FLASH BACK.~
—Yo vi cómo te miraba.—Hablo Ruki entrando al departamento agitando sus brazos yo entre detrás suyo colgando mi saco y aflojándome la corbata, no había día en el que no me hiciera una escena de celos.
—Exacto, ¡¡ELLA!! Ósea, ella sola me estaba mirando no entiendo porque me haces una escena de celos.—Levante un poco mi voz mientras me sentaba en el sillón.
—¿Cómo por qué? ¿Por qué más? Es obvio no soporto que otras personas te vean
—Pero no es mi culpa.
—Lo sé, pero ash tú no entiendes nada.
—¿Cómo quieres que te entienda si no me dices que es lo que te pasa? Yo no soy un adivino.
—Ash ¿Tan difícil es saberlo? ¡Tú no entiendes nada Reita!
—Bueno disculpa por no poder adivinar tus pensamientos, ¿Sabes qué? Me voy a dormir, no quiero pelear contigo ahora, ya estoy harto
—No me dejes con la palabra en la boca, ¡Él que está harto soy yo! esto no está funcionando.
—¡Lo mismo pienso yo! Si vas a estar desconfiando de mí cada segundo prefiero que dejemos esto acá.
—¡¿Qué quieres decir?!
—¡Que terminamos! Ya no soporto tus celos, no puede haber un día que no peleemos, un día que no discutamos, esto ya no está funcionando así no me sirve a mí.
—Bien si eso quieres ¡VETE!
—¡BIEN ME IRÉ Y NO ME VERAS MÁS!
—¡ESO ESPERO!—Fue lo último que escuche de sus labios antes de salir hecho una furia de ahí.
FIN DEL FLASH BACK.~
Ahora ya había pasado una semana y media desde que salí de la casa de Ruki, me encontraba en mi departamento, recién salía de bañarme, con mis pantalones enormes y una sudadera vieja.
Me tire en el sofá donde estuve toda la semana, probablemente me veía como un vagabundo pero no tenía ganas de hacer nada además de fumar, tomar cerveza y comer pizza.
Odiaba admitirlo pero no puedo estar sin Ruki, me sentía incompleto, como si algo faltara en mi vida.
Intentaba olvidarlo pero es imposible…
“Olvidarte es recordar que es imposible, olvidarte…”
Si tan solo Ruki hubiera demostrado que esto le importaba, que le dolía el haber terminado conmigo pero seguro sigue su vida como si nada mientras yo estoy acá, con un cigarrillo en una mano y una cerveza en la otra y solo la compañía de la melancolía enredándome completamente, extrañándolo como un estúpido.
“Olvidarte, es incluso más difícil que aguantarte…”
Era una noche fría, esas noches donde su cuerpo era mi perfecto abrigo… Extraño tenerlo entre mis brazos, besarlo hasta que me duelan los labios, sentir su piel contra la mía, su perfume inundar mis sentidos y sus gemidos llegar hasta mis oídos.
“Si extraño tu neurosis y tus celos sin razón…
Como no extrañar tu cuerpo en mi colchón…”
Hasta podría decir que extraño cuando se pone celoso, extraño cuando ríe por alguna bobería, cuando se sonroja por algo que le digo al oído, me encanta simplemente me encanta y aquí estoy como idiota pensándolo cuando debería estar tratando de olvidarlo.
“Olvidarte es un intento que no lo deseo tanto.
Porque tanto es que lo intento que me acuerdo mucho más.”
Suspiré por quien sabe cuanta vez en la semana, me sentía sin ganas de nada, solo quería dejar de sentirme así… Vacío, triste, incompleto, jamás, jamás me sentí así, había salido con mucha gente a lo largo de mi vida pero nadie repercutió en mi vida tanto como Ruki.
“Olvidarte es querer jalarle el pelo a una botella.
Es creer que la memoria es un casete para borrar.
Olvidarte es recordar que es imposible…”
Él llenaba de color mi vida, hasta lograba ablandarme ¡A mí! Solo él sabía ponerme como un bobo cursi, como un tonto manso, solo él lograba ponerme de buen humor, lograr sentirme tranquilo y seguro, sin duda Ruki era la única persona que podré amar más que a mí mismo, más que a cualquier cosa, más que nada, Ruki era mi todo y en un momento de furia lo eche todo a la mierda.
“Olvidarte es más difícil que encontrarse al sol de noche.”
Escuche el timbre, suspirando otra vez. Tal vez la pizzería ya sabía cuándo tenía hambre pensé con gracia levantándome del sillón, arreglándome un poco el pelo, probablemente me veo como un vagabundo pero qué más da, no tengo ganas de nada.
Abrí la puerta sin siquiera fijarme antes quien era, sorprendiéndome ante la belleza que estaba al frente mío… Era Ruki y no, no tuvo la mínima decencia de venir mal arreglado, vino con su cabello ahora negro y rojo que le quedaba jodidamente bien, hasta pude jurar que ya la tenía dura con solo verlo, esos pantalones pegados al cuerpo y algo rasgados que dejaban ver esa piel lechosa tan exquisita y esa camisita a cuadros que le quedaba tan sensual, él solo estaba mirándome a través de sus gafas negras.
—¿Puedo pasar?—Su voz gruesa y seductora interrumpió mis pensamientos por lo que solo me hice a un lado dejando que entre, él solo sonrió ligeramente sacándose sus zapatillas para caminar hacía el sillón. Inevitablemente mi mirada se situó en ese pequeño y hermoso trasero, por lo que tuve que obligarme a mirar a otro lado suspirando nuevamente tratando de reprimir mis ganas de no dejarlo pasar más del sillón y comerle la boca como si no hubiera un mañana.
—¿Quieres algo de tomar?—Le pregunte sentándome frente a él, viendo cómo se mordía el labio lentamente mirando la mesa.
—¿Pockys?—Dijo con gracia viendo la caja casi vacía, agarrando uno para darle un mordisco.
—Y… ¿A qué viniste Ruu? Digo, Ruki.
—Me gusta que me digas Ruu… Quería hablar contigo.—Me dijo palpando el asiento vacío que estaba a su lado, no pude negarme y como en autómata me senté a su lado, sintiendo su perfume, su embriagador perfume alrededor mío.
—Sí, yo también quiero hablar contigo Ruu.
—Rei-chan… Te extraño.—Hablo en un susurro y sentí como si pusieran mi corazón en su lugar, tan solo pude sonreír para luego mirarlo.
—Yo también, demasiado.
—Rei-chan yo… Lo siento, no debí ser tan celoso contigo, yo confió en ti solo que…. Me pone inseguro que te miren tanto, tú.—Dijo para acariciar mi rostro, la sonrisa que yo tenía era imborrable y casi me golpeo al notar que mi respiración se iba acelerando con tan solo tener su mano ahí, por lo que me sonrío.—Aunque no quieras, tú… Reita eres mío, pero si me das una oportunidad más yo prometo que no voy.—No permití que diga nada más , lo agarre de las mejillas y corté la distancia entre nuestros labios, el sabor de los pokys mezclados con ambas salivas probablemente era lo más delicioso que probé en mi puta vida , esos suaves y esponjosos labios moverse contra los míos, por lo que mordí su labio inferior escuchando ese pequeño suspiro salir de sus labios, en ese preciso momento en que abrió ligeramente sus labios metí de improvisto mi lengua jugando de inmediato con la suya, era indescriptible sentir ese pequeño musculo moverse contra el mío, chocar y enrollarse, sin duda me estaba poniendo a mil todo lo que hacía Ruki.
Nuestros actos eran desesperados, las manos de él se aferraban a mi cuello mientras que las mías ibas por toda su espalda, hasta que de un momento al otro lo agarre de las caderas fuertemente subiéndolo encima de mí sin interrumpir aquel apasionado beso donde ambas lenguas peleaban por el control del beso. Esas pequeñas succiones que hacía en mi labio inferior de a momentos ya me estaba volviendo loco, también podía sentir ese perfume trepar hasta mis orificios nasales, embriagándome completamente… ¡Jodido perfume! Jodida sensualidad que salía por cada uno de sus poros, yo ya me encontraba más que duro, quería enterrarme en lo más profundo de su ser, lo quería ahora, me sentía desesperado y en mis movimientos se notaba.
—Rei… Rei-chan.—Hablo con su respiración agitada y sus mejillas teñidas de ese suave carmín. Mordí disimuladamente mi labio inferior, le tenía unas ganas tremendas. Sí, hace 5 años que salíamos pero joder, alborota mis hormonas como el primer día… Solo lo miré, lo mire acariciando suavemente sus mejillas calientes para luego tocar con uno de mis dedos aquellos esponjosos labios.
—¿Qué sucede Ruu?—Le pregunte en tono suave pasando una de mis manos por aquella espalda, para ser más precisos por la espina dorsal viendo como Ruki mordía su labio inferior… Era perfecto, sin duda cada cosa que hacía me tentaba.
—¿Me perdonas? ¿Estos besos significan que vamos a volver?—Susurro acariciando mis cabellos recientemente teñidos de rubio a castaño. Solo solté una pequeña risita, no por burlarme ni mucho menos simplemente me dio ternura como lo dijo.
—Claro que sí, no me veo sin ti, eres mi complemento eh, perdón Ruu, en serio odio pelear contigo.—Le hable suavemente mientras veía como una sonrisa se formó en sus labios, inclinándose cerca de mí, demasiado tanto que tenía sus labios rozando los míos.
—A mí solo me gusta pelear contigo por una razón.—Me comento pasando sus manos por mi cuello suavemente, sentía como si mi piel se quemara al paso de sus suaves manos.
—¿Por cuál razón?—Le pregunte acariciando su espalda bajando hasta aquellos muslos. Pude notar como su sonrisa se ensanchaba y tenía una especie de brillo en sus ojos.
—La reconciliación.—Hablo en un tono seductor uniendo sus labios con los míos en un beso que simplemente me tomo de sorpresa aun así a los segundos le correspondí, besándolo con todas mis ganas escuchando el sonido de la lluvia caer poco a poco y el de nuestros labios chocar
Nuestras respiraciones ya agitadas por aquel beso tan fogoso, tan lleno de sentimientos hicieron que mandara las pequeñas caricias y dulces cosas a la mierda, necesitaba tenerlo, necesitaba sentirlo, necesitaba sentirlo mío así que termine el beso con una pequeña mordida para luego desabrochar torpemente los botones de su camisa bajo la divertida mirada de mi pequeño. Al lograrlo tire la camisa a quien sabe dónde bajo la mirada de Ruki, estaba seguro que pensó algo como “Demonios, mi camisa se ensuciara en este chiquero” cosa que me hizo reír por mis ocurrencias justo en este momento, alejando cualquier estúpido pensamiento que no sea el tener a Ruki bajo mío así que lo recosté en el sillón colocándome en medio de sus piernas acariciando suavemente esa piel descubierta, tan suave y blanca con algunos lunares regados por ahí, sin duda me invitaban a devorar esa suave y deliciosa piel, cosa que hice a los segundos, baje mis labios por el cuello de Ruki, lamiéndolo, disfrutando el sabor de esta piel bajando mi lengua y subiéndola por todo ese cuello escuchando esos suaves suspiros provenir de mi enano, cosa que me encantaba por lo que seguí haciendo eso, mordiéndolo de a ratos hasta por fin bajar con pequeños besos a ese pecho, donde esos pequeños pezones me tentaban… No tarde ni dos segundos en llevar una de mis manos acariciando uno, apretándolo y sintiendo como se ponía duro bajo mi contacto mientras llevaba mis labios al otro, capturándolo entre mis labios succionándolo y pasando la punta de mi lengua por él, me encantaba sentir el cómo se endurecía, me encantaba tenerlo entre mis labios y sobre todo me encantaba escuchar gemir a Ruki, sentir esas caricias que le daba a mi espalda.
—Ahh, Rei… Reita.—Gimió suavemente, solo levante mi vista mirándolo, viendo como su rostro estaba completamente rojo, sus ojos cerrados y él mordiéndose el labio mientras respiraba agitadamente, era una vista exquisita sin duda. Solté el pezón que estaba estimulando con mi mano para dirigirla hacía los pantalones de Ruki desabrochando como podía aquella prenda estorbosa, al lograrlo palme sus caderas, cosa que entendió al instante levantando su trasero ayudándome a sacarle el pantalón, al lograrlo hice lo mismo que con la camisa, los tire por allí posando mi mirada en ese cuerpo semi desnudo… Esas piernas blancas suaves y torneadas eran sin duda hermosas, ese torso tan suave y lindo, joder todo en él es tan perfecto.
—Eres tan perfecto.—Le susurre cerca de sus labios viendo como me regalaba una de esas tímidas sonrisas suyas cuando recibe un halago de mi parte, solo me dedique a sonreírle mientras mis manos pasaban por sus piernas acariciándolas suavemente, para bajar mi rostro hacía su boxer besándolo sobre la tela viendo cómo se retorcía y soltaba su tan sexys “aah joder” seguí besando esa húmeda tela pudiendo notar lo duro que se encontraba el miembro hasta ahora, dándole unos muy suaves mordiscos, viendo como Ruki llevaba su cabeza hacía atrás gimiendo dulcemente, hasta que de un momento al otro aparte mi boca de allí y salí de entre sus piernas bajo la confundida mirada.—Vamos a mi cama Ruu, el sillón es demasiado pequeño para lo que quiero hacerte.—Le hable en tono seductor viendo como él se levantaba del sillón llegando a donde estaba yo poniéndose de puntitas para lograr besarme dulcemente mientras yo llevaba mis manos a esas suaves piernas que de un momento al otro subí viendo como Ruki las enredaba en mi cintura y se afianzaba bien de mi cuello siguiendo el devorarme la boca por lo que lo sujete bien del trasero yendo hacia mi cuarto aun con esa boca unida a la mía.
A tropezones llegamos hacia la habitación donde lo recosté suavemente en esa enorme cama donde todo este tiempo sin él la sentí tan grande, pero sin más aleje mis pensamientos para colocarme frente suyo besando nuevamente sus labios mientras sentía como una de sus manos viajaba hasta mi dura entrepierna acariciándola, reprimí un jadeo en sus labios mientras una de mis manos también iba a esa entrepierna metiendo mi mano por adentro de ese boxer, tocando ese caliente miembro, totalmente duro al igual que el mío.
—Ahh, Rei, Reita.—Gimió sensualmente mientras me desabrochaba los pantalones hasta bajarlos completamente, luego yo lo ayude a sacarlos dejando que caigan solos al piso, inmediatamente su mano fue nuevamente a mi miembro, esta vez podía sentir más aun las caricias, sintiendo como mi miembro endurecía aún más.
Aleje esa mano de ahí colocándola arriba de su cabeza sujetándola con una de mis manos mientras acercaba mi entrepierna a la suya haciendo que se choquen, tan calientes ansiosas vibraron ante el contacto soltando un jadeo al unísono así que seguí moviendo mi entrepierna contra la suya, fingiendo embestidas, frotando ambas telas ya húmedas viendo como Ruki movía sus caderas también mientras mordía su labio inferior tratando de no gemir.—Mgh Ruu eres tan sexy.—Hable con la voz ronca de deseo, dejando de fingir esas embestidas para por fin sacarle esos boxers dejándolo completamente desnudo bajo mi cautelosa mirada, viendo lo jodidamente hermoso que era, lo mucho que me ponía verlo desnudo, agitado y con su polla completamente dura y erecta, así que sin más volví a llevar mis labios aquel cuello lechoso mientras mi mano acariciaba y masturbaba el sexo de Ruu.
—Es- ahh joder, es- mm espera Rei-chan.—Hablo entre gemidos apartando mi mano de su sexo, tan solo saque mi rostro de aquel cuello mirándolo entre confundido y enojado porque interrumpiera mi labor de devorar aquella deliciosa piel.
—¿Qué ocurre?
—Es mi turno de hacerte sentir bien.—Me dijo mientras se relamía los labios <> Pensé para mis adentros mientras el aprovechaba mis momentos de debilidad para girarme y quedar encima de mí empezando a mover su trasero sobre mi entrepierna, saltando un poco fingiendo estocadas, solo gemí suave por todas las sensaciones que venían, esa corriente que pasaba por todo mi cuerpo, cerrando los ojos mientras me disponía a disfrutar de lo que hacía mi pequeño, hasta que de momento al otro bajo de mi miembro para ponerse entre mis piernas e inclinarse besando mi cuello subiendo su lengua por toda la extensión de esta hasta llegar a mi oído derecho lamiendo detrás de él, provocándome sabiendo bien que ese era mi punto débil y joder que se sentía bien… Estaba tratando de controlarme y no darme vuelta y darle como si no hubiera un mañana así que solo mordí mi labio inferior cerrando mis ojos sintiendo como me mordisqueaba suavemente el lóbulo enviando placenteras cosquillas por todo mi cuerpo pero ya me estaba doliendo mi pene por lo muy duro que me lo ponía este enano sensual de mierda.
—Ruu, joder.—Dije con voz ahogada el sentir esos dulces besos que bajaban por mi cuello hasta mi torso besándome suavemente dándome unas pequeñas lamidas a mis pezones que me estremecían fácilmente pero no estuvo mucho tiempo ahí, siguió bajando sus labios por mi estómago metiendo su tibia lengua dentro de mi obligo.—Mmg Ruu.—Gemí roncamente, ya era difícil hablar, más cuando su boca fue bajando hasta mis boxers dejando unos cuantos beso que me hacían sentir estallar, levante la vista para verlo, me estaba sacando los boxers ya era obvio lo que iba hacer así que solo me relaje cerrando los ojos percatando la tibia lengua de Ruki acariciar mi sexo llenándome de placer, esa sensación embriagadora junto a las succiones que me hacía en la glande, sin duda Ruki había aprendido perfectamente a mamármela como los dioses, ni la mejor puta lo haría tan bien, sin duda la boca de Ruki era el milagro mismo .—Maldición Ruki, dios, ahh.— Gemí fuertemente echando mi cabeza hacía atrás sintiendo todas esa olas de placer por lo que lleve una de mis manos a los cabellos del menor enredándolos ahí haciendo que las estocadas sean más rápidas mientras Ruu hábilmente enrollaba su lengua en la extensión de mi sexo cada vez que podía. Eran tantas sensaciones, tantas, las oleadas de placer recorrían gratamente por todo mi cuerpo, sintiendo como a los pocos minutos estaba llegando al orgasmo, viniéndome en su boca mientras soltaba un ronco gemido.
—Delicioso.—Susurro esta vez Ruu con un poco de semen saliendo por los costados de sus labios, era una vista sumamente sensual, por lo que me levante a besarlo con todo lo que tenía, con todas las ganas que le tenía, con todo el amor que le tenía, con todo el anhelo que le tenía, era un beso que demostraba más que cualquier palabra.
Luego de aquel beso lo gire quedando nuevamente arriba suyo llevando mis labios a aquella zona escondida entre esos pequeños y deliciosos glúteos. Esa entrada, rugosa clamando por ser invadida, así que sin más me acerque a ella besándola suavemente con mimo escuchando los jadeos de Ruu que tanto me encantaban, sintiendo como mi miembro ya dolía, necesitaba sentir las estrechas paredes aprisionarlo, pero debía esperar lo que menos quería era lastimar a mi enano por lo que lleve mis manos allí separando esas firmes nalgas lo más posible escuchando los pequeños gemidos de parte de este, metiendo mi lengua dentro suyo escuchando los gemidos provenientes de Ruki, siguiendo el mete y saca de mi lengua tratando de dilatar lo más posible esa estrecha entrada.
—Ahh, Rei- Reita más.—Grito Ruki al mismo tiempo en que yo llevaba uno de mis dedos a su boca metiéndolo allí mientras que él lo humedecía con su lengua y de a momentos lo mordía… La polla me estallaría si seguía haciendo eso así que lo saque de ahí para dirigirlo donde estaba mi lengua metiéndolo y sacándolo al compás de mi lengua.—Ya, ya no puedo más Rei- Reita, ya… hazme el amor de una vez.— Hablo con la voz ronca y ahogada que fue suficiente para sacar mi lengua y mi dedo de ahí yo también ya estaba por morir sin estar dentro suyo, así que acerque mi miembro a esa entrada palpitante, adentrando mi glande, sintiendo como esas paredes la aprisionaban deliciosamente mordiendo mi labio inferior con fuerza pues debía ser suave, más al sentir las manos de Ruki presionar fuertemente mis muslos mientras soltaba un gemido de dolor, por lo que lleve rápidamente una de mis manos a su miembro masturbándolo tratando de que olvide ese dolor momentáneo adentrando más mi miembro hasta entrar completamente dentro suyo viendo como los ojos de Ruu se le humedecían, por lo que solo le di unos besos en la frente tratando de demostrarle que ya pasaría, que debía tranquilizarse y disfrutar mientras masturbaba su miembro tratando de no moverme por mucho que mi cuerpo clamara hacerlo.
—Rei-Rei… Ah, mm mue- muévete.—Pidió con vos ahogada moviendo suavemente sus caderas contra las mías pudiendo sentir esa deliciosa sensación de entrar y salir de aquel cuerpo, me encantaba, así que empecé a mover mis caderas más rápido al mismo tiempo que él movía las suyas a contra corriente disfrutando las oleadas de placer que corrían por mi cuerpo, era el paraíso...Ese cuerpo era el puto paraíso pensé mientras entraba y salía lo más rápido que podía de ese delicioso cuerpo escuchando los dulces gritos de Ruki, mezclados con los míos que ya salían sin control de mi garganta sintiendo como el climax estaba próximo.
—Ahhh joder, Rei…ta, Reita mmm mierda más fuerte, rómpeme AH.— ¡Joder! Si supiera lo mucho que me pone el que me hable así pensé mientras le daba con todo lo que tenía, escuche un gemido particular, fuerte y ahogado, estaba seguro que di con esa tan preciada prostata que lo hacía desbariar así que empece a dirigir todas mis estocadas a ese punto. entraba y salía de ese majestuoso cuerpo una y otra vez, me encantaba la sensación de cómo sus paredes aprisionaban y engullían mi falo.
—Ruu carajos, mmm ¿Te gusta?—Seguí entrando y saliendo rápidamente de su cuerpo mientras una de mis manos masturbaba su miembro, ya me sentía venir, eran demasiadas sensaciones juntas, esa corriente eléctrica que pasaba por todo mi cuerpo, esa sensación sumamente agradable que permanecía en mi sexo queriendo venirme completamente dentro de Ruki.
—Ahh s-sí sí, me encanta mmm Rei, Rei me vengo.—Grito mientras movía eufóricamente sus caderas rápidamente contra corriente a mis estocadas, sintiendo de un momento al otro su esencia caliente ensuciar mi mano y sus paredes aprisionarme deliciosamente mi pene mientras yo seguía con unas torpes y rápidas estocadas antes de sentir esas oleadas de calor pasar por todo mi cuerpo y esa sensación desbordante pasar por todo mi cuerpo dejando salir mi semen dentro de ese perfecto cuerpo gimiendo fuertemente el nombre de mi amado Ruu, sintiendo como mi mente se desconectaba por unos segundos cayendo encima de Ruki con la respiración agitada y algunos cabellos pegados en la frente a causa del sudor además de sentir la caliente esencia de Ruki estar entre ambos cuerpos, lo que me recordo que tenía mi mano empapada en esa lechosa esencia que no tarde ni dos segundos en probar.
—Rei- Rei-chan te amo.—Hablo tratando de regularizar su respiración mientras acariciaba mi cabello, solo sonreí sin ni siquiera moverme, aún estaba dentro suyo.
—Yo también te amo cariño, no quiero tenerte lejos, casi muero.—Le confesé mientras le sacaba los cabellos que tenía pegados a su frente con una sonrisa en mi rostro al igual que él, hoy por fin me volvía a sentir tranquilo, en paz y feliz con solo tenerlo conmigo.
—Estaba igual que tú, juro que no volveré a ser celoso, yo confió en ti y sé que no me dejarás por nadie.
—Me alegro que al fin entiendas, te amo a ti a pesar de que sea un celoso de primera.—Le dije con una sonrisa acariciando sus cabellos con la mano limpia.
—Pero soy tú celoso.—Hablo con una sonrisa empezando a besarme, sin duda jamás me cansaría de sus labios, de sentir su cuerpo contra el mío, de hacerle el amor una y otra vez y más esta noche que meritaba eso… Hacerle el amor hasta el cansancio.
Sin duda no hay nada como el sexo de reconciliación.