Era adecuado creer que Sasuke lo tenia a el y a Deidara como objetivo. No sabia exactamente como el moreno había conseguido encontrarlo, a no ser que fuera a través de su hermano. Despues de todo, acogerse en un hotel cinco estrellas era como anunciar a todo el mundo su paradero.
Naruto entro por la puerta de mantenimiento, atravesó las calderas y con disgusto esquivo las toallas negras que habían colocado sobre las tuberías. El sitio estaba a oscuras y en total silencio; a excepción de una que otra fuga de vapor que hacia imposible el respirar con comodidad. Estaba a punto de salir de la habitación, pero se dio de frente con una cámara de seguridad. Afortunadamente esta se encontraba enfocada en el ángulo erróneo, por lo que no podrían verlo. Esos hoteles hospedaban miembros de la yakuza y mafia china, por lo que no era de extrañar que para mantener el control de cualquier altercado cada pasillo se mantuviera bajo vigilancia.
Es innecesario decir que estas grabaciones se mantenían bajo extrema confidencialidad, así que tampoco podían ser utilizados por la seguridad de la nación.
Esto le dio una idea.
Que mejor forma de controlar los movimientos de su hermano, que formando parte de la seguridad del hotel. Sasuke probablemente se había infiltrado sin que nadie lo viera y adopto el papel de guardia, después espero el momento adecuado para tomar parte del servicio de habitación antes de lanzar una ofensiva. No era de extrañar que no consiguiera matar a ninguno de los ex -Akatsukis, teniendo en cuenta que para pasar inadvertido no podía cargar con armas de fuego.
Así y todo, había esquivado las balas de los guardaespaldas, usando el sofá como escudo y armándose con una navaja de obra los había aniquilado mientras se abría paso hasta la habitación principal. Pero Itachi ya había sacado a Deidara de la habitación a través del balcón para cuando él alcanzo la puerta. La falla estaba en que Sasuke había encontrado la información de Naruto en medio de la revuelta.
Ahora no creía necesario revisar el cuarto de seguridad del hotel. El moreno ya había abandonado ese escondite.
Esquivo la visión de las cámaras, y busco la forma de llegar a Deidara sin que nadie mas lo viera. Si él podía llegar sin ser descubierto, Sasuke también podría.
Por pura casualidad se encontró con una joven doncella llevando una pesada carga de uniformes. Era su oportunidad.
- ¿Te ayudo?
-¿Ah?- ella abrió mucho los ojos- ¿Tu eres…?
- Namikaze Minato. Soy primo de uno de los guardias de seguridad -dejo que su sonrisa la deslumbrara-. Llene una aplicación para trabajar aquí y ahora tengo la suerte de encontrarme contigo.
La joven se ruborizo.
-En ese caso, sería una gran ayuda.
Dejo que Naruto la relevara de su carga y juntos se dirigieron al salón de empleados.
-¡Wow! -Naruto flipo al ver el tamaño del salón- Es inmenso.
-Todo en este hotel es grande -soltó una risita-. Aquí nos reunimos una o dos veces al día para hablar mal de los clientes.
- Estoy seguro de que tendrán mucho de que quejarse. Parecen un grupo un tanto desagradable.
-No todos son malos -le indico donde colocar los uniformes-. Dan buenas propinas.
-Eso espero.
Ambos se soltaron en sonoras carcajadas.
Naruto fingió curiosear por los rincones del salón y pregunto de forma casual.
-Oye, no es por ser entrometido, pero ¿es cierto de que Uchiha Itachi fue atacado en este hotel? No quiero pensar que me voy a meter en problemas.
-Es una vergüenza para el hotel que la prensa se enterara de esa brecha de seguridad. Afortunadamente Uchiha-san no presento cargos. Yo estaba aquí ese día y vi como despedían a más de un miembro de seguridad.
-¿Estabas aquí? -sus ojos azules destellaron- Espero que no te encontraras con ninguno de los asaltantes.
-Bueno… no exactamente- la joven estaba feliz de ser el centro de atención del rubio-. Escuche los disparos, pero solo me acerque porque uno de los guardias del hotel se acercó a mi herido.
-¿Un guardia…salió herido?- su pecho se comprimió por el horror.
-¿Qué… que tan mal se encontraba?
-No fue nada serio -hizo un gesto con la mano y se sonrojo-. El solo tenía un arañazo de bala en el pecho. Lo lleve a mi casa y lo cure. Por alguna razón no quería ir al hospital, pero teniendo en cuenta de que fue despedido por la brecha de seguridad, es de entender que no quisiera pagar la factura de un hospital.
“Sasuke no abrió fuego en contra de los guardias del hotel, ni siquiera tenía armas de fuego. Las noticias dijeron claramente que solo había atacado a base de armas blancas, entonces, el guardia que esta chica ayudó…era…”
-Tienes toda la razón; hiciste bien en ayudarlo -el rostro de la joven se ilumino-. ¿Pero, donde esta ese pobre hombre? Puede que aun necesite ayuda.
-Bueno, es un sujeto muy reservado y no quiso dejar que lo mantuviera en observación. Pero ocasionalmente viene a mi casa para que cambie su vendaje.
Naruto por primera vez se fijó en la chica con apreciación. Era una belleza, naturalmente seductora, expresión suficientemente inocente como para hacer que un hombre perdiera la cordura y ojos llenos de vida. Cabello marrón con reflejos rojos y ojos azul eléctrico. Sabía que Sasuke no estaba interesado en mujeres, pero está en particular se había ganado su confianza. Eso fue suficiente para que una espina de celos se clavara en su pecho. Pero la chica era simplemente demasiado adorable como para odiarla.
- Parece una historia de amor.
La joven estalló en carcajadas.
-No es nada de eso -reía-. Ahora mismo quiero acabar con mi carrera como enfermera de apoyo y no quiero relaciones muy complicadas. Además, el… nunca…
-¿Nunca, que?
Ella dudo.
-El parece cargar con una fuerte decepción. Es como si su odio se reflejara en todo lo que lo rodea y la idea de el enamorado, me parece cosa de risa.
Una punzada de culpabilidad lo atravesó.
-Aun así, puede ser muy agradable.
-Mm, Tal vez yo pueda ayudarlo. Mi primo tiene conexiones aquí y así puedo devolverle su trabajo. ¿Tu quieres ayudarlo, verdad?
- ¡Claro! ¿Pero, estas seguro de que tu primo…?
-¡Es prácticamente el manager!
-Genial, déjame tu numero de contacto. Yo se lo hago llegar.
- Perfecto.
Naruto le entrego su numero y para reafirmar su relación de amistad, le dio un beso en la mejilla. La joven se sonrojo nuevamente y dejo que el rubio se retirara. Inmediatamente, el busco la habitación de Deidara, ya sin importarle que lo captaran con la cámara.
-¿Qué haces aquí? -Fue recibido por Deidara en persona.
-Vine a ver como estabas -sus ojos no mostraba preocupación-. Primero pienso que estas en Kiri y ahora resulta que estás haciendo de carnada. ¿Es que no aprecias tu vida?
Lo pasó de largo y se dio de frente con Itachi, cómodamente sentado en su sofá y con dos guardaespaldas -recientemente adquiridos-, a cada lado de la puerta del balcón. Ese sujeto parecía no preocuparse por nada, pero sus ojos siempre eran calculadores.
Naruto no le tenia confianza, pero tampoco llegaba a odiarlo. Despues de todo, le debía mucho a ese moreno.
-Naruto-kun, no deberías estar aquí.
-Tu tampoco, Uchiha. ¿Por qué sigues poniendo a mi hermano en peligro?
Se sentó frente a el con las piernas extendidas.
-Sasuke también es importante para mí -recibió a Deidara junto a él y le paso un brazo por los hombros-. ¿Ya sabes dónde está?
- ¡Por supuesto que no! Suna es demasiado grande.
- ¿Entonces, por que estas aquí?
-Porque Deidara también es importante para mí y si tu no eres capaz de cuidarlo, entonces el debería venir conmigo.
Deidara se sonrojo de gusto.
-Hablas con mucha confianza, considerando que ustedes dos se conocieron hace menos de un año.
-¿Y quien eres tu para criticar? Traicionaste la confianza de tu hermano, te uniste al peor enemigo de la ciudad que el amaba y además, destruiste su futuro como policía.
La copa de wiski que Itachi sostenía, se cuarteo al recibir la presión de sus dedos.
-Tu aportaste mucho en eso -rechinaba sus dientes-. No olvides que también confiaba en ti.
Tomo un sorbo para relajar la tensión.
-Además, lo que hice fue por tu hermano. No hagas que me arrepienta de sacarte de esa pocilga en la que solías vivir con Pain.
Naruto no podía batear sus argumentos, porque hacerlo implicaría que no estaba feliz de recuperar a su familia. Pero la vida que llevaba ahora tampoco era de ensueño.
-Ya basta -llamo Deidara-. Naru, el no lo dice en serio. Esta molesto porque Sasuke casi lo mata y claro, le duele saber que su hermanito ya no lo idolatra.
-Deidara -lanzo una advertencia.
-Pero él tiene razón en que no deberías estar aquí. Deberias estar escondido para que puedas sorprender a Sasuke.
Naruto se incorporó y con mucha naturalidad, se acerco a la mesa redonda que lo separaba de Itachi. Era un mueble de madera sólida y cuando rebuscó bajo ella, encontró lo que quería.
-Va a ser muy difícil que consiga sorprenderlo- lanzo un audífono espía sobre la mesa-, considerando que el sabe todos tus planes.
Itachi se tenso furiosamente y Deidara se enderezo en su lugar.
-¿Cómo…? -tartamudeo el rubio.
-Cuando vino no se fue con las manos vacías. Adquirió mi nueva información y por si fuera poco, quiere estar al tanto de tus planes.
-¡¿Por qué no dijiste nada?!
-No te sulfures, Uchiha. Acabo de darme cuenta -miro el audífono con interés-. ¿Algo que quieras dejarle saber?
Una gota de sudor bajo por la mejilla de Itachi, mientras miraba el inanimado objeto. Lo agarro con rabia mal contenida y lo lanzo por el balcón.
-Revisa el resto de la suite y asegúrate de que no haya más.
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