Shinobu y Tsuda comenzaron a vivir juntos en el mismo departamento, aunque claro cada quien tenía su habitación durante el primer mes de convivencia Tsuda iba al trabajo muy temprano y regresaba muy tarde, todo era demasiado misterioso pero Shinobu nunca se atrevió a preguntar nada, Shinobu trataba de apoyar con algunas labores de la casa como cocinar y la limpieza, pero en algunos instantes que era consciente de su situación rompía en llanto por la tristeza de no tener a su familia, ni siquiera tenía una fotografía, tan solo tenía los recuerdos en su cabeza. Poco a poco era consciente de que se estaba enamorando de ese hombre que le ayudaba sin ninguna condición, día con día su cuerpo iba mejorando y era mas fuerte y sano, al parecer todo comenzaría a mejorar sin dejar de lado que él aún tenía ilusiones de entrar a estudiar a la universidad, pensaba en conseguir algún trabajo para pagar sus estudios, miles de proyectos invadían su cabeza sin estar preparado para lo que estaba a punto de suceder.
-ah Tsuda ¿Cómo te fue?-
-mmm, pues bien, traje algo para cenar, anda vamos a sentarnos-
Los dos comenzaron a cenar, Tsuda permanecía rígido, con perfecta vestimenta y peinado, comía sin decir nada, mientras Shinobu lo observaba a detalle con sus mejillas rojizas.
-Shinobu, hay algo que he querido decirte durante algún tiempo, no estaba seguro de decírtelo, pero tengo la impresión que tu te sientes de la misma forma que yo-
-¿Dime que sucede?-
-Yo estoy enamorado de ti, me enamoré de ti desde que te vi completamente indefenso en aquel accidente, se que soy mayor que tu, pero si tu aceptas podríamos vivir como una pareja y de una vez por todas dejar de dormir en habitaciones separadas- decía Tsuda con una actitud fría, distante y para nada cariñosa, mientras continuaba con su mirada en una revista de negocios.
El rostro de Shinobu se torno completamente rojo, elevo sus hombros y escondía su cabeza como si fuera una tortuga, no entendía del todo esa revelación, él nunca había salido con nadie, nunca había estado enamorado, era la primera vez que alguien le declaraba su amor de una manera tan directa, dado que Tsuda lo había ayudado tanto, Shinobu sintió como la felicidad lo lleno por completo.
-mmm em eto, Tsuda.....yo también estoy enamorado de ti, te amo mucho ¿Pero no es extraño para dos hombres?-
-Mmm eso no tiene importancia, lo único cierto es que los dos nos sentimos atraídos por el otro, además todas las personas que viven aquí me respetan y por lo tanto te respetarán a ti así que esta dicho ahora eres mi compañero de vida y es para siempre, a menos que yo decida lo contrario-
Shinobu era aún tan joven, tan inocente, ten inexperto que no era consciente de la forma tan misteriosa en que se estaban dando las cosas, estaba completamente cegado que ni siquiera notaba las frialdad en las palabras de Tsuda, en un arrebato de sentimentalismo se lanzó sobre Tsuda y le beso la mejilla, pero este hombre comenzó a besuquearlo desenfernadamente, metiendo su lengua en la inexperta boca de Shinobu y acariciando las partes del cuerpo más privadas, hasta que lo cargó y lo lanzó a la cama. Fue una noche apasionada, fue el fin de la virginidad de Shinobu era el primer episodio de una serie de eventos catastróficos.
Desde la primera vez que Shinobu estuvo con Tsuda sexualmente hablando, él hombre se volvió más posesivo, cauteloso, arrogante, Shinobu ni siquiera tuvo oportunidad de hablar sobre sus proyectos de vida ya que Tsuda lo puso al frente de complejo de departamentos, él joven cobraría la renta, informaría a los nuevos inquilinos, se haría cargo de las reparaciones y todo ese tipo de cosas, era una relación extraña donde Tsuda era completamente dominante, comenzó a llenar de ideas erróneas la cabeza de Shinobu que poco a poco frustraron sus ilusiones, Shinobu se sentía realmente enamorado y todo lo que hacía o decía era bajo las ordenes de su pareja.
----------------- 2 años después---------------
Shinobu ya estaba dormido en la cama y Tsuda apareció por la madrugada completamente borracho, hostigando a Shinobu tratando de desnudarlo por la fuerza y utilizando su asquerosa lengua para lamerlo.
-BASTA BASTA PARA DE UNA VEZ TSUDA- decía Shinobu encendiendo la luz de la habitación
-¿QUE DEMONIOS ESTAS DICIENDO?- no seas idiota Shinobu, aquí se hacen las cosas como yo las digo-
-No te soporto estas borracho me iré a dormir a la otra habitación-
Shinobu no pudo salir de la habitación Tsuda utilizó todas sus fuerzas para tomarlo del cabello arrojándolo con brusquedad sobre el suelo frió, el golpe fue tan fuerte que Shinobu estuvo a punto de desvanecerse pero aún le quedaba mucha batalla por dar, empujaba a Tsuda con sus pequeñas manos pero el mayor era mucho más fuerte, lo apretaba sobre el suelo besandolo y acariciándolo de forma terriblemente agresiva.
-BASTA!! ME LASTIMAS- Dijo Shinobu al momento que logro levantarse y salio corriendo de la habitación, pero Tsuda pudo alcanzarlo y le propicio un fuerte golpe con el puño en el rostro provocando que el menor comenzará a sangrar, lo tomo por la fuerza y lo recargó sobre uno de los sillones, rompiéndole la ropa para desnudarlo, de forma apresurada comenzó a invadir su cuerpo con su miembro erecto, embistiéndolo con una fuerza terrible, utilizando los movimientos de su pelvis para entrar más y más en el cuerpo del menor, las piernas de Shinobu se debilitaban y cuando comenzaba a bajar su cuerpo Tsuda lo elevaba violentamente, aquella acción era asquerosa y repugnante Shinobu giraba un poco su cabeza para verlo al rostro, lo único que podía ver era el rostro de Tsuda respirando con fuerza, muy agitado, con los cabellos desordenados escurriendo de sudor, Shinobu solo lloraba pero no tenía forma de escapar, Tsuda gritaba obscenidades cuando llegó a sus puntos de placer más altos justo cuando Shinobu sentía la forma en que sus cuerpo se llenaba del producto de la excitación de Tsuda.
El malvado hombre salió del cuerpo de Shinobu y rió a carcajadas alejándose para ir a dormir. El menor estaba realmente asqueado, se sentía destrozado física y emocionalmente, camino hasta la regadera para asearse, la sangre de su rostro no se detenía, el dolor de su cuerpo lo debilitaba, permaneció en la regadera hasta el amanecer y cuando salió se vistió y permaneció sentado en el sofá hasta que Tsuda despertó y estaba listo para el trabajo.
-¿Que haces ahí viendo como idiota? deberías haber preparado algo de desayunar-
-Tsuda.......¿No piensas disculparte por lo de anoche?-
-Jjajaja por supuesto que no, tu me perteneces y puedo hacer lo que quiera contigo-
-Pero mira como me dejaste el rostro- decía el menor señalando un gran hematoma cerca de sus labios.
-Sabes que Shinobu ya me largo, solo recuerda quien es el que tiene el poder en esta relación, adiós amorcito- menciono Tsuda besando los labios de Shinobu.
Cuando Tsuda salió del departamento, Shinobu comenzó a llorar desesperado.
"¿Que fue lo que paso con él? ¿Cuándo se volvió de esa manera, él es terrible, es asqueroso, me repugna, todo el amor que sentía por él se ha convertido en desprecio, quisiera salir huyendo para siempre de su lado, estoy cansado de su dominio.......pero no tengo a nada ni nadie, yo le pertenezco, es lo que me toco vivir"
Mientras Shinobu continuaba llorando, el timbre sonaba y sonaba hasta que se limpió y pudo abrir la puerta donde aguardaba un apuesto hombre con un rostro verdaderamente amable.
-Buenos días, ¿Es usted el que me puede dar información sobre los departamentos-
-Si soy yo, dígame ¿En que puedo ayudarle?-
-Vera.....recién llegue a la ciudad, soy profesor de la universidad y estoy buscando donde vivir-
-¿Es profesor de la universidad?- cuestionaba Shinobu con una sonrisa en su rosto y una mirada llena de nostalgia
-eee bueno si-
"¿Qué le pasa a este chico, porque se emociona tanto al saber que soy profesor? parece triste, y ese golpe de su boca se ve terrible, me pregunto si se cayó o que le paso"
-¿Cuál es su nombre-
-ah si me llamo Miyagi, gusto en conocerlo- decía el de cabello negro extendiendo su mano para saludar
-Yo soy Shinobu, venga conmigo, le mostraré el departamento disponible-
Ambos caminaron juntos hasta llegar al apartamento, en cuanto Shinobu lo abrió Miyagi quedó fascinado, se mostraba realmente sorprendido.
-Me encaaaanta, lo quiero-
-Si lo quiere, es suyo, solo tiene que firmar algunas cosas-
Cuando fueron al departamento de Shinobu, él ordenaba todos los papeles y Miyagi no podía dejar de ver el gran hematoma junto a sus labios.
-Eee dis....disculpa Shinobu-
-¿Si que pasa?-
-Es solo que....bueno, no quiero parecer indiscreto....pero ¿Qué te sucedió en la boca?-
-¿Eh? ¿Esto? jajaja no es nada, soy tan idiota que me caí-
Miyagi no le creyó nada, se levanto y se acercó al rostro de Shinobu para acariciar con suavidad el gran moretón.
-Esto no parece producto de una caída, mas bien.......parece que alguien te golpeo- en ese preciso instante los ojos grises llenos de tristeza de Shinobu se cruzaron con los amables ojos azules de Miyagi y permanecieron así largos segundos, por algún extraño motivo Miyagi deseaba tomarlo entre sus brazos y hacerle sentir que todo estaría bien, los dos permanecían en completo quietud, viéndose a los ojos, pero Shinobu fue el primero en retirar su mirada.
-Emmm yo estoy bien, no es algo que le importe, bueno este es su contrato ¿Cuando piensa mudarse?-
-Mañana mismo, llega mi mudanza-.....................
¡HASTA LA PRÓXIMA!