CAPITULO 5
Han pasado cerca de dos semanas después de que cancele mi compromiso con Seiya y no hemos hablado desde entonces pero por sus hermanos me entere que decidió hacer un viaje a España según ellos por mi culpa. Puede que sea cierto pero no tienen por qué reprochármelo. Y no son los únicos que me han reclamado algo pues Serena también lo hizo.
-FLASH BACK-
Escuche que tocaban el timbre con desesperación así que lo más rápido que pude abrí la puerta pues podría ser una emergencia.
-Michiru ¿puedo pasar? –llegaba Serena llorando.
-si Serena ¿Qué te paso?
-¿no sabes nada de Darien?
-¿Darien? ¿Sucedió algo con él?
-Michiru… Darien termino conmigo. –sonaba desconsolada. –y ni siquiera lo encuentro.
-¿Qué? ¿Cuándo ocurrió eso?
-el sábado en la noche hablo conmigo y el domingo que fui a buscarlo no lo encontré.
-pero ¿Qué fue lo que te dijo Serena?
-que no podía estar conmigo porque él amaba a alguien más, ya había notado que estaba extraño pero no pensé que fuera a pasar algo así.
Entonces llegaron a mi cabeza las palabras exactas de Darien, “no la amo, de cualquier forma saldrá lastimada”
-Serena tengo algo que decirte.
-¿es sobre Darien?
-sí, pero me temo que no te va a agradar lo que te voy a decir.
-¿Qué sucede Michiru?
-el día de mi boda, después de irme de ahí hable con Darien y él fue a consolarme ya que me sentía muy mal, estuvimos hablando pero él me dijo algo que aún sigo sin creérmelo.
-¿te dijo algo sobre esto?
-Serena. –tome su mano. –Darien me dijo que me amaba.
-no, ¡no! Mi querido Darien no pudo ser capaz de algo así, seguramente ¡fue tu culpa! Nosotros estábamos bien hasta que llegaste tú.
-no Serena, no fue mi culpa.
-¡claro que sí! –seguía llorando y salió de mi casa.
-FIN FLASH BACK-
La verdad creo que hubiera sido mejor no decirle nada a esa pequeña pero si Darien le dijo a Serena que se iba porque amaba a alguien más ¿entonces si fue mi culpa que él se fuera? La verdad ya no quería que nadie saliera lastimado y mucho menor por mí.
Sobre Seiya, la primer semana la prensa no me dejaba ni respirar y aun no sé cómo se enteraron de que cancele la boda o mejor dicho ¡que estábamos comprometidos! Por suerte esto es pasajero y pronto les surgió otra noticia más interesante así que poco a poco me olvidaron, al menos con respecto al caso de Seiya.
Pero la única persona después de Rei que me hace sentir que lo que hice está bien o al menos es menos malo de lo que parece es… (Suena el timbre)
-Haruka. –exacto.
-hola sirenita ¿quieres salir? –decía con las manos en la espalda.
-no, hoy no ¿Qué traes ahí?
-tara… -era una botella de vino. –sabía lo que me ibas a decir.
-¿en serio soy tan predecible?
-no, solo que te conozco bien ¿me dejas pasar?
-por supuesto y si querías vino me hubieras dicho, yo tengo.
-si te hubiera dicho ya no sería sorpresa.
-bueno vamos a platicar.
Se había hecho de noche y aun estábamos platicando y recordando nuestros viejos tiempos mientras bebíamos un poco de vino, bueno ya era la segunda botella.
-¿recuerdas cómo se puso Serena cuando le preguntaste si tenías una oportunidad? Se veía tan graciosa.
-sí, cabeza de bombón se puso muy nerviosa pero también recuerdo que alguien se puso muy celosa.
-claro que no
-¿ah no?
Se acercó poco a poco a mí y con tal de evitarlo me distraje y caí con algo en el suelo, ambas reímos por el momento y el efecto del alcohol.
-deja de reírte y mejor ayúdame a levantarme.
-jajaja, está bien, dame la mano.
Eso hice pero a la hora en que me levanto quedamos accidentalmente muy cerca.
-creo que debo irme.
-¿Por qué? Digo es muy tarde y si llamas a Mina creo que ella comprenderá que no te puedes exponer de esa forma.
-¿a Mina para qué?
-bueno si no llegas a dormir supongo que se preocupara.
-es que yo me Salí de casa de Mina, prácticamente estoy viviendo en un hotel así que no creo que ella se entere.
-bueno más a mi favor, si quieres esta noche no tienes que dormir en un hotel.
-tienes razón.
Le estaba preparando un cuarto para que ella durmiera pero de forma muy torpe porque ya se me había subido el vino, en ese instante entro la hermosa rubia y se empezó a quitar la camisa en frente de mí.
-¿Qué estás haciendo? –dije mientras me moría de la risa.
-no puedo dormir con esta ropa.
-espérate a que yo me salga. –le decía mientras me tapaba los ojos.
-no tengo otra cosa que no hayas visto ya.
-¡cállate Haruka!
-ven aquí. –me jalo hacia ella pero ya sin camisa.
-déjame salir.
-no sirenita, te tengo en mi poder y no te dejare ir.
-¿quieres apostar?
Me acerque a ella seductoramente y le comencé a hacer cosquillas hasta que me soltó
-eres una tramposa, pero ahora si eres solo mía. –dijo mientras me llevaba a la cama.
-no, suéltame. –dije en tono infantil y sueño.
Una vez que me soltó en la cama se colocó arriba de mí y me miró fijamente a los ojos
-te amo Michiru.
-y yo a ti Haruka.
-entonces ¿Por qué te ibas a casar?
-porque soy una tonta, porque pensé que podía vivir sin ti.
-¿y ya te diste cuenta que nadie puede vivir sin Haruka Tenoh?
-mejor ya cállate.
Haruka no pudo evitar besar a Michiru, fue un beso muy suave, sensible y apasionado, Michiru solo pudo cerrar los ojos de tan inesperado beso, después de que sus lenguas dieran una apasionada danza, Haruka tomo a Michiru de la cintura, mientras que esta última enredo las manos en la nuca de Haruka haciendo que esta se acercara más.
Haruka empezó a acariciar las bellas piernas de su amante, Michiru jadeaba y susurraba el nombre de Haruka lenta y sensualmente mientras acariciaba sus pechos. Después de acariciarse, Haruka entro en razón y se detuvo mirando a Michiru.
-Michiru… ¿estas segura de esto? –pregunto nerviosa.
Michiru solo se dedica a mirar a Haruka y responde:
-nunca estuve más segura… te amo Haruka Tenoh.
La velocista se sorprendió de la respuesta, luego la beso con más pasión. Michiru de nuevo jadeaba y entre pequeños susurros decía: “hazme tuya Haruka”. Esta vez Haruka dejo desnuda a su sirena, dejando ver su blanca y suave piel.
Haruka fijo su mirada al pequeño océano que había en los ojos de la chica de cabello agua marino, y esta aprovecho la desconcentración de la corredora para dejarla completamente desnuda. Haruka volvió a rozar los labios de la chica continuando con las caricias en sus hermosas piernas, comenzó a descender sus besos desde el cuello y sus hombros, luego llego a sus pechos que con mucha pasión beso y absorbió sus pezones como si fuera un bebé, provocando en Michiru gemidos que excitaban a Haruka.
Esta vez bajo hasta su vientre donde jugo con el ombligo de su sirena, pero se dirigió a su rodilla izquierda besándola hasta llegar a sus muslos, luego sus labios tomaron otra dirección y fue a la rodilla derecha, pero la levanto un poco, provocando que las rodillas de Michiru quedaran en sus hombros y esta vez Haruka se deleitó con la humedad de la nadadora, haciendo que esta se arqueara y gimiera por la exaltación aferrándose a la almohada y cerrando los ojos para disfrutar aúnmás esa increíble sensación.
Haruka seguía con su juego en la vagina de Michiru, esta vez la bajo y volvió a saborear sus labios mientras que dos de sus dedos exploraban la intimidad de Michiru, la chica se dedico a tomar la espalda de su adorado viento dejándole algunas marcas con sus uñas, luego tomo la iniciativa de acariciar el clítoris de Haruka y también ejercer un poco de presión, después ella la volteo quedando la violinista en la cima, para también saborear los pechos de Haruka y también pasando su lengua por los pezones de la corredora, Michiru hizo que Haruka se sentara para después juntar sus intimidades y empezando los movimientos de sus caderas que comenzó con un movimiento suave pero fue tomando velocidad. Michiru abrazo a Haruka sin parar sus movimientos, la corredora también la abrazo y beso su cuello, dejándole una marca. Ambas no paraban de gemir.
-mi… Michiru te amo. –dijo Haruka mientras sentía que llegaría al clímax.
-te… amo Haruka… siempre lo he hecho.
Ahogaron un último grito, en un beso lleno de pasión que representaba al orgasmo. Haruka se acomodó boca abajo en la cama, y Michiru se acostó sobre ella y empezó a dibujar figuras imaginarias en su espalda, mientras intentaban calmar sus agitadas respiraciones…
Siempre he estado enamorada de ella por su forma de ser, tan linda, buena, amable, comprensiva, alegre. Pero ella solo me ha visto siempre como una amiga incluso cuando todos me miraban como un bicho raro, ella me tendió su mano. Al principio pensé que la apreciaba por todo lo que hizo por mí pero me di cuenta a la larga que lo que yo sentía por esa niña llorona e inmadura era más que amistad.
Mi nombre es Amy Mizuno, me considero una chica inteligente y amable aunque no soy muy sociable, siempre estoy con mi mejor amiga…
-¡Amy! ¿Qué te pasa?
-nada Serena, solo estaba pensando
-aaaa ¿quieres ir por un helado?
-pero acabamos de comer Serena.
-anda Amy quiero un helado.
-está bien, vamos.
Tal vez sea inmadura, llorona y comelona pero yo la quiero más que a nadie, me siento feliz de haberla conocido. Últimamente ha estado muy triste porque su novio la dejo, sinceramente no pensé que el fuera ese tipo de persona y aunque odio verla así debo admitir que gracias a eso ella no se separa de mí, tal vez sea egoísta pero yo la quiero tanto…
-Amy ¿y si vamos al cine?
-a ti nunca se te acaba la energía ¿verdad Serena?
Nunca puedo decirle que no a nada, no sé si sea demasiado convincente o solo soy yo. Recuerdo a un chico que me pretendía, nombre es Richard y creo que Serena quería que yo saliera con él y aunque es un buen chico, simplemente solo lo puedo querer como a un amigo.
Sé que nunca tendré el valor de decirle a ella lo que en verdad siento pero me conformo con tenerla cerca.
Después de ir al cine la lleve a su casa y yo me fui a la mía a estudiar, creo que es la única forma de relajarme y olvidarme de esto, ella solo es mi amiga.
¿Nunca te ha pasado? Conoces al amor de tu vida, te aferras a esa relación y cuando todo se acaba, te duele pero a la vez te sientes mejor. Eso me paso a mi cuando Darien termino conmigo, ahora lo se…
-FLASH BACK-
Es sábado cerca de las 11:00 o 12:00 de la noche y no puedo dormir bien por pensar en lo extraño que ha estado actuando Darien. De repente suena mi celular; es una llamada de él, es extraño que me llame a esta hora.
-hola Darien.
-Serena necesito hablar contigo. –sonaba muy serio.
-¿Qué sucede Darien?
-Serena creo que lo más conveniente es que ya no estemos juntos, yo te aprecio mucho pero ya no puedo estar contigo. –se oía música en el fondo.
Lo siento si te cae de golpe
no era mi intención
dejar de quererte hoy
no trates de culparme vida
mis palabras también me lastiman
intenta ser fuerte
como lo hago yo
-¿Qué dices Darien? ¿Estás jugando verdad?
-lo siento Serena, no quiero lastimarte.
Mi mente le dio un buen consejo a mi corazón
y el me trajo aquí
no quiero que mal interpretes
sé que dije te amo tantas veces
pero se acabó
no puedo engañarme hoy
-Darien ¿Qué es lo que sucede? No te entiendo. –comencé a llorar.
-por favor Serena no llores, no lo hagas más difícil.
No quería que nada de esto pasara
yo soñaba con tenerte enamorada
Pero el amor es de dos y con el tuyo no basto
aunque soy quien dice adiós
agradezco por tu amor
-¿Por qué Darien?
-perdóname Serena, eres muy especial para mí pero no te puedo ver como tú quieres, en serio perdón, mereces a alguien mejor.
Camina ya
sin ver atrás
y no esperes más de mí
no quiero verte sufrir
sé que alguien más valorara
la belleza que hay en ti
y lo linda que te vez al sonreír
-¿te gusta alguien más? –tenía mi voz entrecortada.
-no es eso Serena solo que yo no te amo, no como tu quisieras, créeme que lo intente pero no puedo.
Me duele tanto como a ti está herida
pero debo ser sincero
no puedo seguir fingiendo
no te conviene en mi perder el tiempo
es momento de que vueles
y en tu viaje no me lleves
-¿seguro que solo es eso? Por favor dime la verdad.
-la verdad si me gusta alguien más. –respondió resignado.- y me tarde mucho en darme cuenta, creo que es amor, no quiero perder la oportunidad de amar y no te la quiero quitar a ti, estoy seguro de que encontraras a alguien que te merezca.
-pero yo te quiero a ti.
-cuando encuentres a la persona indicada lo entenderás, te lo prometo.
-¿puedo verte mañana?
-Serena, se feliz y por favor no me guardes ningún rencor, yo te quiero mucho y no me arrepiento de eso pero debes seguir sin mí.
Camina ya
sin ver atrás
y no esperes más de mí
no quiero verte sufrir
sé que alguien más
valorara
la belleza que hay en ti
y lo linda que te vez al sonreír
y esas manos que no volverá a sentir
-gracias Serena, por todo, espero pronto encuentres a quien te amé realmente y me perdones, quiero que veas en mí siempre a un buen amigo. –dicho esto me colgó.
-FIN FLASH BACK-
Esa noche entera llore pero comprendí que él no me quería como yo a él. Al día siguiente fui a su casa para decirle que lo comprendía pero no lo encontré, en un momento toda mi seguridad se cayó. Llore, lo busque, quería saber quién era aquella mujer por la que me había dejado, fui con Michiru pero al enterarme que su razón fue por ella, las cosas empeoraron.
Desde ese día ya no comía ni me sentía contenta hasta que Amy apareció como un ángel y me saco del hoyo en el que había caído. Ella me cuido y hablo conmigo sobre Darien, me animo a volver a estar contenta, sino hubiera sido por ella quizá no hubiera podido sonreír otra vez.
Ahora estoy más tranquila porque sé que tengo a Amy conmigo, siempre ha sido así. Desde que la vi por primera vez llamo mucho mi atención, pronto nos volvimos las mejores amigas pero apenas me di cuenta de lo mucho que la necesito, sé que ella está enamorada de Richard y yo la apoyaba no tanto porque estuviera de acuerdo sino porque quiero que sea feliz.
Darien era muy importante para mí pero Amy me hizo ver que puedo estar sin él, quizá me sentía tan protegida por el cómo por un hermano mayor. Tengo miedo, yo sé que no veo a Amy como debería, es como si el hecho de que se haya ido Darien me haya abierto los ojos, sé que es una tontería porque ella solo es mi amiga.
La luz que entra por la ventana empieza a lastimarme los ojos, trato de recordar lo que paso anoche pero me duele demasiado la cabeza tan siquiera para pensar. De pronto ciento una respiración cerca de mí, era Haruka.
¡Oh por dios! ¿Qué hicimos? El dolor en mi cabeza se intensifico pero no sé si es por el vino o porque en cuanto vi a Haruka la primera persona que llego a mi mente fue Mina. Haruka no es una mujer soltera y aun así me metí con ella, ¿acaso me gustaría que me pagaran con la misma moneda? ¿Y si estuviera en el lugar de Mina?
-Haruka, Haruka despierta.
-¿Qué paso Michiru?
-vístete y vete.
-¿Por qué? –decía ella frotándose los ojos.
-si Mina se entera de que estuviste aquí o de lo que paso…
-armaría todo un escándalo ¿yo?
-¿yo? ¿Quieres un escándalo en tu carrera?
-es eso ¿verdad?
-¿el qué?
-pensé que en realidad aun había algo entre nosotras, recuerdo que mientras hacíamos el amor me dijiste que me amabas, al parecer no es tan fuerte tu amor, al menos no lo suficiente como para luchar por él. –sonaba decepcionada.
-no es eso Haruka.
-siempre ha sido más importante tu carrera, no lo niegues.
-esto es por Mina.
-ahora es por Mina pero antes ¿Por qué era?
-no, no lo sé, estoy confundida.
-tienes razón, nunca has sabido lo que quieres, mejor me voy.
-Haruka…
-no te preocupes por Mina o por tu carrera; nadie se enterara. –se fue dejándome completamente perpleja.
Haruka tiene razón, yo la amo pero le tengo miedo a lo que pueda pasar, le tengo miedo a este tipo de amor. Me gustaría decir que no me importa que la gente se ría de mis acciones, que estoy segura de esto porque cuando mire sus ojos llenos de soberbia fui capaz de obtener una sonrisa sincera en mi mundo superficial. Que la calidez de sus manos al tocarme aún está aquí, en mi corazón, pero simplemente no puedo ni decírmelo a mí misma.
Quisiera que esto fuera más que un sueño sobre un cuento de hadas el cual en cuanto despierte desaparecerá. Quisiera que la persona que amo no sufriera más por mí. Antes yo tenía tanto dolor que había perdido mi razón para vivir, ella fue mi único milagro pero ya no está conmigo aunque le agradezco por darme ese único milagro, el mostrarle el amor a alguien como yo.
Mis lágrimas se mantienen suavemente en mis mejillas, ojala llagaran hasta ella y con ellas escuchara mi deseo, solo quiero amarla sin importar nada aunque todo esto es mi culpa, lo sé, no tiene sentido.
¿A quién engaño? Esto no debe tener sentido, yo la amo y este sentimiento se lo tengo que transmitir, ahora mismo, quiero estar a su lado. Ya no puedo seguir mintiéndome a mí misma. Ahora no importa que el dolor llegue a mi pecho, incluso si su amor me condena a cualquier sufrimiento, sé que soy feliz de haberla conocido.
Incluso si volviera a nacer, siempre encontraría el camino que me lleve a tu lado. Te amo ayer, hoy y siempre Haruka Tenoh y me arriesgare por ti.
Después de estos extraños pero necesarios momentos de reflexión, me arregle y me dirigí directo a la casa de Mina (eso sí, con el temor de encontrarme a Haruka pero aun así decidida), sabía lo que tenía que hacer y no podía esperar más tiempo así que sin detenerme, me dirigí a mi destino.
La hermosa violinista ya se encontraba frente a la casa de la cantante un poco dudosa pero recordó la plática que tuvo consigo misma y se dispuso a tocar la puerta, en unos momentos la rubia le abrió la puerta.
-¡Michiru! Que gusto verte. –estaba borracha.
-¿es un mal momento?
-¿mal momento? Para nada, tu pasa estás en tu casa.
-gracias, con permiso. –entro a la casa. –es que necesito hablar contigo.
-por supuesto, supongo que es sobre Haruka.
-sí, algo así. –contesto dudosa.
-no hace falta que te disculpes.
-¿Qué? No es eso, Mina yo amo a Haruka. –dijo la artista sin rodeos.
-¿crees que no lo sé? –respondió sin ninguna sorpresa mientras llenaba su vaso.
-además, nos hemos estado viendo a tus espaldas.
-¿Qué? ¿Y así tienes el cinismo de venir y decirte mi amiga? –ahora estaba enojada.
-lo sé pero las cosas se dieron, simplemente fue inevitable.
-eres una ofrecida, yo no tengo la culpa de que no pudieras retenerla ¿te estas vengando verdad?
-no comprendo Mina, mira fue mala idea decirte ahora, ya estás muy borracha y no sé porque habría de vengarme.
-no te hagas la tonta Kaioh, sabes perfectamente que yo le dije a Lita que te dijera que salía con Haruka para facilitarme todo. Te ibas a molestar tanto que buscarías la forma de vengarte y como eres figura pública no tardarían en darse cuenta. –le dijo la rubia sobresaltada.
-¿de qué hablas Mina? ¿Qué hiciste? ¡Tú nos separaste!
-ya mejor olvídalo
-no, mírame Mina ¿tú lo planeaste todo verdad? Te aprovechaste de que ella se fue para vengarte de Yaten y no te importo afectarnos a terceros.
-¡ay! Si te hubiera importado lo suficiente le hubieras dicho a alguien de su relación pero preferiste verte bien ante la prensa ¿verdad? –lo que más le dolía era que tenía razón.
-eso no te da derecho de lastimar a alguien.
-bien, hicimos lo mismo así que estamos a mano.
-¿Cómo te atreves a decir eso?
-Solo déjame decirte que yo soy la novia oficial de Haruka y si quiero te dejo como una zorra ante la prensa así que mejor aléjate de ella, si ya lo hice una vez cuando terminaste con Seiya, lo puedo volver a hacer. –decía orgullosa
-¡no! Yo amo a Haruka.
Ahora todo tenía sentido, lo que decía Haruka, lo que dijo esa vez el taxista, el cómo se enteró la prensa de que cancelo el compromiso con Seiya ¡TODO! En una combinación de furia y alcohol la rubia tomo una botella y se la lanzo a la violinista en la cabeza. Michiru estaba muy débil ya que no había comido bien además de que aún no se reponía de la noche anterior así que la consecuencia inevitable fue desmayarse ante ese golpe.
-¿Michiru? Michiru despierta no estoy jugando, ¡Michiru con un carajo respóndeme! –decía la rubia mientras movía bruscamente a la aguamarina.
Ya se encontraba muy nerviosa la cantante pues no sabía que esa acción terminaría así, en un ataque de histeria lo único que se le ocurrió fue llamar a la corredora que después de escuchar: “Michiru está en el hospital” no pidió más explicación y fue de inmediato a donde se encontraban.
-¿Mina por qué esta Michiru aquí? ¿Qué fue lo que paso?
-Michiru vino a hablar conmigo pero empezamos a discutir y todo se salió de control, yo… le lance una botella pero no pensé que la lastimaría tanto. –la pequeña parecía asustada y confundida, no lograba comprender lo que sucedía.
-¿Cómo pudiste Mina?
-perdón, no era mi intención, es que…
-Mina necesitas ayuda, ya no puedes seguir así.
-¿a qué te refieres?
-Mina te voy a llevar a un anexo quieras o no. –decía segura.
-no puedes hacer eso, arruinaría mi carrera.
-el alcohol está arruinando tu vida.
-vamos no fue algo tan grave.
-esto no pero pudo haber sido peor, vas a internarte y punto. –esa fue la última palabra que se dijeron.