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Chocolate amargo por sunako_1

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Notas del fanfic:

Los personajes del Manga y Anime "Kuroko No Basuke" No me pertenecen, son propiedad de Tadatoshi Fujimaki-sama.

Notas del capitulo:

aqui otro ff de esta gran serie :3

esta es mi tercer pareja preferida

 espero que les guste

-¿Dónde está Muro-chin?- preguntaba el chico de cabello lila mientras mordía una galleta –No lo he visto desde que terminó el entrenamiento-

-Está en la bodega del gimnasio…- respondía el capitán del equipo -… cuando fuimos a guardar las cosas, dijo que se le cayó algo importante y se iría a cambiar después de encontrarlo-

-Mmm…- seguía comiendo galletas –Lo iré a buscar-

-En ese caso…- volvía a hablar el capitán -… toma la llave. Ya que son los últimos, cierren antes de salir- recibió la llave y se fue al lugar donde debería estar su compañero.

Llegó al solitario gimnasio y fue a la bodega. Abrió la puerta y le pareció raro que estuvieran las luces apagadas. Apretó el interruptor para que se encendiera la luz y encontró al chico de cabello negro, sentado sobre una colchoneta entre unos caballetes –Muro-chin…- el pelinegro se tensó –… ya es hora de irnos ¿Qué se te perdió?- se le acercó.

-¡¡¡No vengas!!!- se detuvo al instante -¡Por favor… vete!- el pelivioleta se fijó bien en su compañero. Estaba con la respiración agitada, sudaba, se abrazaba las piernas y evitaba mirarlo.

-¿Te sientes mal?- ignorando la petición del pelinegro, se le acercó preocupado mientras dejaba el bolso en el piso.

-Estoy bien… solo vete…- su rostro estaba rojo. El pelivioleta le tocó el hombro -¡¡Aaaaahhh!!...- aquel gemido, los sorprendió a ambos.

-¡¿Qué es lo que pasó?!- cambio su normal tono de niño, por uno más firme sorprendiendo al pelinegro que lo miró inmediatamente.

-Una chica en la mañana… me regalo unos chocolates…- le apuntó la cajita que estaba tirada en el suelo -… los estaba guardando para… comerlos contigo… después del entrenamiento… pero cuando vinimos a guardar los balones… comí uno de ellos…- el pelinegro soltó sus piernas y las separó mostrando la erección que se marcaba en su pantalón corto -… creo que tenían… algún tipo de droga…-

-¡Maldita perra!- el pelivioleta le tocó la entrepierna logrando un gran gemido del pelinegro –Estas muy duro-

-¡Atsu… Atsushi idiota!...- cerró sus ojos -… No… no me toques ahí…-

-Pero debemos bajar esto o no podrás salir de aquí- sus ojos lila no se despegaban de la erótica expresión del pelinegro, que con cada caricia, temblaba –Te ayudaré-

-No es… no es necesario…- el pelivioleta bajó un poco sus pantalones cortos y la ropa interior, dejando a la vista el erguido miembro del pelinegro -… de… detente… Atsushi…-

-Ya estas mojado- delicadamente, pasó la yema de dos de sus dedos por la resbalosa punta –Parece como si fueras a terminar en cualquier momento-

-Atsu… Atsushi…- su hermosa voz, sonaba increíblemente excitante. El pelivioleta envolvió el falo en su gran mano y lo comenzó a masturbar -… mmghh… me… me voy a…-

El pelivioleta metió su otra mano bajo la sudada polera y acercó su boca para lamer su cuello –“Salado…”- sintió el temblor del pelinegro y el palpitar de su miembro mientras el liquido blanquecino  humedecía sus dedos -¿Ya acabaste?-

Por la comisura de sus delgados labios, resbalaba un hilillo de saliva y su pecho subía y bajaba con dificultad -… Atsu… Atsushi…- su cabello estaba desordenado y dejaba ver claramente su rostro -… su… suéltame…-

Aquel brillo en sus ojos, el rubor en sus mejillas, el sudor resbalando en su cuerpo, el calor, el aroma y su erótica voz, todo le suplicaba continuar. El pelivioleta tragó saliva –Pero aun sigues duro- volvía a acariciar la erección que no había bajado ni un poco.

-Ya… ya se pasará…- no podía poner resistencia. Su cuerpo ardía en deseos de seguir -… solo… mgh… déjalo solo…-

-No quiero- le levantó la polera y lamió uno de sus duros pezones mientras continuaba masturbándolo.

-Atsu… ¡Nnnngggh!...-tiró la cabeza hacia atrás y volvió a eyacular en la mano del pelivioleta.

Al sentir la humedad en sus dedos, usó su otra mano para quitar la ropa que le estorbaba –Muro-chin…- se puso de rodillas en medio de aquellas esbeltas piernas y llevó sus resbalosos dedos a la entrada del pelinegro.

-No lo… ¡¡Mmmmmggghh!!...- apretó los labios al sentir el largo dedo entrar en su cuerpo. Una oleada de intentas sensaciones lo inundó y su mente se puso en blanco. Con solo un dedo, llegó al lugar indicado. Metió el otro y les dio un ritmo lento -… At… aaaahh… Atsushi…- el pelinegro se rindió completamente al placer -… mete… métemelo…-

El pelivioleta no se hizo de rogar. Desabrocho el pantalón del uniforme y bajó un poco su ropa interior para liberar su duro miembro –Muro-chin… te dolerá si entro así-

-Crema…- jadeaba -… la crema… que te regalé…- el pelivioleta estiró el brazo para acercar su bolso y sacó una botellita de emulsionado. Levantó la tapa y se llenó la mano con la crema. Después la esparció por su erección.

Tiró la botella y el bolso a un lado –Ahora lo meteré- le afirmó las piernas por detrás de las rodillas y se fue introduciendo poco a poco mientras miraba el rostro del pelinegro que mordía su labio inferior hasta hacerlo sangrar –Increíble, entró todo-

-¡Aaaahh!...- se aferró a la ancha espalda del pelivioleta -… Es… es muy grande… du… duele…- el pelivioleta lo besó y se comenzó a mover. Embestidas lentas, pero profundas mientras recostaba al pelinegro sobre la colchoneta.

Separaron sus bocas para poder respirar mejor –Muro-chin…- el pelinegro le clavaba las uñas dejándolas marcadas -… ¿Puedo ir mas rápido?-

-Sí… más…- los gemidos no cesaban y el pelivioleta aceleró el vaivén de caderas -… aaahh… mgh… Atsu… Atsushi…- le levantó un poco más las caderas para llegar más profundo. Con un sonoro gemido, el pelinegro terminó manchando la polera que aun tenia puesta. El pelivioleta acabó después de un par de estocadas más.

-Muro-chin…- se miraron fijamente aun en esa posición y se volvieron a besar. Entre tanto beso apasionado, el falo del pelivioleta volvió a despertar -¿Podemos hacerlo otra vez?- se comenzó a mover lentamente.

-Mgh… no preguntes…- se aferraba al pelivioleta que lamia su cuello -… si no esperaras… aaahh… la respuesta…-

 

___

 

-Muro-chin ¿Te duele la espalda?- preguntaba tiernamente el pelivioleta al ver al pelinegro sobar su espalda baja. Caminaban hacia el instituto -¿Quieres chocolates?- le ofrecía de los pocky que estaba comiendo.

-Por supuesto que me duele y las caderas me están matando- le quitó la cajita –Ayer no solo lo hicimos en la bodega. También en la ducha del camerino y después de eso, te quedaste a dormir en mi casa y lo hicimos casi toda la noche- comió una de las varillitas de galleta bañada en chocolate blanco –Era mi primera vez y tu eres enorme ¿Qué te dieron de comer para crecer tanto? Yo mido más de un metro ochenta y parezco pequeño a tu lado-

-Lo siento, lo siento- sacaba un paquete de papas fritas –Es que Muro-chin es tan sexy que no me pude resistir- el pelinegro se ruborizó.

-Himuro-kun- una chica de cabello largo se acercaba a ellos -¿No te comiste los chocolates? Te busqué por todo el día de ayer para saber si te habían gustado-

Antes que pudiera responder, habló el pelivioleta –Aquellas porquerías llenas de droga están en el cesto de basura- la chica lo miró y se asustó ante la mirada amenazante –No te vuelvas a acercar a Muro-chin y para que quede claro, el es mi amante-

El pelinegro se sorprendió mientras el pelivioleta lo tomaba de la mano y retomaban su camino -¿Amante? ¿Te gusto?-

El pelivioleta se detuvo y lo miró desde arriba –Muro-chin, a veces eres un tonto- se inclinó y lo besó suavemente en los labios. No le importó la gente a su alrededor que los miraban con la boca abierta. Se separó y lo volvió a mirar, desde su altura –Me gustas, te deseo, te quiero comer todos los días ¿Me dejaras hacerlo? ¿Serás mi amante? O mejor dicho ¿Serás mi novio?-

El pelinegro se ruborizó aun más y sonrió –Sí, pero…- lo miró fijamente -… si lo hacemos todos los días, me romperás-

El pelivioleta sonrió –Entonces ¿Te puedo besar todos los días?- el pelinegro asintió y el pelivioleta le dio de comer una papa frita.

 

Fin.

Notas finales:

espero que les haya gustado y no se aburrieran leyendolo

hace tiempo que queria escribir sobre ellos, pero todo lo que se me ocurria, no me gustaba XD

Himuro es uno de mis grandes amores platonicos de este manga/serie (spoiler para los que no han leido el manga) cuando llora y las lagrimas caen sobre el rostro de Murasakibara, grite tanto que mi madre me tiro un cojin XD

agradesco sus comentarios

 


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