Mr. Hulk
-Mr. Hulk era por todos considerado como un monstro, Hulk el gigante esmeralda, de quien todos huían y tenían miedo. Sin embargo no faltaron temerarios que buscaron conquistar el corazón de este, pero siempre se repetía la misma historia, parecía que todo iba bien al principio pero cuando Hulk intentaba mostrar su amor, entre sus brazos y sus manos veía como solo destruía o como corría quien pudiera haberlo amado, mientras que su tristeza solo era empañada por sus lagrimas; Pero paso, conoció a un hombre del que se enamoro con locura que le correspondió con el mismo amor- empezó a relatar Bruce para su hijo
-¿y el sabia que Hulk podía destruirlo?- pregunto curioso el pequeño
-si lo sabia perfectamente- respondió sin mas
-¿y no tuvo miedo?- indago
-no por que el vio en Hulk mas haya del monstruo que realmente no era tal
-¿pero como hiso para que Hulk no lo destruyera?
-pues el se construyo una armadura con la que pudiera abrazar y ser abrazado por Mr. Hulk, no fue fácil al principio pero con el tiempo gracias al amor que se tenían ambos aprendieron a amarse aun bajo sus condiciones, aprendieron a sentir la piel del otro a través del hierro de la armadura, el hombre de hierro aprendió a llegar al corazón de Mr. Hulk atravesando los grandes músculos del gigante esmeralda y Hulk aprendió a sostener en sus manos al amor sin destruirlo hasta el punto en el que el hombre de hierro ya no necesito su armadura y Mr. Hulk tampoco necesito la suya
-¿Mr. Hulk tenia armadura?
-si, la que el mismo se creo con la desconfianza y el temor, aquella armadura de músculos que no le permitió amar antes
-¿entonces ya pudieron amarse?
-si, plenamente- respondió con un tono alegre a su hijo
-¿y como termino la historia?
-eso no lo se, es un historia que se sigue escribiendo pero estoy seguro de que son felices- dijo el hombre de lentes parándose de la cama de su hijo donde anteriormente se encontraba sentado- ahora ya es hora de que te duermas
-pero papa no ha llegado aun y quería esperarlo- hablo el niño para después dejar escapar un bostezo
-seguramente todavía tardara, debe tener mucho trabajo, además mañana debes despertarte temprano para ir a la escuela, lo veras en la mañana asi que ahora duerme- hablo arropando a al pequeño- hasta mañana- se despidió de su hijo viéndolo caer dormido antes de salir de la habitación
Bruce se sentó en la sala a leer un libro esperando a la llegada de su esposo, hasta que después de un tiempo perdido en su lectura escucho el ruido de la puerta abriéndose, dejando de lado su libro al ver como su esposo entraba a la sala con un semblante mas que cansado fastidiado
-oh Tony llegaste- exclamo Bruce parándose de su lugar en el sofá para saludar a su pareja
-malditas reuniones de ultima hora- expreso con hastió arrojando sus cosas a uno de los sofás para después recibir a su esposo en sus brazos para saludarlo con un beso corto
-mucho trabajo eh- afirmo el doctor viendo como Tony aun no lo soltaba
-ya lo creo, ¿y el niño?- pregunto de inmediato cambiando de tema
-dormido desde hace un rato- respondió pasando sus brazos por detrás de la nuca de Tony
-¿bien dormido?- pregunto esta vez de una forma maliciosa acercando su rostro más al cuerpo de su esposo
-si- respondió un tanto divertido al ver lo que se proponía Tony
-¿seguro?-pregunto una vez mas empezando a besar el cuello del doctor obteniendo como única respuesta un leve gemido de afirmación- perfecto- expreso feliz dirigiendo a Bruce hasta el cuarto que ambos compartían
Ya por la mañana Bruce se encontraba preparando el desayuno para su hijo y su esposo, el primero en llegar fue su hijo, no era de sorprender después de todo su esposo debía aun estar cansado por trabajar hasta tarde y “pasar tiempo juntos”
-oye pa- hablo el pequeño llamando la atención de Bruce
-¿Qué paso hijo?- pregunto Bruce mientras servía el desayuno de su esposo que se encontraba tomando una ducha
-¿el hombre de hierro como era?- pregunto el pequeño al recordar que en el relato de su padre la noche anterior no había mencionado como era este ni físicamente ni mucho menos en su actitud
-bueno, aquel hombre era… muy inteligente, un genio con una perfecta ironía- Bruce rio un poco ante sus propias palabras- aquel hombre era…- no termino de hablar cuando vio que Tony entraba apresurado al darse cuenta que se les había hecho tarde y tomaba el café que Bruce tenia en mano
-hay que irnos, ya se hiso tarde- hablo apresuradamente Tony llevando sus cosas en una mano y el café en otra abriendo como le fue posible la puerta de la casa para enseguida salir corriendo dejando a su hijo olvidado, el pequeño con toda calma tomo sus cosas de la escuela sabiendo de antemano que en unos momentos volvería sus papa al darse cuenta de su ausencia
-que tengas buen día hijo- se despidió Bruce sabiendo que en cuanto regresara Tony se llevaría a su hijo corriendo
-pero no me has terminado de decir como era el hombre de hierro- reprocho el pequeño
-bueno- Bruce medito un poco su respuesta- creo que tu padre lo sabe mejor que yo después de todo se parece mucho a el- nuevamente rio ante sus palabras sabiendo de antemano que mas que parecerse eran el mismo y antes de que cualquiera pudiera decir otra cosa Tony entro nuevamente muy apresurado y tomando a su hijo volvió a salir corriendo no sin antes despedirse de su esposo con un beso corto. Bruce empezó a recoger lo del desayuno para después prepararse para irse a trabajar, todo con mucha calma ventaja de sus horarios tan prácticos
Bruce estaba por salir de su casa pero de un momento a otro simplemente se quedo parado en el umbral de la puerta y mirando su casa mientras pensaba en todo lo que ahora tenia, podía nuevamente asegurar que aunque su historia aun no se terminaba de escribir ciertamente eran felices y con estos pensamientos cerro la puerta de su casa dispuesto a escribir un día mas en su historia.