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Deseo, amor y algo más por Elforever16

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Notas del fanfic:

Las parejas seran develadas a traves del relato.. La intriga creo que es mejor..

Diez días sin internet surgieron efecto y por eso vuelvo con un nuevo fanfic.. Espero que les guste..

Notas del capitulo:

No tengo mucho que decir.. Espero que disfruten ya que me anime a escribir algo nuevo...

Ahora ¡A leer!

CAPITULO 1

Otra mañana se levantaba con la resaca del día anterior, ese whisky y esos tragos que aun desconocía le habían afectado demasiado. Jong Dae estaba sentado en su cama enredado entre las sabanas blancas y mullidas que la misma poseía, se sentía muy cómodo ahí. El hecho de que no pudiera dejar de salir todas las noches se debía a que tenía un resentimiento hacia su padre que siempre lo había considerado inferior, y para demostrarle que no era un estúpido hacia eso aunque en el fondo debía admitir que le encantaba hacer gritar  a un desconocido, una noche uno diferente.

El hecho de que conociera ese club nocturno que no tenia nombre ya que se ocultaba detrás de una fachada de una casa normal, era espectacular, hombres y mujeres habían caído en sus brazos, por el dinero si solo por eso, pero le excitaba el que cada noche otro hombre otra mujer apareciera, parecía que nunca se acabarían.

Ayer le habían dicho que había uno nuevo y estaba dispuesto en ir hoy a probarlo, incluso antes de que su hermanito Se Hun se lo arrebatara ya que ambos competían por quien había cogido más en el transcurso de la semana, cosa que enfermaba a su mayor Yi Fan.

Se oía las voces de sus padres peleando otra vez desde la cocina, era la misma situación todos los días del año, a veces se preguntaba si no se cansaban de ello. 

Y se repetía una vez más de las miles que lo había hecho que necesitaba irse a vivir solo, pero su progenitor le había explicitado que si se mudaba debía arreglárselas por sí mismo, incluso conseguir un trabajo, y él no estaba para eso, tenía otras expectativas de la vida.

Giro su cuerpo y estiro su mano izquierda con el objetivo de abrir el cajón de la mesa de luz que se encontraba al lado de la cama, la misma no era muy grande ya que allí todo estaba decorado con estilo minimalista, como a él le gustaba aunque pasara la mayor parte de su vida rompiendo culos tenía un poco de buen gusto.

Allí estaban sus Malboro, en la misma posición en la cual los había dejado la noche anterior, tomó el dichoso paquete y el encendedor de oro que reposaba sobre el mismo, jugando con sus dedos con uno de los cigarros encendió uno  y comenzó a disfrutar del humo como si fuera un manjar, no es que fuera adicto, solía solo fumar como máximo tres en el día, uno antes de irse a dormir, uno en el almuerzo y otro al despertar. Se había convertido casi en una rutina algo idiota.

Un golpe en la puerta de su habitación lo saco de sus pensamientos, su hermano mayor Yi Fan estaba parado en el marco de madera con cara de pocos amigos, sin prestarle atención se levanto de su cama y remoloneo como un gato, bostezó y paso una de sus manos por su cabello tirándolo hacia atrás y adelante repetidamente.

“Hola Yi Fan ¿Qué te trae por acá? Por tu cara de viejo amargado no parece algo bueno” Dijo en tono de burla hacia el otro, se llevo uno de sus dedos a su mejilla simulando que estaba pensando, y eso si que tenia efecto en el contrario, le encantaba enojarlo y que la vena en su cuello se contrajera como en ese momento.

“Me tenes arto con tus actitudes ¿Sabes cómo volvió Se Hun? ¿Sabes que ahora está con un tipo en la cama? ¿Por qué mierda lo llevas a sos lugares? “Comenzó a  habla en un tono de voz muy baja elevándola a cada momento por la rabia que sentía, tomó al más bajo del cuello y lo puso contra la pared sin ejercer mucha presión aunque en verdad quería matarlo. A pesar de todo no lo iba a hacer porque era su hermano, no se lo perdonaría nunca en su vida hacerlo.

“¿Está con un tipo ahora? Ese ya aprendió parece” murmuro con una sonrisa que se asomaba de apoco en su rostro, el no era de esos de que durara más que una noche pero si su Sehun era feliz así, no tenia porque ni el derecho a impedírselo.

Con la mirada de su hermano clavada en su rostro sonrió con amplitud y el otro no hizo más que soltarlo, aunque su padre le había dicho que no tenía que trabajar él se negaba a eso y obtenía sus ingresos de forma independiente aunque su mayor siempre lo atrapaba para hacer algún que otro trabajo en esa empresa que mantenía a toda la familia.

Jong Dae se giro sin decirle adiós al otro ni tampoco echándolo, no tenía sentido alguno gastar oxigeno en ese idiota que mal que le pese era su familia. Tomó entre sus manos una remera negra, un bóxer demasiado apretado al igual que el jean que saco del cajón de su armario. Aunque fuera de mañana le gustaba vestirse provocativo y a la vez simple, estaba ya en su naturaleza.

Su cabeza se moría de curiosidad de saber quién era o como era el chico que Sehun había durado más de una noche, y a decir verdad era un logro contener  a ese gigante que era peor que el. El más joven solía ser muy exigente incluso con quien pasaría la noche y no muchos caían ante sí, no es que fuera feo, el hecho de que su humor fuera una mierda la mayor parte del  día lo hacía prácticamente antisocial.

Sin ponerse nada en los pies comenzó a deambular por el inmenso pasillo que tenía en sus largas paredes los cuadros que pintaba en sus tiempos de ocio, no eran los más lindos, pero se podría decir que algo de talento contenía al dar esas pinceladas. El gran sendero de piso de madera suave y brillosa dirigía a la gran escalera de mármol que según él cada día se hacía más grande y larga, pensaba sugerir algún día poner un ascensor pero al considerar como era el viejo rabioso, es decir su padre, solamente lo echaría de una patada en el culo con toda razón.

Descendía a pasos lentos cada escalón como si eso se tratara de una tortura, miraba con atención cada una de las marcas que tenía esa lujosa escalera, ya que era de mármol se podían divisar tonos de negros y grises que formaban una mezcla heterogenia  que en verdad le fascinaba. Si, quizás era el único que le gustaba hacer eso.

Las voces familiares llegaron a sus oídos a medida que se acercaba a la cocina, pero ahí había alguien más. Quizás era el tipo que Yi Fan menciono hace unos momentos y lo llenaba de intriga verlo con sus propios ojos.

Más sigiloso que un gato, paso la gran puerta doble que dividía el pasillo de la cocina, al entrar pudo notar una gran variante de expresiones. Por un lado se encontraba Luhan, quien había sido el mejor amigo de Sehun desde el nacimiento o algo así, el mismo denotaba celos en sus orbes marrones, lo que pasaba delante suyo realmente no le gustaba. Estaba sentado en uno de los taburetes de madera que estaban contra la barra donde solían desayunar y miraba incomodo hacia todas las direcciones posibles evitando como sea lo que sucedía entre “Su Sehun” y el otro chico que estaba prácticamente desnudo excepto por la remera que llevaba que era realmente larga y llegaba a cubrirle hasta el trasero.

Por su lado su hermano estaba sentado frente a su amigo pero algo cambiaba, sostenía en su regazo al chico ese que le parecía haberlo visto en el bar, lo tenía desnudo sobre él y jugaba con su cabello enredando sus dedos entre las hebras marrones del notoriamente más bajo sin notar o sin querer notar la cara de la persona que lo observaba con la taza de café humeante en su mano derecha.

“Hola Lulú, Sehun y quien seas” dijo sonriendo un poco mientras se sentaba al lado del amigo de su hermano abrazando a el mismo por la cintura echándole una mirada para decirle que podría sacarlo de allí, se notaba a mil kilómetros la tensión del ambiente y eso no le gustaba para nada era los que se pasaban la mayoría del tiempo haciendo bromas o comentarios sarcásticos.

“¡Hermano! El es mi novio Susu… Nos conocimos en el bar… Vos sabes” comenzó a explicarle su menor con una sonrisa tonta formándose de apoco en su amargado rostro, el más alto metió una mano por debajo de la remera del  contrario apretándole el culo y haciendo que de ese pequeño cuerpo saliera un gemido. En ese momento se decidió de una vez por todas que tenía que irse de esa habitación ya que a juzgar por los “Juegos” de Sehun pronto habría sexo allí.

Levantándose del taburete tomo al mayor de todos del brazo para sacarlo del lugar junto a él, Jong Dae estaba asustado, los ojos de Lu Han estaban cristalinos y antes de darle un golpe a su menor decidió sacarlo de esa gran y moderna cocina en ese instante.

Ya ambos lejos de la pareja un mayor de ojos llorosos miraba al contrario con su mano temblando, aún tenía la taza que se había olvidado de dejar antes de irse, se mordió el labio inferior con el objetivo de ocultar su llanto pero Chen lo noto de todos modos y no hizo más que suspirar y dirigir al otro hacia el jardín, quizás el aire fresco lo calmara un poco.

-Ya no está él, podes llorar Lu, suerte que llegue…-dijo en una voz tranquila el peli marrón al contrario que llevaba el cabello teñido de un notorio azul, obviamente llamaba la atención. Pasó un brazo por el hombro del otro y lo atrajo a si en un abrazo notando como se quebraba en ese instante.

-Sehun…El nunca había traído un novio o algo así... Yo...el ojala algún día lo note-Murmuro Luhan contra el pecho de Chen, sus sollozos aumentaban cada vez que pronunciaba una palabra, el contrario no hacía más que maldecir en sus adentros a su hermano menor por la situación en la que se encontraba el chico entre sus brazos, no era de consolar ya que nunca se había enamorado o algo por el estilo pero intentaba reconfortar al otro de la mejor manera posible.-

-Vos sabes cómo es el, no soy la mejor persona a la que podes pedirle ayuda pero creo que tengo una idea para que te preste atención- Y en ese momento Jong Dae se creyó un ángel que uniría corazones, si sonaba tan estúpido como las palabras pero le encantaba la idea, necesitaba un poco más de acción en su vida.

- De ninguna manera, yo… No  puedo aceptar tu ayuda, gracias pero…- Su boca se fue cerrando a medida que veía el rostro de Sehun aparecer, el hecho de que fuera alto como una torre hacia que su semblante sea demasiado intimidante. Luhan con los dorsos de sus manos se secó con rapidez las lágrimas intentando ocultarse detrás del otro resultando un acto fallido, pero su pesadilla estaba también allí “Susu” sonreía con un poco de timidez ya que no sabía cómo actuar o que hacer en esa situación, solo se mantenía sosteniendo la remera con ambas manos con el único objetivo de cubrirse.

Por su lado Chen se alejó un poco de la situación evaluando en su subconsciente como iría a reaccionar Lu Han ante la mirada penetrante de su hermano no tan menor. “Este idiota va a llorar. ¡Parece una maldita película romántica!” “Vamos ¡Vamos! ¡Acción!” Pensaba Jong Dae con una sonrisa socarrona formándose en sus labios, pero lo inesperado sucedió.

El chico de cabello azul avanzó hasta el cuerpo del más alto que estaba enfrente, se puso de puntas de pie y acercando sus labios a los contrarios lo  besó. “¡Wow! ¡Mierda! ¡Lo besó!” Pensó el hermano mayor cada vez prestando más atención a los protagonistas.

Por su lado Joon Myun, el verdadero nombre de “Susu” se encogió de brazos sabiendo que sobraba en ese lugar, cabizbajo giró su cuerpo en el mismo momento en el que Luhan salía corriendo del jardín, se chocó con el semidesnudo que le dedico una sonrisa confundida recibiendo de forma contraria una mirada de odio  extremo.

Los dos chicos salieron del jardín y luego  Myun se dirigió al bien conocido cuarto de Sehun para juntar sus ropas que aún yacían en el piso, esa noche, volvería a trabajar. Y si, llamaba trabajo el hecho de cobrar por sexo, pero no le disgustaba, ya que se había tomado como costumbre mirar solo una vez a los “clientes” para después cubrirse con una venda sus ojos. Se dejaba coger  y lo disfrutaba.

El chico rico solo había sido un cliente con un poco de beneficios, y era la hora ya de marcharse de la mansión y no volver a pisar nunca esa calle si quiera.  Su ropa era de mujer y no le avergonzaba de ningún modo, le gustaba vestir alguna noche de travesti sintiéndose especial llamando la atención de todos esos hombres y mujeres necesitados de sexo. El vestido negro que ahora se colocaba lentamente no le cubría más que su culo, se agachó para colocarse su calzón y sus medias de red negras que en verdad lo hacían ver sensual.

Pero le faltaban sus zapatos rojos de plataformas de quince centímetros, no eran tan pequeños como para perderlos así que después de revolver unos minutos la gran habitación que podría llegar a ser incluso el tamaño de todo su departamento los halló en una esquina. Por última vez se acercó a la cama a oler la almohada con olor a “Su Hunnie” su amor era totalmente imposible por consecuencia debería desaparecer rápidamente de la vida del menor.

Cuando aún estaba sentado en la cama colocándose sus zapatos una figura casi fantasmal aparecía en el marco de esa majestuosa puerta de madera, la misma estaba grabada a mano y llevaba el nombre de quien la habitaba.

“Así que…Ya te vas Susu” Comentó con voz rasposa Sehun quien llevaba una expresión sombría en su rostro, sus ojos no tenían la misma chispa que cuando ambos se consumieron la noche anterior, no era el mismo arrogante.

“Sabías que no iba a quedarme ¿Acaso te habías ilusionado con ello?” Suho hablaba mientras se colocaba la peluca  morocha que llegaba hasta sus hombros, frente al espejo terminó de acomodarse para parecer un poco más decente y sin más que decir abandono ese sitio de cuatro paredes.

“¡Carajo! ¡¿Por qué todo tiene ser así?! ¿Por qué?”  El más alto colapso en el suelo apoyándose contra una de las paredes, no entendía por qué lloraba o la razón de sus gritos solo sabía que ahora todo era un completo desastre. Lo que Luhan había hecho no lo dejaba más que confundido  y sentía que había perdido todo, a su “Susu”, a su mejor amigo  y a alguien mucho más importante, a sí mismo.

Dobló las rodillas quedando las mismas contra su pecho y escondía su cabeza entre sus piernas como si con eso fuera a lograr algo, como si eso fuera la solución a los problemas que aún no divisaba en su mente cual eran.

Por su lado Joon Myun descendía cabizbajo las escaleras  y con una profunda tristeza clavada en sus ojos, no quería separarse del otro pero había algo en su interior que le decía lo contrario, que era lo mejor que podía hacer para que el más alto arreglara su vida y viviera lo que se merecía. Alguien que en verdad lo quiera, que lo valore y que lo cuide, sabía que no era capaz de eso y nunca iba a serlo.

Se cruzó con la indescifrable mirada del mayor de ambos hermanos, quien el mismo abrió la puerta doble de entrada echándolo de una forma un poco disimulada. Lo que le sorprendió es que Jong Dae no le comentara algo de sus vestimentas, pero era mejor así, no necesitaba la opinión de nadie.

El peli marrón apenas cerro con llave la puerta principal se echó a correr escaleras arriba ya que los sollozos y los gritos de Sehun aumentaban cada vez más de volumen . Creyó oír que algo se rompía dentro de la habitación y acelero lo que más pudo su paso, estaba asustado por su hermano menor.

“Kim Sehun ¡Va a ser mejor que te calmes en este preciso momento! “Advirtió Jong Dae apuntándolo al otro con su dedo de una forma amenazadora a lo que solo recibió como respuesta un gruñido y un “Andate a la mierda” en un tono no muy amable.

“¿Yo? ¿Qué haces tomando tan temprano pedazo de idiota?” murmuro entre dientes mirando al más alto con ojos entrecerrados, le arrebató la botella de ese licor que solo cayó al piso haciendo un estruendo , aprovechando eso Jong Dae se acercó y rodeo al otro entre sus brazos sintiendo su insistente forcejeo que poco a poco fue calmándose.

“Hyung… Tengo miedo” explicó con vergüenza Sehun al estar su rostro contra el pecho de su hermano mayor, si, estaba avergonzado pero esa era la verdad y no tenía razón porque negársela.

“Tranquilo Hun Hun tu Jong Dae va a protegerte, ahora vas a  ir y te vas a dar una ducha para relajarte mientras yo limpio todo este desastre” Dijo Chen con voz calmada tratando de trasmitirle paz al contrario lográndolo a los pocos minutos, lo tomó de los hombros obligándolo a que lo mire a los ojos.

“Yo... Odio las ordenes, pero supongo que tenes razón…” Se fundieron ambos en un aún más profundo abrazo, no tenían prisa por la cual separarse pero ninguno de los dos eran tan afectivos así que a los cinco minutos el más alto estaba dentro de la ducha y bueno Jong Dae no limpiaría nada, para algo le pagaban a la mucama.

Notas finales:

Y ¿Que les parecio? Espero sus rewiews~ 

Los quiero~(?)


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