Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Aquella Promesa" por Tatsumi

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes son propiedad de Fujimaki-sensei :)

Bueno, he aquí mi primer fanfics de Kuroko ! con una de las otp de mis amores :3

Notas del capitulo:

La primera parte es narrado por Atsushi hasta que la historia da un "salto" y después comienza a ser narrado por Akashi.

Todo está escrito en primera persona

Espero que sea de su agrado =)

Capitulo 1 : “Aquella promesa que aún nos mantiene con vida”

 

 

 

-Te lo estoy diciendo…

 

…Creo que suavemente lo susurro, simplemente no podrás escucharme desde donde estoy– encerrado en esa lúgubre habitación intentaba retener mis lágrimas, pero fue inútil.

 

Esta noche, esta noche y todas las noches desde la última vez que nos besamos, quisiera volver a tenerte, una y otra vez… recorrer cada centímetro de tu cuerpo, sentirte, olerte, amarte… como antes.

 

Tú por siempre serás mi ángel, aunque ni siquiera sepas que estoy aquí. No sabes ni cómo ni cuanto te extraño, como te he extrañado todo este tiempo – ahora desparramado en la que había sido mi cama por más de dos meses, otro sin fin de lágrimas comenzaron a escurrirse por mis pálidas mejillas.

 

 

Aka-chin y yo éramos pareja desde el segundo año de Teiko, cuando apenas teníamos 14 años, pero el padre de mí pequeño pelirrojo apenas se enteró nos separó llevándose con él a Aka-chin a vivir a Kyoto, dejando atrás dos largos y hermosos años de relación, obligándonos a terminar y cortar todo tipo de comunicación.

 

Desde aquel entonces ya han transcurrido 7 años. Yo aún no he podido olvidarlo, incluso si quisiera, mis sentimientos son tan fuertes como la primera vez. Los recuerdos aún son tan vivos. Simplemente quiero volver a sostenerlo entre mis brazos y sumergirme en ese olor y cuerpo que tanto “seguía” añorando, pero ya era demasiado tarde, ya no puedo aunque quisiera seguir esperando.

 

 

-“Te amo, Aka-chin… sé que siempre estaremos juntos; toda la vida.

 

-Sí, Atsushi... toda la vida, aunque… pase lo que pase y esté donde esté, mi corazón, mi cuerpo y alma serán tuyos por siempre, lo prometo. Prometo que volveré por ti mi querido Atsushi”– recuerdos que de golpe invadían mi ya podrida mente, me destrozan, me hunden y me ayudaban a seguir muriendo, lenta pero de la forma más dolorosa.

 

 

¿Acaso fueron sólo mentiras? Todas aquellas palabras, llenas de sentimientos lindos y sinceros – cerré fuertemente los ojos -Aka-chin… – suspiré profundo, con el pecho oprimido… lleno de dolor y sufrimiento.

 

“Te amo tanto. Aún.

 

Hasta llegué a pensar que ambos nos habíamos vuelto uno, incluso estando separados

 

Solamente diré que, te necesito ahora más que nunca, ya me queda poco… por favor – supliqué inútilmente.

 

Donde quiera que estés dame una señal de que todavía me amas, así podré irme tranquilo.

 

¿Siempre te haré sonreír? Te pregunté uno de aquellos días… como quisiera volver el tiempo atrás.

 

¿Donde quiera que estés Aka-chin? Nos amaremos… aseguré apretándote fuerte contra mi pecho

 

Siempre estaré a tu lado – prometiste, otra vez… y sin importar que digas te creí. Incluso sólo al pensar en ti, surgirán nuevamente estos sentimientos.

 

Te prometo un "por siempre", ahora. – me levanté de la cama, pero no tenía fuerzas. Mis pensamientos me consumen vivo, quiero verlo, sentirlo, hacerlo mío… una vez más.

 

Ya estoy en la parte final de esta enfermedad que me consume cada gota de energía.

 

Le pedí como último deseo a todos mis amigos que trajeran a Aka-chin, pero desde eso ha pasado mucho tiempo, sé que no han podido dar con su paradero. Yo le decía a Muro-chin que esta enfermedad me dio sólo por pena, porque extrañaba demasiado a mí pequeño Aka-chin, quizás hubiese vivido más tiempo o por lo menos más feliz si él hubiese estado a mi lado…

 

 

“Mis lágrimas fluyen

En un mundo en el cual sólo tu existes

Una vez más, esperando tú regreso”…

 

Ya ni siquiera sé qué día es, sólo sé que tengo miedo de no verte ni siquiera en estos mis últimos días. Simplemente no podré morir tranquilo si no veo tu linda carita, esos ojos tan profundos, que aunque los demás los vieran fríos, yo los veía llenos de amor hacia mí, llenos de sentimientos ocultos pero puros e inocentes, sé que si no fuera por tu padre quizás en este momento a pesar de la etapa final y más terrible de la Leucemia por la que estoy pasando no estaría tan triste ni tan vacío como me siento ahora.

 

Me aferraré hasta el último suspiro de vida que me quedaba sólo pensando en ti y en cuando éramos felices, te amo Aka-chin, pero ya no puedo seguir esperando… ya no queda más fuerza, ya no hay más energía ni siquiera para suplicar verte una última vez. Simplemente creo que me rendí.

 

Cuando creí que exhalaba mi último segundo de vida se abrió la puerta con fuerza, en la habitación entraba corriendo Aka-chin y detrás de él dos sujetos que aparentemente eran sus guardaespaldas

 

-Atsushi…- se detuvo al verme en tal grado de devastación, llevó sus manos a su cara y gritó con fuerza mi nombre antes de que fuera sacado por esos hombres.  Por un momento pensé que era o había sido una pesadilla, hasta que entró nuevamente el amor de mi vida acompañado por mis amigos, este es el hospital privado de Mido-chin así que supuse que tuvieron que sacar a la fuerza a esos tipos que de apariencia ya eran desagradables

 

-Aka-chin- abrí mis ojos con sorpresa, en verdad era mí más querido Aka-chin. Mi sueño y anhelo, todas mis suplicas fueron escuchadas. Lloré, lloré al sentir sus brazos rodeando mi cuello, sus labios besando los míos. Lloré como el niño adulto infantil que soy- mis amigos nos dejaron solos

 

-Atsushi… prometo no volver a irme nunca más y si has de morir por favor llévame contigo que no quiero volver a estar sin ti, nunca más Atsushi…- me emocioné aún más cuando se acomodó en mi pecho, me sentí feliz cuando sus lágrimas se escurrían en mi camisa, mientras con su dulce voz me decía que no se quería volver a separar de mí.

 

 

Desde ahora sé que no necesito una razón

Cariño, solamente te quiero a ti

Día tras día.

A partir de este momento

Y para siempre, por favor

Hasta la muerte, quédate conmigo…

 

 

Me besó, me besó con pasión mientras sentía que mis ojos se cerraban lentamente, después ya no sentí nada más. Sólo esto me faltaba para morir, verte una vez más.

 

 

Donde quiera que estés

Siempre te haré sonreír

Donde quiera que estés

Siempre estaré a tu lado

Te prometo un "te amaré por siempre ", ahora y por la eternidad…

 

 

El día que nos conocimos es uno de los recuerdos que más atesoro con cariño

Y el día de hoy, será este nuestro último recuerdo más preciado.

 

Para poder amar sinceramente a una persona y para poder volverme una persona dulce y sincera mantendré por siempre el amor que existe en el fondo de mi corazón.

 

 

Donde quiera que esté... siempre estaré contigo… Aka-chin, gracias por venir y hacerme el hombre más feliz del mundo!

 

 

 

 

<--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------->

 

 

 

 

Entonces desde ese día en que mi padre nos separó mi vida se transformó en tragedia, me mantiene vigilado día y noche, puedo ocupar la computadora sólo cuando está mi tutor y ni hablar de tener un celular propio. Comenzaba a transformarme en su robot, hablaba sólo lo justo y necesario, de vez en cuando comía (me obligaban) mi vida eran la escuela y la casa y así, habían guardaespaldas por todas partes, me iban a dejar a la escuela e incluso desde ahí me vigilaban. Intenté luchar muchas veces pero fue inútil, cada vez que intentaba algo salía lastimado, ellos (los que me vigilaban) tenían derecho a golpearme si era necesario. Salí muchas veces sangrando, adolorido y moreteado. Este tiempo sin ti mi querido “pequeño gran amor” ha sido tremendamente horrible, pero pienso en la promesa que te hice y la vida vuelve a tener sentido.

 

Pero no mentiré, en realidad intenté muchas veces suicidarme, pues sí, simplemente no podía con esta presión, todo era asquerosamente triste, no hacía nada más que pensar en ti, en lo que vivimos, en todo lo que te amo, en tus besos, en cuando hacíamos el amor… te extraño tanto. Quiero sentirme amado y protegido, estar entre tus brazos, hacernos uno.

 

 

Y así ha transcurrido el tiempo, todo igual… ya ni siquiera sé cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que nos vimos, sólo sé que mi mente y cuerpo siguen siendo tuyos, por siempre.

 

 

Eran los días cercanos a mi graduación de la universidad así que fui a terminar unos asuntos a ella, sólo para hacer tiempo me quedé en el salón preparando unos papeles. Iban a ser cerca de las 9 de la noche y comencé a prepararme para ir a casa. No alcancé a levantarme del asiento cuando vi entrar a dos de mis guardaespaldas, quienes me esperaban afuera, a esas alturas del día ya no quedaba nadie en la universidad aparte de nosotros tres. Como ya empezaban a apurarme caminé hasta la puerta y uno de ellos me interceptó...

 

-Disculpe señorito pero se le quedó algo sobre la mesa- señaló, cuando me di vuelta a mirar me quitó el bolso tirándolo fuertemente al suelo

 

 

-¿Qué es lo que te pasa?- le pregunté mientras me arrastraba por el piso totalmente sorprendido, estaba asustado- ¿Qué es lo que quieren?- dije mientras veía como el segundo sujeto se me acercaba de manera sospechosa

 

-Sólo vamos a jugar un rato contigo, no te asustes ni siquiera intestes gritar porque nadie vendrá a salvarte- sonrió con ironía, quitándose la camisa. ¿Qué era lo que sucedía? Ahora si no entendía nada.

 

Sólo pude pensar que era una broma de mal gusto, cerré fuertemente mis ojos por un segundo intentando despertar de lo que parecía ser una pesadilla, cuando los abrí vi a los dos tipos (mis guardaespaldas, vigilantes, dueños de mi libertad) aún más cerca que antes, mientras uno me agarró con fuerza el otro comenzó a quitarme salvajemente la ropa

 

-¡Basta!- grité con desesperación, cabreado, aunque hubiese querido quitármelos de encima no pude, desde la mañana me sentía algo mareado y cansado y aquellos sujetos me doblaban en peso y tamaño

 

-Eres realmente una delicia- me dijo el más bajo de los tipos, quien lamía con descaro mi blanco cuello mientras el otro cobardemente me maniataba con mi propia corbata

 

-Agh- dije con la voz entrecortada por el asco que tenía al sentir sus lenguas recorrer mi boca- ustedes saben que mi padre es importante y si se les ocurre seguir con esto voy a hacer que los joda por toda la eternidad- terminé por decir con un tono autoritario intentando zafarme de aquel brusco agarre

 

-Ha, ha, ha... la verdad es que si estamos aquí es precisamente para joderlo a él,  así que  no vengas con tus amenazas estúpidas, además date por enterado que nos pagaron por hacer esto- sonrió burlesco mientras continuaba besándome de forma violenta

 

Terminaron por quitarme los pantalones y la ropa interior dejando mi cuerpo desnudo a vista y paciencia de ambos, quienes siguieron por terminar de quitarse la ropa rápidamente para follarme.

 

No comprendía lo que sucedía, estaba completamente descolocado, ellos eran del personal de mi vigilancia personal desde hace varios meses, entonces ¿Me habían estado vigilando con otras intenciones desde ese tiempo? ¿En realidad eran enemigos de la reconocida familia Akashi?... ¿Por qué me pasaba esto a mí?- pensaba con el temor grabado en mi rostro. Intenté una vez más resistirme obteniendo para variar sólo golpes de vuelta, en realidad mi pequeño y descuidado cuerpo no ayudaba en ese entonces.

 

Uno de ellos me recostó en el gran y frío piso de aquel salón, dejándome boca abajo con las manos atadas en la espalda, el más alto de ellos prosiguió a sacar una de las escobas que se encontraba en ese momento en la sala. Sin lubricar ni adaptar aquella estrecha entrada la metió de un sólo golpe haciendo que me revolcará de dolor. Comenzó a moverlo rápidamente sin siquiera darme tiempo a que me “acostumbrara”.

 

-I-itai- grité desesperado, aquel dolor era insoportable por lo que un sinfín de lágrimas comenzaron a deslizarse por mis golpeadas mejillas, además de un líquido color carmesí que escurría por entre mis piernas. Entones fue ahí cuando creí que la vida se terminaba para mi, todos mis sueños, mis anhelos de volver a juntarme con Atsushi fueron desvaneciéndose ¿Cómo iba a presentarme ante él así de sucio? Y pensar que todo este tiempo guardé mi cuerpo para él. El otro sujeto quien maravillado por tal situación posó su miembro en mis labios para terminar introduciéndolo con fuerza y de lleno hasta el fondo de mi garganta- N-n…- no alcancé siquiera a lamentarme cuando me veía penetrado fuertemente por mi boca y por mi parte de atrás de manera violenta y salvaje.

 

Lloré, lloré tanto que ya no quedaban más lágrimas que derramar, supliqué, rogué como jamás pensé que lo haría en mi vida, pero fue en vano.

Terminando de follarme con la escoba siguió por sacar su miembro ya erecto por la escena, aprovechó que mi entrada aún seguía entreabierta y sin dudarlo metió su excitado pene de una sola estocada.

 

Cuanto dolía…

 

Después de los minutos más largos de mi vida, ambos terminaron por correrse en mi interior, dejándome completamente lleno de su asquerosa esencia. Abrí los ojos queriendo que por fin terminaran de jugar cruelmente con mi cuerpo, pero no, aún faltaba mucho para que dejasen de violarme. No, esto definitivamente no terminaba ahí.

Cada vez que sentía sus labios y sus manos recorrer mi cuerpo me imaginaba que llegarías a salvarme, grité hasta el cansancio tu nombre, sólo quería ser feliz a tu lado, quería formar una familia contigo, pasar y disfrutar el tiempo contigo. Me sentía tan triste y vacio. ¿Por qué simplemente no pude tener una vida normal?

 

Al pasar de una hora desperté tirado aún en el piso del salón, con la ropa a medio poner, sucio, golpeado, exhausto y más que adolorido. Por algunos segundos pensé que todo había sido una pesadilla, pero claramente no lo había sido. Como pude me levanté, ordené mis cosas que estaban dispersas por todas partes, además de haberme violado brutalmente se habían llevado mi dinero, el poco dinero que mi padre me daba. Nada en este mundo podría ser peor.

 

Salí de la universidad por la parte de atrás ya que vi llegar el auto de mi padre, seguramente estaba “preocupado” de porque aún no llegaba a casa. Esta sería mi oportunidad para reencontrarme contigo mi querido Atsushi, corrí lo más fuerte que pude incluso sentí que mis piernas ya no podían seguir soportando siquiera mi propio cuerpo pero definitivamente no desaprovecharía esta oportunidad. Agarré el primer taxi que me llevara hasta Tokyo, como no tenía dinero le ofrecí al conductor un reloj Roler que tenía guardado en mis ropas, por supuesto valía mucho más de lo que él podría ganar en todo un año.

 

Llegué hasta la casa de Shintarou, aun recordaba su dirección ya que su hogar estaba muy cerca del mío cuando vivía en Tokyo. Lamentablemente fui sin saber si todavía por lo menos sus padres vivían ahí, pero me fue bien. Sorpresa, sorpresa expresaba el rostro de mi alguna vez mi gran y preciado amigo Midorima, vestía una bata blanca como de médico, sus ojeras mostraban el cansancio que debía tener. Me abalancé a sus brazos rompiendo en un llanto terrible ¿Cuánto tiempo habría pasado? ¿Siete años? O ¿Quizás más? También lo extrañé, como a la mayoría de los chicos, mi padre se encargó de cortar toda relación que tenía con ellos.

 

-A-Akashi- obviamente no podía creerlo, pero respondió a mi abrazo con tanta pasión y ternura como la mía

 

-Shintarou, ayúdame- supliqué ahogado en un llanto que parecía eterno- No me preguntes nada todavía sólo dime como está Atsushi…

 

-Akashi, él…- suspiró cansado- Él está muy enfermo… Seré sincero, él está en la etapa final de Leucemia- mis sentidos se pararon todos al mismo tiempo, lo único que me mantenía vivo era poder reencontrarme con mi peli morado

 

-¿Dónde está ahora?- mis lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas aún adoloridas, el sentido de mi vida comenzaba a desvanecerse

 

-El está en mi clínica internado, te llevo…- no quise, no pude decir ni una sola palabra, sólo pude asentir y seguirlo hasta su auto, no hablamos más, me prestó una de sus chaquetas que traía en la camioneta y me acurruqué al sentir un poco de calor familiar. El se encargó de decirles a todos los chicos que yo estaba con él y que íbamos directo a la clínica a ver a Atsushi. Llegamos y cuando me dispuse a bajar de la camioneta muchos de ellos ya estaban esperando a las afueras, me abrazaron, me besaron, me hicieron sentir como antes, querido por alguien. A los segundos después de tres camionetas blindadas bajaron tres tipos juntos a mi padre, me había encontrado. Corrí con más fuerza de la que pensé que podría tener en mi vida, les grité a mis amigos que no dejaran que me llevaran de nuevo, ellos se encargaron de cubrirme, pero fue estúpido, ya habían dos sujetos esperándome afuera de la habitación de Atsushi, sin pensarlo dos veces y con la última gota de energía que me quedaba entré a ella con los tipos agarrados a mi cuerpo, cuando por fin entré y te vi  quedé impresionado con el grado de devastación en la que te encontrabas, llevé mis manos a mi rostro. Esos sujetos me sacaron de la habitación, grité tu nombre y lloré pensando que nuevamente nos separaríamos, pero fue entonces cuando llegó Kagami y Aomine y me ayudaron con esos tipos, los agarraron duros, los golpearon y me dieron el pase para que pudiese entrar nuevamente a la habitación.

 

Me abalancé a tu cuerpo, el dolor físico y el desgaste mental que tenía se borraron por completo, ya no había nada más en este mundo que tu y yo, te abracé con fuerza para que nadie nos volviera a separar nunca más, te besé con fuerza, con pasión, con amor, con tanto o más amor que los primeros días de relación. Me acurruqué en tu pecho, sentir nuevamente tu olor me devolvía el alma al cuerpo, me volví a enamorar aún más. Fue entonces cuando sentí que tu cuerpo se desvanecía frente a mis ojos ¿Acaso este era el final? ¿Por qué si luché tanto tiempo para volverte a ver?

 

-¿Atsushi? ¿Atsushi?- grité mientras atiné a apretar el botón de urgencia, llegó Shintarou y los demás chicos que estaban esperando afuera además de un montón de enfermeras y médicos, antes de que me sacaran te besé con tanto amor que creí que así te entregaba un poco de mí vida, pero no fue así, al final caí desmayado en tu regazo y de ahí no supe nada más.

 

¿Fin?

 

 

 

Notas finales:

Se aceptan sugerencias, críticas constructivas, nokias (?)

Gracias por leer =)

PD: Gracias especiales a Kure-chan por animarme a subirlo, dedicado a ella que ama el MuraAka con la vida <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).