Eric Theodore Cartman, un chico de cabello castaño, y ojos azules //si..si xD Cartman tiene ojos azules, recordemos que en el episodio de la tercera temporada “El súcubo” a Eric le dan los ojos de Kenny, y bueeno XD // ¿que se podía decir de el? ¿Qué dedicaba su vida a molestar a kyle? ¿Qué había bajado de peso durante la secundaria solo para ganar una apuesta con el pobre el hippie y el judío? ¿O que estaba enamorado? Ohh si, estaba profundamente enamorado.
Pero ¿de quién? ¿Patty Nelson? No ella no, ella estaba en el pasado, y el pasado es pasado, aquella persona, era quien desde la infancia siempre había estado junto a él, apoyándole cada idiotez con la que salía, y cuando creyó estar enamorado de esa persona, ohh que mal le fue, simplemente pensar “yo…sentir algo por…!!NO!! ¡¡NI PENSARLO!!” Y ese asunto simplemente le había rondado por la cabeza las últimas tres semanas, pero por más que hubiese dolido el orgullo, por más que lo hubiese negado, él ahora lo sabía, estaba enamorado.. estaba profundamente enamorado de Leopold “Butters” Stoch.
Ahora se alejaba de él, cada vez que caminaba por la calle y le miraba, intentaba tomar otro camino para no cruzarse con él, simplemente no podía, cada vez que el rubio tan solo lo tomaba del hombro, sentía que el corazón le explotaría y las palabras de amor saldrían, pero Eric Cartman no era un tipo así, él era un cabron ,antisemita y racista, tomando en cuenta que criticaba todo lo que se le cruzara, hacia burlas de todos y siempre se salía con la suya, ¿Por qué alguien así amaba a Leopold Stoch? y sobre todo ¿Por qué alguien como Leopold Stoch amaba a alguien como Eric Cartman?
Leopold Stoch, más conocido entre sus amigos como “Butters” un joven rubio de ojos azules, su carácter era el de un chico muy tierno y amable con todos, siempre hacían lo que le pedían, sin importar si eso le perjudicaría al final, era el mejor amigo de Cartman, su amor platónico desde que tenía memoria.
Ese era su más profundo secreto, solo sus amigos Pip y Kenny lo sabían. // si si, sé que Pip murió en la temporada 14… “un minuto de silencio” pero es mi historia, y no se…pensare que Damien lo revivió con sus poderes satánicos porque lo ama o algo asi XD //
Pero.. ¿Por qué un ángel como lo era Butters.. estaba enamorado de un demonio como lo era Cartman? Ni el mismo lo sabía, solo supo que desde que lo vio, su pequeño corazón había caído completamente a las redes de esos ojos maliciosos y abrumadores, que después de los nueve años habían cambiado de marrón a azul, nadie supo porque, y nadie pregunto.
Pero había algo que no estaba bien, Butters sentía que el castaño le ignoraba desde hace un tiempo, y a pesar de fingir que no le importaba, dentro de sí ocurría todo lo contrario, apenas se le acercaba para hablarle y el mayor ya se encontraba alejándose de él, eso le dolía mucho al rubio, no lo entendía, ni siquiera podía preguntarle el porqué de esa actitud, tan solo bastaba con que Cartman lo viera para que estuviese alejándose.
Pero con esa actitud, ¿Cómo podría ocurrir algo entre ellos? No, no se podría, Butters tenía que hacer algo, cuando creía que perdía a lo que más le importaba en este mundo.
Esa mañana, faltaba un día para San Valentín, Butters estaba emocionado, hace varios meses que ahorraba de su salario trabajando en la cafetería del padre de tweek, y tan solo ayer lo había logrado, había comprado un hermoso reloj de oro, con un pequeño símbolo de la svástica rojo gravado junto a las manecillas, ohh cuanto había costado ese reloj, y en especial la forma en que lo miraron cuando pidió que grabaran en el aquel símbolo, pero no importaba, solo esperaba dárselo aquella persona, en el día del amor, para después declararle sus sentimientos, lo había ensayado varias veces, e incluso le había pedido a Kenny que fuera su modelo para intentar decirle a él lo que quería decirle a Cartman, pero incluso con Kenny se ponía nervioso, no se imaginaba como se pondría con el verdadero dueño de su corazón.
Abrió su closet y saco de ahí una pequeña cajita roja, que tenía escrita “te amo GENIAL-O” con una hermosa caligrafía, el mismo lo escribió con plumón, ahí estaba guardado el reloj, lo miro por un instante, sonrió, estaba orgulloso de que por fin mañana le daría aquello que con tanto esfuerzo consiguió, la guardo antes de que por casualidad alguno de sus padres entrara y lo viera con eso, si sus padres llegaran a saber el significado de aquel delicado artefacto, no quería ni imaginarse como lo castigarían.
Después de haber tomado rápidamente una ducha y haberse vestido con su ropa de siempre (una sudadera entre azul y turquesa, con jeans verdes y converse negro) bajo con una tierna sonrisa a la cocina donde su madre cocinaba huevo frito para desayunar.
-hoola mami hoola papi- les saludo sentándose en la mesa junto a su padre quien daba un sorbo a su café mientras leía el periódico.
-hola Butters- le saludaron al unísono, su madre dejo delante suyo un plato con dos huevos, después fue a servirle a su esposo.
-graacias mami- agradeció el chico rubio comiendo con aquella felicidad típica en él, reviso su celular, aún faltaban 20 minutos para llegar a la preparatoria, cuando termino de comer se levantó de su lugar y tomo su mochila –yaa me voy maami y papii- se despidió caminando hacia la puerta.
-adiós Butters- le despidieron al mismo tiempo sin darle mucha importancia, el rubio caminaba sonrientemente mirando las tiendas y casas que veía a diario cuando iba a la escuela, no tenía la necesidad de tomar el autobús, en quince minutos ya estaría en el instituto.
Cuando llego lo vio, reía con Stan Kyle y Kenny a un lado de su casillero, soltó un suspiro como niña enamorada, se acercó tímidamente juntando sus nudillos como solía hacerlo desde más pequeño, trago saliva y por fin hablo.
-hoola chicos- les saludo tiernamente, más sus ojos se entristecieron cuando vio como el castaño guardaba sus cosas rápidamente en el casillero y lo cerraba de golpe.
-nos vemos después- dijo el más alto con un tono de voz un poco frio para el parecer de Butters, este solo miro el piso conteniendo sus lágrimas, no sabía desde hace cuánto Cartman le había estado ignorando, pero eso dolía, aún más que una acuchillada en su corazón, aún más que mil cuchillas en su pecho.
-Butters.. estas bien?- le pregunto el rubio mirando con un poco de preocupación al pequeño que se le empezaban a notar los ojos rojos de tanto contener aquellas amargas gotas.
-Sii..si Kenny.. noo te preocupes- le dedico la sonrisa más verdadera y feliz que pudo, ¿pero a quien engañaba? Él se estaba muriendo por dentro.
-seguro?- el de anorak naranja sabía perfectamente que nada estaba bien, y también sabía que la causa de todo el sufrimiento del pequeño era nada más y nada menos que Cartman, solo que no quería interferir mucho en la vida amorosa del otro.
-sii .. no.. no hay problema- y salió corriendo de ahí con las miradas desconcertantes de Stan y Kyle, Kenny dio un suspiro mientras sacaba de su casillero una libreta –pobre Butters…-susurro sin que los otros le escucharan.
El rubio ahora se encontraba llorando en un cubículo de los baños, ¿Por qué dolía tanto? La campana sonó, limpio rápidamente sus lágrimas con un pañuelo que llevaba en mano, y con la mejor sonrisa que pudo, salió del baño, en ese momento le tocaba historia, y para su “estupenda” suerte, a Cartman también, antes solían sentarse juntos, pero desde que el castaño de distancio, el chico hizo apropósito una petición al maestro para que le cambiaran de lugar, ¿Por qué le lastimaba de esa manera? ¿Acaso el hizo algo que no debió o le molesto al castaño sin darse cuenta? No lo sabía, y no lograba entenderlo, lo único que esperaba era poder darle el reloj el 14 de febrero, y por nada del mundo, dejaría que Cartman se escapara ese día.
Llego a clases, aun la profesora no llegaba, sentándose en su lugar, lo miro, dibujando en su libreta, Cartman nunca le dejo ver a Butters aquellos dibujos, pensó que sería algo personal, así que no le tomaba mucha importancia.
En ese momento entro un maestro al salón, varios alumnos se quedaron mirándolo ante su desconcertación, reconocían claramente a ese maestro, aquel que fue su maestro gran parte de la primaria.
-¿Señor Garrison?- pregunto Bebe extrañada por la repentina aparición de su antiguo profesor, y ¿Cómo no extrañarse? Pasaron años desde que no sabían nada de él, claro, a veces lo veían caminar por la calle y eso era todo, jamás imaginaron volvérselo a encontrar en el mismo salón que ellos.
-Buenos días Bebe, y buenos días alumnos- sonrió complacido al ver a sus antiguos alumnos, aun les recordaba cuando tan solo eran unos mocosos de primaria, y verlos ahora le causaba algo de satisfacción. –para quienes no me conocen, mi nombre es “Señor Garrison”- comenzó a escribir en el pizarrón.
-sí, ya lo conocemos- dijo el castaño con aburrimiento en el rostro, jugando con una pluma.
-¿Qué hace aquí señor Garrison?- pregunto Craig mirando atento al maestro quien dejaba una mochila a un lado del escritorio.
-su maestra tuvo un accidente, le dio cáncer en la vagina por andar de puta –soltó una pequeña risa- y como hoy los niños de primaria no tenían clase y me encontré por ahí al director, me pidió que fuera su maestro sustituto por un día..ohh pero yo sé que me extrañaron ¿no chicos?- espero a que los que fueron sus antiguos alumnos sonrieran cálidamente o simplemente esperaba un “si, lo extrañamos” pero…
-laa verdad heemos estado mu-muy biien sin usteed- se escuchó la voz de un rubio casi al frente de la clase, el mayor le miro con desprecio, típico del señor Garrison.
-no, ustedes me extrañaron- concluyo de una forma molesta sentándose en el escritorio -bien, pasare lista –miro los nombres de los alumnos en aquella lista, y uno a uno los fue nombrando, después de eso comenzó a anotar algo en varios papelitos y al final los hizo bolita –bien, cada quien, venga y tome uno- se quedaron mirándole con extrañeza, pero siendo sinceros ¿Qué otra cosa se podría esperar de ese hombre?
-¿paara que ees esoo?- cuestiono Butters inocentemente juntando sus nudillos.
-cada quien tomara una, y quien le salga tendrá que darle algo mañana en día de San Valentín- el señor Garrison parecía aburrido por la misma idea, pero eso había sido orden del director “un pequeño intercambio, y si alguien no cumplía lo joderian” //no se ustedes, pero eso hacen en mi escuela por estas fechas D: // .
Al escuchar tal noticia, los ojos azulados de Butters se iluminaron completamente, por un momento, tuvo la esperanza de que Cartman fuera quien le diera su regalo en el intercambio de San Valentín, no habría cosa que le hiciera más feliz que eso, se levantó de su lugar y fue a tomar un papelito, al verlo simplemente lo guardo en su bolsillo sin mucha importancia “Wendy Testaburger” solo esperaba que su amigo Stan no se molestara por darle el un regalo a su novia.
Y así cada quien tomo un papelito, algunos se alegraban, otros se desilusionaban, otros simplemente ponían cara de asco //ß yo xD// cada quien volvió a sentarse en su lugar, el señor Garrison comenzó a apuntar varias cosas en el pizarrón, explicando sobre temas que ya habían visto desde hace algunas semanas, a Butters realmente se le hacía aburrida la clase, miraba de vez en cuando de reojo al castaño, y en sus mejillas se formaba un ligero rubor, cuando por fin la campana sonó para salir a receso, el rubio tomó sus cosas y salió del salón, dirigiéndose a su casillero, se encontró con un chico ingles que igual guardaba sus cosas y sacaba las de las siguientes materias.
-hola Butters- le saludo amablemente guardando sus libros.
-hola Pip- correspondió el otro rubio quien igual guardaba un par de libros, un silencio incomodo fuera de las pláticas y ruido ajeno, se formó en ese pequeño ambiente, Butters juntaba sus nudillos, y Pip miraba el piso encajando sus dedos en los libros que llevaba.
-hmm… ¿y cómo has estado?- por fin hablo el inglés mirándole a los ojos al otro chico.
-bi-biien y tú?- Butters miro igualmente a Pip, hablar con él a veces le ponía nervioso, no porque el chico fuese mala persona, o le gustara, pero constantemente le insistía con un tema en particular…
-yo bien…oye…-y he aquí ese tema en particular- ¿cómo van las cosas con Cartman?- siempre que hablaban, ese era el tema principal de la conversación, aunque a veces eso le incomodara un poco a Butters , no había nadie mejor que Pip para desahogarse, y en este momento, lo necesitaba más que nunca, le abrazo con pequeñas lágrimas en sus orbes azules, Pip le abrazaba intentando consolarle, comprendía perfectamente cuál era su dolor, en especial porque a él le sucedía algo parecido, hace tiempo que el mismo se había decidido a decirle sus sentimientos a Damien, ¿pero cómo hacerlo cuando el azabache llevaba faltando a la escuela por más de dos semanas, eso no solo le dolía, le preocupaba.
Ambos caminaron juntos a la cafetería, sentándose juntos en una pequeña mesa un poco alejada a las demás, hablaban de temas poco importantes, como tareas y trabajos, ni Butters ni Pip sabían desde cuando se volvieron amigos tan cercanos, tal vez desde que descubrieron que sus situaciones eran similares, y para apoyarse, se tenían uno a otro.
-aaproposiito Pip, ¿No sabes que ha pasado con Damien?- pregunto su amigo juntando sus nudillos, el otro rubio miro la mesa con una expresión melancólica, soltó un suspiro.
-no sé nada de él desde hace dos semanas, lo he llamado, he preguntado a sus amigos, pero nadie sabe nada- su voz a punto de quebrarse lo decía todo, aunque a Butters realmente no le importaba mucho Damien, se preocupaba por su amigo, y también le causaba un poco de intriga.
-el apareceraa pronto, eestoy seguro- le sonrió intentando de transmitirle un poco de confianza, Pip también sonrió, la campana volvió a sonar, cada quien fue por sus libros de la siguiente hora y se despidieron.
Las clases fueron largas, muy largas, en especial cuando tratas de concentrarte pero solo hay algo rondando por tu mente… alguien mejor dicho, pero por fin después de varias horas, terminaron, Butters fue a su casillero a guardar sus cosas, cuando lo cerró y dio vuelta para ir a casa, sintió que chocaba con alguien, al levantar la vista, sus mejillas tomaron un color rojizo, Cartman miraba con nerviosismo al más pequeño de estatura.
-E-Eriic…- intento tomarle de la mano, pero antes de eso el castaño retrocedió, de nuevo, esa actitud, cuando sus orbes azules se acumulaban de lágrimas, solo pudo ver a Cartman alejándose…una vez más.
Ahora él se encontraba recostado sobre su cama, cubriendo su rostro contra la almohada, sabía que ya no podía con todo eso, su corazón estaba destrozado, la cajita entre sus manos, la miro con los ojos hinchados de tanto haber llorado, le abrió viendo el contenido, lo odiaba, odiaba estar enamorado de Eric Cartman, porque…¿Por qué de todas las personas en el mundo tuvo que ser Eric Cartman? La única persona con la que probablemente jamás tendría una oportunidad… pero no tenía por qué darse por vencido, no hasta mañana, mañana…pasara lo que pasara, le daría ese reloj a Cartman, junto con todos sus sentimientos reprimidos –te amo... GENIAL-O- susurro besando el reloj que se encontraba entre sus manos para volver a guardarlo.