-Baekkie…
-Dime, Channie…
Un Chanyeol muy nervioso se acercó a Baekhyun, el alto traía una ligera capa de sudor y su rostro mostraba tristeza y melancolía. En sus ojos había ojeras por la falta de sueño, no buscaba como decirle lo que le atormentaba a su pequeño mejor amigo.
-Baekkie… sabes lo enferma que esta mi madre, así que… mi padre la llevara a Canadá para que los mejores doctores la atiendan… -a Chanyeol le temblaba la voz.
-Oh… -fue todo lo que dijo Baekhyun mientras bajaba la mirada y cerraba fuertemente los ojos, no era tonto, sabía lo que seguía.
-Me tengo que ir, Baek… -apenas fue un susurro, pero el otro lo escucho perfectamente.
Trataban con todas sus fuerzas que las lágrimas no se hicieran presentes, por qué sabían perfectamente que sería más duro para ambos. Chanyeol envolvió a Baekhyun con sus fuertes y delgados brazos, este le devolvió el abrazo y comenzó a temblar, su abrazo de Chanyeol se hizo más protector y cerrado. Sentían que el mundo se les venía encima, pero fueron fuertes.
-Mañana partimos a primera hora, pero quisiera darte algo. –se separaron un poco y de entre sus ropas, Chanyeol saco un sobre color manila del tamaño de media carta, el objeto era un poco abultado, se lo entrego a Baekhyun.
-¿Qué es esto? –pregunto mientras levantaba la mirada para ver al alto, tenía los ojos ligeramente enrojecidos.
-Es una carta, pero no la leas sino hasta después de haberme ido… -le dijo con una media sonrisa- ¿Podrías hacer eso por mí? –le suplico Chanyeol.
Baekhyun no pudo responder, solo asintió, sentía como los ojos se le aguaban y comenzó a ver borroso por las lágrimas que amenazaban por caer, parpadeo un par de veces para disiparlas, lo cual no funciono. Chanyeol al ver al pequeño en ese estado, lo volvió a abrazar, pero esta vez de una forma más necesitada, no quería ver a su mejor amigo así, al ser por el que sentía un deseo más fuerte, no quería ver a su pequeño amor llorar.
Estuvieron en la misma posición por minutos, querían disfrutar del calor del otro en lo que quedaba de su tiempo juntos, ninguno quería despedirse y no lo hicieron, se separaron, se miraron por última vez a los ojos y cada uno tomo caminos distintos.
Baekhyun al llegar a su casa subió directamente a su habitación, ignoro la pregunta de su madre sobre si iba a cenar, no tenía hambre, traía el estómago completamente revuelto, entro al cuarto y aporreo la puerta, vio el sobre que llevaba y lo miro con odio, lo lanzo a algún lado de la habitación y se tiró en la cama, dejo de ser fuerte y comenzó a llorar frenéticamente. Lágrimas saladas salían sin control alguno, se abrazó a la almohada con todas sus fuerzas, su llanto se escuchaba por toda la casa, por lo que su madre subió a verlo.
-Hijo, ¿Te encuentras bien? –pregunto la dulce mujer preocupada, después de haber dado dos golpecitos a la puerta.
-¡¡¡DEJAME EN PAZ!!! ¡¡¡QUIERO ESTAR SOLO!!! –le grito desde su cama viendo en la dirección donde se encontraba la puerta- ¡¡¡SIEMPRE ESTARE SOLO!!! ¡¡¡NO LE IMPORTARE A NADIE SI MUERO!!! –Su dolor lo hacía notar en cada oración- Eso debería hacer, morirme para dejar de sentir dolor… -se volvió a aferrar a la almohada y hundió su rostro en ella, buscando algún consuelo mientras las gotas caían.
Ala mujer en la puerta se le encogió el corazón al no saber lo que le pasaba a su hijo, pero prefirió dejarlo solo.
Después de varias horas, Baek quedo dormido, sin darse cuenta que en sueños, decía el nombre por el que estuvo llorando tanto tiempo.
Chanyeol termino de hacer maletas y guardar objetos, su rostro no mostraba expresión alguna, a sus ojos les hacía falta brillo y en su pecho no había nada, se encontraba vacío, por qué su corazón se quedó con su pequeño amor.
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A las 7:30 am, partió el avión de Chanyeol rumbo a Canadá.
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Baekhyun despertó al fin, se levantó y se dirigió al baño, al verse en el espejo no se reconocía, traía los ojos hinchados por haber llorado tanto y en sus mejillas se veían los caminos que habían tomado las lágrimas, tenía los labios pálidos y resecos, el sujeto que se encontraba en el espejo era un desastre. Se lavó la cara y salió del baño. Cuando entro de nuevo en su cuarto, vio el sobre manila en una esquina y recordó el día anterior. Vio su reloj y ya era casi medio día- *Ya debió haberse marchado* -pensó. Rodeo su cama y recogió el sobre, se sentó sobre ella y abrió tal objeto. Adentro había hojas blancas escritas a mano, Baek reconoció la letra de Chanyeol y sus ojos comenzaron a aguarse de nuevo, disipo las lágrimas y empezó a leer.
*Baek, no sé cómo empezar esto, pero necesito que sepas algo te mí, tal vez nunca te lo hice notar lo suficiente, tal era lo suficientemente torpe como para que llegara a ti –Baek dio una pequeña risa- pero esta es la verdad que me he guardado tanto tiempo.
TE AMO.
Al leer esas cinco letras, Baekhyun comenzó a llorar de nuevo, tenía tantos sentimientos encontrados, felicidad por qué el amor de su vida le correspondía, tristeza por no haberlo notado y odio, odio por qué tal vez no lo vuelva a ver. Siguió leyendo.
Si supieras por cuanto tiempo te he amado en silencio y no tener el valor de decírtelo.
Si supieras cuantas veces quise golpear a aquellos que me llegabas a presentar como “novios”
Si supieras cuantas veces he querido robar un beso de tus labios.
Si supieras cuantas veces he querido quitarte que te amo.
Todos estos sentimientos me han consumido, no sabes cuánto, Baek, pero yo por miedo me lo he guardado, miedo a que te alejaras de mí, miedo a que me dejaras, miedo a que me odiaras, miedo a que no me amaras.
En ningún momento Baekhyun dejo de llorar, sentía sus sentimientos plasmados en aquella carta.
Si supieras lo que causa tu sonrisa en mí.
Si supieras lo feliz que me haces cuando me abrazas.
Si supieras lo incomodo que estuve cuando fuimos aquella vez a la playa.
Baek rió al recordarlo, ambos traían más que bóxers para bañarse y todo el tiempo, Chanyeol se la pasó sonrojado, ni se atrevía a mirar a Baek a la cara, este varias veces le pregunto qué le pasaba, pero el alto siempre tomaba como excusa de que era a causa del sol.
Si supieras lo celoso que me pone que otros te toquen o simplemente se te acerquen a ti.
Si supieras cuanto amo las tardes de películas contigo, comiendo un montón de chucherías.
Si supieras lo hermoso que eres, mi pequeño Baekkie.
Su mirada de Baek se llenaba cada vez más de amor.
Pienso que tú eres el mismísimo cielo, eres lo más bello que me pudo haber pasado, jamás te cambiaría por nada, jamás te dejaría, jamás te olvidaría… jamás dejaré de amarte.
Si supieras que cosas pasan por mi cabeza cuando estoy contigo.
Si supieras todo lo que quiero que hagamos juntos.
Si supieras lo vulnerable y fuerte que me vuelves.
Si supieras lo frágil y delicado que tú eres.
Siempre he sido aquel chico disponible siempre para ti, el que te escucha y comprende, ¡Tengo tantas ganas de gustarte!
Quisiera que me necesites, que me extrañes, que te haga falta.
Siempre he tenido una sonrisa para ti, la más grande, por qué tú eres lo que más quiero, quiero verte siempre sonreír, escuchar tu risa y ser yo el causante de ellas, me has cambiado, Baek, me has vuelto la persona que soy ahora, alegre, entusiasta, divertida, todo para agradarte y no me arrepiento.
Ahora, solo puedo pedirte un favor y no es tu obligación cumplirlo, jamás te obligaría a nada, pero…
¿Esperarías por mí?
Es lo único que te pido, no es la forma más correcta de confesarme, despedirme y suplicarte, pero si hubiera estado enfrente de ti al decirte todo esto, no tendría las fuerzas suficientes para irme, no lo quisiera, pero mi madre me necesita, mi padre también, tengo que ser fuerte por los cuatro, por ellos, por ti y por mí.
Pensare siempre en ti… desde siempre has sido el dueño de mis sueños y pensamientos.
Me siento libre de decírtelo ahora…
Te amo, Byun Baekhyun y regresare por ti.*
Cuando termino de leer, Baek tomo la carta y la abrazo lo más fuerte y cerca de su pecho, lloraba y reía, se había vuelto loco.
-Yo también te amo, Park Chanyeol… y esperare por ti. –susurro para sí mismo, cerrando los ojos y cayendo otra vez en el mundo de los sueños.
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5 años después.
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El timbre de la casa se hizo sonar. Baekhyun extrañado bajo a abrirla, no esperaban visitas.
Al abrirla, no podía creer la imagen que tenía enfrente, ese rostro, esa sonrisa, esa silueta… eran las mismas.
Se lanzó hacia ella sin pensarlo dos veces, la persona enfrente abrió enormemente los brazos para recibirlo y envolverlo… cuánto habían extrañado el calor del contrario.
Ambos buscaron sus labios con hambre, querían sentirse por primera vez y el sentimiento que tenían era maravilloso, luego de separarse por falta del aire, dejaron sus frentes juntas y se miraban a los ojos.
-Si supieras cuánto te he extrañado… -dijo el visitante.
-Y yo cuánto te he amado… -le respondió Baek.
-¿Me esperaste, Baekkie? –
-Por supuesto que sí, Channie…
Y se unieron otra vez en un tierno beso, esta vez más calmado y lento, disfrutarían del momento.
Si supieras que es solo el comienzo…