─ Tsk me voy.
Naruto se dio vuelta dispuesto a salir a su trabajo, al llegar a la puerta estaba arreglando su calzado pero antes.
─ Naruto. —Sasuke estaba sus espaldas.
─ … —Sin decir nada lo miro de reojo.
─ Te prepare el desayuno. —Le tiende un bento.
─ Uhh. —Miro inseguro aquel bento pero al final lo tomo sin decir nada.
─ Hasta la noche. —Dijo mientras Naruto se iba.
─ No entiendo porque le insistes. —Kakashi habló a sus espaldas– Sasuke lo mejor es que…
─ No Kakashi. —Se gira para encarar a su maestra– Le amo. —Baja la mirada– No podría dejarlo.
─ Sasuke. —Coloca su mano en el hombro del menor– No es justo que sufras por su culpa.
─ …. —Se gira y lo mira con una sonrisa– A veces se sufre por amor.
El amor suele ser un sentimiento que nos llega alejar de la razón y no nos deja ver lo que pasa nuestro alrededor, hace un mes atrás Kakashi había hablado con Sasuke sobre la actitud de Naruto, le dolía saber cómo él lastimaba al sobrino de Obito, pero lo que más le dolía que Sasuke aún seguía peleando una batalla que nunca ganaría.
Se negaba aceptar que había perdido a Naruto.
Aun confuso con aquellos sentimientos Kakashi llego tres horas más tardes a la oficia del Hokage, en donde simplemente respondió a favor de su retraso “Me perdí al intentar comprender los caminos de la vida” Aquellas palabras dejaron algo confusos a los presentes.
─ ¿De qué me perdí? —Pregunta al rato luego estar todos callado por sus palabras.
─ Llego una invitación Kakashi-sensei. —Dice Shikamaru– Para ser honesto dos invitaciones de parte de Suna.
─ ¿Dos? —Pregunta algo confuso
─ Si, la primera es para el Hokage. —Muestra la invitación de Naruto– Y la segunda… —Miran el otro sobre.
─ ¿Para quién es la segunda? —Pregunta Kakashi mirando a Shikamaru y a Naruto quien miraba seriamente la ventana.
─ Sasuke, es de Sasuke. —Responde Shikamaru– Esto es problemático.
Shikamaru tenía razón el simple hecho que Gaara hubiera enviando una invitación personal a Sasuke no era nada bueno, en especial por la reacción de Naruto por dicha invitación.
─ ¿Cuándo partimos a Suna? —Pregunta tranquilamente Kakashi.
─ Mañana. —Responde Naruto– Preparen un grupo para que me acompañe.
─ Queras decir los acompañen. —Interviene su sensei– No olvides que también va Sasuke.
─ Tsk. —Gira su rostro enojado– Hagan lo que les pedí.
─ Hai.
Una vez que ambos hombres salieron del despacho Naruto quedo mirando las dos invitaciones con mucha seriedad.
─ ¿Que planeas Gaara?
El día paso con completa tranquilidad en la aldea, aunque para el Hokage no fue nada tranquilo durante todo el día intento encontrar una respuesta lógica a la invitación que Gaara le hacía a su esposo, molesto al no tener respuesta abandono su oficina.
Mientras en el barrio Uchiha, Sasuke estaba terminando la cena que por una extraña razón sabía que la terminaría comiendo solo.
─ ¿Sera que Kakashi tiene razón? —Se preguntó a si mismo mientras apagaba las hornillas– Esto no tiene solución. —Baja su mirada– No quiero perderlo.
Durante todo el día Sasuke había reflexionado lo que le había dicho Kakashi llevándolo por un camino lleno de confusión y que lo obligaba a debatirse ante el amor que sentía por su amado rubio.
…….
─ …. —Se gira y lo mira con una sonrisa– A veces se sufre por amor.
Kakashi se acercó a él y coloco su mano en su mejilla
─ El amor es para sonreír no para llorar, no es que sufras cuando puede reír por amor, Sasuke por favor piensa bien lo que estás haciendo, ni siquiera Naruto merece todo el sufrimiento por el que estás pasando. —Dijo lleno de preocupación.
─ Yo le amo. —Respondió cabizbajo.
─ Lo sé y por eso me duele verte sufrir por ese amor. —Acaricia su cabeza– Piénsalo, lo mejor es que se den un tiempo.
─ Tiempo…
Aquellas palabras dejaron a la deriva.
……………….
─ No puedo hacerlo. —Susurro sin percatarse que alguien estaba en la puerta.
─ ¿Hacer qué? —Esa persona pregunto.
─ ¿Eh? —Sasuke se gira– ¿Naruto? —Lo mira sorprendido por la presencia de su esposo.
─ Y bien, ¿Que ibas hacer? —Vuelve a preguntar.
─ ¿Hacer? ¡A sí! No puedo hacer el postre. —Mintió con una leve sonrisa.
─ Era eso. —Se da vuelta dando un estremecimiento al corazón de Sasuke– Me ducho y bajo a comer.
─ H-Hai. —Dijo feliz al escuchar aquellas palabras.
Los minutos pasaron y Naruto cumplió su palabra bajo a cenar junto a su esposo tal como no lo hacía hace algunos meses, la comida fue silenciosa hasta un tanto incomoda pero a Sasuke no le importo ya que lo único que le importaba era la compañía, una vez terminada la comida Naruto le tendió al invitación.
─ ¿Y esto? —Sasuke tomo dudoso la carta.
Tras unos minutos Sasuke leyó el contenido miro algo confuso a Naruto por esa invitación.
─ Es de Gaara. —Dijo al terminar su lectura.
─ Tsk. —Naruto se levantó enojado– Gaara. —Susurro.
─ Naruto. —Se levantó para ir tras él.
─ Mañana partiremos a primera hora a Suna. —Se gira quedando frente a su esposo– Prepararas tus cosas para el viaje.
─ Hai.
Su corazón se detuvo por un momento al no poder interpretar el porqué de su enojo o mejor dicho de sus celos y nuevamente una pregunta quedo en su mente.
Los celos son símbolos de amor ¿No? ¿Si no me amas? ¿Porque me celas?