La primera vez que sintió que su corazón se rompió fue hace varios años, era navidad y había decidido que la fecha era perfecta para declararse al chico que le gustaba. Era una noche fría de diciembre, la fiesta de navidad era el lugar perfecto para su declaración, dejo una nota un día antes en el pupitre de Jongin para citarlo a la azotea a media noche. Baekhyun, su mejor amigo, creyó que eso era una excelente idea; mientras que Jongdae y Luhan, lo habían molestado todo el día con el posible desenlace.
Pero no todas las declaraciones terminan bien, Jongin asistió al encuentro, y con ello Kyungsoo termino contándole sus sentimientos pero nunca se imaginó que el otro chico lo rechazaría de manera educada, sin burlas de por medio.
-Lo siento-le había dicho suavemente-pero no puedo corresponderte.
-No hay problema-susurro con el corazón en la mano y a punto de llorar-solo quería que lo supieras.
-Pero gracias por decírmelo-se acercó lentamente a él.
-No hay problema-se dio media vuelta dispuesto a irse, pero la voy de Jongin lo detuvo.
-A mí me gusta Taemin…-le confeso, y Kyungsoo sintió que su corazón se destrozaba más y que la furia se apoderaba de él.
-No me interesa-susurro y se fue rápidamente antes que algo inapropiado, como un insulto, saliera de sus labios.
Había pasado de eso ya varios años, ahora Kyungsoo se había convertido en un reconocido escritor en el mundo entero, la vida le había sonreído; ahora trabaja bajo el seudónimo de D.O, y todas sus obras eran calificadas de simplemente excelentes. En cuanto a su vida personal no se podía quejar, todavía conservaba a sus viejas amistades: Baekhyun, Jongdae y Luhan; quienes habían sido su apoyo en momentos duros de su vida, como la muerte prematura de sus padres; había hecho más amigos y estaba a punto de ganar un premio nobel… ¿Qué más podría desear?
Por otro lado, sabia de buena fuente, Baekhyun, que Jongin ahora tenía una relación estable con su adorado Taemin; luego de la graduación había logrado entrar a una prestigiosa universidad en Estados Unidos, y ahora era un reconocido productor de cine.
-Estaré bien-se quejó por quinta vez-mi hermano y su novio me han venido a acompañar.
-Kyungsoo solo quiero que sepas que si no ganas, para mí siempre serás el mejor escritor del mundo entero-dijo en tono maternal Baekhyun al otro lado de la línea.
-Lo sé, lo sé-respondió de mala gana-voy a colgar, adiós-colgó el teléfono y volvió al lugar de la ceremonia. Estar en la ceremonia de los premios Novel, era realmente un privilegio, se había encontrado con varios personajes destacados del mundo. Luego de un tiempo la espera había terminado y con ello el esfuerzo de varios años se vio reflejado en su premio, recién obtenido.
-Felicidades-dijeron al mismo tiempo, el novio de su hermano y su hermano.
-Muchas gracias-los abrazo a ambos. Luego de las felicitaciones y la recepción luego de la premiación, volvieron a su hotel. Kyungsoo no paraba de sonreír, en ese momento se sentía el dueño del mundo, entro a su habitación dispuesto a descansar un poco, pero un arreglo de rosas rojas en la mesa del living de la suite donde se encontraba no le permitió. El arreglo tenía una tarjeta y lleno de curiosidad el escritor la leyó:
“Muchas felicitaciones en este momento tan importante para tu carrera profesional, espero que pronto se dé la oportunidad para felicitarte en persona, sinceramente tuyo:
Kai”
La nota pertenecía a Jongin, de eso estaba seguro, suspiro sin ninguna emoción de por medio, hizo bolita la nota y al día siguiente antes de su partida le dijo a la mucama, que tirara las flores o que si quería se podía quedar con ellas; había jurado ya hace años que nunca más pensaría en Jongin y peor aún recibir algo de él, así su vida dependiera de ello, era muy orgulloso.
Dos semanas después se encontraba en su departamento ubicado en el centro se New York, hace un par de años se había mudado a la ciudad que nunca muere; pero generalmente sus estadías en aquella ciudad eran cortas, siempre terminaba por volver a Seúl, todo lo que quería se encontraba allá, sus amigos, su familia y el insoportable pero buena amigo de su editor.
No tenía nada que hacer, simplemente se dedicaba a leer uno que otro libro que a diario compraba en una reconocida librería de la ciudad, mientras que disfrutaba del paisaje urbano de New York. Era viernes en la mañana cuando despertó de muy buen humor, puso música muy alegre mientras comenzaba con su ritual de limpieza semanal. Mientras ordenaba iba moviéndose al compás de la música. Pero el timbre de su casa termino con su concentración.
-Bueno días-la sonrisa arrogante de Jongin le dio los buenos días, cuando abrió la puerta.
-No tan buenos-respondió a la defensiva.
-¿Puedo pasar?-pregunto amablemente, Kyungsoo asistió y se hizo a un lado, dándole acceso a su departamento al productor-lindo departamento.
-Gracias-respondió secamente Kyungsoo-¿Qué te trae por aquí?
-¿Recibiste mis flores?-pregunto esquivando la pregunta del escritor.
-Si-respondió-le dije a la mucama que me atendía que las tirara o se las quedara-el otro lo miro sorprendido-no te preocupes si leí tu tarjeta Kai.
-No se lo digas a la prensa-dejo un paquete en sima de la mesa del comedor, mientras el mayor cerraba la puerta, el menor se sentó en un sillón individual.
-¿Qué cosa?-pregunto secamente-que tu apodo en la preparatoria era Kai, o que me enviaste flores, por cierto rosas rojas…que significan quiero sexo contigo.
-Lo primero y si me preguntas no quiero tener sexo contigo-sonrio de lado, Kyungsoo no dejo de míralo inexpresivamente- pensé que te gustarían, después de todo sé que te gusto.
-Eso era en la preparatoria-respondió secamente-el tiempo pasa y no te creas tanto, solo fuiste algo pasajero, además a mí no me gustan los jugadores-Jongin lanzo una carcajada al aire.
-Bien, haz madurado mucho Kyungsoo, o debería llamarte D.O.
-Como quieras-susurro-ve al grano Jongin… ¿Qué es lo que quieres?
-Quiero hacer una película con el libro, con el que ganaste el novel-respondió seguro.
-No-respondió sin pensarlo dos veces-no quiero que un libro serio, se convierta en una de tus películas mediocres, me gusta que mis historias se queden como estén, ahí solo en libros.
-Mis películas no son mediocres-respondió empezando a molestarse-casi todas han ganado por lo menos un Oscar.
-Hazme un favor y vete de mi casa-volvió a abrir la puerta, le menor simplemente lo miro arrogante-hablo en serio, vete.
-No hasta que me digas que si-Kyungsoo suspiro fastidiado y decidió echar al productor por su propia cuenta.
-Vete-lo empujo hasta la puerta-no quiero verte nunca más en mi vida, quiero que tengas eso muy claro, vete ahora antes que llame a la policía.
-¿Por qué me tratas de esa manera Kyungsoo?-pregunto pasando el umbral de la puerta-ya se, me odias porque te rechace, eso es infantil porque dijiste que ya no te gustaba-sonrió-a menos que aun te guste-lo tomo fuertemente de la barbilla intentando besarle, pero el mayor lo empujo y le clavo una cachetada lo suficientemente fuerte, dejando la cara del más alto demasiado roja.
-Escucha muy bien lo que voy a decir Kim Jongin-el productor se sobaba la parte afectada de su cara-tu NO ME GUSTAS MÁS, te quiero fuera de mi vida para siempre, no quiero ver tu miserable cara nunca más hasta que me muera.
-No podrás olvidarme-susurro y Kyungsoo le cerró la puerta en la cara. El mayor se deslizo tras la puerta llorando amargamente, no podía negar que aun Jongin le estremecía, y eso le dolía mucho.
De aquel último encuentro habían pasado ya un mes, Kyungsoo había vuelto a Seúl para evitar cualquier tipo de visita inesperada y desagradable, sin embargo no estaba huyendo de Jongin, o eso era lo que había intentado auto convencerse. Estar en Seúl era siempre agradable, pues pasaba más tiempo con sus amigos y su familia. Era miércoles en la tarde cuando había recibido la llamada de un viejo amigo, se podría decir que era el único amigo que tenía en común con Jongin; Kris, como se llamaba su amigo, lo había invitado a tomar un café en una reconocida cafetería en el centro de la ciudad.
Como siempre Kris era muy puntual y cuando llego el escritor, el chico ya lo había estado esperando hace diez minutos exactos.
-No había tenido la oportunidad de felicitarte por haber ganado un novel-comento luego que los saludos finalizaron.
-Enviaste un correo sentimentalista, donde decías que estabas muy orgulloso de mí, es lo mismo-rio suavemente-por cierto sigues pésimo para la gramática y la ortografía.
-Sabes que no me da eso tan bien como a ti-comento uniéndose a las risas del escritor-¿Cómo has estado Kyungsoo?
-Bien-respondió sin mirar a su acompañante-ya sabes, he estado un poco ocupado, entrevistas, firmas de libro, etc., etc.
-La otra semana me llamo Jongin-al menor se le helo la sangre en ese momento y decidió mirar al gran ventanal de la cafetería para evitar cualquier contacto visual con Kris-supe que fue a buscarte en tu departamento en New York.
-No quiero hablar de eso-respondió cortante-solo quiero enterrarlo para siempre y fin, no quiero saber nada de él-el mayor suspiro agotado.
-Eso paso hace mucho años ya Kyungsoo; me conto que se portó como un patán y que está completamente arrepentido, y en serio sonaba arrepentido y sabes que eso no es común en él
-Que su arrepentimiento se quede él mismo-respondió tájate dispuesto a irse pero el mayor lo detuvo.
-No puedo creer que hayas rechazado una oferta de esa naturaleza-comento- Kim Jongin es el productor del momento y una película de tu libro sería un gran negocio para los dos.
-No quiero Wufan-respondió tajante y mirando fríamente a su amigo-no quiero, no quiero verlo de nuevo, no quiero volver a tener ningún contacto con él de ninguna manera-se dio la vuelta dispuesto a irse pero la voz del mayor lo detuvo.
-¿A dónde fue el chico seguro se si mismo que conocí hace varios años?-pregunto casi gritando-¿A dónde fue el chico que cuando fue rechazado no le importó y siguió con su vida?...Kyungsoo deja el orgullo atrás y olvida el pasado, y vuelve a ser el mismo Kyungsoo antes de la confesión.
-No hyung, no puedo hacer aquello porque no es lo mismo, no es igual; las cosas han cambiado para siempre y yo también-se dio media vuelta y desapareció por la puerta.
Continuara…