Se encontraban los 10 chicos en el primer departamento. Había una torrencial lluvia afuera, y LeeTeuk-Omma intentaba llamar a Shindong, quien hace poco había ido a casa de Nari y no le respondía.
-Ya Teuk -le dijo HeeChul mientras dejaba el candeladro en el suelo con varias velas encendidas- Déjalo, debe estar con Nari en... tu sabes.
-Kim HeeChul ¿Qué te he dicho de hablar de la vida privada de los demás niños? -le reclamó LeeTeuk mientras colgaba el teléfono.
-Hyung, será mejor dejar a Shin en paz -habló SiWon mientras se sentaba junto a HeeChul.
-Sólo por que tú lo dices SiWon -y finalmente LeeTeuk dejó de llamar.
-Vaya, es una noche bastante tenebrosa -dijo KyuHyun mientras miraba por la ventana.
-Ni tanto -dijo YeSung mientras pasaba su mano por encima de la llama de la vela.
-Cl-Cl-Claro, n-ni tan-to -dijeron SungMin, DongHae y Wookie, que temblaban asustados.
-Hay, no me digan que están asustados, ¿Acaso no son hombres? -dijo EunHyuk mientras miraba al trío asustado.
-¡No les digas eso! -regañó LeeTeuk a el monito.
-Hyung, de verdad pareces una madre -comentó Kyu.
-Ahora que lo recuerdo... hay una historia que viene al caso -dijo HeeChul sonriendo.
Todos se sentaron alrededor de las velas, mirando a HeeChul.
-Érase una vez...
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Érase una vez, una mamá pato estaba jugando con sus tres hijos en un estanque. De pronto vio que uno de sus pequeños patitos se alejó del grupo, preocupada nadó buscándolo pero no lo encontraba.
-Teukie-Omma -dijo Wookie, uno de los pequeños patitos- ¿Dónde está Shindong?.
LeeTeuk dejó a los pequeños patitos en su nido entre los juncos del estanque, los arropó y los dejó durmiendo. Luego tomó un abrigo y salió nuevamente a buscar a su hijo perdido.
Pasó horas y horas buscándolo, estaba muy preocupada ¿Y si un humano se lo había llevado?, la idea le hacía nadar más y más rápido intentando encontrarlo.
De pronto vio a lo lejos dos sombras, lentamente fue acercándose y vio que su pequeño estaba siendo secuestrado por un adulto que...
-¡Espera! -interrumpió SungMin a HeeChul.
-¿Qué quieres? -preguntó Hee algo molesto.
-Las historias no deberían terminar así -dijo DongHae- ¡Que sea un final feliz!
-Está bien, está bien -bufó la diva- Entonces, en qué me quedé...
De pronto vio a lo lejos dos sombras, lentamente fue acercándose y vio que su pequeño estaba junto a una linda patita. Se miraban enamorados y sus aletas estaban tomadas mientras miraban la luna. Entonces Omma entendió que su patito ya estaba grande y que algo de libertad no estaría mal. Volvió a casa más tranquilo, y se durmió junto a los dos más pequeños.
A la mañana siguiente, encontró a Shindong nadando felizmente. Sin despertar a los más jóvenes, se levantó y se acercó al feliz pato.
-Shindong -llamó LeeTeuk tranquilamente.
-Omma, siento haberme ido tan de repente, es que tenía que...
-Shh, no digas nada -Omma sonrió- Tienes que presentarme a tu noviecita ¿Eh?, ven vayámos a desayunar.
Un sonrojo se apoderó de Shindong, al parecer, presentarle su novia a su Omma no sería tan complicado después de todo.
-Fin...-concluyó HeeChul.
-¡¿Por qué tengo que ser una mujer?! -LeeTeuk se exaltó.
-Porque YO lo digo -contestó HeeChul.
-Eres un...-LeeTeuk fue interrumpido.
-¿Crees que esa es una historia? -dijo el Maknae- Yo puedo contar una mejor...
-Me encantaría escuchar eso, bebé -rió HeeChul- Veamos que tienes...
-Érase una vez...