Una cabeza rubia se estaba asomando por la puerta de la típica sala de ensayos de la banda. Dentro no había nadie aun.
-Ah, he llegado justo a tiempo – murmuró el rubio para sus adentros, entrando en la sala y cerrando la puerta tras él.
Se quitó la guitarra, que llevaba como mochila en la espalda, y la sacó de la funda. Se sentó tranquilamente en el suelo y comenzó a tocar una que otra canción que recordaba, esperando que llegara el resto de los integrantes, pero el único que llegó fue el castaño, alto. Entró con una adorable sonrisa que lograba conquistar a todos.
-¡Hey! ¡Hiroto! – saludó mientras entraba. El rubio se puso de pie dejando su guitarra de lado. Estaba alegre de que al fin llegara uno de sus amigos y compañero de banda.
-No ha llegado nadie más – le dijo el rubio, chocando una mano con el castaño.
-Mejor así – Shou susurró, así que Hiroto no alcanzó a oírlo.
-¿ah?
-Nada…qué irresponsables son los demás! – dijo el castaño sacudiendo su cabeza como diciendo ‘no’.
-Entonces mientras, podemos practicar. Al menos el vocalista y la guitarra hacen algo jutnos – Hiroto e dirigió una sonrisa mientras volvía a tomar su guitarra y la afinaba otra vez. Estaba girando una clavija cuando, se rompió la cuerda, y golpeó su dedo pulgar haciéndole una pequeña herida.
-¡Auch! – exclamó.
-Oh, Pon, te traeré un parche, ¿te duele mucho? – preguntó el mayor.
-Sí, duele… - respondió el pequeño.
-Espérame, no te muevas
El castaño dicho esto, salió corriendo en busca de un botiquín para curar la mano de su amigo.
Cuando volvió, Hiroto estaba succionando la sangre de su mano, la curó y volvieron a ensayar, pero el rubio estaba enojado porque según él, una guitarra no podía tocarse con solo 5 cuerdas.
-Shou, las guitarras de 5 cuerdas no sirven, no puedo tocar los solos así
-Bueno, entonces, mientras llegan los demás…porque estoy seguro de que Tora tiene alguna cuerda…hagamos otra cosa. O si no tiene, después vamos a comprar una.
-Está bien, pero mientras..¿qué quieres que hagamos?
-Un juego podría ser – sugirió el mayor.
-Verdad o reto?
-Pero solo somos dos…
--¿Y eso qué? – Preguntó Hiroto – ah, tengo una idea, pidámosle a todos los que andan por ahí que anoten un reto en un papel y lo metan en una bolsita, de forma que nosotros no sepamos que reto nos va a tocar…Así es mejor, ¿no?
- ¡Me gusta la idea! Entonces consigamos una bolsita y luego vamos a pedir retos por ahí – dijo el castaño alegre.
Luego de conseguir una bolsita, ambos chicos anduvieron alrededor de la compañía consiguiendo que le anotaran retos en unos papeles. Una vez consiguieron gran cantidad de estos, los juntaron y los metieron dentro de la bolsa.
Volvieron a la sala de ensayo, y todavía no había llegado nadie más.
-Entonces, ¿verdad o reto? – dijo Hiroto.
-Verdad.. – respondió Shou.
-¡No vale! La segunda vez que te toque será un reto para que sea más entretenido…y emocionante – una mirada maliciosa cruzó su rostro. – hm…entonces mi pregunta es…si alguna vez te ha gustado un chico? Quiero que seas sincero, jeje.
-Eeh…la verdad es que sí – Shou no dudó en responder, y lo hizo de forma muy sincera, quería que el rubio se diera cuenta de lo que él sentía, pero iba a ser difícil. Se sonrojó.
-Ahá…y..? – Hiroto iba a preguntar algo, cuando el castaño lo calló.
-Solo una pregunta ;) ahora es tu turno. ¿Verdad o reto?
-Hm, verdad
-¡Hey! Me reclamas a mí porque no escojo reto ¬¬!
-hihi – rió Hiroto, coqueto – entonces…será reto.
-Está bien, saca un papel de la bolsa. Veamos que pusieron nuestros amigos de PSC –
Hiroto revolvió todo los papeles y sacó uno, el más doblado y pequeño, luego lo abrió, lo leyó, pero no se lo mostró a SHou.
-¿Qué dice que pones esa cara? –preguntó Shou.
-Eh…- Hiroto volteó el papel, dejándolo a la vista de Shou
-“Besa a la persona con la que estás jugando” – leyó el castaño. - ¿Y?
-Es que…
-Solo es un juego, Pon..vamos
Hiroto comenzó lentamente a acercarse al castaño, juntando poco a poco sus rostros, su corazón comenzó a latir muy rápido. Sus labios se juntaron, quitando el vacío que había entre los dos. Sintió unas juguetonas mariposas en el estómago. Nunca se había imaginado besando a su amigo y vocalista de banda. Se detuvo.
-¿Se…seguimos? – dijo el menor apartándose todo colorado.
-Ehm, bueno – Shou estaba cumpliendo su sueño, siempre había querido tener cerca esos carnosos labios del rubio.
-¡Tu turno! – exclamó el rubio aun nervioso.
-Escojo reto también. Es más entretenido – revolvió papeles, al igual que Hiroto la vez anterior, y sacó uno. – Dice…”quítate la polera, y no te la pongas hasta que termine el juego, además báilale sexy a tu compañero” ¿¡A quién le pedimos estos retos!? Son todo unos pervertidos T-T
-¿No habías dicho solo un juego? Quiero ver ese baile sexy – Pon intentó arquear las cejas de forma sexy, pero era demasiado tierno para hacerlo.
-Vale, entonces pone una canción – dijo Shou, arrepentido de sacar ese papel.
-Jajaja, tengo la mejor canción para este momento – el rubio miró en su reproductor y puso la canción “I’m too sexy for my love..” cosa que hizo reír al castaño, que estaba muriendo de vergüenza.
Comenzó quitándose lentamente la polera,moviendo las caderas de un lado a otro, al frente del menor, y agachándose sensualmente. Se agachó y se apoyó en sus manos y rodillas, fue gateando hasta estar lo más cerca que pudo de Hiroto, que estaba sentado en el suelo, y cuando estuvo cerca de su rostro, se lamió los labios de una forma que el rubio adoró.
-¡Pero qué salvaje! – gritó Hiroto, sonrojado. La verdad es que estaba muy nervioso todavía.
-¡Rawr! – el rubio se rió de buena gana. La canción terminó, y Shou se libró de su castigo, pero se quedó sin su polera.
Al turno siguiente, le tocaba a Hiroto, que su papel decía “Coman juntos un pocky” Por lo menos esta prueba no era tan pervertida como las demás.Hiroto tenía Pocky en su bolso, así que sacaron uno, lo comieron, y al final terminaron en un beso.
La siguiente prueba, que le tocó a Shou, hizo cambiar todo el ambiente.
-Qué… - dijo Shou.
-¿Qué dice tu papel?
-Cosas malas…
-¿Malas como qué? – preguntó el rubio.
-Ehm…”Viólense” – dijo avergonzado Shou. – No creo que sea apropiado…
-Pero si nos besamos ya…y esto es solo un juego…¿No hay problema o sí?
-Pero violarte? No, eso no…- estaba diciendo el castaño, cuando Hiroto lo besó, inesperadamente.
-Tienes razón, no creo que esté bien que me…me violes, pero, me…me han gustado tus besos – dijo tartamudeando el rubio.
-¿Lo-lo dices en serio? – preguntó el castaño.
-Sí, me encantaron…y me da vergüenza decir eso…- dijo sonrojado como un tomate el rubio.
-Pon… - lo abrazó Shou. – te quiero.
Lo que había comenzado como un juego había cambiado completamente, ahora estaban siendo sinceros, en serio. Estuvieron abrazados durante un buen rato.
-Entonces…¿vas a hacer ese reto? – preguntó el menor.
-Bueno. – dicho esto, el castaño le quitó la polera de forma violenta al menor. Estaba impresionado de que se hubiera dejado tocar por él. Se besaron otra vez, Hiroto enredó sus dedos en el pelo del mayor, y no dejaban que quedara distancia entre los dos.
Estaban de lo mejor cuando tocaron la puerta.
-¡Shou hay que vestirse! – gritó Hiroto asustado.
-Espera, voy a ver quién es. – dijo Shou. El rubio se volvió a poner su polera, y el castaño caminó hasta la puerta de la sala. Abrió y estaba ahí el manager.
-Chicos, se cancelará su ensayo si es que no viene nadie…¿y tu ropa? – preguntó el manager impresionado de la pinta de Shou.
-Es que hace calor aquí dentro…además mi polera se manchó con algo que estaba comiendo. – intentó sonreír naturalmente.
-Está bien, vendré después a ver si es que llegan más miembros. – el manager sonrió y se fue, dejándolos tranquilos.
Shou volvió a entrar a la sala, y corrió donde Hiroto, que le quitó la polera otra vez. Se observaron. Sus corazones latían a mil por hora. Shou fue atrevido y metió su mano dentro del pantalón del pequeño.
-ah! – gimió un poco, por ese placer que sentía cuando el castaño lo tocaba, sin darse cuenta.
Le quitó el pantalón.
-Te ves sexy así – dijo el castaño, poniéndose de pie con Hiroto al mismo tiempo.
-Eh, per-ver-ti-do – dijo el rubio lentamente.
El castaño se acercó y lo abrazo, besando poco a poco su cuello, haciendo que cada caricia fuera más profunda.
-Ah – Shou dio un suspiro – no me resisto.
Le quedó gustando todo lo que estaba sintiendo a Hiroto, así que solo dejó que el mayor lo tocara, haciéndolo sentir cada vez más excitado.
-Más – dijo Hiroto. Por voluntad propia, hizo que Shou se quitara sus pantalones, y luego quedando completamente desnudo.
-Esto... – dijo Shou, cubriéndose con una mano.
-Si ya te he visto, no sacas nada con taparte.
-De qué te enorgulleces tanto? – preguntó Shou serio.
-ah… - el castaño hizo que también se quitara todo, hasta verlo tal como llegó al mundo. Shou tomó en brazos a Hiroto y lo colocó sobre una de las mesas que había por ahí, dejándolo totalmente indefenso, y expuesto. El castaño corrió y cerró la puerta con pestillo.
Comenzó a besar al rubio, cada vez con más pasión. Sus lenguas se enroscaban, jugando, salivas iban y venían, pero ellos la estaban pasando de maravilla. Shou comenzó tocando el miembro del rubio, masturbándolo. Este emitía pequeños gemidos, mientras respiraba agitadamente.
-aah, nn…- Shou también estaba agitado. Hiroto lo imitó y tomó el miembro del mayor entre sus manos, agitándolo, y haciendo que gimiera con voz ronca y sensual.
-Más…- dijo con voz forzosa.
Shou otra vez levantó a Hiroto, y posó boca abajo en la misma mesa.
-Ah, se siente genial – decía el rubio entre jadeos – me encanta…la forma en que lo haces…es genial.
Shou se decidió a preparar la entrada del menor. Se lamió un dedo y lo introdujo dentro de la entrada de Hiroto, sin pensárselo dos veces.
-¡AAAAAAAAH! – exclamó el rubio.- du-duele.
El rostro del rubio era demasiado tierno para el mayor, estaba rojo como un tomate, y se veía que sentía placer.
-Lo siento…
-Es…es la primera…vez – dijo Hiroto hablando entrecortado y tartamudeando.
-Oh, seré suave contigo…- dijo Shou. Siendo que también era su primera vez, pero igual sabía lo que tenía que hacer. Se lamió otro dedo, y esta vez introdujo dos de sus dedos en la entrada del menor, que gritó al sentir dentro de él esos dedos.
-ah…más, Shou, más! – gritó.
Así que Shou, haciéndole caso a este rubio, sacó sus dedos y luego penetró con su miembro en la estrecha entrada del menor. A él también le dolió, porque Hiroto estaba tenso aún.
-ah…nnah.. – gemían los dos al mismo tiempo.
El castaño sentó al menor sobre él, y comenzó a moverse suavemente, para que el rubio no se asustara, y no le doliera tanto, pero llegó al punto de mayor placer mucho más rápido de lo que creía.
-Me…me vengo… - dijo Hiroto como desvaneciéndose.
-¡ah! – exclamó Shou, también inserto en su propio placer.
-Más…aah
Shou siguió moviéndose, hasta que sus movimientos se hicieron frenéticos y cada vez gemían más de placer y excitación sin pensar en el lugar que estaban y que corrían peligro de que alguien los pudiera ver.
Hiroto se corrió, y su líquido blanco se esparció sobre las piernas del mayor, que estaba muy agitado y algo cansado.
-ah..- el castaño sacó su miembro de Hiroto, y se recostó en la mesa, cansado, y con las ganas, porque él no había alcanzado a correrse.
El rubio lo siguió y se recostó junto a él en la mesa, posando su cabeza en el torso desnudo del otro. Se miraron y no se dijeron ninguna palabra, después de ese momento de intimidad máxima no sabían que palabras dirigirse.
-Sho…Shou – dijo decidido el menor – gra-gracias
-¿Gracias por qué? – preguntó acariciando el cabello del menor.
-Por…este momento…
Se quedaron en silencio otra vez, y Shou se iba a mover, pero se quedó ahí un rato más, recostado en la mesa.
-Creo que debemos ordenarnos un poc… - fue interrumpido por un beso de Hiroto, que se posó con las piernas abiertas sobre su estómago. –
-Te amo.
-Igual yo – volvieron a besarse.
Luego ambos se limpiaron y vistieron, tal como si no hubiera pasado nada, dejaron todo en orden, y botaron los papeles que quedaban en la bolsita, para que no hubiera evidencia de lo que habían jugado. Hiroto tomó su guitarra, la guardó en la funda, y luego se la colgó en la espalda.
-Bueno, yo creo que los demás ya no llegaron – Shou se estiró mientras decía esto.
-No, yo creo que no – sonrió Hiroto. Se alegraba de haber estado esa tarde con su castaño preferido.
-Que bueno, hehe – se miraron con complicidad y solo rieron.
-Es hora que nos vayamos, ¿no? – preguntó el rubio.
-Yo creo que sí.
-Bueno, entonces, ¿vamos? – dijo estirando una mano abierta hacia Shou, mientras con la otra mano abría la puerta.
-Vamos – sonrió el castaño tomando la mano del menor.
Le avisaron al manager la situación, de que no habían llegado los demás, y se fueron. Una vez afuera de la compañía, los dos tenían que tomar un camino diferente para llegar a sus casas, así que al acercarse para despedirse, juntaron sus labios otra vez, y se besaron con pasión, como nunca.
-Shou…la próxima vez que nos veamos, nunca olvides invitarme a que juguemos…solo un juego, ¿está bien? – dijo Hiroto enarcando las cejas, insinuándosele al mayor.
-Está bien. Y la próxima vez, será un juego más largo y entretenido – Shou se relamió los labios, haciendo sonrojar al menor. Se despidieron y cada uno se fue por su lado, pensando en el otro.
Y así acabó el juego, hasta la próxima ronda.