Dentro del auto
[Teppei x Hyuuga]
Independientemente del resultado Hyuuga se había retado a sí mismo a confesar sus sentimientos por la chica que le gustaba. No era un secreto para todos de quien se trataba pero tampoco era fácil entender por qué ella sobre todo para Teppei que desde hace un tiempo había desarrollado sentimientos extraños por el megane que conllevaron a un momento un tanto incómodo. Durante la Winter Cup habían decido entrenar hasta altas horas de la noche ellos dos solos pero eso no explicaba para nada el cómo habían terminado en esa situación. Dentro del automóvil del más alto estaban los dos en plena acción, un Teppei con la mirada llena de deseo, una expresión de hombre maduro entre las piernas de un avergonzado Hyuuga que desde hace rato se había resignado a dejarse llevar por el vaivén de las caderas de quien fuese su mejor amigo, arañándole la espalda hasta dejar unas marcas, sintiendo las estocadas y como se abría paso en su interior. Se cubría los labios para no ser descubierto y, aunque era una calle poco concurrida y menos a esas horas de la noche, el peligro de ser descubiertos debía admitir le excitaba aún más. Escuchando el golpeteo y los gemidos roncos que Teppei soltaba contra su oído se seguía preguntando en sus adentros ‘¿Por qué?, ¿Por qué demonios su primera vez era con él? ¿Por qué lo disfrutaba tanto?’. Se mordió la mano negándose a gemir pero aquel sonido escapo de sus labios junto con un quejido.
-Agh....ah- Teppei le miró sin detener el movimiento, buscó la mirada del otro.
-¿Te gusta, Hyuuga? – el otro le miró con reproche ‘¿Cómo se le ocurría preguntar eso en ese momento?, no pensaba contestarle y solo se preguntaba ¿Por qué de esa manera y en ese lugar?’. Hasta hace un momento Teppei había sacado el tema del amor, después de mucho insistir en hablar sobre ello terminó cediendo y las cosas llevaron a ese punto en el que el de cabellera castaña le devoraba el cuello, le acariciaba las caderas y seguía entrando en el con leves movimientos pero continuos.
-Calla, maldito –dijo en un intento extremo de no gemir entre la oración. Teppei le miró fijo a los orbes y le robó un beso en los labios mientras con sus manos le habría las piernas para darse más alcance. Teppei si tenía en claro como había llegado a ese punto y no estaba para nada arrepentido, de hecho lo disfrutaba. Había querido escuchar si los rumores de que Hyuuga tenía un amor escondido por cierta chica eran reales y se acercó a él preguntando hasta saber la verdad. Le molestaba, mucho. …l tenía tiempo intentando captar la atención del megane, arrastrándolo de una forma tras de él como si fuera la corriente contra un barco, dándole momentos felices y siendo su incondicional. De la misma forma tras escuchar su historia le hizo que se confesara a él en modo de prueba. Hyuuga gritoneo, chisto, exclamó que eso no estaba bien, que era enfermo y que no debía jugar con ese tipo de cosas; por nada del mundo se confesaría ni de broma a un tipo como Teppei… eso al castaño le dolió a mares. Ahora ese dolor había desaparecido, ahora lo tenía ahí arremetiéndole contra el asiento, el pelinegro ya no podía contener su placer y gemía de manera desconsiderada aferrándose al más alto mientras sus caderas se movían contra él como si esperara más.
-Tranquilo…Hyuuga no quiero lastimarte –dijo mirándolo con preocupación mientras el otro le miraba con reproche.
-Calla y …continua –miró al otro lado ante la mirada de impacto que tenía Teppei. Hace unos momentos Hyuuga juraba que nunca se confesaría a alguien así y ahora estaba pidiéndole por más. Es cierto que tenía una enamorada, alguien a quien planeaba conquistar algún día pero antes que ella estaba alguien más. Cuando Teppei se sintió algo triste por la confesión se talló la cabeza justo ahí en medio de la cancha y sonrió como siempre lo hace diciendo “Vaya, soy un estúpido. Debí saber que nunca te gustaría…alguien como yo” y claramente Hyuuga pudo ver como una lagrima caia por la mejilla del otro. El de lentes no sabía qué hacer, ahora Teppei se le ocurría que era buena idea mostrarle sus sentimientos cuando el llevaba tiempo esperando que lo hiciera y ya se había rendido.
Ya había imaginado su vida a lado de una bella chica, con hijos y todo comun. Se había rendido totalmente con Teppei. Caminó un par de pasos y el otro se tallaba los ojos disculpándose “No se que me sucede, solo …duele” confesaba lo que le encogió el corazón al más bajo. “Lo siento, ¿vale? Mentía” solo respondió el otro para tranquilizarle pero nada conseguía “Realmente me gustas, joder eres insoportable y siempre tan positivo que te odio pero me gustas tanto que no importa ¿ok? ¿Contento?” y Teppei reaccionó, no era la confesión que debía de practicar era una para él y eso le dio un vuelco al corazón. Tan pronto le beso, lo abrazó y le expresaba su felicidad lo arrastró hacia el carro. Si le había arrancado su primera confesión aprovecharía para ser el primero en tomar su cuerpo con el amor que merecía. Ahora estaban ahí en el auto de Teppei, el pelinegro gimiendo su nombre y algunas injurias, los vidrios levemente empañados y las manos del otro tocando hasta donde la razón le alcanzaba mientras le embestía con fuerza dando en ese punto en el que Hyuuga se estremecía más.
-Pa…para que yo…-dijo con dificultad, pronto terminaría y el otro no tenía pensado para nada en detenerse en ese momento. Al carajo los sillones que podían ensuciarse, o lo manchada que terminaría su propia piel, al diablo el autocontrol solo quería verlo llegar al final, ver esa expresión. Lanzó un gemido más fuerte y el líquido salió de Hyuuga manchando el pecho. El otro continuo con un movimiento más leve concentrado en lo suyo – para…oe…-decia Hyuuga pero el otro no le atendía.
-E..espera…-decía Teppei contra su cuerpo.
-Idiota…para ya… Oe…Kiyoshi –dijo y en ese momento Teppei terminó dentro del chico totalmente agitado – ah…hey, me llenaste de …-se quejó sintiendo el líquido en su interior y parte de su retaguardia – ugh.
-No debiste terminar antes, es incómodo…-dijo Teppei incorporándose.
-Lo siento pero estamos bajo mis condiciones, yo fui el ultrajado. –expresó irritado Hyuuga mientras se recostaba más cómodo en el sillón trasero del automóvil que había sido espectador de todo el suceso.
-Tú fuiste el ultrajado pero yo fui el conquistado…-dijo el Rey sin corona robándole un beso a un muy sonrojado Hyuuga. No podría confesarse a la chica que le gustaba pero ahora tenía un motivo para seguir en el juego. Su nombre: Kiyoshi Teppei.