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El ángel que quiero yo por Allure

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Notas del fanfic:

Ni Suprnatural o sus personajes me pertenecen...blablabla

Notas del capitulo:

Acepto que he escrito cosas mejores pero cuando empeze no pude parar...dedicado a Canek,que me da una mano cada vez que se lo pido.

¡NO AL PLAGIO!

Dean se dijo a si mismo que estaba cometiendo una de las estupideces más grandes de todas su vida y la verdad es que había cometido muchas pero supuso que lo que ahora tenía literalmente entre manos era más grande que sus otras estupideces, bien, ese era su pensamiento personal y no algo que hubiese oído de su hermano pero realmente se sentía tonto.

Esa mañana al despertar en el motel de turno, su hermano, Sam, tenia encendida la radio y la voz del locutor le informo que la mañana recién estaba comenzando y que si no se movía rápido se quedaría sin un presente para celebrar ese día tan especial con su alma gemela, Dean rio entre sueños rumiando las palabras del sujeto pero en ningún momento pudo darle un significado a aquellas palabras…regalo para su alma gemela…estaba seguro que el tipo había dicho algo mas pero el sueño estaba comenzando a ganarle otra vez, volver a dormirse era una magnífica idea pero su hermanito tuvo una mejor idea al arrancarle la sabana de encima

— ¡Despierta, perezoso!—el rubio tembló notando el frio de la mañana y soltándole al pelilargo unos insultos salió de la cama y camino hacia la ducha—tenemos mucho trabajo—

—Pensé que ya habíamos acabado con esos vampiros—se quejo dejando caer el agua de la ducha sobre su cuerpo para despertar, Sam se paseo por fuera del baño recogiendo sus cosas en su mochila—Alguna vez me gustaría tener vacaciones…irme a Hawaii y que una chica preciosa me lleve un coco—

—Pues lo siento por ti pero mientras revisaba unas noticias descubrí que en el pueblo que esta a unos cuantos kilómetros de este están pasando unas cosas muy raras—Sam salió del cuarto llevando la mochila al auto—así que tenemos que ir—

—Define “raras”—cuestiono Dean saliendo del baño con una toalla atada a la cintura como única prenda—no estoy seguro que tu y yo tengamos la misma definición—

—Raro significa algo que es extraordinario, singular o muy poco frecuente…algo que no es común—la voz monocorde del ángel  lo hizo voltear casi de un salto, Castiel había aparecido a su espalda y estaba mirándolo fijamente—Buenos días, Dean—

—Joder…algún día te pondré un puto cascabel—se quejo dándose cuenta que la mirada del ser angelical había descendido hasta cierta parte del rubio— ¡Hey! Tengo los ojos aquí arriba ¿sabes?—

—Mis disculpas, Dean…debo retirarme—en un parpadeo el castaño desapareció de la vista del cazador que se quedo mirando el lugar donde antes estuviese parado Castiel, la extraña actitud del otro lo puso un poco nervioso…y si había que decirlo, un poco cachondo… ¡pero solo un poco! pues él era el cazador mas macho entre todos los cazadores machos…bien, esa categoría la había inventado el pero estaba seguro que a nadie más se le ocurrió

— ¿Qué quería, Cass?…oí su voz—Sam asomo la cabeza por la puerta de entrada arrugando el ceño al ver a su hermano casi desnudo—vístete de una vez ¿Qué pensara Cass de ti?—

La respuesta se quedo en el aire, Dean no se molesto en responderle porque desde hacia cierto tiempo estaba comenzando a darse cuenta que los pensamientos del dichoso angelito no eran muy diferentes a los suyos propios, el rubio sabía que estaba anotándose un par de pecados nuevos a su lista al pensar en arrebatarle la inocencia al ángel pero no podía pensar en otra cosa desde que se encontrara al angelito mirando una película porno gay mientras distraídamente se acariciaba el estomago muy cerca de su entrepierna, esa noche aduciendo que debía ducharse para ir a conquistar chicas se había encerrado en el baño para masturbarse hasta que no había  podido mas

El impala se detuvo frente a un motel de aspecto hogareño, casi el único en todo el pequeño lugar al que habían venido a dar, después de estacionarse Sam por poco no sale corriendo del auto para entrar al cuarto, con una risita Dean dedujo que el desayuno le pudo haber caído mal y lo siguió dándose cuenta que su hermanito si se había encerrado en el baño pero en vez de oir los sonidos acostumbrados cuando Sam enfermaba lo único que oyó fue al menor hablando animadamente con alguien, sin querer meterse en la vida de su hermano Dean regreso por donde llegara y se monto en su querido auto para dirigirse a la licorería más cercana y comprar algo para beber, mientras atravesaba el pueblo pudo notar que la mayoría de los negocios estaban adornando sus escaparates con corazones, flores y…pequeños cupidos

—Ni siquiera se parecen al original—murmuro bajando la velocidad para mirar mejor al bebé alado que alguien pusiera en la vitrina—el original es un tipo que da escalofríos—

—A los humanos les gusta representar a los ángeles como si fuésemos unos niños—la repentina aparición del ángel sentado a su lado logro hacerle perder un segundo el control del volante—yo tengo más de mil años…ya no soy un niño—

—¡Mierda!...deja de aparecerte como si fueras un fantasma—recupero rápidamente el control del auto, miro por el espejo retrovisor al ángel que estaba sentado en el asiento trasero—no conozco a todos los ángeles del universo pero definitivamente tu eres el más extraño—

—Esa es tu opinión personal…Dean ¿Qué hacemos aquí?—ignorándolo el ojiazul desvió su mirada hacia la ventanilla mirando también los corazones que se encontraban en las vitrinas—no puedo sentir ninguna presencia demoniaca aquí…a no ser que estén buscando a Cupido—

—Sam dijo que debíamos venir…espera ¿no hay nada?—eso era rarísimo, no se imaginaba porque su hermanito querría engañarlo pero sabía que Castiel no le mentía pues el ángel no era hábil haciéndolo—necesito una cerveza…luego hablare con Sammy—

Sentados en un bar el ángel y el cazador trataron de averiguar que estaba planeando el menor de los Winchester, mientras el humano bebía una cerveza los ojos azules del ser angelical recorrieron el perfil del otro  que sentado en un banco a su lado también estaba bebiendo una cerveza, los ojos del ángel se detuvieron en la boca de Dean mientras este le daba un largo trago a su bebida, después bajaron por su garganta y siguió hipnotizado el movimiento de la nuez, como subía y bajaba, se le antojaba ver ese mismo movimiento cuando el rubio le hiciese eso que hacían en las películas que viera en internet…mamada recordó que le llamaban, los actores se veían tan felices cuando su compañero se las hacían y él quería tanto ser feliz con el ojiverde…repentinamente el cazador se giro hacia el mirándolo un poco confundido, el ángel temió haber sido descubierto pero en cambio la mirada en el rostro de Dean estaba ensombrecida

— ¿Es posible que Sam…ya sabes haya vuelto…?—no quería terminar esa pregunta ya bastante había tenido con eso antes—se que él me juro que no…pero yo…—

—Dean, debes confiar en tu hermano…Sam, no ha vuelto a beber sangre de demonio—algo que odiaba era ver al rubio triste o preocupado por algo, si estuviese en su mano Dean se iría directamente al paraíso…con él a su lado, por supuesto— ¿quizás si le preguntas te diga la verdad?—

—No creo que lo haga, si se lo pregunto probablemente se enfade por no confiar en el…debemos averiguar la verdad de otra forma—de repente sus ojos volvieron a iluminarse y sin mediar explicación alguna saco algo de dinero de su bolsillo para pagar ambas cervezas y salió en búsqueda de su auto, Castiel al verle salir del bar, desapareció para volver a materializarse a su lado en el asiento del co piloto—lo seguiremos y así sabremos que trama—

Lo que al principio pareciera una grandiosa idea se había transformado en una muy mala película romántica, siguieron al menor por todo el pueblo mientras este parecía estar reuniendo varias cosas al azar, primero había sido una visita a la florería, luego casi dos horas en el pequeño centro comercial donde el menor se compro un traje, al salir de la tienda se había dirigido directamente a una chocolatería y allí llevaba ya diez minutos…escondidos tras un pilar su hermano y el ángel seguían cada uno de sus movimientos

—No puedo creer que Sammy vaya a tener una cita—murmuro el rubio escondiéndose rápidamente para que su hermano no lo viera—pero si no me ha hablado de ninguna chica—

—Es normal, esta fecha es la que los humanos dedican a sus rituales de apareamiento—respondió el ángel ganándose una mirada enfadada del otro—ustedes lo llaman San Valentín ¿no?—

—Lo dices como si fuéramos animales…mira, Cass, no todos somos como tú crees…personalmente considero este día como una total molestia, algo que solo sirve para hacer que idiotas desesperados compren regalos inútiles—el cazador salió de su escondite apenas Sam salió de la tienda cargado de una pequeña caja de chocolates en forma de corazón—vamos, necesito saber con quién se reunirá—

Sin mirar atrás Dean siguió a su hermano sin siquiera darse cuenta que la expresión del ángel cambiara totalmente, saco del bolsillo de su abrigo la pequeña caja de bombones rellenos de que le había comprado al rubio apenas supo que significaba el día de san Valentín, había estado investigando un poco sobre la festividad y quería darle algo a la persona que ocupaba su corazón pero al oír al ojiverde se sentía algo tonto…era obvio que el otro no lo veía de la misma forma y eso le dolía muchísimo…desapareció sin siquiera despedirse del humano que solo se vino a dar cuenta que Cass ya no estaba con el cuándo Sam regreso al motel donde estaban hospedándose

—Voy a salir con alguien…no es necesario que me esperes—le dijo su hermano al salir vestido como si fuese a reunirse con una supermodelo, Dean lo observo desde la cama donde estaba tirado, desde que el angelito desapareciera ya no tenía ganas de saber quién era la misteriosa cita de Sam, no sabía porque Castiel se había marchado, no estaba seguro si era por algo que hubiese dicho o no hubiese dicho—Suerte, Sammy, con tu chica—

—Si…mi chica—se sonrojo al oír a su hermano y despidiéndose abandono la habitación dejándole solo…los primeros minutos pues alguien que realmente no esperaba se apareció en la habitación, Gabriel se quedo mirándolo con una mueca de enojo, a pesar de sospechar que nada bueno podía significar que el ángel estuviese allí se quedo donde estaba

— ¿Puedo ayudarte en algo?—pregunto viendo al otro acercarse—no estoy de ánimo para tus tonterías—

—Debo decir que siento lo mismo…pero no vine aquí por mi sino por mi hermano Castiel…todavía no entiendo cómo puedes gustarle tanto siendo uno de los monos más tontos que he conocido—

—Ya ves, soy una caja de sorpresas…espera ¿dijiste que le gusto a Cass?—el arcángel miro el techo como buscando paciencia—eso…no…él nunca me dijo…—

—Por si no te has dado cuenta el no es precisamente un libro abierto…si estoy aquí es por ayudarle a él y no a ti…bueno, por Cass y Sam…gracias por aceptar lo nuestro—

—¿Qué…?¿a qué te refieres…?—no pudo preguntar mas pues el rubio con una sonrisa grabada en su rostro y un chasquido de dedos desapareció frente a él, estaba seguro que el maldito había dicho algo sobre su hermano pero no tenía tiempo que perder, necesitaba oír de la boca de Castiel lo que el ojidorado dijera, se puso su chaqueta y salió de la habitación en dirección a la única tienda que sabia estaba abierta: la de la gasolinera…compro unas cosas y volvió casi corriendo al motel y después de poner apresuradamente lo que comprara en la mesa se paro al medio del cuarto y oro…oro hasta que sintió un escalofrió en su espalda, volteo encontrándose con la mirada azul del ángel

— ¿Me necesitas, Dean?—pregunto perdiéndose en los ojos esmeralda del cazador—¿Qué puedo hacer por ti?—

—Primero, necesito que te calles y segundo que me digas si lo que Gabe me dijo es real… ¿te gusto?—aquello tomo desprevenido al ángel, cuando oyó la oración de su protegido estaba seguro que lo llamaba para preguntarle algo sobre dios o el cielo pero en cambio se encontró con el rubio preguntándole sobre sus sentimientos—no sé cómo llegaste a sentir algo así…pero creo que yo siento lo mismo—

A pesar de saber que su audición era perfecta Castiel temió haberse equivocado al oir lo que el rubio le confesara, al llegar no esperaba que Dean le dijera eso pero ahí estaba el rubor en las mejillas del ojiverde…se permitió sonreír mientras se acercaba y abrazaba al humano que escondió su rostro en su cuello

—No soy bueno en esto pero creí que podríamos cenar juntos…se que tu no comes pero…—callo con un beso las cosas innecesarias que estaba soltándole el cazador…no le importaba si no le daba nada material ese día, porque ya le había regalado lo único que ansiaba mas: el saber que sus sentimientos eran correspondidos, lo beso hasta que el otro le dio un pequeño golpe para que lo dejara respirar—Cass…soy humano, recuérdalo—

—Jamás lo olvido, Dean—

—Es bueno saberlo…tu hermano estuvo aquí y el me dijo que tu…ya sabes—volvió a meter la cabeza en el hueco de su cuello como si fuese un gatito—quizás me equivoque y no es el maldito que creía—

—Me alegra…después de todo Sam es su novio y no es bueno que ustedes peleen—

—¡¡¡ ¿Qué?!!!—

-------0--------

Mientras tanto en otro lugar de  aquel pueblo, una pareja cenaba a la luz de las velas, el pelilargo miro al ángel que le sonrió picaronamente

-¿De verdad le dijiste a mi hermano que nosotros…?-

-Claro…se puso tan feliz que casi se pone a llorar-  

 

¿Fin?

Notas finales:

Acepto criticas constructivas y hasta algun tomatazo...pero no odio


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