1._ Primer encuentro
Resoplo al entrar sin ánimos a la amplia habitación que visitaba a cada dia, a la mismas horas desde asía tiempo, después de todo la rutina de ver el amanecer desde lo alto de aquél departamento era lo único en todo el día que lo alegraba, lo admitía, ciertas cosas le resultaban hermosas y una de ellas era ver el paisaje que protagonizaba el cielo, algo totalmente común en su posición aunque siempre preferiría la oscuridad de la noche siendo contrastada con la brillante luna, pero mientras llegaba se entretuvo con su contraparte; el sol mas su deleite se término al percatarse que su tiempo de 'trabajo' llegaría.
Como todos los dias el irritante sonido de la alarma lo alertó de su despertar, seguía sin comprender porque usaban aparatos para cosas tan sencillas como levantarse o saber la noción del tiempo, algo irrelevante para ellos pero de suma importancia para esos seres aunque al ver que ciertas personas lo necesitaban comprendió por completo la creación de dichos aparatos y mas al verlo revolverse de entre las sábanas con fastidio al ser despojado de los brazos de morfeo pero así era cada día sin excepción y aún seguia sin acostumbrarse.
Se revolvio sus ya alborotados cabellos como una forma de despabilarse mas el bostezo que produjo le dio a entender que necesitaba dormir más y como si lo hubiese escuchado volvio a recostararse para buscar de nuevo algún sueño que se quedo a medías y tal vez poder recuperlo o simplemente descansar.
Suspiro sin ser escuchado, le parecia exagerado su dormir pero seguia siendo algo completamente normal para los de su especie y sumando el hecho que durmio 'escasas' cuatro horas debido a su desvelo el dia anterior lo comprendía de cierta manera, sin medir a conciencia sus acciones se acerco al dormilón arropándolo de nuevo con las sábanas y observando con curiosidad su semblante tan tranquilo que despedía al dormir. Por instantes se pregunto que tan relajante seria dormir y aun mas dejar vagar abiertamente a su subconsciente para crear sueños, hasta podría envidiarle tener tal privilegio ¿Cuanto llevaba a su lado y en ningun momento se dio cuenta de tal hecho?. Con exactitud 47 días y cada uno le parecía igual que el anterior, todavía le preguntaba si ese chico fuera a hacer tan extraordinaria hazaña que predijeron desde su nacimiento pero no pondria en tela de juicio sus predicciones y mucho menos en su primera "misión", mision que comenzaba a fastidiarle por ser tan monótona.
-Oh no!- en un rápido movimiento salio da la cama llendo directo al baño, el sonar de la regadera no se hizo esperar mas no su habitual cantar mientras se aseaba, y era de esperarse al saber que llegaría tarde a sus clases que empezarian en solo 20 minutos.
En menos de cinco minutos salió solo cubierto por una toalla enrrollada en su cintura, con gotas de agua resbalando por su rojizo cabello al igual que su pecho, con rapidez se vistió con su típico uniforme tropezando con una que otra prenda por su apuro, tomó el parche que reposaba en la comoda a lado de su cama y con delicadeza lo posicionó en su ojo derecho.
Desde que le fue asignada su mision en ningún momento le vio abrir el ojo sin saber realmente que causó que portara dicho parche aunque no le tomó tanta importancia, aquello le sucedió cuando su antecesor falló y no tenía mas conocimiento de que por esa causa fue sustituido por su 'persona' pero por otro lado le pareció tardardo su sustitución ya que habian pasado 5 años desde aquel incidente.
Cojio su mochila de debajo de su escritorio en donde le veia sentado en este con una leve sonrisa divertido por sus acciones, el ver algo diferente le alegraba el día mas no la existencia, sin mas salio prácticamente corriendo del departamento esperanzado por llegar a tiempo a sus clases, clases que después de su ajetreo se daría cuenta eran las equivocadas al llevar consigo todo el material erróneo para aquel día ya que como todos los viernes dejaban de lado todo lo matemático para dar paso a algo mas artistico pero que por su prolongada siesta olvido por completo ese pequeño detalle. Por mas que quisiera ayudar no le era permitido interactuar con él sino era una situación de emergencia y unos libros olvidados no lo eran, de hecho en todo el tiempo desde su llegada no ha tenido le necesidad de intervenir en nada sobre la vida del oji verde, bueno para este pero para él estar permanentemente al pendiente de una persona le resultaba agobiante. No lo crearon para ser el guardián de las creaciones favoritas del Señor, su existencia consistia en erradicar a aquellos que se revelaron en contra de su creador así su existencia valia la pena, salvarlos de la desgracia que ellos mismos crearon y que con suerte recibieran una segunda oportunidad mas sus deseos por volver se quedaban en eso, en deseos, deseos que no se cumplirían al estar ligado a una persona y cuidarla hasta que cumpla su cometido y así poder librarse de él, si es que tenía la suerte de no ser asignado a alguien más.
Por lo pronto no tuvo mas opcion que seguir al pelirrojo, viéndolo desde arriba de entre las azoteas de casas y edificios mientras corría a toda marcha, una acción bastante tonta a su parecer ya que por mas que corriera las puertas de la institución ya estarían cerradas al sonar la campana de entrada, podria tomar un autobús para llegar mas rápido mas le veía difícil de efectuar porque ningun autobús que pasaba por ahí llegaba al destino que queria, nisiquiera cerca de ahi, el tren subterráneo quedaba a 10 minutos, minutos que se harían mas largos al esperar otros 15 minutos para que pasara y su tiempo se vería absorbido por esto y solo tenía 15 minutos para llegar antes del toque
-correr es la mejor opción- dijo para sí
O bien podría tomar un taxi ¿no? Lo que utilizaban como forma de pago, dinero, no era impedimento para su persona o eso creía al verlo rodeado de lujos que otras personas carecían al compararlo por lo que pedir de sus servicios era lo mas acertado, eso si se le ocurria en vez de seguir corriendo, saltando obtaculos y esquivando personas, además el llegar tarde a clases no es razon para intervenir y "mágicamente" parar enfrente suyo un taxi, tampoco para hablarle y decirle "oye, te veo agitado ¿porque no tomas un taxi". El contacto directo no estaba en sus planes, no es que estuviera prohibido, al contrario, ese tipo de acercamiento era el mas eficaz para 'ellos' ya que al estar cerca de sus protegidos como algun amigo o simple conocido les daba mas ventaja a la hora de cuidarlos en ambientes mas densos a los que no podían actuar dadas ciertas circunstancias pero en su caso entre menos contacto con él mejor.
O así lo creyó...
Pero como mantener aquella idea si ahora le pedian a gritos aparecer?; en uno de los cruces el pelirrojo con el afán de no perder mas tiempo cruzaría las calles totalmente ajeno a su alrededor y por consiguiente ignorando el coche que atentaba con atropellarlo, desde arriba pudo notar que el conductor reaccionaría tarde ante la velocidad con la que manejaba y que el oji verde tampoco reaccionaria a tiempo para esquivarlo por lo que no tuvo más opción que actuar cuanto antes.
Bajo presuroso concentrándose en su próxima acción.
Se materializó corriendo a toda marcha en dirección al pelirrojo sintiendo el aire golpear con su recién adquirido cuerpo lanzándose contra él oji verde y tumbándolo en el trayecto, el auto paso en instantes a su lado mientras deban vueltas por el pavimento y finalmente quedando debajo de su cuerpo con la respiración agitada. Vaya, tener un cuerpo mas solido le causaba mas sensaciones ya que podia escuchar a la perfección el palpitar acelerado de su corazón, el incomodo picar del concreto y el peso extra de otro cuerpo contra el suyo, inclusive lograba sentir el calor que emanaba de este y no lo negó, se sentia bien aquel contacto. Ahora entendía porque a varios de sus compañeros le gustaba materializarse y degustar los placeres que no les fueron otorgados, eso si no eran descubiertos y castigados por su osadía mas en su caso (al igual que a los de su "clasificación" ese lujo les era permitido).
No tuvo plena conciencia de en que momento cerro los ojos hasta abrir uno con lentitud y finalmente ambos a saberse a salvo con su protegido que poco a poco se incorporaba viéndolo con asombro.
Conto 37 segundos en silencio absoluto, lapso que se quedó absorto de lo que ocurria a su alrededor y enfocándose solamente en aquel ojo esmeralda que le veía sin parpadear, posiblemente afectado por la caia al mismo tiempo que su rojizo cabello se movía al compas de viendo aprovechando que no llevaba consigo su tan tipica bandana y evitar tanto cabello en el rostro más su ensimismamiento no duró mas escuchar los murmullos de la gente que pasaba por el lugar preguntándose porqué un par de chicos yacían tirados al borde de la banqueta, quizas su acción fue lo bastante rápida para ser vista por sus simples ojos, nisiquiera el conductor del coche se digno en frenar para brindar ayuda a con lo que solo tuvo la culpa de pasar por allí mas fue algo a su favor ya que lo que menos deseaba era llamar la atención.
-¿Te encuentras bien?- pregunto con voz amable
-S-si- se incorporó aún extrañado -¿y tú?- le extendió la mano
-si- tomandola -¿estas seguro? No te golpeaste alguna parte?
-...no, eso creo- sin apartar su vista del contrario
-mj- dudando de su palabra rodeo su cabeza con ambas manos, estirándose un poco mas de lo que sería habitual por ser mas alto que él, y en efecto sólo resultó con leves raspones, nada que alarmarse debido a su protección a la hora de protegerlo con su propio cuerpo y evitar así un daño mayor -podriamos ir a un hospital para que te revisen- sugirió ante en hecho de no poder decir que estaba completamente sano con solo tocarlo y así saber que nada en su organismo andaba mal.
-estoy bien, enserio- parecio salir de su trance -Gracias por salvarme- trato de sonreir
-no fue nada- sonrió, cojio del suelo la mochila del pelirrojo -pero ten mas cuidado cuando cruces la calle- le extendió la mochila -¿si?
El oji esmeralda se limito a tomar la mochila y asentir levemente
-bien- le regaló una última sonrisa -adiós- comenzó a alejarse con paso calmado, el deseo de volver a su forma original se hizo mas necesario. No estaba acostumbrado a lidear con las limitaciones humanas como caminar o respirar aunque las encontraba de cierto modo fascinantes mas no el hecho de sentirse cansado por la pesadez de su cuerpo ni el incomodo palpitar de su inutil corazón, lo alarmante ya habia ocurrido por lo que no le halló sentido que siguiera palpitando tan frenéticamente y más al alejarse poco a poco de su protegido.