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Deseos de Cosas Imposibles por SakuhKJL

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Notas del capitulo:

Bueno, la idea para este one shot salió justamente el 14 de Febrero mientras estaba con mis amigas, pero por una cosa u otra no pude subirlo. Aunque no tiene nada que ver con el día de San Valentín, espero que les guste mucho y que disfruten al leerlo tanto como yo disfruté al escribirlo.

Es un song fic, La canción se llama "Deseos de cosas imposibles y es de "La oreja de Van Gogh"

 

¡Gracias por leer!

Taemin permanecía sentado bajo la refrescante sombra de aquel árbol, admiraba a los jugadores de futbol en su práctica diaria, tenía en sus manos un cuaderno en el que escribía algunas rimas, poemas y canciones, era su pasatiempo favorito, pero lo era aun más tomar la inspiración de aquel chico alto con unos hermosos ojos grandes y castaños.

 

Taemin estaba enamorado de él en secreto, nadie excepto su cuaderno sabía del amor que profesaba por aquel muchacho y es que ¿cómo sería posible acercarse a él? Era el capitán del equipo, el chico más brillante en la escuela no sólo por ser tan buen deportista, sino porque también obtenía las mejores notas. Al menos eso pensaban todos, lo que en realidad no sabían era que Taemin era quien ocupaba el primer puesto pero al ser un chico "raro y nerd" como todos le decían, era imposible que alguien fuera del profesorado, lo supieran.

 

Durante clases Taemin era demasiado tímido, no hablaba con casi nadie, sólo con un chico molesto y demasiado insistente llamado Kibum que se pasaba los días enteros pidiéndole que le ayudara con la declaratoria que haría al chico que le gustaba. Taemin después de muchos días aceptó a regañadientes, de hecho lo hizo porque Kibum le confesó que la persona a quien iba a declararse era a su hermano Jinki. El de pelo largo y castaño sabía desde hace tiempo que su hermano estaba también enamorado de Key, como le gustaba a Kibum que lo nombraran, y lo único que Taemin deseaba es que sus personas especiales fueran felices aunque él nunca pudiera declarársele a la persona que más amaba.

 

Igual que el mosquito más tonto de la manada 
yo sigo tu luz aunque me lleve a morir, 
te sigo como les siguen los puntos finales 
a todas las frases suicidas que buscan su fin. 

 

Taemin tenía ciertos privilegios al ser el presidente del consejo estudiantil, podía elegir el grupo en el que quería estar y siempre terminaba eligiendo el mismo: Donde Choi Minho estuviera inscrito. El pretexto era siempre el mismo, quería tener a la "competencia" vigilada en todo momento. Taemin pasaba los días enteros observando a Minho en clase, le observaba disimuladamente, cuando nadie le miraba, se ocultaba siempre tras esos libros que solían acompañarle y grababa en su memoria todas y cada una de sus expresiones.

 

Todos los días era lo mismo, Taemin escribía un nuevo verso, un nuevo poema dedicado al amor de su vida, así transcurrió toda su estancia en la escuela preparatoria, lo amaba en secreto y sufría cada vez que se le veía con novia nueva, todo lo que aquellas chicas buscaban era ser populares por estar con el gran y genial Choi Minho. El corazón de Taemin cada vez se trozaba en pedacitos más pequeños, cada vez que le veía besar los labios de alguien que no era él, un pedacito del alma del chico de ojos avellana se iba secando, pero aun así continuaba siguiendo la pista del mayor, continuaba llenando cuaderno tras cuaderno de poemas, continuaba llenando sus cajones en la habitación de cartas con declaratorias de amor que nunca llegaban a su destino. La cruel realidad de Lee Taemin era ser un nerd que nunca nadie notaría y mucho menos sería amado por aquel hombre tan perfecto.


Igual que el poeta que decide trabajar en un banco 
sería posible que yo en el peor de los casos 
le hiciera una llave de judo a mi pobre corazón 
haciendo que firme llorando esta declaración:

 
Me callo porque ha ganado la razón al corazón. 
Pero pase lo que pase, 
y aunque otro me acompañe, 
en silencio te querré tan sólo a ti. 

Una semana antes de la fiesta de graduación Taemin por fin se decidió a confesar sus sentimientos, quizá aquella sería la última vez que vería al chico que había robado su mente y corazón. Pidió ayuda a su único amigo, Key, quién no estuvo muy de acuerdo en que fuera tras el engreído de Minho; según él, Taemin era demasiada pieza como para quedarse con un imbécil de la talla de la Rana Choi como le gustaba llamarle. El mejor argumento de Taemin fue la ayuda que le proporcionó antes con su hermano. Key no tuvo más remedio que aceptar, el castaño tenía razón, de no ser por él, nunca habría podido declararse a Onew, si no fuera por su ayuda, ninguno de los dos se atrevería a hablar el uno con el otro y no serían tan felices como en ese momento.

 

Prepararon juntos el escenario perfecto, bajo ese árbol en el que siempre observaba a Minho, colgaron diferentes corazones, todos con un verso diferente. Key llevaría a Minho con engaños hasta ese lugar, Taemin estaría esperando y en cuanto el más alto llegara, Taemin sin dudarlo le diría que lo amaba. Esa noche Taemin no pudo dormir, los nervios le comían vivo, naturalmente al siguiente día, estaba hecho un desastre-

 

-¡Por Dios Taemin! Te dije que debías descansar sin importar qué- le reclamaba Key mientras buscaba en su bolso algo con qué cubrir semejantes ojeras-

-Key por favor no me regañes, me pones más nervioso de lo que estoy- Tae se acomodó sus gafas

-Ah no, nada de gafas el día de hoy- el Rubio le retiró los anteojos -hoy usarás esto- le entregó un paquete con un par de lentes de contacto -tienen la graduación ideal, Onew dijo que tus padres te las compraron pero te niegas a usarlas-

-Pero…-

-Nada de peros jovencito, preparé también un atuendo que va perfecto a la ocasión y que hará resaltar esa bonita figura tuya- Key había pensado todo, aquello no podía ir mejor.

 

Cuando el momento llegó, Taemin se escondió tras el inmenso árbol que habían adornado, Key con un poco de trabajo logró que Minho se dirigiera hacia él. Al llegar comenzó a leer los versos de aquellos corazones, una sonrisa bella se dibujaba en su rostro, el corazón le latía con fuerza e intentaba imaginar quién había sido esa persona tan hermosa que le habría escrito todo aquello, aun sin conocer su rostro Minho estaba enamorándose

 

-Amor a primera lectura…- Dijo en medio de un suspiro, Taemin sintió su corazón dar un vuelco y dio un paso para salir a su encuentro

-¡Minho oppa!- Se escuchó la característica voz de Krystal

-Krystal, ¿tu escribiste todo esto para mí?- En los ojos del chico se reflejaba una ilusión sin igual

-Yo… yo…- La chica decidió aprovechar la ocasión, no sabía quién pudo haber sido pero una oportunidad así no se presenta nunca y ahora era su gran día de suerte- s-sí Minho oppa-

-Gracias…- Minho malinterpretó todo y tomo con fuerza entre sus brazos a la chica dando después un beso cargado de amor y ternura -por favor, sé mi novia -Minho se arrodilló y besó la mano de la chica

-O-oppa… si… seré tu novia…- ambos se abrazaron mientras el castaño de cabello largo escuchó algo como cristal rompiéndose en mil pedazos; no fue ninguna ventana de la escuela o de algún auto, aquel sonido fue el de su corazón partiéndose en mil pedazos.

 

Fue entonces que Taemin tomó una decisión, nunca hablaría sobre su amor hacia Minho a nadie, nunca diría que aquellos versos habían sido escritos por él. Key que miraba de lejos sintió horror y de inmediato quiso ir a  aclarar todo pero justo cuando iba en aquella dirección una mano lo detuvo.

 

-Ya tuve suficiente…. déjalo así…- era Taemin, no lloraba, su rostro estaba sombrío y sus ojos completamente sin el brillo que despedía siempre.

-Taemin no puedes quedarte así nada más…- Suspiró Key intentando soltarse de su agarre.

-Si puedo y eso es lo que haré, por favor Key, agradezco tu ayuda pero ya no la quiero. Yo estoy bien.

 

En la fiesta de graduación Minho y Krystal lucían radiantes, en los pasillos se rumoraba que aquella chica había logrado que Choi Minho sentara cabeza, en una semana se había visto un cambio radical; no había novio más atento, lindo y detallista que él. Minho presumía siempre los lindos y transparentes sentimientos de su novia, la sensibilidad con la que era capaz de escribir, aquello le llenaba de orgullo, sin duda ninguna chica podría llegar siquiera a los talones de su novia. Krystal tan solo asentía a lo que Minho decía sin saber exactamente de lo que hablaba. Esa noche Key entró un momento al baño a asegurarse que seguía perfecto encontrándose ahí a Minho.

 

-Key, debo agradecerte- el más alto le tendió la mano pero el rubio la rechazó

-Idiota- refunfuño molesto

-¡Hey! ¿Qué te pasa? ¿Acaso no lograste tu objetivo? Fui a donde me dijiste, Krystal preparó algo hermoso para mi, a ti te debo mi felicidad-

-¡Tu pedazo de imbécil!- Key perdió los estribos y estampó a Minho contra la pared -¿Eres tan estúpido como para no darte cuenta que tu noviecita está más hueca que un salón de clases en mitad de periodo vacacional?

-¡No te permito que hables así de ella! ¡No la conoces! -Minho empujo a Key y ambos se enfrentaron

-¡Eres tu quien no la conoce rana estúpida!- El rubio soltó un puñetazo al de ojos grandes haciéndolo destantearse. Cuando iba a responder a su agresión, entraron Taemin y Onew, el de cabello castaño y largo abrazó a su cuñado mientras Onew aplacaba a Minho.

-¡Basta los dos!- Gritó Taemin dejando salir constantes y gruesas lágrimas. -¡Key te dije que no te metieras en esto! ¡Te pedí que lo dejaras así!

-¡No podía hacerlo bebe! ¡Ese idiota de ahí debe saber la verdad!-

-¡¿A quién llamas idiota?!- comenzaban a reñir nuevamente mientras los demás alumnos sólo miraban murmurando

-¡A ti rana estúpida!-

-¡Dije basta!- gritó Taemin con más fuerza aplacando también los murmullos de los curiosos, dedicó miradas de reproche tanto a Minho como Key y salió corriendo de aquella fiesta dejando a todo el mundo con la interrogante.

 

Después de la fiesta, lo único que se sabía eran simples rumores que nadie quiso aclarar, restaba sólo una semana más de clases y la ceremonia. Minho busco a Key para disculparse e intentar investigar un poco sobre lo que había dado a entender aquella noche en la fiesta, pero lo único que obtuvo fueron insultos hacia él y Krystal. De Taemin no se supo nada más, no asistió a clases esa última semana, tampoco dio el discurso en la ceremonia como estaba programado, eso aumentó los chismes. En realidad, lo último que se supo de Taemin fue que se mudó a estudiar la universidad a Londres. Los únicos que mantenían contacto con él eran su hermano Onew y por supuesto el novio de este último.

 

Igual que el mendigo cree que el cine es un escaparate, 
igual que una flor resignada decora un despacho elegante, 
prometo llamarle amor mío al primero que no me haga daño 
y reir será un lujo que olvide cuando te haya olvidado.  

 

Taemin desde la noche de graduación se encerró en su propio mundo, su familia no volvió a ver a aquel chico risueño, tierno y atento, siempre estaba ensimismado y encerrado en su propio mundo, se mudó a Londres a estudiar letras. Llevaba una vida tranquila intentando siempre olvidar a su primer amor. Todos los días hacía lo que más le gustaba: escribir. Dedicaba poemas enteros siempre a la misma persona, continuaba llenando sus cajones de cartas, ya había perdido la cuenta de cuantas le había escrito. Intentó llevar su vida como un muchacho normal. Incluso intentó tener una relación, después de todo "un clavo saca a otro clavo" era lo mismo que Taemin se repetía todos los días al despertar y encontrarse con su compañero de cuarto y ahora novio.

 

Era dulce y detallista, todos los días le despertaba con un beso, nunca le tocaba más allá de dónde Taemin permitía, le preparaba el desayuno y le hacía sentir especial. Taemin era el chico más envidiado de la universidad. No sólo era el mejor en su ramo sino que también tenía al novio perfecto, aquel con el que todos sueñan tener pero que Taemin no era capaz de amar. Para todos era un misterio, pocas veces le veían sonreír, Taemin destacaba ya no como un nerd, sino como un chico hermoso con el que pocos tenían el privilegio de coincidir. Su única amiga en aquella universidad, Sulli, era la única que conocía la verdad de ese rostro tan serio, sabía perfectamente que a pesar de que muchos chicos murieran por él, a pesar de tener un novio perfecto, el corazón de su amigo sólo podía latir por una persona: Choi Minho.

 

Pero igual que se espera como esperan en la Plaza de Mayo 
procuro encender en secreto una vela no sea que por si acaso 
un golpe de suerte algún día quiera que te vuelva a ver 
reduciendo estas palabras a un trozo de papel.  

 

 

"Fiel a mi costumbre intento pasarte de largo por temor a que mi corazón recuerde que murió en ti, la fe se me escapó contigo, perdieron rumbo mis zapatos y en la deriva a veces lloro imaginando todo lo que no pasamos. Él lo sabe y no  dice nada, él lo sabe, que tras tu recuerdo un día se me fugó el alma.

 

He tratado con más pena que gloria olvidar tu espalda, aquella que podía pasar el día entero admirando cuando jugabas. pero mi cuerpo entre sus brazos terminaba por imaginar tu mapa, tu nombre me quebró el silencio, se me escapó una madrugada mientras dormía. No he podido dormir y por error le pedí a la noche que te regresara.

 

Él no hiere como tú, él no exige tiempo, llegó una noche y se quedó a esperar el alba, me mira y sabe que tal vez no habrá mañana pero aún así permanece fiel a mi lado. Él es tan diferente, tan distante, tan callado… pero él no eres tú Minho… Llueve en el silencio ausente de mis desengaños porque el olvido no me deja reescribir mi historia fuera de tu recuerdo y él lo sabe y no dice nada…. él lo sabe… que tras de tu recuerdo un día se me fugó el alma…"

 

 

Esa fue la última carta que Taemin escribió pero que al igual que todas, fue almacenada en un archivero, bien resguardado entre las cosas de su armario, esas cartas que fueron encontradas por su novio quien comprensivamente le dejó libre para poder ser feliz. Taemin se graduó un par de años después de la universidad como el mejor escritor, llamó la atención de una de las editoriales más importantes a nivel mundial, publicaron su primer obra con varios de los versos de su juventud, el libro llegó a todas partes y comenzó a hacer una gira mundial debido al éxito de su libro. El último sitio que quiso visitar fue su natal Corea, le traía tantos recuerdos y había tantas personas que deseaba ver: sus padres, Onew, Key y si la suerte estaba de su lado quizá podría ver a Minho. Cuando llegó, Onew y Key fueron a recibirlo.

 

-¡Dios santo Tae! estás tan cambiado!- exclamaba Key mirándolo de cerca. -¡El ambiente y la moda de Londres te sentaron muy bien!-

-Vamos Key, no es como si me hubiera ido 30 años- sonreía Tae un poco avergonzado

-Hermanito es que no te pareces en nada al niño tímido que solía esconderse tras sus libros y gafas-

-Onew Hyung, ya no soy más un niño, ¡ya crecí!- los tres soltaron una carcajada mientras se encaminaban hacia la salida. Mientras esperaban a Onew, el chico de ojos castaños volteó la mirada hacia un local de revistas, se acercó y tomo una de ellas, centrando su atención en el rostro de Minho como portada "El mejor futbolista de Corea próximo a contraer nupcias".

-Tae…- se acercó Key al verlo

-¿Por qué no me lo dijeron?- dijo en un susurro ahogado por el nudo que se había formado en su garganta

-Creímos que era lo más adecuado… no queríamos empañar tu felicidad…- Taemin se limpió las lágrimas

-Está bien, se los agradezco mucho- dibujó en su rostro una sonrisa fingida y retomaron su camino.

-¿Cuánto tiempo vas a quedarte Tae?- preguntó el mayor de todos.

-Planeo quedarme una larga temporada, todo depende de cómo se desarrollen las cosas aquí- en realidad, ese "depende" se refería a si podría lidiar con la idea de estar tan cerca de Minho y no poder acercarse a él.

 

Key iba ensimismado, la cara de su amigo no parecía la más feliz, ya no tenía brillo en el rostro y parecía ser que todo le daba igual. Key debía hacer algo, esta vez no se quedaría de brazos cruzados; conocía a Krystal, había modelado en varias pasarelas de Key, y no era un secreto que era la más zorra de todas las modelos que habían trabajado con él, una vez incluso intentó meterse a su cama pero sin lograr nada. El plan de Key era sencillo, esa semana iba a presentar una nueva línea de ropa, iba a tomar fotos de Krystal siéndole infiel a Minho y se las entregaría, además aclararía y daría los créditos debidos de los versos escritos en los corazones del día en que Minho y Krystal se habían hecho novios.  Un par de días antes de la firma de libros que Tae tenía, Key fue a visitar a Minho con el pretexto de que el mejor diseñador de Corea debía vestirlo para su boda.

 

-Key, es un gusto verte después de tanto- Dijo Minho cuando le recibió en su casa

-Escucha, no vine a hacer negocios contigo Choi, tu traje de novio es lo último que me interesa, sólo vine a dejarte una cosa- de su bolso sacó un libro y se lo entregó

-¿Un libro?- el alto leyó el titulo de la portada "Deseos de Cosas Imposibles" -¡Oh ya entiendo! es para que recite un verso de estos a Krystal el día de nuestra boda ¿no es así?-

-sigues siendo el mismo estúpido de la preparatoria Rana idiota- refunfuñó -debes leerlo y observar con cautela las fotos que dejo ahí dentro, te darás cuenta que has vivido engañado por muchos años y que tu dulce y linda Krystal no es la dulce y perfecta novia, perdóname por hacerte esto Minho pero aunque no lo creas, te estimo y no quiero que tomes un camino equivocado- y sin más, Key dejó la casa del futbolista.

 

 Me callo porque es más cómodo engañarse. 
Me callo porque ha ganado la razón al corazón, 
pero pase lo que pase, 
y aunque otro me acompañe, 
en silencio te querré tan sólo 
me callo porque es más cómodo engañarse. 
Me callo porque ha ganado la razón al corazón, 
pero pase lo que pase, 
y aunque otro me acompañe, 
en silencio te querré, 
en silencio te amaré, 
en silencio pensaré tan solo en ti.

 

De nuevo el corazón de Taemin se hacía pedazos, definitivamente en su destino no estaba escrito compartir ni un solo instante con Minho, la esperanza de algún día entregar esas cajas de cartas y cuadernos que había conservado desde hace años se esfumó  por completo. Ahora si era definitivo, Taemin debía sacarse ya a Minho de la cabeza, tenía que comprender que nunca estaría a su lado y que en definitiva sus sueños jamás se iban a cumplir. Un día estando en su casa, tomó las cajas en donde guardaba las cartas y poemas para Minho, después de su firma de libros las quemaría esperando con ello también hacer cenizas su amor.

 

El día de la firma Taemin pintó su mejor cara y se sentó tras la mesa que habían ordenado, todo marchaba de maravilla, la prensa hacía buenas críticas y había mucha gente esperando poder verlo y obtener su firma. Tae sin prestar mucha atención continuaba firmando, de pronto se escucharon algunos gritos y bullicio; "él está aquí", "es tan sexy", "¡Oh Dios! Es fan de Taemin", era lo que escuchaba el castaño entre la gente.

 

-¿Cuál es tu nombre?- preguntó cuando le extendieron un libro abierto en la primera página que comenzaba a firmar.

-Choi Minho- esa voz, ese nombre, Taemin sintió como el centro de su mundo cimbraba y sus ojos se inundaron de lagrimas

-Debemos hablar- el corazón de Taemin había dado un vuelvo y podía jurar que lo sentía en la garganta -Tae, cielo en cuanto termines la firma tenemos que hablar, quiero recuperarte- Minho volteó molesto a ver de quién provenía esa voz. Key no se había equivocado, ahora era demasiado tarde, por su estupidez acababa de perder el amor de un chico puro que le amaba sinceramente.

-"Aunque estés con otro, sigo amándote, ya ves…"- citó Minho una de las frases del libro del escritor, tomó su libro y se fue de ahí entre los murmullos.

 

Al terminar la firma, Taemin se sentía agotado, más emocionalmente que en lo físico, su ex novio había venido desde Londres a verlo y quería recuperarlo pero el corazón de Taemin no se sentía feliz ante ello, sabía que sólo podría latir por esa persona de siempre. Taemin hablo con el corazón en la mano "perdóname, no puedo amarte…" había dicho antes de marcharse de la librería dejando ahí al chico que portaba un ramo de hermosas rosas y un enorme oso de felpa. Volvió a su casa, iba a llevar a cabo lo que había planeado desde antes, quemaría todo aquello que había escrito para su amor imposible.

 

Por su parte Minho sentía como su corazón se hacía pequeño en su pecho, al salir de aquella librería volvió a su casa, esperaba que Krystal se hubiera marchado ya.

 

*Flashback*

Cuando Key se fue, Minho no dudó en comenzar a leer el libro, aquellos versos y poemas eran hermosos, eligió incluso uno para recitar como parte de sus votos, continuó leyendo hasta que encontró algunos versos marcados, reconoció uno de ellos "Yo quiero ser: todo lo que habita en tu boca, tu beso fiel, tu mueca, la sonrisa loca, la bendición que brindan tus palabras santas, ser esa canción que cantas si mueres de felicidad." Como no recordar ese verso si había sido la razón por la que se había enamorado de Krystal ¿cómo había sido tan idiota? por no escuchar había vivido en un error, se había creído enamorado de la persona incorrecta, el escritor de ese libro, Lee Taemin era en realidad la persona a la que amaba, de sentimientos puros y hermosos quien se esforzó preparando aquel escenario que una oportunista había aprovechado. Cuando llegó a la mitad del libro abrió el sobre que contenía varias fotografías en donde aparecía Krystal besando a diferentes tipos, en una incluso parecían estar a punto de follar. Key tenía razón como siempre.

 

-¡Amor estoy en casa!- Krystal entró a la casa como si nada pasase

-¡Vete de una buena vez zorra!- el chico alto la enfrentó

-¿De qué hablas? Amor me asustas ¿Por qué me llamas así?- la chica intentó abrazarlo pero él se aparto de inmediato

-¿Y aun lo preguntas?- Minho le lanzó a la cara las fotografías -maldita zorra mentirosa, vete de mi casa, pero no te vas a llevar nada de lo que yo te he comprado, regresa a la miseria de donde te saqué-

-¡Minho no puedes hacerme esto! ¡Voy a hacer un escándalo! ¡Te va a pesar!-

-No me importa zorra infiel, la más perjudicada serías tu, ¿crees que si algún diseñador llega a ver estas fotos va a querer contratarte de nuevo? -Minho tomó todas las joyas que le había regalado a la chica, incluido el anillo de compromiso de diamantes y los puso en su caja fuerte- Tienes dos días para largarte -sentenció el alto mientras salía en busca de un poco de paz.

 

Se sentó en un café a fumar un poco y entonces  la luz llegó a su corazón y a sus ojos, frente a él estaba una librería que anunciaba la próxima firma de libros de Lee Taemin. Esa era la oportunidad de Minho, quería conocer el amor verdadero, quería conocer al chico del que se "enamoró a primera lectura" pero sobre todo quería recuperar su amor y vivir pleno a su lado, si Key le había dado el libro y las fotos no había sido propiamente por él, sino porque era cercano al escritor y claramente le estaba dando a entender que aun tenía una oportunidad.

*Fin Flashback*

 

Minho tomó su celular y marcó el número de Key pero no consiguió nada, necesitaba hacer algo para que Taemin no volviera con aquel tipo de la librería, antes de llegar a su departamento, giró bruscamente en su auto y comenzó a conducir sin rumbo fijo llegando a la preparatoria a la que solía asistir, vio el árbol, ese que debió ser testigo del amor entre Taemin y él, aparcó el auto y se fue acercando cautelosamente, una pareja hablaba

 

-Lo siento… realmente lo lamento… Kai yo no puedo corresponderte- decía aquella dulce voz en medio de lagrimas -aprecio todo lo que hiciste por mi y comprenderé si después de esto me odias… pero yo no puedo amar a nadie más…- El chico le abrazó con fuerza

-Lo sé Tae… yo siempre lo supe y agradezco que hoy como siempre seas sincero conmigo- Minho escuchaba y miraba todo mientras su corazón se desbocaba, aún tenía oportunidad. -Antes de irme debes prometer que vas a buscarlo y serás feliz, lo mereces Taemin, un amor como el que sientes por él es envidiable y merece ser correspondido- El castaño suspiró

-No sé si pueda ser feliz… él va a… va a casarse…- susurró y el contrario le abrazó con fuerza nuevamente

-Es un idiota…-

-Kai… ¿podrías dejarme solo…? necesito cerrar este ciclo por mi mismo…- el muchacho asintió y se despidió del escrito con un beso en la mejilla.

 

Taemin tomó las cajas que llevaba consigo y una lata enorme, vació estopa y alcohol y prendió fuego, abrió las cajas y tomó la primera carta acercándola al fuego.

 

-Estas son las cartas que escribí para ti desde el primer día que te vi Minho… y ahora deben hacerse cenizas… deben desaparecer para que yo pueda olvidarte…- decía mientras las lágrimas gruesas caían por sus mejillas.

-No deberías quemar las pertenencias de alguien más…- espetó Minho saliendo de detrás del árbol, el castaño pegó un brinco volteando a verlo-

-Yo…- estaba sin habla

-No, tu ya has hablado, ahora es mi turno- el alto se arrodillo frente a Taemin tomando sus manos -por favor perdóname por haber sido tan idiota y no darme cuenta, perdóname por haber confundido a mi "amor a primera lectura" siempre fuiste tú, nadie más. Perdí muchos años valiosos de mi vida, los desperdicié al lado de alguien que no valía la pena, ahora no estoy dispuesto a perder más tiempo. Quiero estar contigo, quiero que dejes de derramar lágrimas de tristeza y que a cambio dibujes una sonrisa en este rostro tan hermoso; deja que sea yo quien la dibuje, déjame sanar tu corazón con mis besos y mis abrazos… Taemin déjame conocer el amor y la felicidad verdaderos a tu lado.-Taemin se derrumbó en llanto susurrando cosas ininteligibles-

-Minho….- sollozaba el castaño pero el alto decidió consolarle de la mejor manera posible, le abrazó con fuerza y miró con ternura, le tomó la barbilla y se acerco a sus labios besándolos delicadamente, con amor infinito y procurando no asustarle.

-Te amo Taemin… ¿Tú me amas?- susurró cuando se separaron, la vista que tenía en ese momento era la más hermosa del universo, Taemin se encontraba en una especie de trance, sus lagrimas habían cesado, sus ojos estaban cerrados, sus labios entreabiertos y sus mejillas coloreadas de un adorable carmín.

-Bobo…-susurró sin abrir los ojos -siempre lo he hecho…- El corazón de ambos muchachos hablo por ellos esa tarde que transcurrió entre besos y abrazos. La historia de amor de ese par de muchachos apenas comenzaba, aun restaban cientos de cartas y miles de poemas, esta vez Taemin tendría que escribir la segunda parte de su libro que esta vez llevaría por nombre "Deseos de Sueños Vueltos Realidad".

Notas finales:

Gracias nuevamente por leerme y quiero pedirles que si les gustó, me dejen un bonito Review.


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