Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

~ Flores de cerezo ~ 桜 ~ 2min Oneshot por Raquimm

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Holaa!! ~ 
Aquí vuelvo con otro shot de 2min! Por favor díganme que les ha parecido, y advierto que yo lloré mucho con ésta historia.
Gracias por leer! y nos vemos más tarde! Adiós <3 

Notas del capitulo:


Advertencias: Muerte de personajes.
Pareja: 2min (obviamente xD)

Éste Shot lo subí también en la página de Twomin planet, pero para aceder a esa página hay que estar registrado así que lo subí aquí también. 

Lean, lean...


Flores de cerezo 



 Esta historia que os voy a contar trata de la vida de mi tío, Taemin, que un día me contó, sobre su historia de amor.
 
Él me la contó a mí, y ahora es el turno de contároslo a vosotros, mis niños. Espero que les sirva tanto como a mí me sirvió, tenedla presente, no sufráis por cosas tan pequeñas, y recordad lo que sufrió él, en silencio, recordad a Minho, como tenía que ser fuerte para que no sufrieran más, y lo más importante, recordad el último pétalo de cerezo, pues tiene mucho significado, tenedlo en mente mis niños…

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-¡Tío Taemin! ¡Tío Taemin!

Dime, cielo, ¿qué te pasa?- le dije observando su cara roja y mojada por las lágrimas que caían sin cesar.

-¡Mi  novio me ha dejado, tío!- dijo haciendo que llorara más aún  si es que era posible

-Tranquila, no te preocupes, hay más hombres en el mundo- le dije acariciándole el pelo suavemente.

-¡Lo sé, pero yo sólo le quiero a él! ¡Estoy enamorada de él!- dijo 

-Tonterías, ya verás cómo se te pasa – le dije aún acariciándole el pelo, se revolvió un poco y se puso frente a mi mirándome con los ojos acuosos, brillantes, de un color verde muy claro, casi blanco.

-¿¡Cómo lo sabes!?¿¡Alguna vez te has enamorado o qué!? ¡Si siempre te veo solo!- dijo como si me estuviera echando en cara algo.

-Sí, yo me enamoré hace mucho tiempo, pero no pudimos seguir juntos- le dije mirando al suelo, recordando algo que dolía mucho. El pasado, nunca lo olvidaré.

-¿Qué? ¿Y cómo fue? ¿Por qué no pudisteis estar juntos? ¡Tío Taemin cuéntamelo por favoooor! – me dijo suplicante, y no me podía negar a eso.

-Vaaale… pero te advierto que es una historia muuuy larga y triste ¿eh?…- le dije

-¡No pasa nada tío! ¡Cuéntamela que quiero saberla! – dijo secándose las lágrimas que quedaban en sus mejillas rosadas.

-Bueno… todo fue hace 20 años, cuando yo era bailarín y cantante…

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-¡Eh Taemin! Alguien te busca fuera- dijo mi jefe

Salí casi corriendo de la sala, para ver quién era el que me buscaba y allí lo encontré.
Una silueta de un hombre, alto, pelo moreno y por los hombros, ondulado y revuelto, tenía una buena figura, y tenía también buen gusto con la ropa, por lo que se veía.

El hombre se giró y pude verle la cara, ya lo conocía, era la persona de la que yo me había enamorado.

-Eh Taemin, siento molestarte pero te tengo que decir una cosa…-dijo él agachando la cabeza y ruborizándose un poco.

-Ah…no pasa nada ¿qué querías?- le dije sonriente y a la vez cohibido por estar hablando con él.

-Emm…esto…bueno…-dijo tartamudeando un poco

-¿Si?-le dije impacientándome  

-Bueno…que… ya no podía aguantar más y he decidido decírtelo de una vez…esto…-dijo él 
Estaba cada vez más nervioso, no tenía ni idea de qué hacía allí, ni lo que quería contarme, no tenía ni las más remota idea de lo que quería decirme, pero sí sabía una cosa, tiene que ser muy importante para que haya tenido que venir hasta mi estudio que está a una hora de donde él vive, y sólo para decirme algo. Qué extraño… 

-Hum… yo… Taemin…yo… llevo mucho tiempo pensándolo y… si tu quisieras… em… esto…Taemin… yo… yo…. ¡¡¡Que me gustas y estoy enamorado de ti!!!- Dijo casi gritándolo y con toda la cara roja, estaba sudando, se le veía las gotas caer por su frente.

-Espera, ¿qué?- dije sin creérmelo del todo

-Que te quiero Taemin y quiero que seas mi pareja. Tú… ¿qué piensas?- dijo murmurando con la cabeza agachada, pero aún así se le veía la cara ruborizada. Me hizo gracia verle así, tan callado y avergonzado, no era muy típico de él… y se me escapó una risita, aunque más bien de risita era una carcajada enorme.

-¡¡Prrf jajajajajajajajaajajaj!!- riéndome a no poder más, y apretándome la barriga.

-¡Oye! Yo no te lo he dicho para que te rías de mí, ¡mocoso!- dijo con un tono de enfado  y dándome un pequeño golpecito en la cabeza.

-Eh eh, tranquilo, tranquilo que no me estoy riendo de ti, sólo era que no me esperaba que tú te pusieras así y que me dijeras que me querías…- le dije conteniéndome la risa y secándome las lágrimas que habían caído gracias a las carcajadas que había soltado.

-¿Y bien… qué respondes?- dijo en un tono muy serio 

-Sí…-le dije muy avergonzado.

-¿Sí a qué Taemin?, ¡Sé más claro, coño!- dijo tocándose el pelo con nerviosismo

-Que yo también te quiero, y quiero salir contigo, estoy enamorado de ti, Minho- le dije.
Los dos nos quedamos en silencio sin saber que decir, por fin se había cumplido el sueño que tanto añoraba, mi deseo más grande e importante, tener a Minho, y ahora le tenía, parecía un cuento, una historia Disney , dónde él era mi príncipe azul, y venía a por mí, lo tenía por fin. 

-Bueno…y… Taemin di algo…- dijo él sintiéndose avergonzado.

-¡Y yo por qué! ¡Habla tú!- le dije en un acto reflejo, me acerqué un poco a él

-¡Y qué digo!- se acercó aún más 

-¡Lo que sea!- me acerqué a él

Estábamos pegados, nuestros cuerpos chocaban y notaba su aliento caliente en mis labios, sus ojos marrones me miraban y yo les miraba a ellos. Y de repente…

-Taemin…- dijo casi en un susurro mientras se acercaba girando un poco la cabeza para encajar perfectamente con mis labios. Yo hice lo mismo, y, al final llegó. Sus labios carnosos y suaves tocaron los míos dándome un beso tierno y dulce, entrelazando nuestras lenguas en perfecta sintonía, girando aún más la cabeza para llegar a profundizar más. Mientras que nuestros besos seguían sin parar, él fue abrazándome y pegándome más a su cuerpo, me acariciaba en pelo, la nuca, mi espalda, hasta terminar en mi cintura. 
Y así seguimos varios minutos, horas, segundos, perdí la noción del tiempo.

Pasaron los años y seguía felizmente con Minho, saliendo por ahí, viajando, saliendo con los demás Jonghyun, Key y Onew… 

Pero esa felicidad se hundió gracias a la enfermedad de Minho, le habían diagnosticado cáncer, no le quedaba más de un año con vida.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Había pasado ya dos meses desde que nos dijeron que tenía cáncer, Minho había empeorado y tenía que quedarse hospitalizado. Yo estaba destrozado, cada vez le veía peor, más delgado, más débil, menos Minho… Pero no podía hundirme, no ahora, debía mantenerme a flote y debía salvar  a Minho.

 Llegamos al hospital, era muy bonito, moderno, no parecía los típicos hospitales antiguos que daban grima sólo de pasar por el lado, éste tenía un jardín enorme a la entrada, varios bancos y fuentes, gente paseando en silla de ruedas con enfermeras a sus lados. Y justo en la entrada al edificio un gran árbol sin hojas, pero igualmente me llamó la atención, no sabía qué árbol era, pero se veía majestuoso. Me detuve frente a él, observándolo.

-¿Qué pasa?- Dijo Minho.

-Oh…no, nada, me gusta éste árbol- le dije sin parar de observarlo.

-Es un cerezo, lo que pasa que no está en flor, todavía no es la temporada.
 
Entramos al edificio, hablamos con la recepcionista, ella llamó a una enfermera y nos condujo hacia una habitación, no era muy pequeña ni tampoco grande, era el tamaño justo para dos camas, un sofá con un televisor colgado encima, y mesas a los lados de las camas, la cuales vestían unas sábanas blancas impolutas y a sus pies una manta azulina bien doblada. Pero no fue la decoración lo que me llamó la atención, si no, unas cristaleras que ocupaban desde la mitad de la pared hasta casi llegar al techo. Por las que entraba una luz  preciosa, iluminaba toda la habitación.
 
Me asomé a la ventana, retirando la fina cortina blanca, y vi el cerezo, desde allí se veía perfectamente, tenía unas vistas maravillosas, no parecía un hospital, si no un hotel.

Pasaron los días, las semanas, los meses, pero Minho no mejoraba.

Al fin llegó la primavera, y con ella floreció el cerezo.

Veía a Minho ponerse peor, triste, sin ganas de reír, ya no sabía qué hacer, mis fuerzas caían al verle así, así que pensé en regalarle un cachorrito de dálmata, lo llevé al hospital en una cesta de mimbre con un lazo azul y varias mantas para que no pasara frío y además para que me sirviera de escondite para que no lo vieran  las enfermeras cascarrabias.

Cuando entré en la habitación vi a Minho tumbado en la cama mirando por la ventana con varios tubos saliendo y entrando de él, lo único que lo mantenía con vida.

Al fin giró la cabeza y le vi la cara, demacrada, pálida, huesuda, con ojeras debajo de sus preciosos ojos color caramelo. Esbozó una pequeña sonrisa  al verme curvando sus labios carnosos y aún rosados, lo único que tenía color en aquel cuerpo esquelético.

-Hola, ¿cómo te encuentras?, Te he traído algo- le dije mirando a la cesta de mimbre

-Hola, estoy bien ¿y tú?, ¿Qué traes ahí?, ah por cierto, estás guapísimo - me dijo volviendo a sonreír, Ay… tan tonto como siempre, aún en su estado sigue diciéndome lo mismo todos los días y contando chistes… Minho… ¿qué será de mí cuando tú ya no estés?

-Un regalo para ti, espero que te guste porque no se puede descambiar-  le dije y le enseñé al pequeño perro.

Nunca se me olvidará la cara que puso esa vez.

Su cara reflejaba felicidad, no había rastro de tristeza, esbozó una sonrisa pura, como la de un niño pequeño cuando le das un juguete, si sólo se parara el tiempo…
 
Pasaron los días y el cachorrito ya no era un ``cachorrito’’ exactamente, había crecido bastante, yo siempre le paseaba por el jardín al lado del cerezo. El cerezo… ya se estaban cayendo los pétalos pero a mí me seguía pareciendo precioso, a los pies del gran árbol había una manta rosada formada por pétalos donde jugueteaba Sakura, mi pequeño dálmata.

Me las había ingeniado para que las enfermeras no me dijeran nada sobre Sakura, haciéndoles regalos, y favores, también ellas en parte me entendían, a Minho sólo le quedaban semanas de vida y yo quería verle feliz por lo menos esos días.
 
Cada día que pasaba Minho empeoraba, se lo llevaban constantemente al quirófano, o hacerle pruebas, y yo, mientras tanto, sufría por dentro. En aquellas horas de larga espera sólo me dedicaba a dar paseos por el jardín o a quedarme en la habitación observándolo simplemente, aquel cerezo se parecía a Minho, cada vez más marchito, más muerto, con menos vida, como él.  

Y al final llegó.
 
Todos aquel día estaban histéricos, los médicos no paraban de entrar y salir de la habitación, cada vez más gente, más ruido, pero yo sólo podía oír el ligero pitido que emitía la máquina que estaba conectada a Minho midiéndole el pulso, un pequeño ``bip’’ casi inaudible entre tanta gente. 

Pero yo lo escuchaba perfectamente.
 
Me quedé al lado de la cama, junto a Minho viéndole morir poco a poco, no podía hablar, casi ni abría los ojos, respiraba con dificultad, y a veces perdía la consciencia, le veía ahí postrado frente a mí, tan débil, tan solo. No quería que se fuese así, sufriendo.

-Taemin…- dijo con mucha dificultad, tosiendo y cerrando los ojos.

-Shh…tranquilo…estoy aquí- le dije entre sollozos y lágrimas sujetando su mano.
 
Observé el cerezo, recordé lo majestuoso que se veía con sus ramas repletas de flores rosadas, tan vivo, tan fuerte, como si pudiese aguantarlo todo, pero ahora estaba vacío, sus ramas estaban desnudas, sólo había una pequeña flor, que no tardaría en caer.

Bip bip bip biiiiiiiiiiiiiiiiiiiip….
 
Y los pitidos desaparecieron, ya no sonaban, sólo era un pitido largo. Ese sonido era el más temido por mí, el sonido de la muerte.
Alcé la mirada con los ojos acuosos y lo vi.

La pequeña flor caía con un suave vuelo precipitándose al suelo.

Y entonces fue cuando me di cuenta de que ya la mano de Minho no tenía fuerza, sus ojos cerrados, no respiraba, pero en sus mejillas corrían unas lágrimas silenciosas dejándose caer en la comisura de sus labios, parecía tranquilo, relajado, no como cuando estaba vivo hace unos días, ya estaba en paz.

Se había ido, ya no lo volvería a ver.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-Taemin, sólo le quedan dos semanas como mucho, debido a su edad ya no podemos hacer nada, lo siento- 
 
Sí, ya han pasado 30 años desde que murió Minho, y ahora yo también tengo cáncer, debido a que tengo ya 60 años no pueden hacer nada para curarme, mi cuerpo ya no acepta más medicamentos, y ahora me estoy muriendo.

Yo no lloro, sigo fuerte, mi sobrina Nikki, que es la que cuida de Sakura ahora, siempre se la pasa conmigo en el hospital, que es el mismo en el que Hikari estaba, exactamente en la misma habitación con las mismas vistas al jardín que había cambiado bastante, excepto por el cerezo que seguía ahí.

-Tío… ¿puedo preguntarte algo?- dijo mi sobrina mientras miraba hacia el cerezo.

-Sí, claro- le dije mirando también hacia allí.

-¿Por qué nunca lloras? ¿No estás triste? ¿No te duele? ¿Por qué siempre miras a ese árbol y sonríes?

-Nikki… sí que lloro, yo no soy de piedra, también estoy triste y claro que duele y mucho. Y en respuesta a lo del cerezo…- hice una pausa debido al nudo que tenía en la garganta que no me dejaba respirar.- El cerezo… me recuerda a Minho.

-¿Por qué?- me dijo 

-¿Por qué?, buena pregunta, sinceramente yo tampoco lo sé, sólo me recuerda a él en cómo se fue tan rápido, se parecía, de algún modo, al pétalo… Tan solo… Tan bello, hasta en su muerte.- las lágrimas empezaron a salir y una presión en el pecho no me dejaba respirar, empecé a toser fuertemente.

-¡Nikki llama a un médico, corre!-
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Bip bip bip…

Sólo oigo voces.

Bip bip bip…

Gente tocándome, hablándome, pero no puedo moverme, me ahogo, no puedo respirar.

Bip bip bip…

-¡Taemin…!

Bip bip bip…
 
Veo a médicos pasar de un lado para otro, Nikki mirándome con los ojos llenos de lágrimas sujetándome la mano, acariciándola, diciendo algo que no consigo oír.

Sólo escucho el pitido, cada vez más débil.

Mi corazón no reaccionaba.

Ya era la hora.

Miré a Nikki por última vez, intenté sonreír, ella me correspondió aún llorando a mares.

Y después, con mi último latido, vi el cerezo. 

Biiiiiiiip….
 
¿Sabes Minho? Ahora estaré contigo, y veremos juntos como los demás crecen, como Sakura se revuelca sobre los pétalos caídos del cerezo, como Nikki cuida de los suyos. Minho, ya he venido a por ti, ya no estarás ahí solo, ya no me tendrás que mirar más porque estaré a tu lado. Así que a partir de hoy, miraremos los dos juntos.

Las luces se apagan justo en el momento en el que nos encontramos después de perdernos.

Notas finales:

Hola de nuevooo! ¿Qué les pareció? Déjenmelo saber en los comentarios por fa, muchísimas gracias por leer. 


Nos vemoss <33


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).