Las sábanas se me pegan. Odio estas sábanas. Se me enredan en las piernas cuando me muevo. Y por supuesto, como menos me puedo mover más ganas tengo de moverme. ¡Dios! ¡Lo odio!
¿Que hora debe ser? Las once… Las doce… ¿Puede que sea la una ya?
Puede, claro, porque no. Joder. Odio esto. Por las mañanas tengo tanto sueño que un café tras otro parece no servir para nada, ¡y me hace efecto ahora! ¡AHORA! Y yo lo único que quiero es dormir…
Oigo a Baekho roncando en la cama de al lado. Que envidia le tengo, él se duerme con nada. ¿Estará JR dormido también? Supongo que si, aquí el único que tiene insomnio crónico soy yo.
Sería todo tan fácil con habitaciones individuales… Si, habitaciones individuales, joder, donde uno pueda pajearse a gusto sin tener que preocuparse de si sus compañeros de habitación le oyen o no.
Aunque claro, duermen, ¿Que van a oír?
…
Si no van a oírlo…
No, Ren, otra vez no. Ya la ultima vez ya te pilló JR y terminaste en su cama. Bueno, no fue la última pero…
Y tampoco estuvo tan mal, pero…
¿Algún día me pillará Baekho? Porque si siempre es con JR al final ya pareceremos pareja y no es la idea, que luego terminamos como los dos tortolitos melosos de la habitación de al lado y…. Bdej, ni ganas.
Pero vaya, a lo que íbamos, que me sobran los pantalones. Y me sobran ganas de tocarme, y que si me oye alguien y le molesta que se tape los oídos.
Ah… dios, que bien se siente…
- MMm…
Yah Ren, no hagas ruído, sigue tocándote en silencio, acariciándote las piernas, el estómago… Ah, que duro me estoy poniendo.
Tengo que pensar en algo. ¿A quien imaginaré hoy?
Mmm… el coreógrafo nuevo está potente… pero no, necesito algo más hoy. Alguien famoso? ¿Algún actor?
Oh… el chico de la peli porno que me miré ayer a escondidas, ese si estaba potente…
Volviendo al coreógafo… no, mejor, el actor es nuestro coreógrafo, y lo hacemos en la sala de baile. Oh si… Con los demás ahí mirando…
Eh, no, espera, eso ya es raro.
Bueno, pero… mientras solo sea en mi mente… Que sucio todo.
- ¿Ren?
Oh, mierda.
- Ren, ¿estás despierto?
No, me pajeo dormido si te parece.
- ¿Que pasa Líder?
- ¿Te estás tocando otra vez?
Suena divertido, como si se aguantase la risa.
- ¿Algún problema?
Ahora ya se ríe sin más. Baekho sigue dormido, como no.
- Anda, ven aquí.
Y ya estamos.
Ok, porque no, vamos a divertirnos un rato.
- Mmm… No me gusta que me digan lo que tengo que hacer. – le digo arrodillándome sobre su cama, sobre él.
- Pues obedeces muy bien.
- Solo cuando me conviene.
Se incorpora, se acerca y me coge por la cintura para pegarme a su cuerpo. Sus labios rozan los míos, sin llegar a besarnos.
- Ah, eres una putita quisquillosa.
- No. – eso me cabrea. Eso si que no se lo tolero. Ya basta de meterse con mi genero y con… conmigo.
- Anda, no te vayas.
Me agarra del brazo cuando me alejo y yo me giro a fulminarle con la mirada sin pensar que en esta oscuridad no puede verme.
- No me llames putita. Te gustaría a ti que yo te llamase… no se, - realmente no se me ocurre nada – no te gusta que te insulten ¿no? Pues a mi tampoco.
- Va… - ronronea tirando de mi para sentarme en su regazo – que te lo decía con cariño.
- Ya, pues me ofende. – me abraza y me acaricia, besando mi hombro. Puedo sentir su erección contra mi trasero. Realmente me necesitaba.
Eso es lo que conseguís, Pledis y otras empresas de entretenimiento, encerrándonos a los cinco a vivir juntitos. Todos Gays.
Baekho de momento es el único que se salva. Si por mi fuese él tampoco se salvaría. Que potente está el chaval. Aunque claro, JR es una belleza. Es tan sexy… Que realmente no tengo ganas de hacerme el ofendido y volver a mi cama, solo y tal… ugh, no. Pero sí tengo que castigarle de algún modo por insultarme. Odio que se sienta tan superior a mi. Supongo que es culpa mía por dejarme hacer…
- Ok, me quedo, pero vamos a jugar a mi manera.
Se ríe contra mi clavícula entre beso y beso. Brrr… adoro ese cosquilleo de su respiración mientras me besa…
- Sabes que adoro tu mente pervertida.
Jajajaj vas a tragarte tus palabras. Y algo más…
- ¿Si?
- Seh.
Sus caderas se remueven bajo las mías. Oh, bendita fricción. Sigue haciendo eso JR, porfavor. Oh…
No, no, ya vuelvas a dejarte hacer. Joder, es que se siente tan bien…
Pero hoy mandas tu Ren, haz el favor de imponerte.
Por un segundo viene a mi mente la imagen de mi con un traje romano y un látigo y él desnudo y arrodillado a mis pies. Ah… cuantas ideas sucias me vienen con esto… Pero no, tendré que limitarme a dominarle de un modo más convencional…
Me separo lo suficiente para desnudarle mientras me mira con cara de pervertido. Me quito también mis calzoncillos pero me dejo la camiseta del pijama. Llevar más ropa me da superioridad ¿no?
Me siento sobre su cama, con las piernas abiertas, exhibiéndome a la escasa luz que entran entre las rendijas de la persiana. Por un momento desearía que fuese más.
- Chúpamela – le ordeno con la voz más autoritaria que soy capaz de poner.
Él se ríe, expande esa preciosa sonrisa de pervertido que tiene y se arrodilla frente a mi para bajar la cabeza y empezar a lamerme.
Oh… Oh si… Eso es… Joder que bien lo hace… y que necesitado que estaba yo…
Pero no, esto no va a ser todo. Hoy mando yo. Hoy vas a tragarte todas las cosas que yo me he dejado hacer hasta hoy. Oh… solo de imaginarle cabalgándome siento que me voy a correr…
Y otra vez esos estúpidos trajes romanos. Hay que admitir que son sexys…
- Ya – le aparto.
- ¿Te toca a ti ahora?
- No. – respondo cortante mientras le tumbo y me abalanzo sobre él. Mis piernas están entre las suyas, perfecto.
Le miro fijamente a los ojos, intenso. Sé que de tan cerca puede verme, o si más no intuirme. Espero que capte esta mirada porque tiene que ser tan follable… Jo, lo que daría por verme a mi mismo.
Me inclino para mordisquear sus labios y acaricio su pierna hasta la rodilla, le cojo por debajo y se la subo hasta mi hombro. Se separa algo sorprendido, no del todo contrariado.
- ¿Va en serio?
Ni me molesto en responder y hago lo mismo con la otra pierna. Se deja, aunque pone un poco más de resistencia que con la otra.
- Ok, esto va a ser muy raro…
¿Raro? Excitante, sucio, pervertido, profundo, duro, fuerte, caliente. ¿Raro?
- ¿Raro?
- Ya sabes, tu arriba. – responde sin mirarme. O vaya, creo que no me está mirando. Igual si lo hace.
- ¿Quieres estar tu arriba? ¿Montándome?
Porfavor, porfavor, porfavor, di que si. O no, mejor niégate, que tenga que insistir, que tenga que forzarle…
Bueno, tampoco es mi intención violar a nadie.
- No, gracias.
- Bueno, luego.
Siento como se tensa con esto. Bueno, con esto o porque empiezo a meterle mis dedos…
Coge aire y tensa las piernas, los brazos.
- ¿Estás seguro de que quieres hacerlo así? Ya sabes, al revés ya hemos demostrado que funciona…
- Es tu castigo por llamarme putita. Esa noche serás tu mi puta.
- Aaaaaaah… - lo que ha empezado siendo un suspiro terminan en un gemido mal disimulado.
- ¿Que? ¿Dos dedos son demasiado para ti?
- Solo tengo… que acostumbrarme…
- No recuerdo que tu me preparases mucho la noche que os metisteis tu y Aron a la vez. – le espeto metiendo otro dedo y hurgando más.
El se queja y cierra los puños agarrándose a las sábanas. Oh, como me encanta esa expresión contraída de su rostro. Es mueca de sufrimiento y placer a la vez… ¿Seré un sádico?
Tanto si lo soy como si no, esto es demasiado delicioso. Ya no puedo esperar más.
¿Tenemos condones? ¿Me lo follo a pelo? Desde luego me gustaría…
- ¿Dónde tenemos los condones?
- Ah… - lo piensa unos segundos, algo desubicado. – Creo que dentro de mi maleta. Debajo de la cama.
Ok, eso no está tan lejos.
Busco uno y lo abro. La verdad es que es la primera vez que uso uno de estos. Yo mismo quiero decir. Ya iba siendo hora de estrenarse.
- Em… Ves con cuidado ¿Vale Rennie?
Ya, claro, ahora es “Rennie”.
- Estás algo asustado, me han dicho… ¿Acaso tu tienes cuidado conmigo?
- Ah…
Oh, cielos. Es mejor de lo que creía. Decididamente no me vuelvo a dejar “ukear” en mi vida. Oh…
- Oh…
Él jadea, aprieta los dientes, tensa su cuerpo y cierra los ojos con fuerza. Todo síntomas muy conocidos. Ya se le pasará.
- Rejájate. – susurro lamiendo su oído. – y disfruta…
Empujo. ¡Oh cielos! Bendita fricción y benditos condones con estrías o lo que sea que tienen estos “extra sensitive” lo que sea. ¡Ah!
Se tensa, aprieta sus músculos y oh… que bien se siente… su cuerpo caliente, tan estrecho…
Mi mente se nubla y no puedo pensar en más que envestir una vez y otra, y otra, y otra, generando más fricción, más velocidad, llegar más profundo y más duro, sentir sus jadeos en mis oídos, sus brazos rodeando mi cuello y sus piernas tensas sobre mis hombros, su cuerpo musculado bajo el mío.
Ah, cielos ¿Por qué no habré hecho esto antes? Ah… Ah… Joder… JR sigue gimiendo así… Ah…
- Ah…
- Ah…
- ¡¡¡AAAH!!!
Bingo, creo que he encontrado su próstata. Ah… que deliciosa manera de apretar… Ah… cielos… Joder…
Empujo cada vez con más fuerza, más rápido, estoy a punto de llegar.
¿Quieres que termine ya? ¿Una noche tan épica y lo dejaremos solo en esto? De eso nada.
Salgo de dentro de su cuerpo echándole de menos al instante. Él también, lo sé por su mirada aunque sé que no lo admitirá. Sus ojos dicen “no pares ahora” y desde luego, no tengo intención alguna de parar.
- Hazlo tu. – Le ordeno con la misma voz autoritaria. Casi puedo oír hasta el chasquido de mi látigo imaginario. Oh, si…
Él me mira, confundido.
- ¿Hacer el que? – sonríe, vicioso. – ¿te has cansado de dominar?
Si, claro.
- Más quisieras. Pero quiero que hagas tu el trabajo. Móntame.
Se me queda mirándome, no parece convencido. Tiro de él para obligarle a sentarse sobre de mí, muevo mis caderas para que me pueda sentir.
- Vamos hyung. – insisto con ronroneos - Sé mi putita tu hoy. Sé que te gusta ¿a que si?
Baja la mirada y se muerde los labios mientras bajo mis manos por su espalda, agarro su trasero con fuerza y le dirijo. Vamos JR… Jadea, pero se deja hacer. Suspira, cierra los ojos y se impulsa con los brazos sobre mi pecho. Y siento como vuelvo a entrar en él.
Oh… oh cielos… oh…
Jadea, echa la cabeza atrás y suspira, moviéndose arriba y abajo sobre mi. Acaricio sus muslos sintiendo el movimiento de sus músculos potentes bajo su piel, tensándose y destensándose una y otra vez, empujando, apretando.
Oh, cielos…
Le oigo jadear, acelera. A la escasa luz puedo ver el sudor brillando en su piel, en su pecho que sube y baja jadeante, sus labios húmedos brillando.
Ah… Joder…
- Sabes.. que sería gracioso… - consigo decirle incorporándome. – Que Baekho despertara… Justo ahora… Y te viera aquí, montándome… Al líder… perderías… mucho poder…
Sonrío, imaginándome que puede despertar en cualquier momento. Oh, puedo imaginarme su cara, seguro que no se lo espera así, con JR completamente a mi disposición, haciendo todo lo que le ordeno… Ah… y que bien lo hace…
Se mueve cada vez más rápido, frenético, necesitado, ardiente. Oigo nuestros cuerpos chocando por encima de sus jadeos y suspiros. Gemidos más y más seguidos, más ansiosos.
Ah… Joder JR… más rápido… más…
Tenso mi cuerpo también, moviendo mis caderas con las suyas. Ah… estoy tan a punto… Se mueve, gime y me aprieta. Alcanza el clímax y gimotea de placer, apretándome con fuerza.
¡¡¡AH!!!
Agarro sus caderas con fuerza, obligándole a seguir. No pares ahora, no pares. Grita.
Más.
Más.
Más.
- ¡¡¡Aaaaaah!!!
Electricidad, espasmos, placer. Mi cuerpo se tensa, mi espalda se arquea y me incorporo buscando sus labios para besarle, para esconder entre nuestras bocas los gritos de puto éxtasis.
Ah, intenso, que intenso…
Cae a mi lado, exhausto. Tiene los labios rojos, húmedos, brillantes y oscuros. Bajo la mirada a su cuerpo, moreno, musculoso, potente. Y si, ese cuerpazo de modelo es el que acabo de tomar como mío. Fuck yeah. Sonrío y me inclino sobre él para besarle.
- Muy bien hecho líder. – me burlo. – Te has portado muy bien.
Se queja y creo que intenta pegarme, pero yo ya estoy de regreso a mi cama. Ahora las sábanas se sienten frescas y cómodas… Mucho mejor.
- Cabrón – me suelta JR desde su cama.
- No mientas, te ha gustado.
- Bueno…
- Vuelve a quejarte y le próxima vez gravaré tu cara para que puedas ver tus sublimes expresiones de placer – Me rio.
- Yo preferiría no verlo, - ¿Baekho? - con oírlo he tenido más que suficiente.
Nos quedamos unos segundos en silencio, hasta que estallo a reír.
¡¡¡No es posible!!! ¿Cuánto rato lleva despierto??? Por dios, esto va a ser ¡TAN ÉPICO!!!
- B… Baek… Baekho… - Ok, JR está totalmente acojonado. No puedo dejar de reírme - ¿Cuánto rato llevas despierto?
- Pues… mas o menos desde el “Vamos Hyung, sé mi putita que se que te gusta” o algo así…
Y no puedo evitar descojonarme otra vez. A este paso vendrán Aron y Minhyun también. O los vecinos. Sinceramente nada me parecería más gracioso.
Creo que JR me quiere matar. Pero me preocuparé de eso mañana.