Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mucho mejor que el PUSH-UP por Nanako88

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

  Los personajes no me pertenecen son una creacion de ChiNoMiko y Beemoov.

  Viernes 14 de Febrero del 2014. Día de San Valentín. Un rubio delegado se encontraba caminando tranquilamente por los pasillos del instituto, cuando cerca del hueco de la escalera pudo divisar a Sucrette, una chica de mediana estatura, de largo cabellos rubio ceniza y ojos morados, secreteando animadamente con otra chica de nombre Iris.


  El nunca había sido una persona que le interesara por las conversaciones ajenas, pero por algún motivo algo le decía que tenía que escuchar esa conversación. Se acerco lentamente haciendo como si estuviera  revisando unos papeles, hasta que pudo escuchar claramente.


  - ¿A que no adivinas que paso? – Dijo la ojimorado.


  - No, ¿Qué es? Me tienes con la intriga desde esta mañana-


  - Castiel me dio un regalo de San Valentin – Comenzó a dar pequeños saltos de felicidad.


  ¿Qué? ¿Cómo que Castiel le había dado un regalo?- Pesaba un aturdido chico, su modo Yandere se estaba activando, esto estaba poniéndose peligroso.


  - ¡Enserio! ¿Qué fue lo que te regalo?-


Sucrette saco una pequeña bolsa de regalo adornada con lacitos rojos.


  -  ¡Mira! ¡Qué Lindo! – Saco lo que estaba dentro de la bolsita. Un conjunto de ropa interior bastante sexy de color negro y rosa.


  - ¡OMG amiga! Esto lo único que puede significar es que le gustas-


   - ¡Si, lo sé! ¡Estoy tan feliz!-


  Ahora sí que estaba completamente activado. Mataría a su pelirrojo novio de eso no había duda.


  Se largo de ahí lo con un aura maligna rodeándolo, llego a la sala de delegados para buscar una navaja que mantenía oculta en uno de los estantes.


  En ese instante alguien le cubrió los ojos con sus manos y le susurro en el oído.


  - ¿Cómo esta mi lindo novio?-


Nathaniel sonrió torcidamente, se voltio encarando al pelirrojo, pozo sus brazos en los hombros del contrario y se acerco bastante a él.


  - Estoy muy bien ¿y tú?-


  - Amm… pues también estoy bien. ¿Te pasa algo? Te noto raro-


  - ¿Yo?, ¿Raro?, no para nada-


  - Emm bueno... Tengo una sorpresita muy especial para ti hoy- le susurro en el oído al más bajo.


 - Que casualidad entonces, yo también te tengo una sorpresita -  El ojiambarino con toda la fuerza y furia que tenía en su interior le pego un poderoso rodillazo en la entrepierna al ojigris.


  El chico agredido lo único que pudo hacer es tirarse al piso, con ambas manos en la zona afectada y lagrimas saliendo de sus ojos.


  - ¿Cuál… Demonios…Es…Tu…Problema? – Pregunto con una voz bastante aguda a causa del dolor-


  - Mi problema es que el bastardo de mi novio, le anda regalando ropita interior a una chica y después el muy descarado viene hacia mí, como si no hubiese hecho nada, ¡ese es mi maldito problema!, ¡Eres un cerdo!, ¡No vuelvas a acercarte a mi jamás en tu vida!-


  - No, espera, no es lo que crees, puedo explicarlo-


  - No quiero escucharte ¡Mejor Cállate! ¡Todo se acabo! – antes de írsele pego una patada y se fue de ahí hecho una furia.


  El chico rebelde se quedo maldiciendo todo lo que había pasado. Tenía que arreglar las cosas, no dejaría que un malentendido dañaría su relación.


  El dia paso rápido, ya era hora de que los alumnos fueran a sus hogares. Un todavía muy enojado rubio tomo su mochila y se fue caminando. En el camino, un motorizado le paso al lado, deteniéndose al frente de él impidiéndole el paso.  Se saco el casco mostrando su rostro, era Castiel.


  - Sube-


  - No-


 - Por favor Nath, por lo menos escúchame. Si no te convence lo que te digo te dejare en paz para siempre.


  - Bien, pero te lo advierto no lo lograras-


 - Correré con el riesgo- Le tendió un casco al otro chico que se subió atrás de el.


 - ¿A dónde vamos?-


 - Ya verás- El conductor a propósito acelero mucho mas haciendo que el delegado se pegara bastante a él.


 - A pesar de que estas enojado conmigo, te gusta abrazarme mucho ¿No es así?


  - Cállate y conduce- fue su única respuesta.


  Al poco tiempo llegaron a un hermoso lugar, Castiel lo había llevado a un mirador, en el que se podía observar todo el océano, el atardecer junto con el sonido de las olas al romper en las rocas completaban la belleza de este paisaje.


  - ¿Qué opinas?-


  - Es asombroso-


  - Si lo es, Nath escucha- Castiel tomo al rubio del brazo y lo giro para que pudiera quedar en frente suya.


  - Todo es un malentendido. El regalo que le di a Sucrette no significo absolutamente nada. Al contrario era una broma, mas como una especia de burla. El brasier del conjunto era un PUSH-UP , son de esos que hacen que a las mujeres se le suban los pechos y los hace parecer que fueran más grande-


  - Entonces ¿Querías que sus senos lucieran mas grandes?


  - ¿Qué? ¡No! Yo siempre me burlo de ella porque está totalmente plana.


  - Pero al menos ella tiene algo de pechos, se que te gustan, yo soy un hombre, jamás los tendré.


  - Y crees que no se eso, además ¿qué tan loco me crees coma para dejar tu asombroso trasero por una tabla de planchar?


  - Pero es que es confuso-


  Castiel coloco ambas manos en las mejillas de su novio y se acerco bastante a su rostro.


  - Nath, yo a ti te amo, no te dejaría ni por ella ni por nadie. Tú significas mucho para mí. Eres lo que me mantiene de pie para seguir luchando. En realidad yo… Castiel se arrodillo sacando una pequeña cajita y la abre mostrando un precioso anillo de compromiso.


  La boca de Nathaniel prácticamente tocaba el suelo, su cerebro no procesaba lo que estaba viendo.


  - Nathaniel ¿me harías el honor de casarte conmigo?-


  - ¡Si, Por supuesto que Sí!  ¡Yo te amo! –Respondió  el rubio inmediatamente con lagrimas a punto de salir de sus emocionados ojos.


  El ojigris coloco el anillo en la mano de su ahora prometido, se levanto y lo beso para después abrazarlo.


  - Cast perdóname por haber dudado de ti y por bueno… la paliza que te di-


  - No importa, no tienes porque disculparte, no sabes lo feliz que estoy porque hallas aceptado, aunque debo admitir que golpeas muy bien - Ambos rieron y se volvieron a besar.


  - Ahora que me perdonaste y aceptaste mi propuesta, es hora de celebrar-


  - Me muero de ganas de hacerlo-


  - Entonces que estamos esperando ¡Vamos! Ambos volvieron a la moto y comenzaron a andar.


  Se detuvieron en un motel. Ambos entraros agarrados de la mano.


  - Buenas tardes ¿Puedo ayudarlos en algo?-


  - Si mi nombre es Castiel, tengo una reservación-


  - Ok déjeme verificar- La dependiente tecleo algunas cosas en la computadora- Muy bien,  aquí está la llave de la habitación ¡Que pasen una buena estadía!-


  Ambos subieron por el elevador. Ni bien cerraron la puerta de la habitación, la pasión se apodero de los dos jóvenes.


  Se besaban lujuriosamente, mientras desesperadamente se arrancaban la estorbosa ropa.


  Nathaniel guio a Castiel hasta la cama y lo sentó en la orilla de esta.


  - Hoy yo hare todo el trabajo, tu solo disfruta- beso los labios contrarios y comenzó a descender besando todo el cuerpo de su futuro esposo hasta llegar al miembro de este.


  Comenzó repartiendo besos desde la punta hasta la base,  a veces dando pequeñas lamidas por toda la extensión de carne. Introdujo el pene en su boca y comenzó a succionarlo cada vez más y más fuerte haciendo que su pareja  se estremeciera.  El pelirrojo lo tomo por el cabello marcando su propio ritmo. No paso mucho tiempo hasta que llegara al orgasmo, corriéndose totalmente en la boca del rubio que trago todo y hasta relamiéndose los labios.


  Nathaniel recostó a Castiel en cama y comenzó a lubricar sus dedos con saliva de manera muy sugerente, empezó a meterlos dentro de su interior simulando penetraciones, todo esto ante la atenta mirada del ojigris, que nunca había visto a su novio actuar de esa manera tan pervertida, tan sexy.  El rubio tomo el miembro de Castiel y comenzó a meterlo dentro de sí, autopenetrandose.  Lo cabalgaba salvajemente, haciendo las penetraciones cada vez más profundas. Los gemidos inundaban toda la habitación dándole un aire súper erótico. El pelirrojo tomo al ojiambarino por las caderas, aumentando así el ritmo, hasta finalmente llegaron al clímax.


  El uke se separo de su seme para recostarse a su lado, totalmente sudado y agotado.  Ambos se abrazaron fuertemente, diciéndose lo mucho que se querían  el uno al otro. Hasta que quedaron dormidos en los brazos de Morfeo.   


  Despertaron a la mañana siguiente, estaban buscando su ropa que quedo esparcida por todo el lugar.


  - Cast, todavía tengo algo que no me queda bien en claro. Si fuiste a comprar un anillo de compromiso ¿cómo terminaste comprando lencería?-


  - Saliendo de la joyería, encontré una sexshop y bueno… revisa la gaveta de la mesita de noche-


  Nathaniel se quedo extrañado pero hizo lo que el otro le dijo.  Al abrirla se encontraba una caja azul con punticos blancos, al destaparla se encontró con un enorme dildo de color rojo.


  - Cuando compre eso fue que vi el conjunto. Ese era el segundo regalo que tenía que darte, es para que siempre me recuerdes y nunca te sientes solo-


  - Jajajajaja eres un pervertido-


  - Mira quién habla-


  Se besaron fugazmente, esta noche estrenarías el segundo regalito.

Notas finales:

Que les parecio! Mi primer lemon que emocion.

jajaja Los dos son unos pervertidos xD

Gracias por leer, espero que haya sido de su agrado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).