Un rayo de sol se coló entre las cortinas dando de pleno en su rostro. Arrugo su nariz y apretó sus parpados intentando así que sus ojos se cerraran aun mas y la luz no le hiciera daño. Apenas suspiro con pesadez y se revolvió en su cama buscando la almohada para ponerla sobre su rostro…tan solo cinco minutos más.
-Vamos Akira dormilón, ya son pasadas las 12
Esa voz le hizo abrir sus ojos perezosamente y sonrió, apenas se giro estirando sus piernas y sus brazos, escuchando levemente el crujir algunas de sus articulaciones, cuando centro su vista pudo ver como una cabellera rubia se abalanzó sobre él, quedando en sus brazos y haciéndole reír Rodaron un par de veces antes de quedar con ese pequeño cuerpo entre su el suyo en la cama, mirando ese par de lentillas azul grisáceas y esos labios levemente rosados y carnosos.
-Akira idiota ya estaba arreglado, aparta-Dijo riendo
-Eres tu el que ha venido a despertarme y a tirarte encima mía Taka- Susurro mirándole, sonriendo antes de acercarse y besar esos carnosos labios que tanto le gustaba degustar por la mañana, su desayuno favorito.
-Eso es porque si no te llevarías durmiendo hasta mañana grandísimo orangután- Bromeo dejándose besar, aun con el cuerpo del rubio sobre el suyo- venga ya, voy a llegar tarde a la entrevista de la revista, quítate de encima.
-Que frio Taka-Se quejo echándose hacia un lado dejándole libre de sus brazos. Apenas se sentó y busco en la mesilla su paquete de tabaco.
- No soy frio, es que voy a llegar tarde-Se excuso sentándose en la orilla también.
-Ya, como digas- apenas se arrasco la cabeza y soltó una bocanada de humo, vaciando sus pulmones de ese humo toxico.
Solo se escucho un suspiro en la habitación y sintió como el peso de ese pequeño hombre abandonaba la cama- Nos vemos por la noche, ¿vale?. No cenes…iremos a comer ramen fuera- le dijo con una sonrisa que no recibió respuesta, sin embargo la suya aun seguía sobre su rostro- Te amo Aki.
[…]
Despertó de repente cuando el sonido de unas latas le alertaron haciendo que el sol quemara un poco sus retinas. Llevo su mano a sus ojos y cuando las volvió a abrir solo pudo ver puntos de luz molestos. Apenas se intento incorporar pero unas manos se posaron en sus hombros volviéndolo a sentar en ese duro y frio suelo.
-Somos nosotros Aki, estamos recogiendo, Tranquilo- escucho la voz suave de Uruha y apenas logro visualizarlo vio su rostro. Mas pálido y sin maquillaje, con su cabello sucio y enmarañado y sus ropas desgarradas y llenas de barro. Un verdadero desastre.
-¿Por qué no me habéis despertado antes?
-Llevabas dos días seguidos haciendo la guardia Akira, tenias que descansar- Esa era la voz de Kai, quien en ese momento le daba la espalda recogiendo las pocas cosas que quedaban por guardar en la mochila. Apenas el moreno se giro dándole una barrita de cereales- come algo, necesitas fuerzas.
El rubio miro aquella barra y dudo unos segundos antes de tomarla. La abría rechazado sin pensarlo de no ser por el hambre que sentía en ese momento, comer solo una barra de cereal y chocolatinas 2 veces al día le estaban pasando factura, pero era lo único que les quedaba para comer.
Apenas terminaron de levantar el campamento de nuevo comenzaron a caminar hacia ningún lugar. Siempre era lo mismo, caminaban durante horas esperando encontrar algo que ni ellos mismos sabían. Hacia mucho que dejaron de buscar ayuda ,justo en el momento que descubrieron que se había impuesto la ley del más fuerte. Aoi iba a la cabeza con una mochila en su espalda y Uruha un poco más atrás cargando otra de menor dimensión, Kai y Ruki caminaban juntos y finalmente él vigilaba la retaguardia. ¿Cuántos meses llevaban así?, lo cierto es que perdió la cuenta de los días…quizás 5 o 6 meses.
Oh si, había pasado demasiado tiempo desde que todo aquello comenzara, aun podía recordar el caos y la destrucción de las primeras horas. Todo apuntaba a como decían los medios a un ataque terrorista en las entradas de metro más importantes de todo Japón. La explosión de los artefactos había liquidado a todo el que se encontrara cerca, pero esos al fin y al cabo corrieron la mejor suerte. Ese extraño y denso humo que salió de las mismas cajas había contaminado a todo aquel que lo había respirado, en realidad a casi toda la población. Evacuaron a los supervivientes e ingresaron a los afectados graves, un pequeño caos comparado con el que se avecinaría mas tarde.
[…]
Rápidamente el teléfono de cada uno de ellos comenzaron a sonar recibiendo las llamadas de sus familiares y seres queridos, “¿Dónde estás?”, “¿estás bien?”. Shima llamo a sus hermanas, Aoi a sus padres y hubo un momento en que las líneas estaban tan saturadas que la red se colapso dando lugar a un “apagón” en la mayoría de líneas y servicios de comunicación.
Tras la conmoción por noticia decidieron dar por suspendida lo que quedaba de ensayo e incluso la misma compañía decidió cerrar sus puertas por ese día. -“Es peligroso que andes en moto ahora”- fue lo que le dijo Aoi ofreciéndole a él y a Uruha llevarlos en su coche a casa. Como siempre la feliz pareja se marcharon juntos -“hablare mañana con el manager y os mantendré informados” -fue lo que dijo Kai antes de irse, y como siempre Ruki ni le dirigió la palabra.
Cuando llego a casa no quiso ver mas televisión, no quiso saber más sobre ese ataque terrorista repentino, no era un chico morboso y sabia cuanto partido sacaban las cadenas televisivas de ese tipo de tragedias repitiendo las imágenes, mostrando los cuerpos desmembrados y a los familiares llorando desolados, patético. Se tiro en la cama mirando el techo esperando a que le entrara hambre para hacerse un sándwich pero le venció antes el sueño quedándose profundamente dormido con la luz encendida y los zapatos aun puestos.
No se despertó hasta que escucho la melodía de su teléfono retumbar en sus tímpanos como una taladradora, ¿Dónde estaba ese dichoso aparato?, el sentir ese aparato vibrar en sus pantalones le hizo parecer estúpido y cuando tomo la llamada sin ni si quiera mirar quien era el emisor solo pudo escuchar unos sollozos y una respiración entrecortada que le hizo dejar de respirar por un momento.
-“¿Taka?”- Pregunto sin dudarlo ni un solo segundo, conocía demasiado bien esos hipeos y esa manera de llorar-“Taka dime que te ocurre”-Le ordeno prácticamente asustado de que le hubiera pasado algo, pero no obtuvo respuesta- “¡joder Taka dímelo ya!, ¿Dónde estás?”
-“En casa”-Susurro en voz baja, tan baja que le fue difícil entenderlo
-“¿En qué casa Taka?, ¿en la tuya o en la de Kai?”-Pregunto de nuevo mientras corría por la casa tomando las llaves de el coche, sabía que meses atrás Kai y Ruki habían comenzado una especie de “convivencia”, ambos negaban vivir aun juntos pero el más bajo pasaba algunas horas de mas en casa del batera moreno y esa era una de las cosas de esa pequeña lista que le desquiciaban.
- “En…en la de Kai, el no coge su teléfono…por favor Akira no tardes”-Casi le suplico y en parte saber que fue su “segunda opción” no le gusto nada, ¿pero que esperaba? -“Al menos fuiste una opción”-Pensó inconscientemente antes de salir sin esperar ni un solo segundo más de su casa dirigiéndose a el garaje.
Cuando salió con su coche a la calle lo primero que vio fue todas esas calles que normalmente eran tranquilas totalmente revueltas. Coches a medio abandonar en medio de la carretera, puertas y cristales rotos y ese rastro que había en la acera era….¿sangre?- “pero qué coño”-dijo en voz alta aunque estuviera solo. El ver todas esas imágenes solo hizo que pisara aun más a fondo el acelerador de su coche sin pensar en que podría chocar en cualquier cruce, solo en que algo podría pasarle a Ruki.
Aparco su joya, la cual cuidaba más que su propia vida, de cualquier forma y corrió hacia los apartamentos donde sabia vivía el líder de la banda. No tardo demasiado en subir las 8 plantas corriendo antes de encontrarse en el pasillo de ese mismo piso buscando entre las puertas cual era la del batera. Recuperaba levemente la respiración mientras iba mirando los números de cada puerta, cada paso que daba se daba cuenta lo desordenado que se veía ese pasillo, jarrones rotos, plantas volcadas y tierra por todas partes, pero lo que más le llamo la atención fue un rastro de sangre que vio adentrarse en el numero 809, justo el de el apartamento de Kai. Vio la puerta abierta con signos de haber sido forzada. Por el amor de dios ¡estaba desencajada del marco!, ni si quiera separo a mirar esas huellas de manos ensangrentadas en esa puerta ni tampoco se pregunto qué hacia esa librería tirada en el suelo de manera que dejaba solo una abertura lo suficientemente pequeña para que su delgado cuerpo tuviera dificultades para entrar, solo le importaba que Takanori le había llamado desde ese apartamento destrozado.
-“¡Taka!”-Grito cuando estuvo dentro y vio aun mas desorden que desde el que se veía desde la entrada- Takanori…mierda responde- Le decía caminando rápido por toda la casa. La entrada, el salón, la cocina…todos los cubiertos estaban en el suelo junto a el cajón y más sangre- Mierda, mierda, mierda ¡Takanori!-Grito corriendo esta vez al pasillo que daba a las habitaciones y el baño, y allí en la segunda habitación escucho un ruido y no dudo ni un segundo en salir corriendo hacia allí, ni si quiera pensó que quien había destrozado toda la casa aun podría estar ahí adentro. Cuando entro en esa habitación se quedo en el marco de la puerta viendo como lo que parecía una mujer con camisón y cabello negro totalmente cubierta de sangre golpeaba con fuerza una puerta cerrada, los dedos de sus manos estaban totalmente doblados, las uñas completamente ensangrentadas y a gran parte de sus dígitos les faltaba la uña. Aunque en silencio y sin saber que hacer por la impresión intento buscar dentro de esa habitación algún incidió de que Ruki estuviera allí, pero no lo veía…”Por favor que este dentro” suplico para sí mismo sin pensar que quizás si que estaba allí dentro, pero gravemente herido.
Su respiración era pausada, no podía mover ni un musculo y en parte se debía a que realmente no sabía qué hacer, sentía miedo de esa escena, aun sabiendo que era más fuerte que esa mujer lo que estaba viendo realmente le aterraba, no sabía como acercarse a esa puerta para saber si Ruki estaba bien, no sabía como apartar a esa mujer, pero todas esas dudas se vieron despejadas cuando de repente su teléfono comenzó a sonar y llamo la atención de esa mujer, quien lo miro unos segundos antes de correr hacia él, por suerte sus reflejos no le fallaron esa vez y se aparto hacia un lado haciendo que ella diera de bruces contra la pared de enfrente. Aprovecho esto para entrar en la habitación e intentar abrir la puerta, pero al no conseguirlo golpeo esta con el puño.
-“¿Taka?, Taka soy yo, Akira… ¿estás bien?, Taka abre la puerta”-Le gritaba desesperado, estaba asustándose al no recibir respuesta y pensó en echar la puerta abajo de una patada cuando esa mujer volvió a recargar contra él. Lejos de lo que pensó esta tenía mucha más fuerza de lo que se imagino llegando a tirarlo un par de metros más atrás en el suelo golpeándose duramente la espalda contra la mesilla en la caída. Ni tiempo le dio a incorporarse cuando ya tenía a la pelinegra encima de él.
Cuando sintió el peso de esa mujer sobre él solo atino a poner sus brazos entre sus cuerpos manteniendo una distancia prudente entre ellos, intentando empujarla y apartarla de su cuerpo, cosa que extrañamente era malditamente difícil. La miraba a la cara mientras empujaba con todas sus fuerzas hacia atrás, viendo que intentaba con sus dientes alcanzar algún punto de su cuerpo.
-“Ahh…¡joder!”-grito ahora logrando poner su rodilla sobre el pecho de la mujer separándola un poco más de él, apenas volvió su mirada hacia el su derecha cuando vio la cabellera castaña de Ruki y como este se abalanzaba también sobre la mujer, agarrándola por la cintura y tiroteando de ella para que se alejara de él.
-“¡No puedo con ella!, ¡Maldita zorra suéltalo!-Gritaba el pequeño castaño poniendo todas sus fuerzas en intentar separar a esa tipeja de su rubio compañero, pero parecía que contra mas tirara de ella mas se acercaba esta a la cara del bajista.
-“Mierda…no…puedo…mas”-Jadeo echando hacia atrás todo lo que podía su cabeza, podía sentir su aliento caliente y húmedo contra su mejilla, esa mujer tenía toda la intención de morderle y lo único que se le ocurrió para defenderse de el ataque fue meter sus dedos en su cavidad ocular esperando que el dolor la hiciera retroceder pero aunque había penetrado el ojo con sus dedos y sintió la sangre correr por sus manos esta aun no se detenía dejándolo aun mas sorprendido.
-“¡Aparta Takanori!”-Grito de repente una voz que se le hizo familiar antes de ver como el hombre que siempre vio como el ser más amable y tierno de la tierra estallaba contra la cabeza de esa mujer un pesado bate de Beisbol haciendo que de inmediato el peso muerto de esta callera sobre su cuerpo. Su rostro debió ser todo un poema al ver como Kai apartaba a el cadáver de su cuerpo e inmediatamente le tomaba de los hombros-“ Akira…Akira ¿estás bien?”-Le preguntaba repetidas veces antes de hacer que el rubio volviera a la realidad.
-“Bi…¿bien?...acabas….acabas de…a esa mujer”-Su mente iba mas rápido de lo que salían sus palabras de su boca, ¿Por qué?, ¿Cuándo? , ¿Qué estaba pasando?
-“Kai…Kai, ¿Qué está pasando?”-Le pregunto sin rodeos el vocalista que aun estaba de pie mirando el cuerpo de la vecina tendido en el suelo de la habitación.
-“Chicos”-Los llamo viendo la cara de ambos y luego soltando un largo suspiro- “Mirad…no hay tiempo para esto, tenemos que irnos”-Aseguro mirando esta vez a Takanori quien se había acercado hasta él y le había abrazado fuertemente- “Taka…mete en una mochila ropa y toda la comida que puedas, también medicinas…aspirinas, gasas, vendas...todo lo que puedas”-Le pidió besando su frente dulcemente apretándole contra su cuerpo-“Tenemos que irnos”-Susurro a lo que el castaño solo asintió- Akira, vamos no tenemos tiempo.
-“¿No tenemos tiempo para que Kai?”- Le pregunto serio mirando a el de cabello largo frente a él, paradójico…lo único que le hizo volver a la realidad fue esa escena entre ambos enamorados en frente de sus narices. Él, que es quien había ido a ese apartamento desde su casa casi de inmediato después de esa llamada, quien se arriesgo a que una loca le devorara la cara, él era quien ahora era ignorado por ese puto enano porque su caballero había llegado.
-“No sé qué es lo que está pasando Akira, pero estoy seguro que ese ataque de ayer tiene mucha culpa de todo esto”-Aseguro-“Créeme las cosas allí afuera están mucho peor que aquí”-Le dijo señalando a la mujer- “Llame a Yuu para que recogiera a Takashima y nos encontráramos en la Ps, por favor confía en mi”-Le pidió mirándole.
[…]
Tan solo esas palabras le fueron suficientes a ese idiota para convencerlo y ponerle de pie. Tras eso se reunieron con Aoi y Uruha y como todos anduvieron buscando respuestas mientras el caos se sembraba en todo Japón. Al cabo de tan solo unos días más de un tercio de la población había sido contagiadas, en unas semanas el plan del gobierno para evacuar la isla había fallado y solo había causado que otra gran multitud de personas fueran contagiadas.
“-Regla Nº1: Alejarse de lugares concurridos “ésa era la primer norma de una larga lista que había puesto el líder para sobrevivir a esa pesadilla.
Y en 6 meses que habían pasado desde que todo comenzó solo habían sacado en claro que estaban solos y que ya no podían fiarse de nadie más que de ellos mismos. Hacía bastante que habían desistido de buscar a sus familias, sería como encontrar una aguja en un pajar, y eso si es que aun estaban vivos.
-Tengo un hambre horrible- se quejo de repente el castaño más alto mientras caminaba arrastrando sus pies.
-Aun quedan algunos KitKats y …unos Snickers…
-Los KitKats son míos- dijo de repente el rubio sin parar de caminar
-Déjalo, si como un solo trozo mas de chocolate no viviré para contarlo
-Uruha tiene razón, llevamos semanas alimentándonos de las chocolatinas que conseguimos de esas malditas maquinas expendedoras, necesitamos comida de verdad- Fue el moreno quien hablo esta vez soltando la mochila que llevaba a su espalda, cansado de andar y andar sin ningún rumbo con su estomago rugiendo cada 5 minutos pidiendo por algo de comida que no fueran grasas puras.
Kai suspiro y saco de el bolsillo de su chaqueta un papel totalmente arrugado y gastado, le llevo un par de minutos mirar ese papel gastado hasta que asomo su mirada por encima de este- si seguimos la carretera a 30 kilómetros hay un pequeño pueblo, quizás allí haya…
-Estoy cansado de pequeños pueblos y de “quizás haya algo bueno”-interrumpió Akira mirándole con el ceño fruncido, se acerco y le arrebato el papel de entre sus manos mirando el mapa, conocía ese lugar y sabia que cerca había un centro comercial- Si vamos en esa dirección encontraremos pronto un Cotsco*, estoy seguro que allí podremos encontrar algo más útil que en tus “pequeños pueblos”-aseguro devolviéndole ese trozo de papel.
-¿Un Cotsco?, Akira es demasiado arriesgado, ya sabes que ese tipo de lugares están repletos de muertos y ya conoces la regla de
-Sí, si, ya conozco esas estúpidas reglas que por otra parte no se aun el porqué hacemos caso Kai-Aseguro dejando un poco sorprendido a Kai quien miraba a el rubio sin entender porque le recriminaba todo eso ahora- Quiero decir, desde que todo esto comenzó te has estado comportando como si fueras el líder y nosotros como idiotas siguiéndote.
-Eso no es cierto Akira, no me creo el líder, el que lo fuera en la banda es una cosa pero ahora soy totalmente consciente de que esto es diferente- Se defendió serio y eso hizo sonreír a Akira, sintió un subidon en su orgullo ya un poco perdido y no pudo evitar que esa sonrisa de superioridad escapara de sus labios, parecía que a él “señor sonrisas” se le había acabado la buena bondad de la que siempre fue conocido.
Otra de las cosas que había cambiado en todo ese tiempo había sido su manera de tratar a Kai, era cierto que antes ya sentía ciertos celos hacia él y como consiguiente una terrible necesidad de odiarle, pero simplemente era imposible, era su amigo. Sin embargo ahora que debían convivir el día a día solo habia conseguido que esas muestras de cariño entre la parejita le hiciera cambiar su manera de pensar. Antes solo debía soportar ver algunas muestras de cariño entre ellos poco pronunciadas, quizás por el hecho de que Takanori nunca fue de los que demuestran su lado dulce en público, pero ahora debía soportar sin más remedio verlos besarse, acariciarse e incluso llegar a escuchar por la noche mientras los demás “dormían” como se daban cariño del duro contra un árbol, le ponía enfermo.
-Ya, ¿sabes qué?, en todo este tiempo eras tú quien decidía por donde íbamos, en todo este tiempo eras tú quien decía que debíamos hacer cada uno, en todo este maldito tiempo hemos seguido esas estúpidas reglas sin preguntarnos que era lo que nosotros queríamos hacer, ¿no te convierte eso en un líder Yukata?, o más bien diría en un dictador- Fue lo que dijo el rubio antes de sentir un horrible ardor en su mejilla al ser golpeado por un pequeño castaño, quien ese momento estaba mirándole con verdadero odio.
-Te recuerdo que es gracias a Kai y a esas estúpidas normas como tu las llamas que estamos aun todos vivos- Y todos se quedaron en total silencio tras eso, solo sus respiraciones, la tensión entre ellos prácticamente podía cortarse con un cuchillo de untar mantequilla, tensión que fue rota por el líder.
-Quizás tengas razón Akira, creo que me excedí en mis decisiones y os arrastre a todos a cumplirlas sin preguntaros que era lo que queríais hacer-Aseguro intentando relajar el ambiente entre los cinco.
-Nosotros también tenemos la culpa-aseguro Aoi acercándose hasta Ruki quien no se había movido aun de enfrente de Akira tras ese golpe- No podemos culparte de que nos mandabas si nosotros mismos no nos quejamos y te dejábamos cargar con toda la responsabilidad-Aseguro- Personalmente…creo que Reita lleva razón en esto, necesitamos alimentos y no estaría mal buscar algo útil como mecheros o cerillas, es verdad que nos estamos arriesgando…pero creo no nos sirve de nada seguir vivos y llevando esta vida de mierda-Aseguro mirando esta vez a Ruki, alguna de las noches en las que él y Akira habían echo la guardia habían hablado sobre esas mismas cosas y quedaría muy falso decir que no estaba de acuerdo con el rubio.
-Pero no negaras que necesitamos un líder Aoi, y no creo que Reita sea el más indicado. Su escenita en el metro fue demasiado irresponsable y casi perdemos a Uruha-Contraataco de nuevo el “pequeño” del grupo.
-¿Por qué estamos discutiendo ahora todo esto?-Se quejo esta vez el castaño alto- No veo a que podamos llegar echándonos las culpas los uno a los otros-Aseguro- Me gusta la manera de trabajar de Kai y es verdad que gracias a él aun seguimos con vida, pero Akira y Aoi tienen razón…no podemos seguir así.
-Está bien-Susurro Kai mirándolos a todos- ¿Quién está con la idea de Reita?-Pregunto viendo como de inmediato la mano de Aoi se alzo seguida de la de Uruha- ¿Akira?-Pregunto al ver que este aun no había abierto la boca desde que Ruki lo golpeo, pero el rubio solo le miro y levanto su mano como sus dos compañeros- entonces está decidido.
Cuando los 5 estuvieron cerca del aparcamiento inspeccionaron el terreno con la mirada, en los aparcamientos había como una docena de esos seres deambulando perdidos de un lado para otro. Las verjas estaban echadas y las puertas cerradas pero notoriamente forzadas, aunque parecía que quien intento entrar no lo conseguiría por la puerta delantera.
-Está cerrado, ¿y ahora como entramos?-Pregunto el más castaño más bajo
-Por la escalera de emergencia-Comento el rubio recibiendo la mirada de sus compañeros- ¿Qué?, ¿Es que no habéis tenido época rebelde?-pregunto sintiéndose acusado por esas miradas.
-Rebelde Akira, no delincuente-Bromeo Aoi- De todas manera podemos ir Akira y yo…
-No, ya tuvimos suficiente cuando Uruha y Reita se fueron solos, ya sabéis, regla Nº3…
-Nunca separarnos-Completo Aoi mirando a Kai, quien se había dado cuenta que de nuevo estaba con sus normas sintiéndose un poco estúpido.
-De cualquier forma…yo iré con ustedes-Aseguro el líder
-Sería bueno que alguien se quedara para asegurar que la puerta no se cierra-Hablo Akira poniéndose de pie- Una vez que se fuerzan ese tipo de puertas si se cierran no podrás abrirlas desde dentro, es para evitar que el ladrón escape.
-¿Pero de qué tipo de correccional has salido tu hijo de Satán?-Bromeo de nuevo el moreno.
- Cuando nos conocimos no eras nada parecido a un delincuente-Bromeo también Uruha haciendo reír a Akira y a Kai, parecía que el único que no reía era Ruki, y no lo haría. Ese enano era terco como una mula y su enfado podía durar horas e incluso días.
-¿Entonces?, está claro que Akira y yo entraremos, es nuestra idea-Dijo con detenimiento- Si tu también vienes…
-Ruki y yo nos quedaremos sosteniendo la puerta-El castaño miro a su pequeño compañero quien no parecía muy convencido de dejar que Kai entrara, pero en unos segundos solo asintió
-Entonces en marcha-Dijo Aoi echando a su hombro la palanca que les había abierto muchas puertas.
Cuando lograron forzar la salida de emergencias Uruha y Ruki se quedaron fuera como en un principio se acordó y el resto se adentro en el lugar. Caminaron por un largo y oscuro pasillo hasta llegar a otra puerta ,la cual abrieron con cautela ,observando a su alrededor. Un sitio levemente oscuro e inmenso con un hilo musical de fondo y completamente silencioso, los pasillos totalmente desiertos o al menos hasta lo que alcanzaban su vista. Cuando se aseguraron de que no había ningún muerto por los alrededores corrieron hasta adentrarse aun más en la tienda.
-Cojamos solo lo estrictamente necesario y útil-Comento el líder agarrando dos mochilas que colgaban en la sección de “escolares”
-La comida enlatada y las conservas son más probable a que no estén caducadas-Aseguro Aoi caminando entre esos pasillos- Aunque parece que otros ya se nos han adelantado-Aseguro viendo comida por el suelo y las estanterías medio vacías. Pan con moho, algunas cosas putrefactas y con gusanos y moscas- Que puto asco-Susurro.
-Aun hay cosas que pueden servir-Aseguro Akira tomando una caja de panecillos tostados cerrada- No es mucho, pero algo es algo-Aseguro sacando la bolsa del envoltorio de cartón y guardándolo. Caminaron y tomando algunas cosas más, verduras encurtidas, latas de atún y pescados en conserva, arroz, pastas, legumbres, galletas…llenaron sus mochilas casi hasta reventar con rapidez temiendo que pudiera aparecer cualquiera de esos caminantes.
-Esperad aquí un momento-Dijo Akira de repente soltando su mochila en el suelo
-Hey…hey ,hey espera Akira ¿A dónde vas?-pregunto Kai al ver que el rubio iba a separarse de ellos.
-Solo será un segundo Kai- Aseguro sabiendo que opinaba el de cabello largo sobre separarse en esos sitios- Oye…mañana es el cumpleaños de Takashima, solo quiero cogerle algo bonito de la sección de joyería, te aseguro que no tardare- le dijo para que se quedara más tranquilo
-Espera y vamos contigo Akira
-Déjalo que se vaya-Opino Aoi- La joyería esta solo a unos 6 metros, Uruha y Ruki están solos afuera con zombis merodeando y sería bueno que echáramos un vistazo a la sección de ferretería…ya sabes, pilas, linternas…
Kai lo dudo por un momento sin embargo al cabo de ese corto periodo solo asintió “10 minutos”-Le advirtió antes de dejarle irse mientras él se iba con el moreno a terminar de coger las cosas de utilidad.
Reita corrió pero con precaución de no hacer demasiado ruido y de observar bien su alrededor por si había algún caminante cerca. Cuando llego a la joyería vio los cristales rotos en el suelo y como gran parte de la tienda estaba totalmente desbalijada- “¿Qué clase de subnormal se le ocurría atracar una joyería en una situación como esa?” pensó el rubio mientras caminaba por el lugar viendo que algunas de las vitrinas aun estaban sin tocar, otros estaban completamente vacios, como no los de oro y diamantes y también vio un colgante que pensó sería ideal para su compañero. Uruha no era de esa clase de personas que utilizaban complementos muy llamativos y estrafalarios, le gustaban las cosas discretas y de color plata o de acero. Lo tomo sin pensarlo y se dio la vuelta para irse pero sintió algo demasiado duro en su zapato, cuando levanto la suela pudo ver un anillo grande, macizo con grabados y alguna pequeña piedrecita de color negro, justo como los que le gustaba utilizar a Ruki.
Se agacho tomando la pequeña pieza entre sus manos ,contemplándola más de cerca, estaba seguro que incluso era de la talla de ese odioso enano y era precioso, o al menos sabia que a Ruki le encantaría. Lo miro algunos segundos más totalmente absorto hasta que escucho un estrepitoso ruido que le hizo salir de sus pensamientos. Eso le asusto y guardando ambos objetos en el bolsillo de su pantalón salió corriendo, esta vez sí, sin fijarse hacia donde se dirigía o sin tener ni el más mínimo cuidado de encontrarse con algún caminante.
Miraba rápidamente todas las calles que se le cruzaban buscando si ese ruido había sido alguno de sus compañeros hasta que encontró a Kai apoyado en una de las estanterías de bricolaje con un martillo en la mano y un muerto a sus pies.
-Kai-Lo llamo y al ver que no reacciono se acerco tocando su hombro- Kai ¿estás bien?
Cuando el líder sintió ese toque en el hombro se sobresalto, sin embargo solo miro a el rubio y asintió levemente soltando el martillo
-¿Qué mierda ha pasado?-Pregunto el moreno cuando llevo también corriendo viendo a ambos compañeros y a el muerto que estaba en el suelo- ¿estáis bien?-Pregunto acercándose pero el sonido de unos pasos acelerados y casi rugidos le hizo pararse- Mierda, será mejor que nos vayamos- Aseguro tomando una de las mochilas, seguramente el ruido les había alertado.
-Vamos-Le indico Akira al ver que el líder no se movía aun del sitio y parecía disperso- ¡Vamos Kai!-le casi grito y este solo le miro asintiendo colocándose la chaqueta. Al poco tiempo comenzó a correr junto con Aoi por donde habían entrado, en unos segundos un grupo de al menos 10 caminantes habían salido corriendo de sus escondrijos hacia ellos pero por suerte pudieron esquivarlos y salir de allí a salvo.
Se reunieron junto a Ruki y Uruha quienes les habían esperado en la puerta como dijeron manteniéndola abierta hasta que los otros llegaran, y cuando estuvieron juntos corrieron hasta adentrarse en la arboleda, otra de las normas que Kai había creado para su supervivencia era alejarse de las carreteras desde el momento que caminando por ella unos tipos en un coche se bajaron y tras pegarles una paliza a él y a Aoi y amenazar a Ruki con cortarle el cuello les robaran todas sus pertenencias dejándoles solo con lo puesto.
La noche se les echo encima rápido y tras encontrar un sitio que pudieron dictaminar como seguro para pasar la noche aseguraron un perímetro de protección con cuerdas y latas. Esa noche después de meses habían podido comer unas albóndigas que, aunque eran enlatadas le supieron totalmente a gloria, como un manjar de dioses. Se habían permitido también beber un poco de alcohol que Aoi había conseguido en honor a Uruha, después de todo faltaban solo unas horas para su cumpleaños.
Todos bebieron y disfrutaron, bromearon como hacía tiempo no lo hacían y incluso el castaño algo lloro cuando Reita le entrego su regalo. Era una cosa insignificante y el rubio tampoco le daba mucho valor, pero para Uruha fue un gesto realmente hermoso. Se permitieron disfrutar por al menos unas horas y tras muchas discusiones decidieron que Akira por ser el único que había descansado toda la noche anterior y Kai por ser el único que parecía no estar borracho hicieran la guardia de esa noche.
Uruha había sido el primero en caer, era impresionante ver a un hombre que antes podía beber casi una botella el solo se rindió a la segunda copa, mas tarde fue Aoi y casi al poco tiempo Ruki, quien parecía estar cansado pero no quería dejar a Kai solo. Cuando ambos se quedaron solos acompañados solo de el sonido del fuego parecía que la tensión que había habido durante todo el día y que desaparecido durante esa noche había vuelto al acecho. Akira estaba absorto mirando sus manos como si fuera lo más interesante del mundo mientras Kai sentado y abrazando sus piernas miraba el rostro durmiente de Ruki como si estuviera contemplando lo más hermoso de todo el planeta y en cierta forma el rubio también lo pensaba. Takanori dormido era más hermoso que cualquier mujer.
-Reita-Lo llamo de repente el líder logrando que el rubio subiera su mirada hasta él y pareciera que le prestaba toda su atención- Acompáñame-Le pidió levantándose de repente y sacudiendo de su pantalón el polvo que se había impregnado
-¿Acompañarte?, ¿A dónde?-Le pregunto mirándole no muy convencido aun sentado- No podemos dejarlos solos-Fue la única escusa que se le ocurrió para no ir, en realidad no quería hablar del tema y mucho menos hablar a solas con Kai, ya le costó asimilar que estarían solos haciendo la guardia esa noche, aunque tampoco mentía sobre el hecho de que iban a dejar a solas a los otros tres.
-Solo será un segundo, y estaremos ahí mismo-Aseguro señalando el campo llano que había solo a un par de metros de su perímetro de seguridad. El rubio pareció dudar aun con esas pero al escuchar a el de cabello largo susurrar un “por favor” le hizo levantarse y caminar con él.
Cuando llegaron a un lugar lo suficientemente apartado para que pudieran hablar a solas pero, permitiendo que aun pudieran reaccionar rápido si había alguna emergencia, ambos se quedaron en silencio, allí de pie uno frente al otro sin decir una sola palabra. El rubio esperaba que fuera Kai quien comenzara con la conversación pero pudo ver en su rostro que no sabía como comenzar y tras unos segundos el mismo decidió hablar.
-Oye Kai…respecto a lo de esta mañana, creo que debo disculparme-Aseguro con su mirada gacha sin atreverse a levantarla y moviendo sus pies de manera un poco nerviosa- Creo que me comporte como un verdadero gilipollas y dije cosas sin sentido-Termino de hablar y de nuevo ese silencio...ese silencio de mierda y esa incomodidad que le estaba matando desde que sintió que el rechazo por el de cabello largo había vuelto cuando ya decidió que “él no tenía la culpa”
-Tienes razón, te comportaste como un autentico gilipollas- Aseguro dejando un poco perplejo a el rubio, incluso consiguió que este levantara su mirada y tuviera la boca abierta. De cierta manera el rubio esperaba que Kai solo se limitara a sonreír como siempre y a decirle que todo estaba bien, que le entendía…esperaba un “consuelo” de su parte, pero nunca esas palabras, aunque se lo merecía. Se lo esperaría de Uruha o de Aoi…algún puñetazo por parte de Ruki, pero nunca de Kai- Es mas, déjame decirte una cosa Reita- Continuo - Se de sobra que desde que comencé a salir con Ruki me odias, me desprecias, se los celos que sientes y que si por ti fuera te encantaría molerme a golpes para quitarme del camino y poder conquistarlo de nuevo. He intentado poner mi mejor cara contigo Reita, he intentado hacer como que no me daba cuenta de esas miradas asesinas que me mandabas, he intentado convencerme que era normal y que no iba a afectarnos como banda, he hecho todo lo posible para que todo ente nosotros volviera a ser como antes y que venga dios y lo niegue si no he hecho hasta lo imposible para contenerme y no ser yo quien te hubiera partido la cara en vez de Takanori en más de una ocasión-Soltó de repente ese hombre que muy lejos estaba de ser el Kai que conocía- Pero aun después de todo esto, aun después de todo lo que he vivido durante este año y medio he de decirte que tienes razón -Concluyó aun mirando como el rubio estaba completamente sin palabras- Porque me alegre muchísimo de que tu y Takanori rompieran-Aseguro, y fue en ese momento que el rubio reacciono y proceso toda la información.
-¿Qué mierda estás diciendo Kai?-Fue la pregunta más estúpida que se le ocurrió hacer, pero lo sorprendente es que fueran sus palabras y no el puño que tenia fuertemente apretado lo que acabo saliendo antes.
-Estoy diciendo que cuando Ruki y tu lo dejasteis fui el tipo más feliz porque llevaba enamorado de Takanori desde que entre en la banda, te estoy diciendo que cuando rompisteis sentí que era lo mejor porque siempre pensé que no te merecías a Takanori - y fue cuando entonces el líder pudo sentir el sabor metálico de la sangre en su boca al recibir el puñetazo que Reita le propino en plena cara
Ver a Kai sangrar de esa manera le hizo sonreír, ver ese labio rajado y esa sangre manchar la cara del líder le hizo inmensamente feliz y lo cierto es que se sentía la peor persona del mundo, porque fue por el que una buena persona se vio obligado a estallar de esa manera, pero aun así ahora la rabia le podía a su subconsciente - Vaya, parece que el señor sonrisas no es todo paz y armonía ¿ah?, tu también tienes tus mierdas y tus secretos ¿eh?-Dijo yendo amenazadoramente hacia este antes de volver a golpearle en pleno rostro, esta vez dejando caer al más alto a el sueño- y dime Yukata, ¿Sentías celos cuando nos veías juntos?, ¿Estabas como estoy yo ahora al vernos juntos? ,¿te sentiste feliz cuando me viste con esa zorra?...Estoy seguro que no te faltaron ganas de llamarlo y decirle ¿verdad?, venga dilo en voz alta Kai, ¡di que hiciste todo lo posible para apartar a Ruki de mi lado!
-No te merecías a Ruki y a la vista está que aun sigues sin -Aseguro desde el suelo pero sin perder la mirada de sus ojos, esa mirada que estaba retando al bajista- Nunca fuiste lo suficientemente hombre para el porqué no sabes cuánto le hiciste sufrir cuando lo dejaste por un error tuyo-Le soltó haciendo que el rubio clavara sus rodillas en el suelo y tomara a Kai de la camiseta levantando la parte superior de su cuerpo y acercándolo a su cara.
-Repite eso hijo de la gran puta-le susurro furioso antes de poder ver que al levantar la camiseta dejo al descubierto parte de su pecho y clavícula izquierda, donde tenía una pronunciada marca roja y sangrante, una marca de una perfecta dentadura. Se notaban los caninos marcados fuertemente en la piel y parte de la carne ahora de color oscura y morada desgarrada por los incisivos- Ka…Kai-lo llamo, justo en el momento que el rubio aflojo su agarre de la camiseta y miro a la cara del batería, quien solo ladeo su rostro evitando la mirada del rubio y apretaba sus puños con fuerza...mordiendo su labio roto con fuerza para evitar que esas lagrimas que se acumulaban en sus ojos salieran- Kai…que …que coño…-Susurro aun sin poder creerlo, no quería creerlo…por favor que no fuera cierto -Dime…dime que no es verdad Kai-Le dijo temblando- ¡Kai!-grito desesperado por una respuesta del moreno.
-Cuida a Ruki por mi Akira- Fue lo único que el líder pudo decirle
Continuara…