CAPITULO 4
A pasado un mes desde que acepte ser esposa de Seiya, bueno prometida porque aún no nos hemos casado, ni siquiera quiero hablar con Rei, me siento terrible, eso es algo que no está bien porque todas las mujeres a punto de casarse son felices pero yo me siento como si me hubiera puesto mi propia condena de muerte. Soy mala persona porque Seiya no merece esto.
Ya pasó el cumpleaños de Haruka y no tuve el valor ni siquiera de hablarle por teléfono, en cambio ella me mando un ramo de rosas y me habló por teléfono.
-FLASH BACK-
Soy una mala persona, no tuve el valor de hablarle a Haruka por su cumpleaños y digo no diario se culpen 21 años, hoy es 6 de marzo mi cumpleaños, y no han dejado de llegarme regalos y llamadas. Quizá con Haruka paso lo mismo y de todas las llamadas que recibió ninguna fue mía.
En cuanto desperté encontré 2 ramos de rosas. Uno muy grande de rosas rojas con una tarjeta pero por una extraña razón el pequeño ramo de rosas blancas llamo mas mi atención a pesar de que no tenía remitente a diferencia de la primera que decía: “Hace 21 años vino a este mundo, la que no sabía que sería mi razón para vivir. Eres la mujer de mi vida ¡FELICIDADES! Te amo Seiya”
Tal vez sea tonto pero tenía la esperanza de que fuera de Haruka esta nota. En un momento mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi celular.
-¿hola?
-Michiru, sirenita ¿eres tú? –era Haruka.
-¿Haruka eres tú?
-si ¿Qué te he dicho de responder una pregunta con otra?
-perdón.
-¡feliz cumpleaños! ¿Te llegaron mis rosas?
-unas rosas blancas. –dije con una sonrisa.
-sé que es muy sencilla pero a ti te gustan esas cosas.
-muchas gracias. –Recordé- perdón Haruka, no te regale nada en tu cumpleaños. –me sentía avergonzada.
-no te preocupes pero una llamada no hubiera estado de más.
-discúlpame pero he estado pensando muchas cosas.
-Michiru, sobre lo del otro día…
-olvidémoslo por favor, son cosas que no debieron pasar.
-entiendo. –sonaba decepcionada.
-Haruka tengo algo que decirte.
-¿Qué sucede Michiru?
-me voy a casar y me gustaría que fueras un testigo.
-¿Qué? ¿Cómo puedes pedirme algo así?
-lo siento, tal vez estuvo mal que te lo pidiera.
-solo déjame pensarlo. –y sin más me colgó.
-FIN FLASH BACK-
Tal vez fue un error pedirle eso ya que desde entonces no hemos hablado y eso me hace sentir mal. Dentro de 3 semanas es mi boda por el civil, va a ser muy íntima ya que pedí que estuviéramos presentes Seiya, los testigos, algunos amigos y yo, quiero estar lo más tranquila posible.
-Amy ¿puedo preguntarte algo? –necesito saber.
-si Serena lo que quieras.
-¿has notado raro a Darien?
-¿a qué viene esa pregunta? ¿Sucede algo con Darien?
-no… bueno eso creo, lo que sucede es que desde que Michiru nos dijo que se iba a casar siempre esta de mal humor.
-tal vez es porque Darien no quería que Michiru se casara con Seiya, sabes que nunca se han llevado muy bien.
-tienes razón solo que no me gusta verlo así.
-animo Serena, sabes que Darien es el mejor amigo de Michiru y no quiere que se case con cualquiera. –solo trataba de animarme.
-o no quiere que se case con nadie. –dije casi en murmullo.
-¿dijiste algo?
-no, solo estaba pensando Amy, gracias me hizo bien platicar contigo.
-de nada Serena, para eso estamos las amigas. –tomo mi mano brindándome seguridad y finalizo con una sonrisa.
Pronto Michiru dijo que se iba a casar, la mujer que jure que era el amor de mi vida se iba a casar y para colmo me pide que sea su testigo, cada vez la entiendo menos.
En estos momentos me encontraba tomando un café con mi amiga Setsuna pero me perdí tanto en mis pensamientos que ya no tenía idea de lo que hablaba.
-¿me estas escuchando Haruka?
-¿Qué?
-olvídalo, es un caso perdido hablar contigo.
-perdón Setsuna es que estaba pensando.
-¿sobre qué? ¡Ay ya se! La boda de Michiru.
-sí, falta menos de una semana.
-¿y qué vas a hacer?
-no lo sé, supongo que asistir. –decía sin mucho ánimo.
-¿crees que puedas hacerlo?
-somos amigas ¿no? Así que lo intentare.
-Haruka a veces me preocupas.
-todo estará bien Setsuna, solo que aún no lo digiero bien.
-tratare de no preocuparme pero no hagas ninguna tontería por favor.
-¿Cómo qué? –decía fingiendo inocencia.
-estoy hablando en serio. –contestaba Setsuna un poco molesta.
-ya te dije que todo estará bien.
-creeré en ti Haruka. –dijo desconfiada.
-gracias Setsuna. –finalizo Haruka.
Por fin es el día, ayer no pude casi dormir y hoy no quise comer, me arregle muy bien con un vestido blanco hasta las rodillas, sencillo pero elegante, amarre mi cabello con una coleta y comencé a maquillarme. En unos momentos me estaría casando y empezaría una nueva vida junto a Seiya.
A pesar de que no quería mucho escándalo por la boda aquí asistirán los más cercanos a nosotros: Yaten, Taiki, Rei, Darien, Serena, Amy, Setsuna, Mina y finalmente Haruka. Sentía que estaba cometiendo una locura pero nadie me detenía así que posiblemente lo que estoy haciendo está bien.
Ya estábamos todos presentes, todos menos Haruka, tal vez no vendrá pero estaba empeñada en verla. La ceremonia está a punto de empezar pero yo no lo quería hacer sin ella, hasta que llego muy agitada, por lo que se ve estaba corriendo.
-perdón, ya pueden empezar. –dijo la hermosa rubia.
Momentos después comenzó el paso a una nueva etapa para mí pero me llego un mensaje al celular y luego de leerlo me quede paralizada. Era de Haruka y decía “por favor no te cases”, sentí como un escalofrió recorrió todo mi cuerpo.
-Michiru, es tu turno de firmar. –decía mi futuro esposo
-sí, claro.
Sentía la mirada de Seiya encima, la mirada de Rei, la mirada de todos pero sobre todo la mirada de Haruka. Tome la pluma pero justamente antes de comenzar a escribir solté el bolígrafo, no me podría permitir hacer eso tanto por mi como por Seiya, simplemente no era justo.
-perdóname Seiya, no puedo. –dije casi susurrando.
-¿Qué sucede Michiru? –pregunto el muy confundido.
-no puedo Seiya, no puedo ¡perdón! –con lágrimas en mis ojos me fui.
Quizá eso este mal pero a la largase que es lo mejor para todos. Suena mi celular y veo que es Darien así que conteste de inmediato.
-¿hola?
-Michiru ¿Qué paso?
-no pude Darien, en serio lo intente pero no pude. –dije con lágrimas en mis ojos.
-¿Dónde estás Michiru? Voy por ti.
-en el parque numero 10 pero no le digas a nadie por favor, ven solo Darien.
-no te muevas Michiru voy en 30 minutos, espérame.
-si –luego colgó.
Pasaron cerca de 20 minutos cuando Darien llego, en cuanto lo vi me lance sobre él y llore amargamente, el solo me tomo entre sus brazos y me abrazo con fuerza haciéndome sentir protegida de todo y de todos. Me permitió desahogarme, siempre me ha cuidado casi como si fuera mi hermano mayor.
-Michiru. –dijo mi nombre suavemente.
-¿sí? –levante mi cara para ver la suya.
Sentí como lentamente colocaba su mano sobre mi mentón y me acercaba su rostro con el mío, juntando nuestros labios y finalizando con un suave beso. Por un momento quede en shock pero en cuanto pude reaccionar lo lance lejos de mí.
-¿Por qué? –Estaba confundida- ¡¿Por qué?!
-Michiru tranquilízate.
-¡NO! ¿Por qué? Tú eres mi amigo, esto no puede ser.
-¿Por qué Michiru? Sabes yo… -se acercaba- yo te amo.
-no Darien, yo te quiero pero no así.
-por favor, déjame demostrarte cuanto te puedo amar.
-Darien… ¡yo amo a Haruka!
-es eso ¿verdad? Ni la distancia hizo que la olvidaras, creí que con ese viaje sería suficiente pero no fue.
-espera ¿de qué hablas?
-yo le dije a Haruka sobre la carrera no para que precisamente subiera en su carrera sino para que se alejara de ti.
-nunca te creí capaz. –salían involuntariamente las lagrimas
-no, no fue precisamente eso pero quería que me consideraras y sabía que con ella aquí eso sería imposible.
-¿y qué hay de Serena?
-ella no importa ahora, solo tú y yo. –sonaba casi desesperado.
-Serena va a salir lastimada
-no la amo, de cualquier forma saldrá lastimada.
-perdón Darien pero mis sentimientos por Haruka nunca han cambiado.
-entonces ¿Por qué te ibas a casar?
-¡por tonta! Porque quería olvidarla pero no es justo que utilice a Seiya para eso, ni es justo para mí. Perdón Darien en serio.
Después me fui a mi casa, me sentía tan mal que apague mi celular y llore aún más confundida de lo que ya estaba.
Se encontraba el vocalista pelinegro aún muy confundido por lo sucedido, trato de llamar a su novia pero todo fue en vano, no quería hablar con nadie, necesitaba saber que pasaba hasta que sonó el celular, el cual mostraba en la pantalla “Michiru llamando” y sin pensarlo dos veces contesto.
-¿Michiru? ¿Qué sucedió? ¿Te sientes bien?
-si Seiya.
-¿Dónde estás para ir por ti?
-estoy en mi casa pero no vengas, quiero estar sola, por favor discúlpame con todos.
-Michiru ¿Qué sucedió?
-no pude Seiya, no pude. –la chica sonaba melancólica.
-te entiendo Michí, hablaremos después. –Contesto dulcemente- te amo.
-¡no! No habrá después porque odio que me digas Michí, odio que me trates tan comprensivamente y odio que me digas que me amas porque NO-TE-AMO, yo amo a Haruka. –dicho esto, ya desahogando su alma, colgó.
Seiya se encontraba aún muy sorprendido por lo que había escuchado, pero de cierta forma imagino que esto iba a pasar, se aferró a un imposible y solo salió lastimado. Con todo el dolor de su corazón intento sonreír a los invitados mientras les pedía disculpas y decía que Michiru no se sentía lista y tal vez pospondrían el compromiso. Algunos lo miraban confundidos y otros con compasión pero todos se imaginaban del porqué del repentino arrepentimiento de la novia: Haruka Tenoh.
El novio les pidió a sus hermanos que lo acompañaran por un trago y ellos comprendiendo su dolor lo acompañaron.
Una vez en el viejo bar…
-Michiru es una perra. –comento Yaten.
-¡no la llames así! –defendió Seiya.
-perdónalo Seiya, el solo quería consolarte. –comento el tercer hermano.
-no es necesario, sabía que esto te podía pasar.
-¿entonces por qué continuaste así? –pregunto Taiki.
-porque es la primera vez que me siento así con una chica y quizá sea la única, no sé si fue amor, admiración u obsesión pero no quería dejarla ir.
-eres un idiota hermano. –comento el más bajo.
-¡Yaten! Se supone que lo consolemos y tú lo atacas.
-¡cállate Taiki! No me dejas terminar. Repito eres un idiota pero somos tus hermanos y estaremos aquí contigo incluso para ser tu paño de lágrimas cuando hagas tus tonterías. –coloco una mano en su ahora desdichado hermano.
-¿sabes? Muy a tu modo pero eres buen hermano. –respondió Seiya.
-Seiya no deberías dejarte caer. –le decía el más sensato.
-tienen razón, pero no lo puedo evitar.
-Seiya tonto, solo debes dejarla ir para que ambos puedan ser felices.
-a veces me sorprendes Yaten pero tienes razón, si alguna vez le tuve tan siquiera cariño es hora de dejarla ir, no es justo para ninguno de los dos que la retenga a mi lado y ella fue la que tomo esa decisión. Vaya que es inteligente.
En ese momento comenzó una canción, la cual el pelinegro reconoció y tomando toda su cerveza de un solo trago como si de agua se tratara, comenzó a cantar.
El problema no fue hallarte,
el problema es olvidarte
el problema no es tu ausencia,
el problema es que te espero.
El problema no es problema,
el problema es que me duele.
El problema no es que mientas,
el problema es que te creo.
El problema no es que juegues,
el problema es que es conmigo
si me gustaste por ser libre ¿quién soy yo para cambiarte?
si me quede queriendo solo, ¿Cómo hacer para obligarte?
el problema no es quererte,
es que tú no sientas lo mismo.
Y como deshacerme de ti sino te tengo
como alejarme de ti si estas tan lejos
como encontrarle una pestaña a lo que nunca tuvo ojo
como encontrarle plataformas a lo que siempre fue un barranco
como encontrar en la alacena los besos que no me diste.
Y como deshacerme de ti sino te tengo
como alejarme de ti si estas tan lejos.
Y es que el problema no es cambiarte,
el problema es que no quiero.
El problema no es que duela,
el problema es que me gusta
el problema no es el daño,
el problema son las huellas.
El problema no es lo que haces,
el problema es que lo olvido.
El problema no es lo que digas,
el problema es lo que callas.
y como deshacerme de ti sino te tengo
como alejarme de ti si estas tan lejos
como encontrarle una pestaña a lo que nunca tuvo ojo
como encontrarle plataforma a lo que siempre fue un barranco
como encontrar en la alacena los besos que no me diste.
-Seiya cálmate estas bebiendo demasiado.
-déjame en paz Taiki, no ves que ahora lo necesito
-solo necesito dejar este tema por la paz, pronto vendrá otra.
-¿en serio no entiendes verdad Yaten? Michiru era UNICA, pero tú que vas a saber de eso si nunca te has enamorado, por eso Mina te dejo.
-carajo, eso me saco por intentar ayudar. –se salió Yaten muy enojado.
-ahora si te pasaste Seiya, aunque no lo parezca Yaten es muy sensible y más respecto a Mina. –le dijo en forma de reproche.
-tienes razón, solo quería desquitarme
-fue lo que note
-¿soy mala persona verdad?
-no Seiya, pero ahora estas dolido y el alcohol no te ayuda.
-es culpa de Arjona ¿sabes? Me dio donde me duele. –dijo con una sonrisa.
-como digas pero creo que debería ir con Yaten para dos cosas
-¿dos cosas? ¿Cuáles?
-primero hacer que te perdone por la tontería que le acabas de decir y segundo evitar que se trate de cortar las venas por Mina.
-jajaja, tienes razón mejor corre.
-¿y…?
-y pídele perdón de mi parte, dile que en cuanto esté en mis cinco sentidos yo me disculpare personalmente.
-¿ya viste que no te cuesta nada?
-tienes razón Taiki, siempre la tienes.
-sí y que no se te olvide, me iría pero no quiero dejarte solo
-¿Por qué?
-porque estas emborrachándote y temo que cometas alguna tontería.
-no te preocupes por mí, mejor preocúpate por Yaten que quien sabe dónde este y con lo que dije peor.
-quizá tengas razón pero por favor no llegues tan tarde a casa y cuídate, toma un taxi y no cometas ninguna locura.
Si mamá lo que digas. –dijo en tono de fastidio.
-hablo en serio Seiya, es por tu bien.
-lo se Taiki pero deja de regañarme, quizá no llegue a casa, después de aquí me gustaría ir al antro y si sale todo bien igual y me ligo a alguna niña.
-Seiya tienes 21 años, compórtate como un adulto.
-eso hago.
-te estas comportando como un imbécil, en serio aunque no llegues a casa promete que no harás tonterías.
-lo prometo. –dicho esto Taiki se retiró.