Hasta volverte a ver.
Por Kelpieax
Salió del cuarto de baño sólo con los boxers puestos secando su húmedo cabello con una pequeña toalla blanca y lo vio ahí dormitando tranquilamente sobre su cama, sabía que Gaara sufría de un grave y recurrente insomnio pero cuando estaban juntos a veces parecía que los síntomas aminoraban. Se recostó de costado frente a él observando sus facciones al dormir, sus espesas pestañas aunque más obscuras tenían ciertos tonos rojizos justo como su cabello, sus ojeras contrastando con su pálida piel y ese pequeño tatuaje sobre su frente, además, de esa nariz y esos hermosos y dulces labios le hacían ante sus ojos el ser más bello del planeta.
Recordó cómo fue cuando se dio cuenta de que quería algo más que la amistad del ninja más poderoso de la arena, tardo mucho en aclarar sus sentimientos y cuando por fin entendió que ese nerviosismo y alegría cada vez que lo veía se debí a que el chico le gustaba se decidió a invitarlo a salir. Recordó que en esa ocasión el serio pelirrojo le pregunto.
-¿Te refieres a una cita?
-Sí
-¿Para entrenar y comparar nuevas tácticas?
-No, bueno ¿tienes nuevas tácticas? No espera, a lo que me refiero es algo romántico me gustas Gaara.- después de algunos segundos el chico de los ojos aqua asintió levemente y así empezó aquella nueva aventura para los dos.
-Deja de mirarme así si no quieres que volvamos a empezar.- murmuró sin abrir los ojos.
-¿Cómo sabes cómo te estoy mirando?
-Porque siempre me miras de la misma forma.- dijo abriendo los ojos y encontrándose con esos profundos ojos negros que le dedicaban esa mezcla de ternura y deseo.
-Lo siento, pero es que me gusta verte dormir te ves tan relajado. Temari dice que en Suna no sueles dormir así.
-Eso es porque sólo cuando estoy junto a ti sé que nadie nos tomara por sorpresa, después de todo, duermo junto al ninja que puede derrotar a veinte enemigos a la vez aún dormido.
-Jamás entenderé esa broma.
-Tu equipo nunca te dijo algo así.
-Neji una vez quiso hacerme creer que había derribado a una docena de jounins dormido pero era obvio que lo hizo él durante su guardia.
-Doce y luego veinte si sigues así pronto competirás contra Naruto por el puesto de Hokage.
-Dios no, no me malinterpretes pero esa vida no es para mí.
Durante la plática ambos se acercaron un poco entrelazando sus piernas, el kazekage disfrutaba sobre manera de aquellos momentos de paz junto a su pareja, que a decir verdad eran pocos. Debido a sus obligaciones tenían poco tiempo para verse, pero sabían que era el precio que tenían que pagar por la vida que deseaban llevar, después de todo Gaara se había esforzado mucho para convertirse en el líder de su aldea y Lee seguía luchando por ser el mejor ninja de la suya.
De hecho en algún momento Gaara pensó en pedirle a su amado mudarse a Suna y que diera clases de Taijutsu en la academia, pero pronto supo que aquello sería tanto como pedirle que dejara de ser ninja, de ser Lee. Él amaba salir en peligrosas misiones arriesgar su vida y su físico por cumplir con su meta, por mucho que al pelirrojo le preocupara no podía hacer mucho para cambiar ese hecho. Y si lo pensaba en parte por ello se había enamorado de él.
El chico de ojos aqua suspiro acercándose aún más al cuerpo de su amante hundiendo su cara entre su hombro y pecho llenándose con su aroma siempre fresco como a bosque de pinos. No quería irse, quería abrazarse a ese cuerpo permanecer junto a él y que el tiempo dejara de avanzar.
-Te amo.- murmuró besando su cuello, el demonio de arena jamás imagino llegar a pronunciar esas palabras pero desde que lo conocía Lee siempre lo había retado y empujado a sus límites.
-Yo también te amo Gaara.- afirmo el genio del trabajo duro besándolo suavemente, sabía que el pelirrojo debía de irse en unos minutos más y aunque odiaba tener que despedirse sabía que el tiempo separados sólo lograría que el reencuentro fuera más dulce.
Subieron a la azotea de su casa justo cuando comenzaba el amanecer.
-Te veré pronto- afirmo Lee besando al dueño de su alma. -Iré a Suna en cuanto termine mi próxima misión.
-Hasta entonces.- murmuro el kazekage al terminar el beso, así mientras el sol iluminaba el nuevo día Gaara desapareció en un nube de arena que se alejaba con el viento.
El pelinegro permaneció mirando el horizonte seguro que si se esforzaba terminaría con su misión dos días antes y Tsunade le permitiría irlo a visitar, mientras tanto conservaría el calor de ese beso hasta volverlo a ver.
Fin
Lo sé esto destila miel pero dicen por ahí una de cal por las que van de “arena”. Quiero agradecer a Kakairu y Adid por esta idea de la semana Gaalee aquí les dejo mi granito de “arena”. A todas gracias por leer. Y déjenme sus reviews por fa.