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AMOR MALDITO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, espero que les guste el romance porque para allá vamos

Capítulo 3.– Ojos verdes, ojos fríos

 

La puerta de la taberna se cerró con un estruendo, más viajeros habían llegado pero los amigos del muchacho castaño aún no había hecho su aparición. Era cerca de la medianoche y la taberna estaba llena completamente, la música llenaba el ambiente y en más de una ocasión el castaño había tenido que rehusarse a atender a una de las jovencitas que allí trabajaban y que se habían ofrecido a calentar su lecho esa noche.

– ¿Y qué pasó después? – insistió el castaño al rubio que miraba con los ojos perdidos el vaso de whisky delante suyo el que aún no tomaba.

 

Habían pasado horas desde que había tomado su último trago y la cabeza le dolía, hace mucho tiempo que no estaba completamente sobrio y al darse cuenta que ese era su camino el corazón se le comprimía, la culpa y el dolor de lo que había hecho era algo que no le dejaban vivir al que alguna vez fue un Lord respetado en el pueblo.

– Y después… pasó lo que tenía que pasar, esta no es una historia romántica, es una historia de amor y de cómo ese amor destruyó mi vida y la suya…

 

***

En los días que siguieron Shaka fue a visitar a Shun todos los días a su cabaña. El rubio llevaba libros de poemas y de diversas historias que leía al joven de ojos verdes el que lo miraba embelesado bebiendo ávido cada una de sus palabras, su pie se curó rápido y pronto se dedicaron a caminar por los verdes prados. Shaka en más de una ocasión ayudó a Shun a recoger frutas silvestres y flores o lo que fuera que el menor le dijera que tenía que hacer ese día. Juntos pasaban bajo los rayos del sol en completa libertad comiendo los frutos que la naturaleza les regalaba.

 

Shaka se sentía libre con Shun, libre de correr descalzo por el pasto que era algo que siempre quiso hacer y su padre nunca se lo permitió.

 

Los lords no hacen eso, no está bien visto que hagas esto o aquello, que bebas agua del arroyo, que pesques con una lanza, que caces conejos…

Por primera vez en su vida Shaka se sentía completo compartiendo los atardeceres con Shun, recostado en el suave pasto con la cabeza apoyada en el regazo del pequeño comiendo uvas silvestres. Ese era el paraíso para el joven lord que regresaba todas las noches a su casa a enfrentar la ira y la decepción de su padre. Esa situación lo iba a matar por lo que pensó que su mejor opción era huir con Shun, tomarlo y llevárselo lejos donde nadie los conociera, donde nadie sepa quién es él.

– ¿Estás seguro Shaka?, ¿Es eso lo que quieres? – Shun estaba sentado bajo un árbol acurrucado en el rubio que los protegía a ambos de la lluvia con su capa. Habían ido a caminar y llovió antes de que alcanzaran a regresar a la cabaña.

– Si… yo quiero irme lejos contigo, quiero vivir en el campo, quiero ser libre como lo soy contigo, ¿No quieres tu vivir conmigo? – Shaka preguntó esto y acarició la mejilla del joven que sonrojado asintió y levantó el rostro recibiendo el cálido beso que el rubio le daba.

Ese había sido un cambio reciente en su relación, habían pasado casi dos meses desde ese primer beso que fue dado por equivocación en la cabaña hasta que Shaka se armara de valor y besara a Shun a las orillas del lago apenas tres días atrás.

– Pero… si me voy mi hermano se quedará solo.

– Si quieres y él quiere puede venir con nosotros. Pero si quieres que sea completamente honesto contigo yo te quiero solo para mí, quiero que seas mío en todos los sentidos Shun.

– Ya lo soy, yo soy tuyo – contestó el peliverde abrazando al mayor que lo tomó de la cintura y lo sentó en su regazo para poder abrazarlo mejor y buscó sus labios. Sus besos suaves fueron tornándose demandantes, las manos de Shaka apretaban al joven contra su cuerpo y Shun sintió algo que no había sentido nunca cuando la mano del mayor bajó por su pecho acariciando sus endurecidos pezones. Shun se estremeció por completo cuando Shaka le zafó el cinto y aflojó su camisa metiendo su mano entre su ropa para acariciar su pecho.

 

Shaka respiraba agitadamente, Shun no estaba deteniendo sus avances. Le había dicho que era suyo y se lo estaba demostrando, se estaba entregando a él pero el rubio no estaba seguro de hacerlo, Shun era muy joven, aún no cumplía 15 años y aunque él lo amaba también debía detenerse.

 

– No… no me apartes, tócame, bésame, hazme tuyo – Shun se abrazó con fuerza del mayor que lo había intentado apartar pero ahora lo miró a los ojos y retiró un mechón de mojado cabello de su frente para preguntarle:

– ¿Estás seguro Shun?

– Si… yo quiero ser tuyo, hazme el amor.

 

Y allí bajo la lluvia Shaka tomó la virginidad, el amor y el corazón de Shun que se lo entregó todo sin pedir nada a cambio. Se entregó en cuerpo y alma al hombre que amaba en medio de la lluvia que los bañaba pero a ellos eso no les importó, fue la mejor tarde de su vida, para ambos…

 

A partir de ese día su relación cambió y una nueva dinámica se estableció, la pareja ahora se volvió inseparable y pasaba todo su tiempo juntos. Se amaban bajo la luz del sol junto al lago, en la cabañita de Shun, en las cuevas de la cañada, ellos buscaban todas las oportunidades para estar juntos sin saber que había unos ojos verdes llenos de celos y amargura que vigilaban cada paso que daba el joven lord de Virgo, sin imaginar que había alguien que ya estaba planeando la separación del amor de su vida. Sin darse cuenta siquiera que habían varias fuerzas actuando en su contra, Shaka estaba ahora decidido a escaparse con Shun y hacer su vida lejos de Volantis, pero a veces el destino se interpone en nuestro camino y eso fue cuando lo impensable pasó y toda su vida dio un vuelco…

 

Shaka llegaba a su mansión en la colina y se encontró con varias novedades, todas perturbadoras. Su padre había ido a buscarlo por el bosque y había regresado el caballo solo.

Shaka no supo cómo su padre lo había averiguado, pero según lo que le dijo uno de los escuderos, le había llegado una carta a su padre en la que le informaban de sus planes de fuga con un campesino que vivía por el paso de la cañada. Asmita de Virgo, llevado por la furia ante la traición de su hijo y cegado por la ira de su depravación al osar tener de pareja a otro hombre, había tomado su caballo para buscarlo y aparentemente debió haber algún tipo de accidente porque de su padre no había rastros. La primera patrulla ya había salido a buscarlo y habían regresado con las manos vacías.

 

Esta vez Shaka organizó a un nuevo grupo de buscadores y salió tras su padre, esa noche fue muy larga…

 

Ikky estaba en la cabañita cuando vio a lo lejos venir por el camino a un grupo grande de hombres que llevaban antorchas encendidas. El joven de cabello azul apagó el fuego de la hoguera y tomó a Shun de la mano para llevarlo a las cuevas de la montaña. Desde allí vieron como aquellos hombres pasaban cerca de su cabaña pero no se detuvieron allí sino que siguieron su camino hasta la cañada.

La tarde había sido clara pero ahora amenazaba una tormenta, Shun no entendía la preocupación a tal extremo de su hermano pero Ikky le dijo:

– Nunca se es demasiado precavido Shun, si ellos estuvieran viniendo por ti no sé lo que haría.

– ¿Y por qué vendrían por mí? – preguntó Shun sin entender

– Por tu relación con el Lord de Virgo, ya lo hemos hablado Shun, esa relación solo te traerá sufrimiento y dolor, ¿Por qué no me escuchas?

– Él me ama Ikky y yo lo amo a él, nos vamos a ir juntos a un lugar lejano donde nadie nos conozca y empezaremos una vida nueva.

– Eso es imposible Shun, él está comprometido con la hija de Lord Orión del Águila.

– Shaka no se va a casar con ella, no la ama, ya te lo dije Ikky, que él me ama a mí – dijo Shun con toda la seguridad de a que fue capaz.

Shun le había asegurado muchas veces a Ikky el amor que Shaka sentía por él, le había asegurado a su hermano que seguía siendo virgen y que no se había entregado a Shaka y que no se iría sin avisarle primero. Ikky no sabía que Shun había mentido con respecto a todas sus promesas, Shun partiría con Shaka antes de la próxima luna llena, ya lo habían decidido y también habían decidido no decirle nada a nadie, solamente diez días más, solo diez días más y empezaría su vida junto al hombre que amaba.

 

Shaka buscó la noche entera a su padre y cuando casi despuntaba el sol los gritos de los hombres que lo acompañaban le helaron la sangre, había alguien al fondo de la cañada.

 

Shun estuvo sentado en el pasto esperando a su amor que no llegó en la mañana como siempre llegaba, no llegó en la tarde ni en la noche, dos días pasaron antes de que Shun entrara en desesperación sin saber que pudo haberle pasado a Shaka, así que desobedeciendo todas las indicaciones que Ikky le había dado toda su vida, el joven se calzó sus botas de viaje, se puso una pequeña y raída capa de viaje y partió con dirección al pueblo.

 

El viaje no fue muy largo, en menos de dos horas ya estaba Shun al borde de las puertas del pueblo, la mansión de Shaka quedaba del otro lado,  así que el joven de ojos verdes, manteniendo la cabeza baja, empezó a caminar con dirección a la mansión de Shaka. A su paso muchas personas lo miraban y eso era lógico porque no lo habían visto antes. Por primera vez Shun estuvo muy consciente de que sus pantalones tenían parches, de que su camisa era simple lino de rasa de color blanco sin ningún tipo de adorno como veía en las demás personas, su cabello estaba suelto y enmarcaba su rostro no como el de los demás muchachos que lo llevaban recogido en coletas.

 

Shun iba distraído mirándolo todo que no se fijó por donde iba y chocó con una pared, o por lo menos él pensó que era una pared pero no, era un hombre grandísimo que estaba ayudando a descargar una carreta que estaba llena de verduras.

– ¿Estás bien muchacho? – el gigante tendió la mano al joven que la tomó y se puso de pie con dificultad frotándose el brazo.

 Shun iba a responder hasta que escuchó que una voz muy conocida lo llamaba por su nombre con tono de angustia.

– ¿Shun?, ¿qué haces aquí?, ¿sabe tu hermano que estás aquí? – Hyoga, un muchacho rubio que estaba subido en lo alto de la carreta se bajó de un salto para tomar al pequeño de los hombros y comprobar que estuviera bien.

– Hyoga… ¿qué haces tú aquí? – preguntó Shun asustado, su plan de pasar por desapercibido se había ido al diablo si Hyoga lo encontró en el pueblo. Seguramente se lo diría a Ikky.

– Estos vendiendo lo que cosechamos ayer, no has respondido mi pregunta – insistió Hyoga mirando fijamente al pequeño que todo incómodo respondió:

– Shaka no ha ido a verme, hace dos días que no se nada de él y quiero verlo, no se si está bien o si algo le pasó.

– ¿Lord Shaka de Virgo?, ¿hijo de Lord Asmita de Virgo? – preguntó el gigante dueño de la taberna metiéndose en la conversación como quien no quiere la cosa.

– Si, ¿lo conoce? – Shun tomó la mano de aquel hombre y lo miró con ansia esperando su respuesta

– Claro que lo conozco, todos lo conocen por estos lares, Lord Asmita de Virgo murió hace dos noches y en estos momentos lo están velando en la mansión, su entierro será esta tarde, el Lord Shaka es ahora el único heredero de la casa de Virgo y todos los nobles están allá.

– ¿Su padre murió?, ¿cómo?

– Accidente de caballo, ¿tú de donde lo conoces?

– Lo conocí en el bosque y… – Shun iba a seguir explicando pero Hyoga intervino callándolo.

– Bueno ya sabes lo que pasó con él Shun, es mejor que vuelvas a la cabaña y esperes allí.

– No, Hyoga, yo quiero verlo, su casa es la que está en la cima de la colina ¿verdad? – preguntó Shun señalando la casa más grande de todas.

 

El dueño de la taberna solo asintió y frunció el ceño. Algo había escuchado en los rumores del pueblo sobre las razones del Lord Asmita para salir a cabalgar al caer la noche y ahora el gigante entendía la referencia del camino de la cañada, Ikky, su proveedor de leche y carne vivía allí. Si ese muchachito conocía a Hyoga debía conocer a Ikky también, tal vez ese jovencito de ojos verdes era aquel que Shaka estaba viendo, si se podría creer en los rumores, claro estaba.

 

– Ve a casa Shun, si Ikky llega y no te encuentra no quiero ni pensar en lo que hará. Por favor, Shun, no le hagas esto a tu hermano – Hyoga hablaba con preocupación y Alde arqueó una ceja, sus suposiciones eran correctas y este muchachito era hermano de Ikky. Vaya… no se parecían en nada.

– No, Hyoga, yo vine a ver a Shaka y no me iré sin verlo, si quieres espérame y regreso contigo pero voy a verlo – dijo Shun cono toda la seguridad de la que fue capaz.

– No, no, no, yo te acompaño, Alde… te encargo mi carreta, es lo único que tengo, por favor… – el rubio no sabía como detener a Shun y pensó que sería mejor acompañarlo.

 

El pequeño estaba jugando con fuego al ir a la casa de aquel noble. Alde asintió y tomó las riendas de la  mula para llevársela adentro con todo. El dueño de la taberna apreciaba a esos muchachos huérfanos que trabajaban la tierra con sus propias manos para tener una manera honrada de vivir.

 

Shun caminó rápidamente con Hyoga a su lado hasta que llegaron a la mansión en cuestión. En la entrada principal estaban muchas personas que vestían ropones negros, trajes, sombreros de copa, capas y demás accesorios lo que hizo que Shun se mordiera el labio, él no quería avergonzar a Shaka entrando así como estaba para que todos lo vieran. Él recordaba muy bien como sus amigos lo habían mirado ese día y lo groseros que fueron con ambos, por lo que decidió que sería mejor entrar por la cocina.

 

Shun se escabulló escondiéndose de los sirvientes y pudo entrar a la casa, Hyoga esperaría afuera porque era muy riesgoso entrar los dos a la casa. Al rubio no le gustaba esa idea pero no podía arriesgar el cuello de esa manera, Shaka podría perdonar la vida a Shun pero no a él si ni siquiera lo conocía, la pena para los ladrones y saqueadores era el corte de las manos y Hyoga se negaba a quedarse sin manos en especial si lo sorprendían dentro de la casa del noble más rico de la región.

 

Shun fue de salón en salón hasta que llegó a las escaleras en donde se escondió y se asomó por los barrotes de las mismas. Desde allí tenía una visión completa del salón principal en donde estaba el féretro del padre de Shaka, el que estaba de pie a su derecha de espaldas a Shun.

Cuando el joven de ojos verdes lo vio el corazón se le encogió. De solo pensar que algo pudiera pasarle a su hermano o a alguno de sus amigos… Shun entendía lo que Shaka debería estar sufriendo.

Shaka había estado de pie allí por horas, estaba en shock, miraba el semblante sereno de su padre y no lo podía creer, sus amigos habían estado allí y todos ellos habían tratado de consolarlo de alguna manera pero el rubio era demasiado hermético como para permitir ningún tipo de consuelo, Mu había intentado abrazarlo mas de una vez pero Shaka se había negado a todo tipo de contacto, ni siquiera había llorado, la muerte de su padre le pegó mas de lo que hubiera podido imaginar.

 

– Vaya, vaya, vaya… mira lo que tenemos aquí Aioria – Shun se volteó asustado al escuchar esa voz que recordaba muy bien, hablar tan cerca de él. Al pie de la escalera estaban aquellos muchachos que habían estado en el claro del bosque ese día.

– Mmmmm…. ¿qué haces aquí, muchacho? – preguntó el castaño acercándose un poco al subir un par de escalones. Shun estaba asustado porque no le agradaba la manera como lo estaban mirando.

– Vine… yo vine a… yo solo…

– Shun… ¿qué creen que hacen ustedes dos?

 

Shaka apareció por el pasillo y se abrió paso entre sus dos amigos hasta llegar a Shun que se puso de pie y lo abrazó con fuerza. El rubio lo abrazó también pero dedicó una fría mirada a Milo y a Aioria que solo se encogió de hombros y tomó a su amigo de cabello azul del brazo para llevarlo de vuelta al salón, Shaka en cambio guió a Shun escaleras arriba, no era conveniente que nadie más lo viera pero falló en su cometido, Mu había salido tras Shaka cuando el rubio salió del salón y se llenó de ira e indignación al verlos subir juntos, en especial porque Shaka tenía su mano en la parte baja de la espalda del joven que caminaba muy pegadito a él.

 

Mu apretó los puños, esto aún no acababa…

 

Notas finales:

Chan chan chan... y ahora?, qué es lo que hará Mu ante la osadía de Shun de presentarse en la casa de Shaka???, eso es en el capitulo que viene

Nos vemos el Jueves con el capitulo nuevo, muchas gracias por leer, saludos, bye 


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