2. Renovando el ánimo.
Naruto, vestido en su traje de jounin y sentado bajo el techo del Ichiraku ramen, veía cabizbajo cómo Teuchi le preparaba los fideos, Naruto suspiró. -Oi, oi Naruto-kun -sonrió Kakashi sentándose al lado del rubio y tratando de animarlo ya que lo había visto bastante afligido en esos días- ahora que no estás de misión quizás puedas invitarme a un tazón de ramen...
-Ganas más que yo y quieres que te invite a comer, dattebayo? -puso mala cara y sacó su monedero sacando lo que le faltaba para completar el costo- deberías dejar de gastar tu dinero en esos icha-icha, baka.
-Mmm... sería lo más prudente, pero no lo haré -sonrió y pidió a Teuchi otra porción de ramen- estos días han estado muy fastidiosos, no Naruto?
-Y que lo digas... -respondió amargado.
-Porqué no hablas con Tsunade para que te dé unos días libres? -preguntó haciendo voltear al rubio- estoy seguro que no te lo va a negar... después de todo, no hay tantos peligros como años pasados.
-Y de qué diablos me sirve tener vacaciones si no tengo con quien compartirlas, BaKakashi?
-Te agradecería que no me volvieras a llamar así, debes respetar a los que fueron tus maestros... -sonrió al ver cómo les depositaban los tazones de ramen frente a los dos- itadakimasu! -dijo y se dispuso a comer- entonces, estás así de amargado porqué no tienes suerte en el amor?
-P-pero por qué dices eso? -preguntó espantado.
-Porqué tu mismo lo dijiste -respondió y bajo la máscara para poder comer, Naruto ni siquiera notó que podía verle la cara por completo al peliblanco, estaba todo absorto pensando en que había metido las cuatro al haber respondido eso al quisquilloso de su sensei- y bien, ¿me dirás quien es esa persona que te tiene más tonto de lo normal?
-P-pues... -Naruto vio su plato de ramen y se mordió los labios, ya se imaginaba lo que le iba a decir Kakashi cuando supiera que era un Uchiha el que lo tenía así, ya que el par de chicos eran considerados unos renegados, traidores de la aldea y posibles delincuentes a futuro; en sí Naruto no dejaba de imaginarse ese día en que le encomendaran la misión de capturar a alguno de los Uchiha para recabar información; Naruto suspiró afligido, no sabía por qué siempre se metía en líos por sí solo- es personal, dattebayo...
-Bien, cómo quieras- dijo Kakashi acabando de comer y volviendo a colocarse su máscara- pero sí deseas ayuda puedes buscarme Naruto, me dará gusto ayudarte- dijo y se marchó siendo seguido por la mirada azul del rubio, que solo se recargó, deprimido, sobre su brazo.
Era de tarde cuando Sakura iba a ver a Tsunade para ayudarla en una operación, iba apresurada y pensativa en las cosas que tenía que hacer pues deseaba que todo saliera bien y que la mujer viera que la chica seguía mejorando cada día más. Sonrió al ver que venía a su encuentro Naruto, aunque venía con la vista clavada en el piso, lo saludó.
-Levanta la cabeza o vas a chocar, baka!- Naruto levantó la vista y se encontró con la pelirrosa, sonrió más a fuerzas que de ganas.
-Eh, Sakura-chan, no vi que venías.
-Claro que no me viste, venías entretenido viendo a las hormigas -vio que el chico aunque sonreía, podía percibirse un dejo de tristeza en su rostro- ¿estás bien Naruto-kun?
-Sí... -la chica se mordió los labios preocupada, ya que tenía días en que veía a su amigo en el mismo estado de ánimo.
-Ahora llevo prisa Naruto, pero me gustaría que pudiéramos hablar mañana, ¿podríamos vernos en algún lugar?
-No sé si pueda, Sakura, tengo que hacer unas cosas mañana y...
-Solo quiero hablar contigo Naruto, no te quitaré mucho tiempo -insistió- te veo mañana en el Ichiraku, yo te invito el ramen –le guiñó el ojo- bueno, será mejor que me vaya si no quiero tener problemas con Tsunade-sama... te veo mañana Naruto-kun! -se despidió y el rubio vio como su amiga se alejó corriendo por la calle, bufó afligido. Siguió caminando hasta llegar a su casa y tirarse en la cama. La voz del nueve colas lo hizo reaccionar.
-Tal parece que siempre serán los Uchiha los causantes de las desgracias ajenas -sonrió burloń- Madara fue el causante del dolor de tu padre, Sasuke fue al principio tu dolor y ahora tu dolor es Itachi... ¿los Uchiha siempre van a estar atados a tu familia, eh chico?
-No es eso...
-Entonces? -suspiró- no crees que todo sería aún más pacífico si no existieran los Uchiha?
-Pacífico? -sonrío Naruto- hablas de ellos como si estuvieran planeando una próxima guerra... olvidas que son Itachi y Sasuke, tebayo.
-Precisamente por eso, Sasuke es muy parecido a cómo era Madara y...
-No lo es- se enfadó el rubio- y mientras la gente siga pensando así, nunca podrán vivir en paz, así la tengan frente a sus narices –el zorro miró extrañado a Naruto- mientras no olviden, mientras sigan desconfiando... nunca van a poder alcanzar la paz... aún así y estemos rodeados de ella... siempre van a vivir con temor, siempre a la defensiva... aun si pasaran los años y ninguna guerra se lleva a cabo, sí tienen temor a darles una oportunidad nunca van a poder sentir lo que es una verdadera paz, tebayo!- suspiró- Sasuke no es mala persona... Itachi menos... Itachi es... -sus ojos volvieron a tornarse cristalinos al recordar al chico, Kurama bajó las orejas y lamió los colmillos.
-Bien, pero entonces por qué no hablas con ese Uchiha? -se recostó de nuevo- te has enfrentado a cosas peores y no puedes enfrentarte a esto... baka.
-Itachi no me quiere... -le dolió admitirlo- el me ve como si fuera un mocoso... no me ve cómo soy realmente...
-Y cómo es Naruto realmente?
-¿Cómo es... -dijo hundido en sus pensamientos- alguien que desea formar una familia, volver a reestablecer los lazos que antes tenía Konoha con los Uchiha... sé que sí me uno a Itachi, las cosas van a cambiar para bien... tanto para ellos como para Konoha...
-Y para ti?
-Para mí será la fuerza que me hará vivir cada día, y cuando llegue a ser hokage, mi familia con Itachi, mi hermandad con Sasuke y mis amigos me harán más fuerte y podré hacer de Konoha un lugar soñado, para todos... -Naruto sonrió- y también para ti, Kurama.
-Bah... dices puras chorradas, muchacho -dijo y sonrió dentro de sí.
La noche caía y Konoha se escuchaba en silencio, solo alguno que otro barullo se podía escuchar por ahí; Sakura terminaba de desocuparse de con Tsunade y caminaba con rumbo a su casa, pensativa aún en su amigo. Naruto siempre era el chico que hacía reír a los demás, el amigo que siempre levantaba los ánimos caídos de los otros; pero ahora era diferente, ahora Naruto era quien se encontraba serio y cabizbajo, de verdad que Sakura deseaba ayudarle; después de todo, Naruto había hecho muchas cosas por ellos. Una voz la hizo estremecer y detener sus pasos.
-Sakura...
-S-Sasuke? -lo miró con los ojos más abiertos de lo normal, no se podía creer que estuviera el Uchiha delante de ella, y al parecer escondiéndose. Sakura sintió que su corazón había sido atravesado por una descarga eléctrica al ver que el pelinegro se acercaba a ella, era revivir viejas ilusiones.
-Sakura -volvió a llamarle, se podía ver preocupado- necesito que me hagas un favor...
-¿Un favor? -Sakura no sabía que sentir, pero lo primero que sintió al escuchar eso fue un temor a que volvieran a surgir problemas en Konoha- ¿qué clase de favor?
-Necesito ver a Naruto... ¿sabes dónde vive?
-¿Naruto? -preguntó confundida, sólo esperaba que no estuvieran de nuevo tras el kyubi- para qué lo quieres, Sasuke?
-He ido a dónde antes vivía pero parece que ya no está ahí...
-Naruto cambió de casa, Sasuke...
-Ya veo.
-Para qué lo ocupas? -le volvió a preguntar sin apartar los ojos de los negros del Uchiha, aún podía sentir cómo era arrastrada hacia ese abismo de sus ojos, se sorprendió a sí misma al ver que aún se encontraba enamorada de Sasuke, a pesar de las cosas que habían sucedido, sintió que sus mejillas se habían enrojecido -porqué ese interés en Naruto?
-Es algo que no te concierne, Sakura...
-Bien, a ti tampoco te concierne en dónde está viviendo ahora Naruto -le dijo molesta, Sasuke se mordió los labios.
-Necesito hablar con él...
-¿De qué necesitas hablar con él? Ustedes ya no tienen nada de qué hablar después que hubo acabado la guerra.
-Sakura -Sasuke la tomó de los hombros y la chica se estremeció al sentir las manos del pelinegro sobre ella- confía en mí, por favor.
-C-confiar?
-Por el momento no puedo decirte nada, tu más que nadie sabes que no somos bien vistos en Konoha, tanto yo como Itachi. Imagina que pensarán sí saben que Naruto no ha dejado de frecuentarnos.
-Naruto sigue viéndolos? -preguntó confundida.
-Sabes cómo es de persistente... -Sasuke suspiró- necesito hablar con él, no sé qué ha sucedido pero ya tiene un mes que no ha ido a la casa... la última vez que lo vi lo noté triste...
-Bueno, ahora que lo dices, yo también lo he visto triste...
-Ves ahora porqué necesito hablar con él? -le respondió, Sakura sintió un pinchazo en su corazón, Sasuke se estaba comportando más abierto de lo que siempre había sido, algo había sucedido y seguramente Naruto era el responsable de esa transformación en el Uchiha, Sakura sonrió.
-Te voy a llevar a dónde está viviendo -le dijo y Sasuke siguió a la chica hasta llegar a una casa de dos pisos, un poco más grande de la que Naruto anteriormente tenía. Vio la luz del segundo piso encendida- aquí es dónde vive... -Sakura observó a Sasuke mirar hacia el segundo piso- puedo acompañarte y hablar también con Naruto?
-No -le dijo secamente- esto es algo que solo nos incumbe a Naruto y a mí...
-Ya veo- dijo ofendida- bien, entonces me voy... pero no olvides que tarde o temprano me enteraré por Naruto.
-Sí es así no importa -le dijo impacientando a la chica- gracias por traerme a su casa, Sakura.
-De nada... -dijo no muy convencida y se alejó con mil cosas en la cabeza. Sasuke dio un salto hasta el segundo piso, sujetándose de la ventana; pudo ver a Naruto recostado en la cama, viendo hacia el techo. Sasuke chasqueó los dientes y entró a la habitación.
-Naruto...
-Sasuke? -se puso rápidamente de pie- cómo sabes en dónde estoy viviendo?
-Me trajo Sakura.
-Sakura-chan, ne? -sonrió divertido haciendo encabritar al Uchiha.
-Sigue con eso y me largaré para siempre.
-No, espera Sasuke -le llamó, Naruto suspiró y se sentó en el piso recargándose en la cama, puso de nuevo su cara de tristeza- sé porqué estás aquí...
-Lo sabes?
-Sí- dijo y se talló los ojos, Sasuke fue y se sentó a su lado en el piso- siento no haber podido ir a tu casa.
-Nos tenías preocupados, dobe.
-A ti tal vez... a Itachi lo dudo -Sasuke lo miró extrañado.
-¿Por qué dices eso?
-Tu hermano me odia Sasuke...
-No seas infantil dobe, mi hermano no te odia... dé donde sacas eso?
-Claro que sí.
-Te estoy diciendo que no.
-Te digo que sí.
-Que no.
-Te estoy diciendo que sí, jodidos!
-Y porqué mierda dices eso, imbécil?
-Porqué le dije que estaba enamorado de él, dattebayo!
-Qué? -preguntó incrédulo- qué le dijiste?
-Eso Sasuke... -Naruto suspiró y se llevó ambas manos a la cabeza, despeinándose más- me gusta tu hermano, teme.
-¿Es broma, verdad?
-¿Acaso me estoy riendo? -Sasuke miró confundido al rubio- ese día que me viste en tu casa, se lo dije a Itachi...
-Y qué te respondió mi hermano?
-En pocas palabras que yo era un mocoso para él... -Sasuke trató de no reírse- mi vida es una mierda, dattebayo...
-Vamos, no seas trágico usuratonkachi.
-Esto es una tragedia, dattebayo!
-Claro que no, es solo que eres un idiota como siempre lo has sido -sonrió- entonces, eso que me dijiste esa noche, fue por él? Por Itachi?
-Eso fue precisamente lo que te acabo de decir, baka -dijo compungido.
-Naruto... mi hermano no es una chica...
-Crees que no lo sé? -sonrió torpemente- aunque si fuera chica sería la mujer más hermosa que ha pisado la tierra, ne teme?
-No digas babosadas -sonrió levemente- ahora porqué sales con eso? Creo que lo que te pasa es que estás obsesionado con mi familia, dobe.
-Claro que no -lo miró de reojo- ni que fueras tan interesante.
-Entonces? Quieres que me crea ese cuento de que te has enamorado de mi hermano? -sonrió de vuelta- vamos Naruto, esas son estupideces... mi hermano es hombre y en el dado caso de que, por... azares del destino, te llegue a aceptar como su pareja, dime, ¿cómo vas a hacer para crear una familia? -Naruto lo miró afligido- mi hermano no puede darte hijos baka, solo una chica puede hacer eso... no creo que tenga que explicarte la historia de las abejas y las flores... verdad?
-No soy estúpido, teme...
-Pues entonces no actúes como tal, usuratonkachi.
-Sasuke...
-¿Qué pasa?
-Crees que pueda ir mañana a tu casa? -se rascó la cabeza mortificado- digo, después de lo que le dije a Itachi... crees que está enojado conmigo?
-Sí hay algo que mi hermano te tiene, Naruto, es paciencia... cantidad de ella a diferencia mía; así que regresa cuando quieras a la casa que serás bien recibido como siempre- sonrió Sasuke y extendió la mano para ayudar a Naruto a pararse- deja de pensar en eso dobe, mañana te estaremos esperando... le diré a mi hermano que te prepare ramen.
-Gracias, dattebayo -dijo y vio a Sasuke salir por la ventana y voltearse para sonreírle.
-Es increíble que ahora soy yo el que viene a buscarte, usuratonkachi...
-Lo sé, teme.
-Nos vemos- dijo y desapareció rápidamente mientras dejaba a Naruto recargado en la ventana y aún viendo afligido el cielo.
-Sí que tiene poder de convencimiento ese Sasuke sobre ti, muchacho.
-¿Estás de broma? -sonrió con mejores ánimos- nadie va a convencerme de lo contrario Kurama, nadie va a arrebatarme este sueño; seré hokage y tendré una familia con Itachi, dattebayo!
-... claro... -dijo el zorro suspirando resignado, lo que quería Naruto era imposible, sobre todo eso de tener una familia, pero al parecer el rubio estaba determinado a cumplirlo, ya más tarde él mismo se encargaría de decirle a Naruto el clásico: "te lo dije"; por el momento tenía sueño y quería dormirse.