-¿Xiumin?
-Dime!-gritó desde la cocina-
-Estoy aburrido, vayamos al parque!
-¿bicicleta?-preguntó emocionado-
-Si!
Era otoño. El viento no era tan intenso a estas horas de la tarde. Pero siempre se preocupaba por mí.
-Luhan…debes llevar bufanda y guantes
-Xiumin no hace mucho frío
-No importa, el clima es de cambiar rápido. No quiero que te enfermes
-Está bien-me resigné-
Salimos en dirección al parque. El aire chocó contra mi cara, despeinándome al paso. Me estremecí. Xiumin me miró reflejando el “Te lo dije”.
Me gusta estar con él, es cómodo cuando nos reímos, hasta cuando estamos juntos en el sillón, acurrucados a penas, tratando de ganar calor. Somos solo amigos desde hace 3 años. Nuestro encuentro fue bueno.
Flashback
-Aburrido-bufé haciendo puchero-Odio caminar solo! Debería irme a casa-suspiré-
Me quejaba mientras miraba al piso, como si hubiera algo interesante. No sabía qué hacer para divertirme. De momento me vi tumbado en el piso, a mí costado una bicicleta tirada y un chico levantándose, para dirigirse a mí.
-¿Estás bien?-hablaba preocupado-
-Más o menos-me dolía un poco la muñeca derecha-
-Oh! Tu muñeca está roja!-la agarrado despacio y comenzó a dar masajes-
-No es necesario-me ayudó a parar-
-Lo siento, me llamo Xiumin
-Luhan-respondí al ver su mirada de intriga-
-¿Quisieras ir a tomar algo como disculpa?
-No necesitas hacer eso para disculparte. Fue un accidente. Pero te acompañaré porque estoy aburrido
Esa tarde fue divertida. Sentí una comodidad inmediata. Intercambiamos números. Es sincero. Su sonrisa es contagiosa. Sabe muchas cosas.
Pasábamos semanas llamándonos para hablar durante horas de horas. Pasábamos fines de semana en la casa de cada uno. Mi madre adoraba a Xiumin.
Con el tiempo, me di cuenta que estaba enamorado. Bueno, mi madre se dio cuenta.
-¿Luhan…cuando piensas decirle lo que sientes?
-No sé madre, no creo que el sienta algo por mí
-¿Por qué? Él es cercano a ti, se divierten juntos. Pasan casi todos los días juntos
-No sé…además, no quiero malograr nuestra amistad
Mi timidez no me dejaba libre y tranquilo. Mis sonrojos eran notorios hasta para él.
-Luhan ¿estás bien? Estas muy rojo. Creo que tienes fiebre
Pero ese no era el problema. Yo estaba bien. Su cercanía, su mano agarrando la mía, entrelazadas, su respiración chocando contra mi cuello. Esas cosas eran lo que causaban mi color rojo intenso.
-No pasa nada malo Xiumin. Estoy bien-le sonreí tranquilizándolo-
Bueno andamos en la bicicleta, haciendo carreras, pero siempre me gana y yo salgo siempre cansado.
-Vayamos a casa
-No te preocupes, Xiumin es normal que termine cansado. Por más que lo hagamos varias veces, no logro acostumbrarme.
-No! Estás muy cansado. Vayamos
Me dejó allí, mientras se dirige a mi casa. Yo lo sigo de lejos
-Ven-me llama-
-¿Qué pasa?
-Siéntate a mi lado-palmea el sillón de mi sala-
-Ah!-gruñí al sentir el dolor ocasionado por su mano en mi pierna-
-No te quejes. Ayudará con el dolor
-No necesitas darme masajes
-Luhan, hoy estás más cansado que nunca, estuvimos más tiempo afuera
-Xiumin…
-Dime
-¿Qué piensas de mí?
-¿Qué?-se veía confundido-
-Somos mejores amigos, pero siento…
-Luhan yo…-interrumpo-
-Me gustas Xiumin-se sorprendió mucho ante mi declaración-
-Luhan…tú…tú también me gustas-respondió aliviándome de la angustia-Yo ya sabía que te gustaba, eres muy notorio
-¿Qué? ¿De verdad?-asiente-¿Por qué nunca me dijiste que sabías?
-Quería que tú me lo dijeras de frente
-Gracias-dije-
Lo abracé con fuerzas, necesitaba sentir su calor y calidez. Saber que esto es real. Mis manos tomaron con fuerza su cuello y las suyas mi cintura.
Luego de darme una mirada rápida, sus labios se posicionaron sobre los míos. El sabor dulce se hizo presente. El sentimiento de tenerlo conmigo me llenaba el corazón.
-Te amo Luhan
-Te amo Xiumin
Y volvimos a los besos. Y espero estar así más tiempo. Amándonos.