Naruto entro en su apartamento buscando a Sasuke en cada rincón, hasta que recordó lo difícil que seria para el deshacerse de un cadáver en el medio del desierto de Suna. No es que lo considerara una forma muy provechosa de invertir su tiempo, pero esperaba que no dejara ningún rastro.
Cuando se paro frente al espejo del baño, se dio cuenta de que necesitaría algo más que una ducha. Su cabello estaba demasiado largo para su gusto, casi tocando sus hombros. Ojeras bajo los ojos y la piel cenicienta. No dejaba de verse lindo, pero se veía demasiado viejo para su edad.
Estaba cansado de cuidarse física y emocionalmente, pero esta vez si noto todos los desperfectos. Quería recuperar el brillo de sus ojos. Disfrutar de su supuesta libertad, ahora que estaba lejos de Pain y de Akatsuki.
Suspiro largamente y a pesar de estar agotado, fue a buscar las tijeras de su escritorio. Su cabello no requería de mucho talento y poco a poco, fue cortando los mechones que le sobraban. En media hora se veía igual que antes, a excepción de dos mechones enmarcándole el rostro. El resto era una mata de pelo rubio sin control ni dirección.
En lugar de tomar una ducha, lleno la bañadera de agua caliente y se sumergió hasta la mitad de pecho. Solo entonces pudo relajarse por un rato, pero ahora tenia mucho tiempo libre para pensar.
Recordó el día en que conoció a Sasuke. La capitana del cuerpo de policías se lo había presentado como su nuevo guardián. Alguien que lo mantendría seguro sin importar lo que pasara. Pensó que le presentaría uno de esos policías obsesionados con la donas, gordo y que solo buscaba misiones que no requirieran mucho esfuerzo.
Pero Sasuke resulto ser todo lo contrario. La primera que lo vio, su corazón dio un vuelco inesperado. Ya había conocido a Itachi previamente, pero Sasuke a pesar del parecido con su hermano, había conseguido sorprenderlo. Eran muy similares y al mismo tiempo muy diferentes.
Se habían estrechado la mano, mirándose directamente a los ojos, sin tratar de disimular que se habían encantado el uno al otro. Naruto había tardado un poco en ubicarse y no perder de vista su objetivo, especialmente porque justo en ese edificio lleno de oficiales, tenían encerrado a su hermano.
Acostarse con no era parte del plan. De hecho, Itachi casi lo mata cuando supo que había follado a su precioso hermano menor. Pero no quiso perder la oportunidad de probar el sexo por primera vez, con alguien que de verdad le gustara. Dicho sea de paso, perder el control y enamorarse de el tampoco fue parte del plan.
Sus pensamientos se desviaron hacia Pain. Su torturador personal no debía sentirse muy feliz, al saber que Naruto no había sido capaz de mantener sus emociones a un lado. Pero todo era parte de la libertad que ahora tenía, aunque significara sufrir las consecuencias.
Pero sin importar cuanto le costara, debía ayudarlo a hacer las paces con Itachi. Era la única forma de que entendiera, sanara sus heridas y tuvieran la oportunidad de estar juntos. Cerro los ojos suavemente, dejo caer la cabeza hacia atrás y empezó a jugar con el agua. Sus manos ya se estaban arrugando, pero se sentía demasiado bien como para levantarse.
Vagamente fue consciente de que la puerta de entrada de su apartamento se abría y cerraba suavemente. Su instinto le dictaba que se pusiera a la defensiva, pero no quería sentir miedo. Quería verse tranquilo, relajado… incluso vulnerable. No quería parecer un mercenario, mucho menos un asesino.
Los pasos de una persona relativamente mas alta que el recorrieron el apartamento, probablemente buscándolo. Su cuerpo se tenso ante la idea de que no fuera Sasuke, pero la forma de caminar era inolvidable. Pero el deseo de agarrar algo para defenderse era muy fuerte.
Los pasos ahora se acercaban al baño.
¿Sería alguien más? Si Pain aun lo andaba buscando tendría que tener mucho cuidado de no dejarse sorprender. ¿Pero y si era Sasuke?
Mas grande fue el temor por su vida que el deseo de mantenerse relajado frente a Sasuke. Su cuerpo se movió a una velocidad sorprendente tan pronto la puerta se abrió, tomo una toalla para cubrirse el cuerpo y una hoja de afeitar vintage. Para cuando el intruso entro, Naruto ya estaba listo para degollarlo si hacía falta, con los ojos afilados y el cabello más desordenado de lo normal.
Se arrepintió cuando vio que efectivamente… era Sasuke. Fue como verse a los ojos por primera vez. Eran las mismas personas, pero se veían diferentes. Naruto pensó que estaba frente a un extraño. Sasuke, tenía los mismos ojos fríos de Itachi. Cansados, llenos de dolor y esperando la traición incluso en las personas que lo amaban. Su cabello estaba igual, excepto que carecía de su brillo natural. Le había hecho más daño del que Itachi le había causado y se lamentó por eso.
Sasuke por su parte, también vio a un extraño frente a él. Es cierto que el rubio era muy salvaje, pero jamás se imagino encontrarse a Naruto listo para defenderse por si solo. Y no precisamente de una forma desesperada y aterrada, sino calmado y con cada movimiento fríamente calculado.
Sonrió de lado, porque se veía algo lindo así. A pesar de ver al asesino en sus ojos, todo el brillaba.
Ladeo la cabeza un poco, mirando la navaja en su mano.
- ¿Vas a usarla o no?
Naruto negó con la cabeza, sin dejar de mirarlo fijamente y muy lentamente la coloco sobre el mostrador.
- Pensé, que era alguien más -bajo la cabeza un poco. Sus hombros se cerraron inconscientemente y adopto una pose sumisa sin siquiera darse cuenta.
-¿Quién es tan desgraciado para merecer ser recibido con una navaja? -Dio un paso en su dirección y aprecio como Naruto no se alejaba.
-Eso… no importa ahora -miro hacia arriba ya que la distancia entre ellos se había cerrado considerablemente. Suspiro con satisfacción al sentir su aroma cerca de el-. ¿Estás bien?
Sasuke sonrió de lado.
- Si -respondió bajito.
El rostro de Naruto se ilumino al ver que Sasuke estaba de buen humor. El moreno levanto la mano y acaricio uno de los mechones que enmarcaban el rostro del rubio. Inevitablemente, también mimo su rostro y disfruto de su tacto. Trago con dureza, porque nada de lo que tenía planeado estaba sucediendo.
Él quería sonsacarle toda la información que Naruto tenia sobre Itachi y Deidara, pero su cuerpo y corazón solo gozaban del hecho de tener a su rubio cerca. ¿Cómo podía olvidar que lo había traicionado tan fácilmente? ¿Por qué se seguía comportando como un idiota por este rubio?
- Sasuke -susurro con gusto, llamando su atención. Toco su brazo para sentirlo más cerca.
Con la respiración y corazón acelerados y además lleno de frustración, su mano se cerro en un puño sobre su pelo y lo obligo a alejar su rostro.
- ¡Ahhhh! -Lo ojos del rubio se cerraron por el inesperado dolor.
Pero su grito fue el empujón que Sasuke necesitaba para perder el control.
Se inclino sobre el y tomo sus labios con fiereza. Los mordió desesperado, tratando de que los abriera para besarlo como el quería. Soltó su cabello y mimo la zona agredida mientras su otra mano lo agarraba por la cintura. Todo esto fue en medio de un caos en el que se prendieron el uno del otro, acariciándose, arañándose sin miedo y dejando caer la toalla sobre la loza.
Naruto dejo escapar una lagrima. No era por la felicidad de estar con Sasuke, sino porque sabia que le había hecho mucho daño, pero su egoísmo era tal que aun así lo quería a su lado.
- Sasuke -jadeaba.
Tan pronto termino de decir su nombre, el moreno se alejo de el abruptamente y sin dar explicaciones. Se limpio los labios con molestia y salió del baño.
- Tenemos que hablar, Naruto. Pero vístete primero.
El menor tardo en reaccionar, pero lo que había pasado lo había dejado muy agitado.
***
Se puso un pantalón de algodón negro y unas zapatillas blancas, pero dejo su torso descubierto. Además de que su lado más travieso quería asegurarse de terminar lo que habían empezado en el baño.
Los ojos del Uchiha se abrieron de golpe al verlo así, pero fue una reacción demasiado rápida como para ser notada.
- Te dije que te vistieras -su voz era demandante.
- Hace calor.
Se acerco a él lentamente y se sentó a su lado.
-Te extrañe mucho Sasuke -acaricio su rostro y aprecio la barba que comenzaba a crecer.
Sasuke lo aparto sin miramientos.
- No vine para me vieras la cara de idiota. Vine para que me digas todo lo que sabes de Itachi y su amante. Nada más.
- Pero no te estoy mintiendo -su voz se elevó-. Si realmente creyeras eso, no confiarías tanto en mi como para venir aquí.
- ¿Quién dijo que yo confió en ti? -ataco- Ya lo hice una vez y me costaste toda mi carrera. Además, también vine a recoger el celular de Eva. Ella no tiene porque pagar por nuestros asuntos.
Los ojos del rubio se afilaron peligrosamente.
- ¿Qué es Eva para ti? - sus puños se cerraron con furia- ¿Nunca te preocupaste así por mí?
- ¿De que estas hablando? -lo miro de reojo- ¿A qué viene eso ahora?
- ¡Eso quiero saber yo! -Grito y asusto al moreno de paso- Estas conmigo ahora después de tanto tiempo sin vernos, pero de repente hablas de esa mujer. ¡¿Es que acaso ella te gusta?!
Sasuke no daba crédito a lo que escuchaba. ¿Cómo se había desviado tanto la conversación?
-No vine para esto, Naruto -se masajeo la cien-. Vine a hablar de Itachi.
Los dientes del rubio rechinaron con molestia. Odiaba con toda su alma que Sasuke lo ignorara.
-¡!!!!!ME IMPORTA UNA MIERDA DE LO QUE QUIERAS HABLAR!!!!! -Se sentó a horcajadas sobre el- ESTO NO SE TRATA SOLO DE TI. YO TAMBIEN QUERIA VERTE, PERO NO PARA HABLAR DE ESA TIPA ¿ME ESCUCHAS? ¡TU ERES MIO!
- ¡Naruto cálmate!
- ¿PARA QUE? ¿PARA AYUDARTE A MATAR A TU HERMANO Y ENCARCELAR AL MIO?
-¡SI! -lo agarro de las muñecas y lo tiro sobre el sofá y se subió sobre el- ¡Los dos se merecen la cárcel! ¿Tienes idea de cuantas personas han matado?
-¡!!!!!TIENES IDEA DE A CUANTAS PERSONAS YO HE MATADO!!!!!!
Sasuke se quedó callado de golpe.
- ¿Tu crees que Kisame fue el único? -se carcajeo- Ni siquiera fue el último.
Sasuke no se sentía capaz de continuar escuchando, pero Naruto no iba a parar.
-Tu no sabes nada de mi -las lagrimas salieron sin su permiso-. No sabes lo que fue de mi vida, hasta que Itachi me encontró. Es un malnacido, cínico y un obsesivo del orden y el control; pero es a EL a quien le debo el ser libre. ¡El seguir con vida!
Sasuke se levanto de golpe, pero Naruto lo siguió y lo encaro.
- Su amor por mi hermano fue tan grande, que acepto decepcionar a su única familia para que yo fuera libre. ¿Cómo puedes odiar tanto a la razón por la que estoy aquí, contigo?
-El… -la voz del moreno se atoro-. Tu eres diferente.
-No, Sasuke. Yo soy peor- lo tomo por los brazos-. ¿Por qué no me matas a mí? ¿Enciérrame a mí? ¡Te puedo decir donde están los cuerpos de mis victimas! Es suficiente para que me den pena de muerte y que tu recuperes tu preciada carrera. ¡Hazlo! ¡Llévame a Konoha, pero deja a mi hermano en PAZ!
Sasuke no pretendía hacerlo, pero cuando reacciono ya su mano se había estampado contra la mejilla de Naruto. El gesto les dolió a los dos, pero ya no había marcha atrás.
- Yo… yo te puedo contar lo que paso. Pero no te voy a ayudar a matar a Itachi.
Los ojos del moreno se desviaron hasta la mejilla. Su mano hizo el intento por acariciarla y mitigar el dolor, pero se detuvo. No estaba preparado para la confesión del rubio y se sentía fuera de lugar.
- Yo ya sabía que habías pertenecido a Pain…, pero no sabía que…
Naruto bajo la cabeza, avergonzado.