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Ataduras de pasion por lilycha10

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Notas del capitulo:

Hola mi estimado publico. Debido a que la gran mayoria pidio contiiiiii, pues ese va a ser mi regalo para ustedes. Continuare la historia y no se preocupen, puede que me guste el lemon hard, pero detesto la sangre y no se me da bien, escribir dramas.

NADIE VA A MORIR, RESPIRENNNNNNN.

 

Ya habían pasado tres días desde que llegaran a la cabaña y para ser honestos, la relación entre Naruto y Sasuke no había mejorado en lo más mínimo. Luego de su arrebato de pasión, las sesiones de sexo continuaron sin cesar y en ese momento podían incluso leerse la mente, pero eso no significaba que dejaran los piques ni que se amenazaran de muerte, cada mañana.

Naruto no era en extremo organizado, pero sí que respetaba el espacio del contrario- dentro de lo posible-, pero la obsesión del mayor por controlarlo todo, los estaba llevando al límite. Sasuke deseaba que lo hiciera todo, exactamente como él quería y el kitsune, no se presentaba para esa labor. Cuando Sasuke lo sodomizaba, en la cocina, el ático e incluso, en el mismísimo centro del bosque, era la única oportunidad de tenerlo dominado, dócil y dispuesto a dar la vida por una buena sesión de sexo con el azabache. Pero el resto del día, lo desafiaba o simplemente pasaba de él.

Lo que no entendía, era que el rubio lo hacía a posta. ¿Quién dice que perro viejo, no aprende trucos nuevos? Cada vez que lo hacía enojar, Sasuke volvía a hacer uso de esa fuerza bruta que lo caracterizaba y el casi gritaba del gusto, al ser violado por ese mastodonte. Lo agarraba de los pelos, rasgaba sus ropas, mordía sus labios- furioso-, lo empotraba con fuerza contra la pared y lo penetraba con un mínimo de preparación. Nunca se imaginó así mismo, en el lugar de un masoquista, pero quien no ha probado ser deseado con esa ferocidad posesiva, no podía entender lo excitante que era, sentir el semen mezclado con sangre, bajando por sus piernas y que un segundo después, la lengua de su amante entrara en su entrada, a modo de disculpa por la agresión.

Eso también lo dejaba embriagado. La dulzura del azabache, después su arrebato no tenía comparación. No era algo que le mostrara constantemente y Naruto entendió, que no lo conseguiría con mimos o pucheros. Bastaba con hacerlo rabiar, para captar toda su atención y tener toda su potencia, entre las piernas.

Pero ese día, las cosas no le salieron como las tenía planeadas. Acababa de aprender una dolorosa lección y es que el único momento de sosiego para el azabache, era cuando leía un libro sentado en el portal. Molestarlo en ese entonces, no resulta ser una buena idea y he aquí el porqué.

Se levantó bien temprano en la mañana- para variar- y al mover sus caderas, sintió la incomodidad en su entrada. Era como si el pene del mayor aun lo estuviera embistiendo y ese recuerdo lo hizo gemir. Basta recordarlo para que volviera a ponerse en estado de alerta y su ano palpitara con exigencia. Busco con los ojos a su ¿amigo, amante, guardaespaldas? Difícilmente, podía decir que eran ellos dos, pues las palabras salían sobrando entre ellos y cuando las usaban, era para insultarse o gritar palabras obscenas.

El pelinegro no estaba en la cabaña y Naruto se sentía con deseos de jugar rudo, por lo que no se rindió ante nada. Los busco en el ático, cerca del lago y vino a dar con él, en el portal de la cabaña. Camino junto a él, pero entonces se dio cuenta de que era ignorado por un grotesco libro de setecientas páginas.

-Ne Sasuke-teme, ¿qué haces?

Pero no recibió respuesta. El azabache se limitó a pasar página.

-¡Oye tarado, respóndeme!

Nuevamente lo ignoró y con los gritos que estaba dando, eso le olía a guasa. El muy cabrón lo estaba haciendo a posta y eso lo fastidiaba. Odiaba que Sasuke lo ignorara y eso no se lo iba a tolerar. Hizo una mueca zorruna y se agacho frente al mayor.

-Ne, amo- ronroneo sensualmente-, préstame un poco de atención y ven a jugar conmigo, ne?

Pasó sus manos por encima de sus muslos tentativamente, casi acercándose a su polla y se relamió de gusto, al pensar que no faltaría mucho, para que tenerla gozando dentro de él. Pero se crispo, al darse cuenta de que sus avances, no lo habían encendido para nada.

Levanto los ojos incrédulos y se sorprendió, al darse cuenta de que el mayor ni siquiera había parpadeado. Su expresión no se había inmutado y seguía concentrado en ese estúpido libro.

No le gustaba, odiaba que su amo no le prestara atención y estaba dispuesto a todo, con tal de provocarlo. Sasuke lo tenía dominado y su indiferencia lo hacía sentir desamparado, como la perra en que el mayor lo había convertido.

Empezó a lamer por encima del pantalón- dócilmente-, ronroneando de gusto y empujando las piernas de Sasuke, alcanzo a tener su poya en la boca. La tela era muy delgada y Sasuke no solía usar bóxer, por lo que le resultaba fácil jugar con ella. La lamia, movía de un lado a otro y finalmente, consiguió hacerla reaccionar. En pocos segundos, estaba más dura que un mástil, pero el azabache lo seguía ignorando.

-¿No te da morbo, hacérmelo aquí en el porche?- dijo mientras se incorporaba y desnudaba lentamente- En el piso o encima de este sillón.

Pego sus labios a la oreja del mayor.

-¿O prefieres que me restriegue en el barro, tal y como estoy ahora, hasta quedar sucio y pegajoso? –Sasuke ni se inmutaba- Ven y cógeme Uchiha-le susurró- hazme gritar como a ti te gusta, mmmm?

Lamio su oreja.

Se tiró en el suelo completamente desnudo, frente al mayor y con las piernas abiertas. Su pene estaba erguido pero aun así no lo toco.

-Las perras no se vienen por delante, sino por detrás verdad Sasuke. ¿A qué te sientes orgulloso de mi?, me has entrenado bien.

Se llevó una mano a la boca y empezó a lamer sus dedos con lascivia mientras la otra jugaba con sus pezones. Los halaba y retorcia entre sus dedos.

-Ahhhmmmmm, amo- gimió.

Finalmente termino de embadurnarlos y llevándolos a su entrada, empezó a jugar con los bordes esta. Podía notar como palpitaba y rogaba por sus dedos, por lo que dejo que uno de ellos resbalara dentro de él. Gimió extasiado y no tardo en meter un segundo. Se dedicó a explorarse y a buscar ese puntico que Sasuke siempre usaba en su contra. Entonces lo encontró.

Fue como tocar el interruptor de su placer, envió descargar por todo su cuerpo hasta hacerlo arquearse y jadear impresionado.

-Sasuke, es tan bueno cuando me tocas aquí. ¿Debo presionar con fuerza, amo?

Como si hubiera recibido una afirmación, se penetro con tres dedos y golpeo ese punto incesantemente. Aparte, tener al azabache frente a él, mientras le regalaba ese show lo dejaba completamente drogado.

-Ahhh, amo, ¡más fuerte! Mmm~- siguió masturbándose con movimientos constantes y circulares.

Elevo sus piernas hasta que las rodillas quedaron a ambos lados de su rostro, mientras su rostro mostraba las expresiones más obscenas que podía colocar. Decidió jugar un poco más, antes de correrse y ahora utilizaba las dos manos. Abrió su entrada lo más que pudo y se embestía con seis dedos que lo llevaban a la locura.

-Ahhhhh, ahhhhhh mmmmmgmmm. Así, tan rico ahhhhhh.

Su lengua salía de su boca, sediento por más y su saliva le escurría por la comisura de sus labios. Se penetraba más a fondo, ya casi estaba a punto. Sus ojos se velaron por el placer y no era consciente de donde estaba ni podía ver nada en concreto. Solo su placer importaba.

-Por favor amo, mírame- rogo-, ahhhhhh ¡mírame!

Se corrió con un fuerte grito de gozo y su esperma salía sin control, esparciéndose sobre él y encima del suelo de madera. Jadeo agotado por unos minutos, tirado como una estrella en el portal y esperando a sentir como Sasuke, bajaba del sillón para reclamarlo. Pero eso, no paso. Levanto los ojos para observar sus movimientos.

No lo estaba mirando como un pervertido y tampoco parecía querer reaccionar. Seguía empalmado, ¡pero como si con el no fuera! Simplemente…, seguía leyendo.

-Hijo de puta- susurro sin creérselo-. Debes estar de cona.

Sus ojos adquirieron un tono rojizo y esta vez, no era por la excitación. Todo lo que había hecho por él y ¿se daba el lujo de ignorarlo como basura?

-¡Esta humillación me la pagas teme! ¡La próxima vez, vas a pajearte con ese puto libro!

El aludido, se limitó a pasar la siguiente página con pereza.

Naruto salió corriendo, ofendido, degradado y por encima de todo, con unas ansias de venganza que no se iba a tragar. No vio como Sasuke, aun con la vista fija en las líneas, esbozaba una sonrisa arrogante y prepotente. Levanto los ojos del libro y miro al lugar, por donde había desaparecido el rubio

Estaba feliz de haberlo convertido en una fierecilla, que ahora tendría que domar a la fuerza. Naruto realmente lo había puesto a tono y planeaba recompensarlo por ello.

-Zorrita traviesa- ronroneo el mayor.

Pero antes de incorporarse, para buscar a su mascota, un rubio subido en el techo, le dejo caer un cubo de agua helada encima. El azabache no salía de su asombro, al verse empapado de pies a cabeza y su intención de premiarlo, se fue por el desagüe.

-¡Sírvete bien, BASTARDO! Jajajajajajaja

Entonces, nació el sharingan legendario y su instinto asesino se activó. Lentamente levanto la vista para ver a Naruto y este casi se caga del susto, al ver ese brillo psicópata en sus ojos rojos. El mayor no se veía feliz con lo acontecido y el menor, ya se estaba arrepintiendo. ¿Bastaría con una disculpa?

-Etto~

Repentinamente, perdió de vista al azabache, cuando este entro como una exhalación en la cabaña, obviamente dispuesto a cogerlo y matarlo de la forma más dolorosa posible. O eso pensaba Naruto. De repente, el mundo no le pareció lo suficientemente grande para esconderse.

-UZUMAKI NARUTO, ¿VEN AQUÍ, MALDITO ZORRO?

 

Y he aquí su castigo. Después de perseguirlo por menos de cinco minutos y dejar la casa patas arriba, Sasuke había conseguido agarrarlo. Lo había llevado a rastras hasta el sofá, dejándolo boca abajo y haciendo tiras de sus pantaloncillos, empezó a azotarlo sin remordimiento y con sana. Le golpeaba las nalgas una y otra vez, sin detenerse y cada vez más fuerte, dejándolas rojas y dolorosamente sensibles. La posición variaba en ocasiones, pero siempre su trasero quedaba expuesto para recibir los golpes y Sasuke se burló de el con sorna, al ver que el menor se había excitado con ese trato. Pero no era su intención hacerlo feliz.

Tratándolo de perra en celo, lo obligo a caminar a gatas por toda la casa y ahora lo tenía amarrado a la ducha del baño, con la cuerda lo suficientemente corta para impedirle sentarse o agacharse siquiera, el agua caliente cayéndole sobre la cabeza, amordazado, un dildo profundamente metido por el culo y lo peor de todo, una corbata amarrada a la base del pene.

¿Qué cuánto tiempo llevaba así? Todo el puto día.

Desde que se levantó con los mejores ánimos para complacer a su dueño, hasta el momento en que empezó a caer la noche. A través de la ventana podía ver como el sol se ocultaba y por más que chillaba y lloraba por correrse, Sasuke no tenía compasión. ¡Ni siquiera sabía en donde estaba ese maldito!

Deseaba sentarse, llevaba horas allí parado, en la misma posición y su pene estaba rojo por el aguante que se había obligado soportar. Podía sentir el orgasmo allí mismo, al borde del glande pero incapaz de liberarse. Se frotaba una y otra vez contra la pared del baño, pero el alivio era engañoso. Solo hacía que las venas de su polla palpitaran con más fuerzas y ya estaba loco o mejor dicho, loca por ser liberada.

Su garganta le dolía por los gritos que no podía emitir, pero que sin embargo eran escuchados por el mayor. Desde el salón, Sasuke tenía una vista esplendida del sufrimiento del chico, aunque este no lo supiera. Podía ver sus desesperados intentos por correrse o como hacia amago de sentarse sin conseguirlo. Incluso llego a preocuparse, cuando Naruto agotado y adolorido, se dejaba colgar de las cuerdas y así tener algo de alivio. Pero todo era inútil.

Su llanto silencioso lo hacía compadecerse, pero eso era exactamente lo que deseaba. Deseaba poder tenerlo sin fuerzas, domado en su totalidad y gimiendo como pobre perra herida. Mendigando por el perdón, cariño y algo de alivio. Ya lo tenía como lo deseaba- esa noche.

Se levantó de su sitio y con una patadita, hizo que el dildo entrara aún más y para desconsuelo del menor, encendió el vibrador. Naruto grito tan fuerte, que casi pudo haberse desgarrado la garganta.

“Sasuke, por favor Sasuke suéltame”- lloraba en su interior.

-¿Qué te pasa zorrita?, pensé que te estabas divirtiendo- tomo el dildo con una mano y le dio fuertes estocadas a la próstata del rubio.

“¡Basta!”

Empezó a chillar por lo bizarro de la situación.

-Mgmmmmm gmm- intentaba gemir o gritar en condiciones.

-Espero que con esto, aprendas a no desafiarme de nuevo- lo tomo del pelo y lo obligo a mirarlo.

Su expresión le supo a gloria. Ese rubio no tenía voluntad, tal y como quería. Sus ojos nublados –de placer y dolor mezclados- su actitud sumisa y esa carita de pena, lo llevaron al cielo.

Tomo las sogas que lo amarraban y soltando un poco el nudo, le dio suficiente espacio para sentarse en el suelo. Pero al muy dobe, se le ocurrió sentarse normalmente sin tener en cuenta que el dildo, aún seguía dentro de él.

Un nuevo grito se escuchó por toda la cabaña.

-Si serás estúpido- lo humillaba-. ¿Tanto te gusto que aún no es suficiente? Tal vez debería dejarte aquí toda la noche.

Naruto lo miro asustado y arrastrándose a donde se encontraba el mayor, empezó a restregarse contra sus piernas, desconsolado y buscando su perdón. Levanto para mirarlo con los ojos anegados de lágrimas y busco hacer, exactamente lo que el mayor deseaba. Gimió desvalido y totalmente vencido.

-Eres una perrita astuta- El mayor se agacho y lo tomo del rostro, regalándole algunas caricias que el otro recibió gustoso.- Creo que aprendiste la lección.

Desatándolo y quitándole la mordaza, lo cargo y llevo hasta la cama. Su piel estaba arrugada por toda el agua que recibió y consciente de ello, lo toco con cuidado.

Lo recostó con cuidado y posicionándose entre sus piernas, extrajo el dildo con fuerza y acto seguido lo penetro,.

-~mo… amo- gimió, incapaz  de gritar más.

-No te preocupes cariño, a partir de ahora te lo hare muy suave.

Pero él no necesitaba eso. Él lo necesita duro y salvaje, por lo que se volteo con las pocas fuerzas que le quedaban, con manos temblorosas se desato la corbata de su pene y Sasuke entendió que es lo que buscaba. Sus embestidas se volvieron feroces y descuidadas, mas dispuestas a causar placer que demostrar amor y tomando el miembro de su amante, lo masturbo hasta que se corrieron a l mismo tiempo.

Naruto grito con fuerzas, impresionado con la fuerza de su propio orgasmo, reforzado por el calor del semen de Sasuke en sus entrañas. El mayor no dejaba de tocarlo y su semen no paraba de salir. Era el más largo de su vida y por mucho, el mejor. Después de desahogarse siguió gimiendo entre los brazos del azabache. Este lo besaba lento, cada parte de su cuerpo con devoción y un cariño desmedido.

Ahí estaba otra vez, disculpándose y demostrándole que realmente se preocupaba. Le encantaba sentirse así, que solo a él le daba esos mimos. ¿Quién no se convertiría en la mascota de alguien, si recibía ese trato y sobre todo, esos castigos?

-¿Sasuke?

-¿Dime? ¿Qué sucede pequeño?- dijo mientras besaba su abdomen y saltaba a su clavícula.

-Yo…, creo que- dudo unos segundos-, creo que te amo.

El mayor abrió los ojos- sorprendido- y se levantó para mirarlo. Pero este se había quedado, convenientemente dormido.

-Zorrita traviesa- sonrió y le acaricio una de sus mejillas-. Yo estoy seguro de que te amo, Naruto.

Notas finales:

Quiero reviews. Personalmente creo que me los merezco, pero eso queda a su consideracion.

Pero es lo unico que pido para ser feliz, ;)

Gracias por leer, Lilycha10


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