Necesitaba pensar, su mente era un nudo de ideas encontradas con respecto al ex caballero de unicornio, su sola compañía le era tan necesaria como el aire que respiraba, había habia escapado como un gato asustado y ahora se arrepentía mil veces de haberlo hecho, como pudo ser tan tonto y alejarse de esa forma? Salir corriendo y refugiarse entre sus pinturas y bocetos en la ultima habitación de la torre, ese lugar al que Yato no podría llegar jamas, o hasta ese momento era lo que suponia.
-Eres un tonto Atla-se recrimino tantas veces como le fue posible-por que eres tan cobarde?-observo sus manos llenas de ese carboncillo negro y las sacudio con rapidez sobre sus ropas- Necesito salir de este lugar y buscar ayuda-suspiro cansado y se presiono su cabeza masejeando con suavidad cerca de sus sienes, una sonrisa apenas impresindible se dibujo en sus labios-Teneo... es sabra que hacer... el me puede aconsejar!-se dijo asi mismo.
Recogio sus cosas, las guardó con tranquilidad y a escondidas de Yuzuriha se abrio paso al santuario.
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El joven aprendiz de tauro se habia convertido en un caballero dorado honrando la memoria de su maestro, ahora custodiaba junto a Shion parte del santuario y se dedicaba a reclutar jovenes aprendices para recuperar parte de la orden perdida.
Un cambio en el ambiente le hizo dibujar una sonrisa, dejo su entrenamiento a un lado y espero paciente que la figura del pelilila se terminara de completar frente a sus ojos.
-Es bueno verte de vez en cuando sabes?-habló y el joven lemuriano sonrio mientras se acercaba-a que debo tu visita Atla?-pero el joven solo torcio levemente du boca y se dejo caer en el frio piso, Teneo era un chico paciente, sobre todo con ese pelilila que ultimamente le despertaba ciertas emociones- bien ... -se acerco a su lado y palmeo su hombro.
-Tengo un problema...-murmuro Atla, Teneo solo volteo su rostro esperando que su amigo continuara-me siento un poco confundido...- murmuró apenado, el chico sonrió.
-Bueno...-habló finalmente- no se si te sirva de consuelo pero últimamente me he sentido confundido tambien-los ojos verdes de Atla se clavaron en los suyos, y una sonrisa se dibujo en el dulce rostro del pelilila-por lo menos parece que te alegre la tarde-el lemuriano asintió-¿Quieres un te?...-sonrio y se incorporó del suelo tendiendole la mano a su amigo, atrayendolo hacia él y rodeando sus hombros con sus brazos, de nuevo un escalofrio recorrió su espalda cuando el calor de Atla se infiltró entre su piel al corresponder el abrazo que el le brindaba, cerro sus ojos y lo alejó con suavidad, recordo las palabras de Shion recordando le que el amor es algo que los caballeros dorados no podian disfrutar a plenitud-vamos...-le hablo con suavidad y lo dejo pasar antes que el para internarse en el inmenso templo de tauro.
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La tarde se habia ido demasiado rapido para el gusto de Yato, quien ahora se paseaba de un Lado a otro frente a la torre, Yuzuriha habia partido a una aldea cercana en busca de provisiones y el se habia quedado con la tonta excusa de sentirse cansado, pero la verdadera razon era la desaparicion del lemuriano desde horas tempranas, finalmente se dejo caer en el suelo y bufo con visible molestia.
El viento fresco de la noche de repente se vio interrumpido por una quietud y luego una luz que se tranfiguro en el joven pelilila.
-Vaya vaya...-dijo en un tono cercano al sarcasmo-¿Donde estuviste toda la tarde enano?-Atla se quedo por un momento en silencio tratando de borrar la sonrisa que Teneo habia impreso en cara-oye... -reclamo molesto mientras se acercaba mas al pelilila que parecia abstracto en sus pensamientos.-¿no me vas a contar cierto?
Atla solto un suspiro de resignacion.
-Pase todo el dia con Teneo en el templo de Tauro- contesto finalmente mientras cruzaba sus brazos sin perder de vista a ese chico inquisidor-no recuerdo que te importara tanto mi ausencia- murmuró volteando su rostro hacia otro lado.
--Pues para tu información si me interesa-respondio Yato dandole la espalda, escondiendo el sonrojo en su rostro-puedes estar en peligro - murmuró bajando un poco la voz, Atla giro de improvisto- pero al parecer estabas muy bien acompañado...
El lemuriano no sabia como responder e eso, realmente jamas se imagino que Yato le dijera algo como eso, jamas. Por su lado el ex santo se encamino havia dsu lugar favorito, justo detras de la torre, donde el cielo se podia apresiar a plenitud sin las antorchas que ya ardian en la entrada.
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Atla se apuro a ingresar dudoso de seguir los pasos del griego, Teneo le habia aconsejado dejar a un lado el temor y la verguenza...
FLASH BACK
-Atla... si quieres cerciorarte de los sentimientos de Yato, deberas dejar esa verguenza que te domina- sonrió Teneo llevandose la taza hasta sus labios y dando un largo sorbo-el ex caballero de unicornio es algo testarudo, tenle paciencia.
-No me consideto capaz...-murmuto con su cabeza baja.
Teneo detuvo su bebida y lo observó con su entrecejo fruncido mientras negaba con lentitud-eres bien parecido Atla - habló con su ahora ronca voz-si Yato no te corresponde es por que es un gran tonto-las mejillas del lemuriano se encendieron de forma adorable-yo que tu voy y le digo que me gusta .... no tienes nada que perder mas que un estorbo en tu vida, ademas ... yo siempre estaré aqui para ti.
Atla suspiró mas animado y terminó su te de golpe, le dio un abrazo a su amigo y regreso a casa.
FIN FLASH BACK
Ahora estaba en problemas, su amado unicornio pensaba que el y Teneo posiblemente tenian algo mas que esa inquebrantable amistad, suspiró profundo y se apareció en su habitación, abrio la ventana y recorrió con sus esmeraldas el paisaje oscuro iluminado solo por la luz de la luna, dejó que el viento acariara su rostro y encendio la pequeña lámpara que colgaba en el centro de su habitación.
-Dime la verdad...-el tono de esa voz que escucho a sus espaldas le erizó la piel.
-Yato... como hiciste para...-Atla se vio rodeado por los brazoz del castaño, sintió su respiracion en su cuello-espera...-murmuró con dificultad.
-Dime la verdad... ¿Tu y ese toro dorado tienen algo?
-De que hablas Yato...-la mirada severa del unicornio lo recortia de pies a cabeza-dime... ¿eso te importaria?-el pelilila apartó el agarre que ya le marcaba la piel.
El silencio reino por unos minutos antes que el castaño se volteara y caminara fuera de la habitación.
-Yuzuriha me mostro un camino secreto hasta esta habitación...-comentó finalmente-pensaba decirte que... sabes que olvidalo...