Shinobu Takatsuki solía ser un chico que siempre tenía una sonrisa en el rostro era, amigable y solidario con todos los que le rodeaban, pertenecía a una de las familias más poderosas de todo japón pero cuando Shinobu se graduó de la preparatoria y tenía pensado ingresar a una de las mejores universidades su padre se vio envuelto en un fraude financiero del que nunca pudo comprobar que era inocente, el señor Takatsuki decidió huir con su familia dejando atrás todos los lujos de los que estaban rodeados, huyo con sus dos hijos y su amada esposa. Una tarde tan solo llegó a su casa y decidió huir con su familia, no tuvieron tiempo ni siquiera para tomar su ropa, subieron en su avión privado sin imaginar lo que sucedería.
A pocos minutos de despegar el avión comenzó a presentar complicaciones y se desplomó, fue uno de los peores accidentes, el avión quedo hecho pedazos, todo ardió en llamas y todos los pasajeros murieron al instante, Shinobu fue el único sobreviviente.
-¿Eh? ¿Que sucede? ¿Porque estoy aquí?- decía un debilitado Shinobu despertando en la cama de un hospital
-Doctor! Doctor!- Gritaba una enfermera y un médico se acercó a hablar con Shinobu.
-¿Como te sientes?-
-Bien, solo algo mareado y débil-
-Es completamente normal.....pero dime ¿Sientes tus piernas? ¿Puedes moverte? ¿Como esta tu visión? ¿Tu memoria?-
-Me siento bien doctor, puedo mover cada parte de mi cuerpo y mi vista es de lo mejor, sol que no puedo recordar porque estoy aquí-
-Verás!!! tu llevas en coma alrededor de 2 meses, sufriste un terrible accidente al caer de un avión-
Inmediatamente que Shinobu pudo escuchar lo que el medico le decía las terribles imágenes del accidente aparecieron en su cabeza y se salió de control trató de levantarse de la cama se arrancó el suero que tenía conectado en su mano, gritaba con toda la potencia de su voz.
-¿DÓNDE ESTA MI PAPÁ, MI HERMANA, MI MADRE? ¿como están ellos? Quiero verles quiero verles, saber si están bien- Los gritos de Shinobu podían escucharse por todo el hospital, lloraba como si no hubiera un mañana y fue necesario que entre dos hombres lo detuvieran, le pusieron un sedante y cuando estuvo más tranquilo el doctor pudo explicarle todo.
-Escucha bien muchacho, tu eres Shinobu Takatsuki ¿Lo recuerdas?-
-Si lo recuerdo-
-Cuando tu y tu familia iban en su avión, sufrieron un terrible accidente, todos están muertos ahora, tu fuiste el único sobreviviente, varios abogados vinieron a verte pero no reaccionabas así que te dejaron algunas notas, lamentablemente no tienes derecho a los bienes de los que tu familia era poseedora ya que tu padre cometió un fraude financiero y todos los bienes fueron confiscados, en verdad siento decirte todo esto muchacho-
El rostro de Shinobu empalidecía, tenía la sangre congelada, sus lagrimas cubrían su rostro, no entendía nada, parecía la peor pesadilla de su vida.
-Doctor, ¿Que voy hacer? yo estoy solo, no quiero seguir viviendo-
-Tranquilo....tu no estas solo, el hombre que te rescató se preocupa por ti, él te visita todos los días y ha pagado todas las cuentas del hospital, ya lo llamamos para decirle que reaccionaste él debe venir en camino, el te ha cuidado cada día estoy seguro de que puedes contar con él, es un hombre adinerado-
-¿Pero quién es ese hombre?-
-Mucho gusto en conocerte Shinobu, mi nombre es Tsuda y me alegro de que hayas reaccionado- decía un hombre con un traje sumamente elegante, tenía el cabello corto de color castaño y la barba que cubría sus mejillas lo hacía verse como alguien realmente imponente.
-Gracias por ayudarme-
-No hay nada que agradecer-
El médico salió de la habitación para dejarlos que hablaran, aquel extraño hombre era realmente amable, conversaba con Shinobu como si lo conociera de toda la vida, platicaron por horas y en los siguientes días que Shinobu se recuperaba ese hombre lo visito sin falta, cuando el médico dio salida a Shinobu, sintió algo de miedo por no tener a donde ir, pero Tsuda lo invitó a vivir con él.
Shinobu salió con las manos vacías del hospital, tan solo con la ropa que tenía puesta, se subió en el auto de aquel hombre y durante todo el camino, no podía apartar su mirada de él, poco a poco su corazón experimentaba una extraña sensación, su rostro se tornaba del color carmín al darse cuenta que sentía algo de atracción física por ese hombre que le brindaba su apoyo, se sentía seguro con él, se sentía protegido, sentía como si una parte de su vida estuviera solucionada.
Después de un largo camino llegaron a un apartado de departamentos y cuando bajaron del auto, Tsuda retiro los anteojos obscuros de sus ojos.
-Bien Shinobu yo soy dueño de este complejo de apartamentos, son lo más exclusivos de la ciudad, tu vivirás por supuesto en el mio ¿Que dices?-
Shinobu, estaba impactado con ese sitió solo sonrió y abrazo el cuerpo de Tsuda.
¡HASTA LA PROXIMA!