“La perfección no es cosa pequeña, pero
está hecha de pequeñas cosas”
Michelangelo Buenarroti
“Cuentan que en la región de Gangwon en la montaña de Cheongoksan hace decenas de años se erigía en su ladera un majestuoso templo budista del que hoy nadie recuerda nada. Sus ruinas y sus estatuas esperan en aquel lugar a que la suerte y la prosperidad vuelvan a esas tierras.
Dice la leyenda que en una cañada de esa montaña vivía una humilde familia que alcanzó la felicidad cuando la esposa dio a luz a la niña más bonita de la región. Esta niña acabó convirtiéndose en una hermosa joven a la que le preocupaba mucho más su maquillaje y su precioso cabello antes que ayudar a sus padres en los quehaceres domésticos. Reprimenda tras reprimenda la joven seguía sin prestar atención a sus mayores y estos, viendo sus súplicas ignoradas, decidieron no seguir reprochándole su comportamiento y dejarla hacer lo que quisiera, después de todo la vida alejada de la ciudad no era muy complicada.
Pasó el tiempo y cuando la primavera floreció en la montaña la hija consentida se ofreció a ir a buscar agua al manantial. Cuando ya comenzaba a atardecer la preocupación de los padres no hacía más que crecer, su hija no había vuelto a casa y las estrellas ya tintineaban en el firmamento. El matrimonio salió a la búsqueda de su hija sin encontrar su rastro a lo largo del sendero que conducía al manantial, de pronto un monje del templo cercano apareció tras unas matas de algodón y continuó su camino hacia la cima de la montaña sin ni siquiera dirigirles la mirada. Cuál fue su sorpresa cuando su hija salió de los mismos matorrales cubierta de espinas y con los ropajes rasgados.
Abrazados maldijeron a los dioses que les habían otorgado una hija tan inocente y cruelmente bella, llegaron incluso a pensar en acabar con su vida pues la inocencia de aquella joven había sido mancillada pero tanta culpa como aquella desvalida joven la tenía el malvado monje budista que había posado sus manos en aquella piel blanca y pura. Aquel monje y el templo corrupto debían ser castigados.
La casualidad quiso que unas semanas más tarde una chamán caminase por las cercanías de su casa. El padre de familia le ofreció una gran cantidad de dinero para que diera con la forma de arruinar aquel templo donde se hospedaba el monje. La chamán les aseguró que el templo se arruinaría si colocaban mirando hacia el Sur la gran tortuga de piedra que encabezaba la entrada al templo.
Al día siguiente el padre subió al templo y confesó a los monjes un sueño revelador que había tenido, “el espíritu de la Montaña de CheonGoksan se me ha aparecido en sueños y me ha dicho que si aquella Tortuga se voltea mirando hacia el Sur el templo y sus alrededores serán prósperos para siempre” dijo el hombre. Los monjes no hicieron esperar aquella maravillosa profecía por lo que esa misma tarde pagaron a varios campesinos para que volteasen la tortuga. Desde aquel día la vida del templo y de los que allí vivían fue arruinándose poco a poco hasta que todo fue muriendo lentamente hasta caer en el olvido.
Hoy tan sólo queda rastro de aquella Tortuga de Piedra, agachada, en silencio, con la mirada puesta en el horizonte del Sur”
Con una voz ronca y pausada Seung Hyun terminaba su relato. Amaba contarle a Ji Yong las leyendas de su natal Corea. Creía que el misticismo en la que se envolvían era increíblemente mágico y perturbador. Las letras siempre habían estado con ellas en el transcurso de su vida, su abuelo había sido una clara influencia para él. Desde niño solía contarles historias que inventaba o cuentos folclóricos de cualquier cultura. Era impresionante el vasto conocimiento que poseía en cuánto a ese tipo de relatos. No le tomó mucho después, reconocer que su abuelo era una persona culta y brillante en todos los sentidos. No se limitaba a compartir su sabiduría, si no a plasmarla. Había sido un columnista de un renombrado periódico, en el que escribía una vez a la semana. Escribir se le daba por ser una tarea sencilla. Él, siendo de la tercera generación de la familia había heredado el intelecto de su abuelo y su pasión por las historias. Su madre, si bien poseía los conocimientos suficientes, su orientación había terminado en estudiar música. Poseía una maestría envidiable para tocar el gayageum. Aquella mujer que le dio la vida, resultaba siendo una de las pocas que personas que tocaban instrumentos tradicionales y era muy reconocida. La quería mucho, de eso no había duda. Ella y su abuelo, durante toda su niñez y adolescencia, fueron los pilares de su niñez. A su padre no tuvo el gusto de conocerlo, murió antes que él naciera. Le pesaba no tener una figura paterna, pero poco a poco había superado aquella barrera que le impedía ser feliz por completo.
-¿En qué tanto piensas?- la suave voz de la persona que amaba llegó a sus oídos. Sonrió automáticamente.
-En todo y nada en particular- dio una respuesta enigmática, pero perfectamente entendible y que resumía en realidad todos sus pensamientos.
-Me gusta escuchar tu voz, ¿lo sabes?- los ojos de Ji Yong brillaban divertidos. Seung Hyun le acariciaba los cabellos con dulzura, lo sabía muy bien.
La sombra que les proporcionaba el árbol, en que el mayor se encontraba recostado, era placentera. Más aún porque tenía la cabeza de Ji Yong entre sus piernas. La pareja estaba en la famosa zona del Gianicolo. Reconocían que el ascenso era fatigoso, pero eso se vio recompensado con creces de las vistas de la ciudad romana. El hermoso panorama de la ciudad era lo primero que les había cegado ni bien habían subido. Ahora estaban en el otro extremo del Gianicolo y tenían sus motivos, estaban ahí para apreciar el Tíber. Tenían que hacer algo, antes de reunirse con sus amigos. Hoy el penúltimo día de Ji Yong en Italia. Podían ver las enormes nubes surcando por ahí, desde su posición y el claro azulino del cielo que se extendía como una llanura sin fin, acompañado de un candente sol. Era tranquilizador y les relajaba. Descansar en el parque había sido una buena idea.
-Pero… Seung… ¿tenías que contarme esa historia triste?- le reprochó divertido. Los hoyuelos marcados en el rostro del castaño eran sumamente adorables.
-Era esa o te contaba una peor y era más depresiva- rió un pelinegro ligeramente bronceado- La Tortuga de piedra, al menos trae una enseñanza reflexiva.
-Todo en esta vida cobra por su propio peso. Cada cosa que hagas se te será devuelta- el menor respondió en un susurro suave mientras trazaba círculos en la palma libre de su novio- Somos las consecuencias de nuestras decisiones, eso es lo que nos define Seung.
-¡Exacto! Me encanta tener un novio perspicaz- el castaño se rió al escuchar las palabras de él. Una risa cantarina había brotado de sus labios. Seung Hyun se inclinó un poco y le dio un beso cariñoso en la frente. Ji Yong se sonrojó ante esa muestra de afecto íntima y tan tierna.
El pelinegro se le quedó mirando fijamente, perdiéndose en aquella mirada cautivante, que se reducía a un par de ojos como el chocolate. Dejó de acariciar su cabello y ubicó su mano en una de las mejillas de Ji Yong. Este también dejó de jugar con su mano y la levantó para acariciar la mejilla de Seung Hyun con toda la ternura que pudo dar en ese gesto.
-Te estoy esperando-susurró apaciblemente sin perder el encanto que los envolvía a ellos dos, al estar en su propio mundo.
Muy lentamente el mayor se acercó, no tenía prisa, las comisuras de sus labios se habían alzado ligeramente formando una sonrisa dulce en el proceso. Su corazón latió agitadamente cuando vio que Ji Yong cerraba los ojos automáticamente, esperando por él y al tener aquel rostro angelical tan cerco hizo que sus comisuras se elevaran más. Haciendo gala de una delicadeza cabal rozó la nariz del menor y jugó con ella ligeramente, Ji Yong sonrió y abrió los ojos. Se encontraban cara a cara, podía percibir sus pequeñas pestañas, amó fijarse en eso detalles y no alargando más el momento le besó. Fue algo tan sincronizado a la perfección porque Ji Yong cerró los ojos en el momento exacto, al igual que él. Fue un breve y profundo beso, que disfrutaron con toda la felicidad el mundo. Sus labios entreabiertos aceptaban al otro, encajando en una pieza que parecía haber sido construida exclusiva para ellos. Sus alientos calientes se mezclaban y enredaban sus lenguas al ritmo de una danza tranquila, pero cautivante para ellos. Podían sentir la brisa veraniega remover sus cabellos y al mismo tiempo escuchar el rápido aleteo de sus corazones simultáneamente. Querían alargar el momento, pero no podían… la posición en la que se encontraban no les ayudaba y sin más remedio se separaron.
-¿Eso es lo que querías?- Seung Hyun con un tono ronco le preguntó a Ji Yong acariciando otra vez una de sus mejillas.
-Sí, pero quería más- el menor hizo su característico puchero que Seung Hyun se echó a reír jocosamente.
-¿Desde cuándo eres una persona tan atrevida?-aquello sonó con sorna.
-Desde que una persona rara se acercó hablarme hace un mes y medio- mostrando sus perfectos dientes y con un gesto algo petulante habló- En medio de una piazza.
-¿Eso hice? ¿De seguro que no era mi gemelo?- el pelinegro bromeaba y Ji Yong rió entre dientes con ganas.
-No. Lamento informarte que no.
-Ohh…. en este caso- su novio puso su dedo índice en la punta de su nariz juguetonamente- Quedé deslumbrado a primera vista. Es tu culpa.
-¿Ahora me culpas?- sonó como burla. Ji Yong ahogó una risa con su mano- Eres imposible, Seung.
-Parece que sí.
El menor sacudió levemente la cabeza en desaprobación. Le divertía la naturalidad con la que Seung se sinceraba. Era parte de su encanto y precisamente, por eso quizá le había intrigado lo suficiente para seguir conversando con un completo desconocido. Él no quería irse de Roma, quería detener el tiempo, ahí, en ese preciso instante y quedarse para siempre con Seung Hyun. Él era una persona a la que nunca se terminaría de acostumbrar y eso le encantaba. Nada mejor que tener a tu lado a una caja de infinitas sorpresas. Había sopesado quedarse dos meses y medio más, pero ya empezaban sus clases en Seúl. Él ya iba a buscar cómo justificar su ausencia, pero el pelinegro no se lo permitió. No era justo que él se retrasara con los estudios por su culpa. Les había costado unas cuantas discusiones ponerse de acuerdo y al final, él terminó cediendo ante Seung. Odiaba que el mes y medio hubiese pasado rápido. Seung tenía que quedarse dos meses y medio más para cumplir con los cuatro meses que le faltaban de su intercambio en Roma. Ya pronosticaba lo largos que se le iban hacer. ¿En qué estaba pensando en hacerle caso al babo de Seung Hyun?
-Entonces mi novio es un babo.
-¿Un babo?-enarcó una ceja.
-Sí.
-¿Seguro?
-Sí- Ji Yong tenía un impulso de reírse mucho, Seung Hyun enarcaba su ceja cada vez un poco más alto, pero se aguantó y apretó los labios mientras le respondía.
-Lo vuelvo a decir… ¿Seguro? ¿No te retractas?
-Hmm…- fingió pensarlo un poco más- No. No lo haré.
-Esa era tú última oportunidad-Seung Hyun dejó de enarcar su ceja y su rostro se transformó en una mueca traviesa-Atente a las consecuencias.
Inmediatamente atacó a Ji Yong a base a de cosquillas, lo hacía con tanta habilidad que fue imposible que el castaño no estallara en sonoras carcajadas.
-No. Seung… hahahhaha- reía como un niño pequeño.
-¿Retiras lo dicho?- le preguntaba el mayor. Era muy divertido hacerle aquello a Ji Yong, lo estaba pasando en grande.
-No… - otra vez un ataque de cosquillas vino y Ji Yong no pudo hacer otra cosa que seguir sucumbiendo ante ellos. Si seguía así le dolería la barriga de tanto hacerlo- Seung….- entre los intervalos de risas, pedía que se detuviera- Apiádate…. Ahhh… de tu novio.
-¿Qué me apiade, dices?-el pelinegro seguía en su juego, no pensaba dejarlo- ¿Qué tendré yo a cambio?
-Hahahh… Ay, no... –la risa del menor empezaba a sonar cansada- Déjame pensar…. – se sentía agitado por el juego que le había tomado de desprevenido.
-Se te acaba el tiempo…
-Espera… hahahha…. un beso. ¡Un beso!- tendía la oferta como si fuera algo muy atrayente.
-¿Qué tiene especial ese beso?- Seung Hyun paró lo que estaba haciendo. Llevó su mano a su mentón y sopesaba sus posibilidades. El castaño aprovecho para calmarse un poco y respirar profundo. Había reído tanto.
-Nada. ¿Solo que es mío?- Ji Yong juguetonamente se permitió bromear. Era un acto reflejo, lo hizo con naturalidad propia.
-Entonces….- hizo una pausa por unos minutos- Es todo lo que necesito.
Ji Yong sonrió y de un solo impulso se sentó en el césped, solo tuvo alzar su espalda y dejar las cómodas piernas de su novio. Se volteó de reojo a mirarlo y ensanchó más su sonrisa. Seung Hyun con un dedo, pícaramente, le decía que viniera. Él, se rió por un momento, se paró y se ubicó al frente del pelinegro. Abrió un poco sus piernas y caminó traviesamente hacia él, resultando caminando entre las piernas del más grande y cuando llegó al final, se sentó. Sus caderas quedaron reunidas fuertemente y rodeó sus manos en el cuello del mayor. Este automáticamente colocó sus manos en la cintura de él. Se miraron y dejaron que la magia… haga el resto….
Se besaron con lentitud saboreando el momento, no tenían prisa por dominar el uno al otro, solo se estaban degustando el uno al otro y eso era la perfección misma. Entrelazaban sus lenguas con parsimonia y dejaban todo fluir. No había nada que les pudiera parar, estaban en su propia luna y por lo más sagrado de todas las cosas aquello era como estar en primera fila.
-Hice un buen trato- Seung Hyun fue el primero en hablar. Sus ojos negros brillaban intensamente.
-Yo ofrezco buenas, ¿sabes?- sus alientos chocaban. Solo rozaban sus labios como si estuvieran conteniéndose.
-¿Sería justo pedir un extra?-susurró lentamente- No. Exijo un extra.
-Hmm…-Ji Yong apegó su cuerpo más al pelinegro- En ese caso…- amaba como se encontraban ahora- Creo que tenemos tiempo.
Enseguida Seung Hyun estampó sus labios contra los suyos y Ji Yong encantado, entreabrió sus labios permitiéndole el pase y que tomara todo lo que quisiera de él. Hizo una presión leve en el cuello de Seung Hyun para que pudiera entrar más profundo y no se arrepintió. Esta vez fue más fogoso, pero breve.
-Ese extra estuvo apetecible.
-Para mí también- Ji Yong rió divertido. Tenía las mejillas sonrojadas.
-Me gustaría besarte todo el día, pero… tenemos cosas que hacer.
-Opino lo mismo. Entonces…. ¿vámonos?- Seung Hyun asintió.
El castaño volvió a pararse nuevamente y extendió una mano a su novio, este por consiguiente en pocos segundos resultó al lado de él. Entrelazaron sus manos y caminaron hacia la Via della Lungara, si bien tenían que bordear el camino el doble, no les importó. Para llegar a su destino tenían que transitar paralelamente y en recto, hacia la derecha hasta el final del camino. Disfrutaron el paseo en silencio mientras se perdían en sus pensamientos, a veces se hacían ligeros apretones y volteaban sus rostros para sonreírse. Seung Hyun recordaba el día en que lo divisó por primera vez, ni siquiera sabía su nombre, pero se encontró caminando hacia él y hablándole como si fuera algo cotidiano. El motivo detrás aquella sonrisa misteriosa que tenía mientras miraba el cielo, era lo que verdaderamente había movido a subconsciente. Es cierto, le había dicho que él irradiaba algo especial, pero la verdad era otra. Porque para él, Ji Yong había sido si viniera el aroma de las flores que se esparcen con el viento. De solo recordarlo, su corazón se aceleraba. Según su intuición aquello hubiese sonado demasiado poético y trillado de su boca, por eso lo había cambiado por otras palabras. Era gracioso porque no sabía que podía pensar así y que pareciese un poeta de esos románticos. Estaba enamorado y le gustaba la sensación. La sentía verdadera y no superficial. Sabía que lo que tenía con Ji Yong no era un amor de verano, era algo más y quería ahondar más en ello.
-Te quiero- Seung Hyun habló con un tono modulado solo para que el menor fuera el único que lo escuchara.
-Yo también…. Seung- otra vez le había tomado desprevenido en medio de la nada. Primero era todo silencio y luego… ¡Pum! Le decía eso. Sus ojos se habían abierto un poco debido a la sorpresa, pero no dudó en corresponderle de la misma manera- Te quiero.
Seung Hyun emitió una sonrisa cegadora en respuesta y Ji Yong solo quedó maravillado de ella, apretó fuertemente su mano y con sus ojos le transmitió todo lo que sentía por él. No eran necesarias las palabras. Se quedaron parados por un momento, no supieron cuánto tiempo, pero nuevamente reanudaron su caminata. Faltaba poco para terminar el camino, bordearon la esquina cuando el menor se le ocurre mirar el reloj y se dio cuenta que era tarde.
-¡¡¡Seung, es tarde!!!- con apremio el menor alzó su voz. No lo decía por lo que iban hacer, si no porque sus amigos le iban a matar por su tardanza. Bueno, eran los amigos de Seung, pero también se habían convertido en los suyos y sabía que no todos, pues había exagerado un poco, uno en especial lo mataría.
-¿Ahh?
-¡¡Hablo en serio!!- Ji Yong rodó los ojos.
Jaló la mano de Seung y corrió junto con él todo el pequeño trecho que les quedaba. El menor corría con todas su fuerzas, siendo seguido por Seung Hyun, este se había echado a reír por el arrebato de Ji Yong. Entre carcajadas entre ambos llegaron al lugar que necesitaban. Ante él tenían el río Tiber, en todo su esplendor, las aguas cristalinas eran un espectáculo para los ojos de cualquier transeúnte. La mezcla del paisaje que ofrecía el río con la arquitectura romana de fondo era sumamente embellecedor. No obstante, aquello no era importante para ellos. No lo era porque ante ellos se erigía el puente de Milvo rodeado de faroles y postes especiales, todo porque ahí se encontraban el candado de de amor de todos los enamorados del mundo y ellos iban a poner el suyo ahí.
-Nos toca, ¿estás listo?
-Sí, baby- le respondió el más grande.
Se las arreglaron para pasar entre el gentío y poco a poco lo fueron consiguiendo. Pasado un tiempo considerable pudieron tener a su disposición un poste regularmente especial. Ji Yong sacó de su bolsillo un candado de plata. Lo había mandado hacer. Entre él y Seung Hyun había escogido el diseño del grabado con las iniciales de los nombres de ellos. Atrás había una pequeña inscripción en coreano. No olvidaban sus raíces.
“Más que esto”
Pequeño, pero sin duda poderoso. Ellos sabían que significaban aquellas palabras. Era una promesa, que se tenían el uno con el otro.
-¿Funcionará?- el castaño susurró más para el mismo que para Seung Hyun, este igualmente había escuchado sus palabras.
-No te puedo asegurar nada, Ji.- con calma le expresó lo que sentía en ese momento- Solo sé que siento cosas fuertes por ti y que esto es un símbolo de esperanza. A veces es bueno aferrarnos a ella.
-Mentiría si dijera que no siento cosas por ti porque la verdad es que sí- volvió su mirada al del mayor- Solo es que… no sé si fue el momento, el lugar o el tiempo preciso que nos juntó de esa manera, pero parece algo irreal. Sé que no lo es porque lo siento aquí adentro creciendo cada día más. Allá en dónde vivimos no somos tan libres como aquí.
-¡Claro que lo sé muy bien! Sin embargo…- Seung Hyun tomó ambas manos del menor e hizo que se miraran frente a frente- He decidido que vales la pena. Lo vales, Ji. Nunca he sido más serio como en este momento de mi vida.
-Te creo. No me lo tienes que decir- los ojos del más pequeño brillaban emocionados.
-¿Entonces….? ¿Vamos a vivir?
-Vamos a vivir- con seguridad le hizo el eco a la pregunta de su novio.
Como si fuera un ritual colgaron el candado en el poste, lo aseguraron bien y el click los alertó de que su misión estaba cumplida. Tirando la llave que tenía en la mano, Ji Yong junto a Seung Hyun de dedicaron a admirar la vista que tenían al frente. Recostándose en el hombro del pelinegro, Ji Yong pensó que era uno de los días más lindos que había llevado en su tiempo en Roma. El pelinegro abrazándolo de costado pensó que más afortunado no podría ser.
-Después… ¿podemos comprar grattachecca?
-Claro que sí, caro.
Y a pesar que Ji Yong se estremeció al escuchar aquella palabra italiana de los labios de su novio, era consciente que en ese momento era feliz y eso era lo único que importaba.
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La gente pasaba y caminaba como si la vida no les pudiera parar. Algunos con tranquilidad, otros con apuro u otros enojado, cualquiera que sea la expresión o estado anímico era un hecho que la afluencia de personas al Aeroporto Internazionale Leonardo da Vinci no era ni una broma. Era cantidad bastante grande, aunque nada se comparaba con el Aeropuerto de Incheon. Probablemente era el doble en cuanto a una aglomeración de gente y Ji Yong no lo pensaba por ser un patriota propio de su país, si no que era algo verídico y comprobado. Había logrado distraerse un poco, por lo cual el resultado era catastrófico. Sentía sus piernas cada vez más pesadas y volvía a los pensamientos del día anterior: No quería irse. No quería hacerlo. Podía percibir la tensión de Seung, sin embargo él era mejor disimulándolo dándole una apariencia apacible.
“Vuelo con destino a Seúl con escala a Pekín”
Escuchó por los altoparlantes el anuncio para su vuelo. Sus piernas se entumecieron por completo e inconscientemente apretó más la mano de Seung Hyun.
-Creo que es hora de irme-musitó débilmente. Se encontraban en la terminal 3. Sabía que tenía que formar su cola para su destino.
-¡Te extrañaré, hyung! ¡Eres el mejor hyung que he conocido!- el dueño de aquella escandalosa voz le despertó de su sopor inicial. Literalmente se arrojó a sus brazos provocando que se soltara de la mano de su novio. Aquello le hizo reír un poco, cuando lo hizo sentía que su pesar se aflojaba un poco.
-¿No decías eso de Seung Hyun hyung, antes?- preguntó Daesung bromeando.
-¡Los tiempos cambian, hyung!-replicó ingeniosamente mientras seguía abrazando al castaño. Todos rieron con su respuesta, eso incluía a Seung Hyun. Se relajó un poco.
-Vamos a ver por quién cambias a Ji Yong cuando regresemos a Corea- Dong Wook intervino. Sabía que su donsaeng era muy exagerado, pero agradecía que con su manera de ser hubiese disipado los ánimos nerviosos de todos- Nunca se sabe…
-¡¡Ese día no pasará!! ¡¡Por cierto, hyung!!- SeungRi interrumpió su abrazo, cogió sus hombros con ambas manos y mirándole con un semblante serio se dispuso a terminar de hablar. Todos estaban curiosos por el rostro del menor, era raro- En Corea, el día que regresemos, haremos una fiesta a lo grande en tu casa.
Todos prorrumpieron en risas. SeungRi era increíble.
-No creo que eso sea posible-el mayor de todos dijo algo cierto.
-Gracias, Dong Wook hyung- Ji Yong estaba agradecido por haber hablado por él.
-No importa. Entonces…. ¡¡Será mi casa!! ¡¡Pero que hay fiesta, la habrá!!
-Lo que digas Ri. Lo que digas. Primero aprueba los exámenes y ya verás si tus papás te dejan- Daesung se burló del menor.
-¡¡Los aprobaré!!- le fulminó con la mirada. Se escucharon pequeñas risas.
-Bien. Tenemos que despedirnos rápido. Ya perdimos tiempo valioso- Dong Wook hizo notar la urgencia que había en su tono al hablar- Buen vuelo, Ji Yong. No te preocupes, cuidaremos a Seung Hyun. Además recuerda que solo tiene ojos para ti- quiso tranquilizar a su donsaeng con aquellas palabras.
-¡¡Claro!! ¡¡Si es la única persona con la que ha estado!!- explicó SeungRi con burla. Recibió un coscorrón de Daesung y Ji Yong se sonrojó un poco. Le alegraba saberlo.
-Tú ya te despediste. Nos iremos adelantando- cogió a SeungRi del brazo y lo arrastró- Nos vemos en la entrada de la estación de Termini. Aprovechemos nuevamente el Leonardo Express. Daesung te espero, ¿vale?- el mencionado asintió.
-¡Adiós, hyung!- gritó SeungRi agitando su mano restante mientras lo jalaban. Despareciendo entre la gente en pocos segundos junto con Dong Wook.
-Ha sido un gusto tenerte entre nosotros todo este tiempo. Pronto estaremos allá- Daesung sonrió- Cuídate y buen vuelo, hyung
-Gracias, Dae- el castaño se sintió en paz al escucharlo. Daesung tenía ese tipo de poder.
-Nos vemos, hyung- palmeó cariñosamente el hombro del pelinegro y se fue.
Dejándoles un momento privado para ellos.
-No quiero irme- Ji Yong fue el primero en romper el silencio. Ambos sin darse cuenta habían vuelto a entrelazar sus manos.
-Yo tampoco quiero que te vayas. Quiero tenerte en mis brazos para siempre- Seung Hyun le jaló la mano, no pasó ni un segundo y ya lo tenía envuelto en un cálido y fuerte abrazo. Le susurró al oído- Pero mi egoísmo puede esperar.
-Quiero que seas egoísta- el menor le respondió causando que su novio riera entre dientes. Ji Yong se aferraba a él.
-No es el momento, caro mio.- el pelinegro suavemente se retiró de su abrazo para mirarle a los ojos.
Ji Yong bajó sus manos a la cintura de Seung Hyun. Aprisionándolo contra él mismo. No quería dejarlo, aunque sabía que tenía que hacerlo. Miró aquellos ojos negros perlados que parecían haberlo hechizado para siempre y se estremeció por dentro. Seung Hyun acunó su rostro entre sus manos como si fuese una pieza de valor incalculable y frágil a la vez, para el mayor efectivamente Ji Yong era eso. Sin más lo besó de la manera más dulce que pudo encontrar y Ji Yong sintió que por un momento volaba entre las nubes.
-Ti amo, caro mio- le susurró con mucho fervor. El castaño amó aquel detalle. Sin dejarle de responder le volvieron a besar. Esta vez fue algo breve- Sono caduto nel tuo incantesimo.
“Última llamada para el vuelo a Corea del Sur”
El menor no entendió mucho lo último, pero si había entendido lo primero. Le volvió a besar con ímpetu y brevedad rápidamente, y se echó correr hacia la línea de su vuelo.
-¡Ti amo!- gritó volteándose por un rato y no le importó verse como loco. Sonreía demasiado y lo último que vieron sus ojos fue la imagen de un Seung Hyun riéndose mientras se despedía de él con una mano. No iba a llorar porque no estaba en él, solo esperaría por Seung.
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PARA: dino87@hotmail.com
ASUNTO: ¡EXTRAÑARTE HORROROSAMENTE!
Seung Hyun:
No ha pasado ni un día y te extraño demasiado. Aquí me tienes cumpliendo una de las tantas promesas que nos hicimos. Es tan raro que utilice el correo electrónico para sentir de algún modo que te tengo cerca. ¿Qué estabas pensando cuando sugeriste esto? ¿Sabías que existe Skype, no? Me causa curiosidad el saber la razón de esta elección. Parecemos dos amantes prohibidos en pleno siglo XXI escribiéndose como si estuviésemos en el siglo XIX. Sé que el término amantes prohibidos suene exagerado y no es nuestro caso, pero espero que nuestra sociedad siga progresando en ser más abierta de mente. En un alivio poder salir aunque sea tomado de las manos o abrazados, aunque besarnos en público no mucho porque aún no se acostumbran a ello. Tiempo al tiempo, ¿no? Seré paciente por ello.
Como te escribo por primera vez te cuento que el vuelo fue agotador y te confieso que quise mucho en ese momento que me abrazaras, no obstante no estabas ahí. No te preocupes, me acostumbraré a sobrevivir sin ti por un tiempo. Pensaré que los dos meses y medio pasarán rápido. ¡Ya lo verás! Aprenderé de la positividad de Daesung. Por cierto… ¿cómo están ellos? Sé que es extraño que pregunte como si hubiese pasado mucho tiempo, pero no me importa. Descubrí que tienes buenos amigos y también se convirtieron en los míos. Espero que SeungRi haya desistido en esa loca idea de una fiesta al regreso de ustedes a Corea. Aunque sé que pido mucho hahhahah… ya veremos cuando lleguen aquí. Por ahora es innecesario que me preocupe por eso, ¿no? No es mala idea, pero hay que pensarlo con calma. A eso voy.
El Lunes empezaré las clases en la universidad, así que tengo que preparar algunas cosas. Así que te dejo. Me llaman y apuesto que mamá me instará a dormir. Es difícil acostumbrarme nuevamente a los cambios horarios. Ni modo, espero hacerlo en poco tiempo. Espero tu respuesta brevemente.
Ji Yong
P.D: Averigüé el significado de lo último que me dijiste. Yo también caí en tu hechizo.
~*~ ~*~ ~*~ ~*~
PARA: ratón88@hotmail.com
ASUNTO: ¡SOMOS VÍCTIMAS!
¡Bello mio!
No es necesario que te diga que entiendo lo que sientes. También me siento de la misma manera. Eres mi droga letal, que la abstinencia de ti es difícil de sobrellevarla. Dime… ¿qué es lo que tienes para que causes este efecto en mí? Sin duda algo debes tener, algo mágico que me atraiga hacia ti. Sé que sueno como un tonto poeta romántico del siglo XIX, pero debes saber que te estoy diciendo lo que siento y lo primero que se me pasa por la cabeza. Lo estoy plasmando aquí, en este escrito electrónico. Me preguntas… ¿en qué pensaba? Pues en nosotros. Sé que existe Skype, caro. Solo que esta vez quería tener un medio de comunicación en el que pudiera saber de ti, sin que ambos perdamos los estribos fácilmente. Sé que si escucho tu voz en una llamada telefónica, mi corazón dolerá y buscaré como sea regresar a ti. Eso causaría problemas y no quiero eso. No lo malinterpretes mi prioridad siempre serás tú, pero debo tener en cuenta a mis amigos. Esos pillos también están incluidos en la beca de intercambio y no les puedo perjudicar. Tengo que se sensato, aunque me cueste demasiado. También sé que si veo tu rostro en un video-chat correré hacia ti como loco. ¿Ves? En ambos casos de alguna manera u otra te buscaría. No te culpo, culpo a los dos por sentirnos atraídos de esa manera. Somos víctimas del amor y ¿sabes? No me importa. Eres lo mejor que me ha pasado. El día que regrese te abrazaré, te besaré y serás mío para siempre. De eso puedes estar seguro.
Me alegra percibir en tu escrito tu energía positiva, me has contagiado. Seremos pacientes, amor. Lo seremos. También cuando estemos juntos allá y vivamos nuestra relación, seremos pacientes por poder mostrarnos en un afecto tan simple, pero hermoso como es un beso. Aprenderemos juntos muchas cosas. Las quiero aprender contigo cada una de ellas, Ji. ¿Mis amigos? Ellos están bien. Un poco preocupados por mí, pero saben que estaré bien aunque sea complicado. Lamento informarte que SeungRi no ha desistido en la idea de hacer una fiesta y dudo mucho que no lo haga. Te aconsejaría que te vayas dando la idea de que ese acontecimiento sucederá hahahah… Al menos alíviate que será en su casa y no en la tuya, ¿no?
No quiero que te desveles mucho, así que procura lidiar lo antes posible con los cambios horarios. ¿De acuerdo? Veo que ya empiezas la otra mitad del segundo año en la universidad ¡Mucha suerte! Sé que lo harás bien. De eso no tengo ni la menor duda. Lo bueno es que cuando regrese solo haré cuatro meses, debido a las diferencias de temporadas de los países eso es posible. Podremos estar juntos en la universidad como nos plazca. Solo imaginarlo, hace que todo cobre sentido.
Creo que me extendido demasiado en esta respuesta, pero es que te quiero decir tantas cosas y me sale con naturalidad las palabras que no tengo más alternativa que decirlas. Procuraré la próxima carta de decirte todo, sé que no te he dicho ni la mitad. Me haces pensar mucho, Ji.
Seung Hyun.
P.D: Sabía que lo averiguarías. Eres muy curioso, ¿lo sabes?
~*~ ~*~ ~*~ ~*~
PARA: dino87@hotmail.com
ASUNTO: ¡ME DESARMAS CON TU SINCERIDAD!
Seung Hyun:
Veo que no has perdido tu habilidad innata para coquetear. Yo no soy una persona que le guste escuchar cosas un poco cursis y románticas, no obstante por un motivo incierto si viene todo de ti me agrada. Es algo tan raro. Supongo que todo es debido a tu transparente sinceridad y de que alguna manera para mí eres alguien que funciona en otra frecuencia y yo soy la única persona que puede captarla. Por eso cada vez más me convenzo que tienes el poder de desarmarme como si tiraras una ficha de dominó ocasionando que las otras se desplomen en cadena. Así que… ¿soy tu droga letal? ¿Cómo lo haces, pare decir esas palabras? Te creo cuando dices que es lo primero que piensas. Lo sé, porque te he ido conociendo todo este tiempo. No sé qué hago estando a punto de decir algo, tal vez me volví loco… pero ahí va: Concuerdo que somos víctimas del amor. Aishh… eso sonó estúpido por mi parte. ¿Puedo borrarlo? Sé que solo bastaría poner el cursor ahí mismo y borrarlo… pero no haré… algo me mueve no hacerlo. Dejaré de pensar en ello y pasaré a otro tema, ¿vale? ¡¡ Mira todo lo que me haces hacer Choi Seung Hyun!!
Creo que me está gustando este medio de comunicación y eso que es mi segundo correo. Es algo íntimo de nosotros dos y a la vez especial. Tú idea está teniendo éxito. Más ahora que ya sé los motivos que te impuso al planteármela. Aunque lo usemos mínimo 3 veces por semana, procuraré contestarte a tiempo. A mí me gusta tomarme mi tiempo para las cosas. Además de aquí viene la universidad. Solo faltan un par de días y prácticamente está la vuelta a la esquina. Compré las cosas que necesitaría. Al menos, sé que Young Bae me acompañará este semestre. Ha sido una suerte. Aunque aún no nos hemos visto, pues nos matriculamos en días distintos. Espero verlo el Lunes. Cuando empiece las clases procuraré escribirte cumpliendo contigo nuestra promesa. Me resignaré con SeungRi, ni modo… trataremos que no se emocione demasiado hahahha
Regularmente voy adaptándome al cambio de horario, no te preocupes. Muchas gracias por los ánimos y el apoyo. Ese sueño se cumplirá Seung. Estaremos por los campus perdiéndonos, pero siempre juntos.
Ahora iré a descansar. Creo que es un poco tarde y tampoco voy a abusar de mi desgaste mental. Saludos a los chicos y bonito día en la universidad.
Ji Yong
P.D: Dímelo todo, siempre estaré leyéndote. No iré a ninguna parte, ¿vale?
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PARA: ratón88@hotmail.com
ASUNTO: CURIOSIDAD
Ji Yongie:
Creo que tenemos algo que nos hace mostrarnos totalmente el uno al otro tal como somos. Todo fluye contigo como el océano, ¿lo sabes? También quería saciar mi curiosidad contigo. Me di cuenta que nuestros correos son peculiares. Aunque deduzco el motivo de los números, no concibo idea del nombre que has puesto ¿Ratón? ¿Por qué esa palabra y no otra? ¿Hay una historia en especial detrás de ella? Espero que sí. Seguro que en tu contestación de regreso tendré conocimiento de ello.
Supongo que a estas horas estás en la universidad mientras yo estoy descansando de mis estudios. Hoy fui a la conferencia de un escritor muy famoso, Paolo Giordano. Me sirvió mucho para mi futuro profesional hasta el ruidoso de Ri se quedó callado. Aunque me sorprendió Dong Wook hyung, él no dejaba de preguntar cada duda que tenía al instante. Fue gracioso ver a Daesung preocupado de que el escritor se incomodara y Ri tenía el ceño fruncido de irritación. La situación era tan atípica que no sé cómo me controlé y no estallé a carcajadas. Lo bueno que el escritor no se lo tomó, creo que hasta le gustaron las preguntas de hyung. Toda una mañana de sorpresas…
Sé que me estoy olvidando de decirte algo, pero no recuerdo que es. Creo que mi cerebro no funciona bien hoy o puede ser que el café que acabo de tomar no me ayudó mucho. Aún te extraño, Ji Yong. No te lo diré siempre porque sé que lo sabes, pero lo hago.
Seung Hyun
PARA: dino87@hotmail.com.
ASUNTO: HAGAMOS UN TRATO.
Hyunnie:
Yo también me di cuenta de los detalles de nuestros correos. Es más te iba a preguntarte sobre ello en esta carta, pero ya que tú te me adelantaste creo que no habrá problema. Creo que estamos sincronizados de alguna manera. Aunque estemos lejos lo estamos. No encuentro otra manera de explicarlo. ¿Quieres saciar tu curiosidad? Está bien. Te propondré un trato, sé que no lo rechazaras porque es algo razonable y aquí va la propuesta: Yo te cuento la historia y tú la tuya. Es justo, ¿no te parece? Empezaré yo primero… entonces. Sé que me voy arrepentir de ello, pero lo haré.
Cuando era pequeño salí a actuar en una obra infantil para el jardín. De solo recordarlo, me hace estremecer un poco. Salí disfrazado de eso, mi madre me puso aquel apodo en la infancia hasta que me rebelé. Escogí ese nickname para mi correo porque aunque no sea algo de lo que me enorgullezca, es algo que pasó en mi vida, además es fácil de recordar para mí y casi nadie sabe del motivo de ello. La mayoría cree que no tuve creatividad. Hay algo más que debes saber… como no habían niñas…pues fui el personaje principal de la obra. Te diré como se llamaba: “La ratita presumida” Lo sé, lo sé… no sé que estaba pensando mi madre en aceptar que yo interprete a un personaje femenino. ¡Me quiero morir! Le reproché muchas veces su decisión, pero ella solo se reía. Ni quiero recordar cómo me confundieron ese día… Ahora que sabes mi vergonzosa historia. Espero que no te estés matando mucho de la risa. Ahh… ¡ Y es un secreto de estado! ¡No se la cuentes a nadie, eh!
Por cierto, ya empecé la universidad. Han pasado un par de días de clases, aún así me siento raro y sé la razón de ello. Es de locos porque todo sigue igual, sin embargo… yo no porque me enamoré de cierta persona. Ya debes saber quién es hahahah… Deberías saber que le conté a Young Bae de lo nuestro. Se dio cuenta al verme que tenía un aura diferente. Desea conocerte y él está feliz por mí. Es bueno que mi mejor amigo me apoye. Le mostré una foto tuya y dijo que nunca me había visto tan feliz. Todo es obra tuya.
Me gustaría seguir escribiendo, no obstante pararé aquí. Tengo el tiempo medido. Saludos a todos por allá.
Ji Yong
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PARA: ratón88@hotmail.com
ASUNTO: LO ACEPTO
Ji Yongie:
Me gustaría ver las fotos de esa obra. Estoy seguro de cuando eras niño te veías adorable. Aunque intento tener una imagen mental de ti vestida de ratona, no lo puedo hacer. Sé que la realidad es mucho mejor que la imaginación, en algunas ocasiones y esto sucede en este caso. Aceptaré el trato ya que al menos quiero estar en igualdad contigo.
El dinosaurio era mi juguete favorito de pequeño, me encantaba y siempre lo llevaba a todos lados conmigo. Incluso recuerdo que cada Hallowen vestía de un disfraz de él. Mis amigos en esa época me llamaban Dino. Una abreviación por mi obsesión con ese animal, aunque ahora debo de decirte que he pasado de esto y solo es un recuerdo. Ahora lo que me interesan son los bearbricks. Tengo un par. Me lo regalaron mis amigos, algún día compraré los míos con mi dinero y los coleccionaré. ¡Ten lo por seguro! Sé que mi historia no es nada comparada a la tuya, es muy simple… pero esa es la razón del nickame. Es uno de los pocos recuerdos buenos que tengo de mi infancia.
Parece que Young Bae es un buen tipo, claro que m gustaría conocerlo. Si no fuera por su larga amistad y porque sé que son como hermanos, me pondría celoso. Lo reconozco soy así, no sabía que tenía esa faceta en mí. Contigo voy descubriendo nuevas cosas. Eres precioso para mi, Ji Yong. Nunca lo olvides. Mándale saludos de mi parte a él y los chicos te mandan recuerdos.
Sé que esto te llegará en la noche. Dulces sueños, Ji Yongie. Descansa.
Seung Hyun
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PARA: dino87@hotmail.com
ASUNTO: NO ESTOY TAN LOCO
Hyunnie:
Aprovecho mi receso para escribirte estas pocas líneas. La pila de tareas que nos dejan los profesores me están matando y no es una exageración. Ruego que me disculpes el apuro, aún así no podía dejar de escribirte. Se ha convertido un hábito y saber de ti es primordial para mí. Te has metido bajo mi piel. No sé cuándo sucedió eso, pero es verdad. ¿Ya han pasado una semana de tu ausencia? ¡Es increíble! Bueno, no me puedo desviar mucho del tema.
Esconderé esas fotos si es posible. ¿Qué las veas? ¡De ninguna manera! Además… ¿cómo se te ocurre pensar en mí como adorable? Pero como siempre… me escribiste algo inesperado. Tan propio de ti. Definitivamente no tengo un novio normal. Ni sueñes con verlas, Hyunnie. Ya que aclaramos ese punto. ¿Pasaré al otro? No sabía que pudieras ser celoso, aunque imagino que no lo eres tan intensamente, ¿no? Y ahí va otra vez…. ¿Por qué todo contigo los siento diferente? Contigo paso ese detalle como si fuera una nimiedad. ¡Mira que estar celoso del pobre de Bae! Pero no te preocupes… atraes mis ojos y eso es suficiente. Hasta le estoy buscando novia a mi mejor amigo, pero no ha dado frutos. No sé… cómo nos se puede enamorar aún. Cada cosa tiene su tiempo… eso supongo.
Ahora sí, me voy corriendo a clases. Este iPhone al menos sirve para mandarte un correo decente. Un beso a la distancia.
Ji Yong
P.D: Inconscientemente a veces suelo cantar canciones italianas, ganándome la mirada curiosa de los estudiantes. Incluso Bae piensa que podría pasar por un políglota fácilmente. Lamentablemente no es el caso, mi italiano es rudimentario aún. No es nada comparando al tuyo. Si solo supieran que las canto porque me recuerdan a ti. Creo que aprenderé italiano. El próximo verano nos iremos juntos a Italia y por tres meses, ¿te parece?
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PARA: ratón88@hotmail.com
ASUNTO: PROHÍBDO ESTRÉS
Ji Yongie:
¿Debo darle gracias a Andreas, nuevamente? No solo me ayudó inconscientemente a tener base para defenderme con el idioma, caro mio. Si no que ahora tú cantas pensando en mí. Eso sonó muy lindo de tu parte. No he escuchado una frase de italiano de tu parte durante todo el tiempo que has estado aquí. ¡Lo tenías escondido, eh! Muero escucharlo de tus labios. Pienso que s buena idea que lo aprendas. Aún así no te sobre-exijas, ¿vale?
Tampoco lo atormentes a Bae. Deberías seguir tu propio consejo y dejar que las cosas sucedan por si solas. Quizá cuando menos te lo esperes lo tendrás enamorado de alguien, lo sé. Espero que tenga suerte en el amor como yo lo tuve. Recuerda comer sano y procura no enfermar. No te estreses demasiado.
Nosotros dentro de dos semanas entraremos en exámenes. Ya veré como me las arreglaré para escribirte.
Como quisiera estar ahí para cuidarte. Solo desde aquí puedo desearte lo mejor.
Siempre a tu lado, Seung Hyun.
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PARA: ratón88@hotmail.com
ASUNTO: ODIO NO CELEBRAR TU CUMPLEAÑOS CONTIGO
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PARA: dino87@hotmail.com
ASUNTO: QUIERO IR ALGUNA VEZ A VER LOS CEREZOS EN FLOR CONTIGO
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PARA: ratón88@hotmail.com
ASUNTO: LA ESPERA CADA VEZ ES MÁS CORTA.
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PARA: dino87@hotmail.com
ASUNTO: ¡IRÉ A ITALIA!
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PARA: ratón88@hotmail.com
ASUNTO: ERES LO MÁS REAL QUE TENGO
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PARA: dino87@hotmail.com
ASUNTO: UN IDIOTA ENAMORADO.
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PARA: ratón88@hotmail.com
ASUNTO: ¿IGUALDAD DE CONDICIONES?
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PARA: dino87@hotmail.com
ASUNTO: ¡FALTAN UN PAR DE DÍAS!
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PARA: ratón88@hotmail.com
ASUNTO: AHÍ VOY BABY.
¿Has escuchado el dicho “Sé paciente y serás recompensando”? Pues esto pasará en unas horas, Ji Yongie. No puedo creer que estaré ahí. Te veré en carne y hueso. Cada vez que pienso en ello creo que mi pulso se acelerar. ¿Soy un loco desesperado? Tal vez así. Tal vez se desató al ser consciente que poco tiempo nos separa. Ya preparé las maletas. Se nota que el más entusiasmado estoy yo, aunque no hablo mucho. Dong Wook hyung dice que mis gestos y el brillo en mis ojos me delata. Como sabrás los menores se burlaron a mi costa. Esta vez no me importó. No es mi culpa que mi cuerpo inconscientemente me delate. Cumpliré la promesa que te hice hace dos meses cuando te escribí por primera vez.
Así que… prepárate para ser abrazado, besado y ser mío a partir de mañana. No lo olvides.
Ti amo, Ji Yongie.
P.D: No me contestes. Sé que cuando lo veas. Yo estaré en pleno vuelo. Espera por mí.
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Un ahora rubio caminaba de un lado a otro, no se tranquilizaba por completo. Se mordía las uñas en el proceso como si eso fuera a calmarlo. Era un desastre estando nervioso. Tenía al lado a su mejor amigo y este no hacía más que tener una sonrisa burlona en el rostro. Aquello no le calmaba bajo ni un concepto. Rodó los ojos en blanco, sin perder el ritmo de su caminata en círculos.
-¿Sabes que eso no va a lograr lo que quieres, no?
-¡Por favor, cállate Bae!- dijo con una inquietud que crecía a momentos- ¿Apóyame?
-Eso estoy haciendo. Ya verás… que en menos que te lo esperes… él aparecerá.-buscó ser lo más conciliador posible-También sus otros amigos. Me los tienes que presentar a todos.
-Ohh… bastan….- el rubio no pudo terminar la frase.
La puerta de la terminal de salidas de los pasajeros se había abierto. No sabía cómo pero distinguió entre la multitud una familiar cabellera negra. Sus pies por si mismos cobraron vida y empezó a correr a una velocidad muy alta para que lo que estaba acostumbrando. Cada vez lo tenía más cerca y no se detuvo cuando vio la sonrisa que tanto amaba. El mundo podría estar desmoronándose pero solo lo veía a él, a nadie más. Al llegar a su destino lo abrazó con mucha fuerza hasta el punto que lo ahogaba. Sabía que Seung Hyun lo sentía y que tampoco se iba a quejar por ello.
-Desde hoy admiraré a Penélope, es duro esperarte- susurró con la voz ahogada.
-Ni bien demos un paso te prometeré que te sostendré toda la vida, ¿estás de acuerdo?-la efusividad de Ji Yong le había hecho feliz. Aunque le costó decir aquellas palabras porque casi se ahogaba, pero lo consiguió.
-¡Más perfecto no podría ser!
Ambos sonrieron al mismo tiempo. El viaje había llegado a su fina… todo empezó en Italia y ahora terminaba en Corea. Eran conscientes que un nuevo capítulo de su vida se presentaba.