Shiki
Ave cautiva.
Matoba hacía tiempo que había encontrado un shiki muy extraño, era uno con forma humana, pero lo que más le impresionaba es que era idéntico a ese chico que lo había encantado apenas le conoció. Ese shiki era igual a Natsume Takashi.
Si bien, era poderoso, lo tenía en el sótano de una de las casas que usaba como extensión de la suya. Hacía un par de días que lo había capturado y al parecer, era bastante agresivo, no dejaba a nadie que se le acercara, incluso con las barreras espirituales y los pergaminos, seguía con la misma energía y era bastante hostil. Matoba había pasado los últimos dos días ahí abajo con él, si bien, ese youkai no dejaba que se le acercara y no le respondía cada vez que el moreno le hacía alguna pregunta.
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Era el 5to día y nuevamente el moreno había bajado para ver como se encontraba su nueva adquisición, había estado siendo paciente, pero no le permitiría continuar con su rabieta por más tiempo.
- ¿Hoy me escucharás?- dijo el moreno ingresando al sótano donde estaban las celdas.
- …- como era de esperarse no hubo respuesta. El exorcista lo sabía, así que decidió pasar a la ofensiva. Le lanzó algunos pergaminos para inmovilizarle e ingresó en la jaula. Tan pronto se le acercó le sujetó de la barbilla para hacer que voltease a verlo.
- ¿Cuál es tu nombre?- inquirió curioso. Aquel ser de un movimiento rápido liberó su rostro y mordió la mano de su captor, quien solo le lanzó otro pergamino que le electrocutó. Aquella criatura se veía ahora bastante frágil, pues su cuerpo aun resentía el ataque que acababa de sufrir. De no ser porque ese youkai tenía el mismo aspecto que Natsume Takashi, Matoba no habría "perdonado" tal acto de rebeldía- No me engañas, sé que puedes entenderme.
- …- seguía sin responder, pero esta vez, dirigía su mirada hacía donde el moreno.
- ¿No quieres hacer un pacto?- fue directo al grano. Aquella criatura solo negó con la cabeza, era cierto que no quería hablar con él, pero la realidad era que de momento, le era imposible hacerlo, aun si quisiera.
- …
- ¿No quieres hablar?- la criatura no respondió, ni hizo señal alguna- ¿No puedes hablar?
- …- aquel ser asintió con la cabeza, simuló decir algo pero su voz simplemente no salió.
- ¿Te lastimé tanto con los pergaminos?- le preguntó, en vista de que solo podía hablar con él haciendo preguntas de "sí" y "no"
- …- aquel ser asintió dudoso. Rudamente, el moreno se abrió paso con sus dedos a través de los finos labios y apresó la lengua de aquel youkai, sacándola en el proceso para examinarla. Por su parte aquel ser se removía de dolor y miedo, sentía que se asfixiaba con el movimiento improvisado del moreno.
- No te he dañado la lengua- dijo soltándole, para después sujetar su quijada- Abre la boca- le ordenó. El youkai hizo tal cual le dijo- Cierto, parece ser que utilicé más fuerza de la necesaria contigo.
- …- el youkai le dirigió una mirada gélida, pero no se movió de ninguna manera, solo alejó un poco su rostro y cerró por fin la boca.
- Eres un youkai que ataca usando su voz, era natural que intentara evitar que la usaras, pero no creí que te lastimaría tanto- meditó en voz alta el moreno.
- …- El youkai intentó soltar sus manos de aquellos extraños pergaminos que le tenían preso, con ambas manos pegadas a la pared, pero solo logró lastimarse y sangrar. El moreno al ver eso le propuso.
- Si haces un pacto conmigo, prometo desatarte y devolverte tu voz.
- …- El youkai solo le observó con desconfianza, después de todo, había escuchado rumores sobre los exorcistas y aun más sobre uno con un parche en su ojo. Era sabido por todos los youkai que no era confiable para nada, de por si los humanos eran sospechosos y nocivos para los espíritus, este humano en especifico, debía serlo más.
- A cambio de devolverte tu voz, deberás servirme. Te convertirás en mi shiki y estarás a mi servició, tu voz servirá para mi protección. Obedecerás todos mis mandatos- aquel youkai se encontraba ya bastante débil y herido, pero no estaba dispuesto a cooperar con ese hombre, después de todo, el apellido Matoba era conocido en el bosque por los ayakashis por ser un grupo de exorcistas despiadados, y la cabeza de la familia "el hombre con el parche" se caracterizaba por sacrificar cruelmente a todos los espíritus que estuviesen bajo sus órdenes.
- …- seguía sin responder. El moreno fue quitándole lentamente su máscara, a lo cual el youkai se retorcía intentando evitarlo, pero fue algo que no pudo lograr. El moreno le había despojado de su antifaz, aquella criatura apretó sus ojos con el fin de por lo menos evitar que el cuervo viese dentro de él.
- Abre los ojos o volveré a usar los pergaminos de sumisión- le ordenó, pero la criatura no se inmutó- Abre los ojos- volvió a decir imperativo.
- …- Finalmente, aquel ser, fue abriendo lentamente sus ojos, revelando un par de gemas también idénticas a las de aquel jovencito que había encantado al moreno, inclusive la mirada de desagrado por el exorcista era la misma.
- Me gustan tus ojos- afirmó- ¿qué dices a mi propuesta?
- …- continuó sin contestar. El moreno decidió dejarlo por ese momento, ya volvería más tarde a hablar nuevamente.
- Te dejaré pensarlo un tiempo- dijo levantándose- Si no quieres aceptar para cuando vuelva, hare que quieras hacerlo.
- …- aquel ser solo pudo observar al moreno salir de la celda, tan pronto lo hizo, notó que los agarres de los pergaminos se debilitaban, soltándolo. Sintió algo de temor por las últimas palabras que el moreno le dirigió. Tan solo se llevó una mano a su garganta y volvió a colocarse su máscara.
continuara...