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Just A Little Favor por keny_shawol

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Notas del capitulo:

No supero a la Kyu-line bailando en tacones, con vestidos. El ChangMinho <3333, perfectos ellos dos.


Hola.


¡Sábado de actualización! 

Kim Jonghyun estaba a su lado, mientras Minho seguía observando. Kibum se sintió atrapado en ese momento.


 


—Así que Minho, ¿No? —Jonghyun preguntó cerca, muy cerca de él. Su brazo aún seguía apresándolo y la mirada de Minho seguía fija en ellos, en sus manos, en brazo y en su cintura, viajaba de un lado a otro. —Parece que tienes un novio muy celoso.


 


Jonghyun rió, parecía demasiado divertido con la situación, pero él no lo estaba. Le molestaba y le incomodaba la mirada de Minho. Le molestaba no poder asegurarle  a Jonghyun su relación con Minho.


 


Él ya no era su novio más. El ‘ellos’ ya no existía.


 


—Minho y yo. —Cortó sus palabras, mientras apresaba su labio inferior. Se perdió en Minho, en la manera en que fruncía el ceño y la forma en que parecía querer hacerle algo a Jonghyun. —Minho y yo. —Repitió. —Terminamos nuestra relación hace un tiempo.


 


Observó como la mirada de Jonghyun pasaba de Minho a él. Sus ojos brillaron, y a Kibum no le gustó. Conocía a Jonghyun, tal vez un poco, demasiado bien, y estaba seguro que lo que pudiera estar pensando no era lo mejor.


 


—¿Choi Minho no puede estar con la misma persona por más de dos meses acaso? —Preguntó, y sin esperar respuesta continuó. —Lo sabía, Kibum, aunque para ser sinceros, me sorprendió la noticia de su ruptura.


 


—Todo fue muy complicado.


 


—Taemin dijo algo de eso.


 


Kibum abrió los ojos cuando las palabras sonaron entre ellos. Olvidó a Minho y se enfocó sólo en Jonghyun.


 


—¿Qué dijo Taemin?


 


—Lo sé casi todo. —Jonghyun se encogió de hombros, como si no fuera la gran cosa. —Ese niño en verdad tenía una venganza planeada.


 


—Me dejé arrastrar hacia ella.


—Y te enamoraste.


 


—Lo hice.


 


Negó con la cabeza, mientras recordaba que Minho seguía ahí. Se preguntó, después de un tiempo, qué había llevado a Minho a ese lugar. Después de todo, Minho había sido muy claro en no querer verle más y había negado cada oportunidad de hablar.


 


Lo miró, mientras entrecerraba los ojos. Había una chica ahí, la reconoció segundos después como Choi Sulli. Se preguntó también qué hacía ella ahí.


 


Parecían estar peleando, Minho agitaba las manos y Sulli negaba con la cabeza. Miró entonces a Jonghyun, su vista estaba enfocada en él. Le incomodó la mirada de Jonghyun, porque no supo reconocerla.


 


—En verdad, Kibum, te hubiera advertido de Choi Minho si hubiera sabido todo esto. —Negó con la cabeza, y extendió su mano para acomodar su cabello. Kibum se sintió como un niño pequeño con ese gesto. —De todas maneras, es un buen motivo para darme una oportunidad.


 


Cuando Jonghyun sonrió de esa manera infantil que Kibum detestaba, rió. Era la primera risa desde que todo con Minho terminó y se sintió bien. Bien a pesar de ser Jonghyun el causante.


 


—Nunca funcionara, Jjong.


 


—Funciono con un actor, y sobre todo con Choi Minho. —Jonghyun señaló con la cabeza hacia Minho. —No veo por qué no con un cantante.


 


Kibum rió, divertido en verdad. Jonghyun siempre había sido la persona que siempre pedía una oportunidad sin vergüenza, le agradaba eso de él, pero era algo que nunca podría aceptar. Jonghyun y él eran similares, amaban la moda, el café, los pastelillos y tenían un carácter similar. Algo con él nunca funcionaria. Jonghyun era como el amigo divertido, pero nada más.


 


—Tentador, pero no.


 


Jonghyun tomó su brazo, mirando hacia el frente. Minho seguía en la misma posición, esta vez con Sulli a su lado. Su mirada estaba ahora en ellos, y la de Sulli también. Ninguno parecía feliz.


 


—Tal vez podrías tomarte unas vacaciones conmigo. —El brazo de Jonghyun de nuevo viajó a su cintura, y lo escuchó reír cuando la mirada de Minho se tornó más peligrosa. —Estaré de gira un tiempo. No tengo problema con que te unas a mí.


 


La idea le pareció tentadora, pero a pesar de querer descasar de todo un poco, la última persona con la que saldría de viaje sería Jonghyun. Bastantes rumores había cada que ellos se encontraban, uno más era lo último que quería.


 


—Tengo trabajo que hacer.


 


—Pero, Kibum, tal vez no sea mala idea. —Jonghyun acercó sus labios a su mejilla, quedándose a una corta distancia de él. —Tal vez con eso Choi Minho deja de querer matarme con la mirada y hacer algo más que sólo observar.


 


Los labios de Kibum se curvaron en una suave sonrisa, pero desapareció tan pronto miró a Minho de nuevo. Por un momento cruzó el dolor por sus ojos, un momento, sólo un momento. Fue en ese momento en que se separó de Jonghyun.


 


Él no debió haber caído en ese juego de Jonghyun, no con Minho a unos pasos de él.


 


—Me iré primero. —Dijo, con la mirada en Jonghyun. —Fue un placer verte, Jonghyun.


 


Jonghyun sonrió, mientras asentía. Kibum decidió aprovechar esa oportunidad para hablar con Minho. Ya que él estaba ahí, entonces tendría que escucharlo una vez más.


 


—Sólo una cosa más, Kibum. —Jonghyun tomó su muñeca, impidiendo su huida. Kibum entrecerró los ojos cuando la mirada de Jonghyun se enfocó en Minho. Sonrió antes de acercarse a él y entonces besó sus labios, tan suave y tan rápido que Kibum pensó que lo soñó. —Tal vez Choi Minho despierte con eso.


 


Entonces Jonghyun se alejó con esa sonrisa arrogante que lo caracterizaba y Kibum se quedó ahí, paralizado y asustado. Cuando su mirada viajó a Minho, él se marchaba con pasos rápidos y golpes a personas.


 


Kibum corrió detrás de él, golpeando a las personas con sus pasos. Minho caminaba rápido, y serpenteaba entre las personas.


 


Kibum necesitaba que se detuviera, que dejara de caminar y escuchara cada palabra que tenía para decirle.


 


Se preguntó en qué estaba pensando. Debió alejarse de Jonghyun antes que todo se descontrolara. Pensó en miles de cosas, en Minho, en Jonghyun, en el beso, en lo que Minho pudiera estar pensando, en todas las personas en el lugar, y las miradas que, seguramente, tuvieron sobre ellos.


 


Kibum caminó con eso y más detrás de Minho. Sonriendo a las personas que lo hablaban y disculpándose con otras.


 


Fue cuando Minho se perdió detrás de un pasillo que pensó que no lo alcanzaría. Pero fue también cuando los miembros del staff pasaron tras él que se enteró dónde estaba Minho. Según los chicos, Choi Minho, el actor, se perdió en el estacionamiento.


 


Con esas palabras, Kibum caminó lo más rápido que sus pies le permitieron hasta el lugar. Minho estaba ahí, cuando llegó al lugar. Hablaba, o más bien le gritaba, a alguien por teléfono y caminaba hacia su vehículo.


 


—¡Minho!—Gritó, logrando que Minho mirara por sobre su hombro. Sus miradas se encontraron, pero Minho siguió caminando sin siquiera detenerse. —¡Minho, espera, por favor!


 


Fue con esas palabras que Minho se detuvo. Terminó también su llamada y guardó su móvil en uno de sus bolsillos. Sus pies también se detuvieron con eso y esperó a que Minho le mirara.


 


Pero eso no sucedió. El cuerpo de Minho estaba rígido en su lugar y sus puños caían a cado lado de su cuerpo. Kibum encontró eso como una mala señal. Él nunca había visto a Minho molesto, no al menos como lo estaba en ese momento, y tuvo miedo de lo que pudiera estar pensando.


 


—Minho. —Comenzó, cuando entendió que Minho no le miraría. —Sólo escúchame, ¿sí? Sólo déjame explicarte las cosas.


 


Sus palabras no fueron las mejores, pensó, cuando Minho comenzó a avanzar hacia su vehículo de nuevo. Y esa vez a Kibum no le importó si Minho estaba molesto o no, corrió hacia él, tomando su muñeca antes que pudiera escapar.


 


Minho continuó su camino a pesar de su mano contra él y fue entonces que Kibum no lo pensó un segundo más y abrazó el cuerpo de Minho por la espalda.


 


Fue rápida la manera en que sus cuerpos chocaron, también los pasos de Minho se detuvieron de golpe. Lo sintió tensarse contra él, pero tampoco le importó.


 


Se sentía bien tener el cuerpo de Minho contra él, a pesar de la manera. También se sentía bien sentir el aroma de Minho contra su nariz. Dios, había extrañado abrazarlo demasiado.


 


—Minho. —Dejó caer la cabeza contra su espalda. Por un momento lo sintió relajarse, sólo un momento. Pero de nuevo el cuerpo de Minho se tensó. —Sólo escúchame una vez, si no me crees después, dejaré de molestarte, ¿Bien? Sólo una oportunidad.


 


Minho no respondió, pero tampoco esperaba que lo hiciera. Tomó una respiración profunda, permitiéndose sentir la calidez de Minho sólo unos momentos.


 


—No sé qué decirte, no sé cómo explicarte sin que todo suene mal. —Habló, sin pensar demasiado en sus palabras. —Estuvo mal, lo sé. No fue la manera correcta de ayudar a Taemin, pero me dejé arrastrar por él. Pero, Minho, si no hubiera hecho nada de esto, jamás te hubiera conocido. Y tú eres lo mejor que me ha pasado. Has sido el respiro que necesitaba de mi vida.


 


Habló con palabras torpes y susurros entrecortados. No sabía exactamente si eran las mejores palabras, pero eran las únicas que tenía.


 


—No me arrepiento de haberte conocido. Te amo tanto, ¿Sabes? Y volvería hacerlo, sólo para conocerte otra vez. —Las lágrimas comenzaron abandonar sus ojos y no le importó dejar el rastro contra el traje de Minho. —Sólo quería un momento para respirar, y contigo lo logré. Fui egoísta por tomarte en esto, lo sé, y espero que puedas perdonar eso.


 


Sus manos se aferraron a la camisa de Minho, disfrutando a pesar de las lágrimas ese momento en donde lo tenía de nuevo en sus brazos.


 


—Nada de lo que pase contigo fue mentira. —Sus manos se abrieron y sus dedos acariciaron por sobre la camisa de Minho. Sabía que estaba jugando con su suerte, pero tener a Minho cerca era más de lo que podía soportar. —Todo lo que te dije era cierto. Amo la repostería y odio diseñar para mi madre. Nunca ame a Dongwoon de la manera en que lo hago contigo. Sólo tu conoces al verdadero Kibum.


 


Las palabras murieron después de esa frase, porque ya no sabía que más podía decirle. Todas sus palabras era la más grande explicación para todo y todas sus verdades también.


 


Todo lo que podía y tenía para decirle estaba dicho, ahora era sólo el turno de Minho para creer en todo o sólo alejarse.


 


—¿Minho? —Susurró, aún con las lágrimas cayendo por sus mejillas. —Por favor, dime que me crees. Por favor, dime que puedes darme sólo una segunda oportunidad.


 


La cabeza de Minho subió y Kibum moría por ver sus grandes ojos y reconocer lo que pudiera estar pasando por él. Pero Minho seguía con la espalda contra él y las manos a cada lado de su cuerpo.


 


Fue cuando Minho subió las manos y tomó las suyas, que Kibum tuvo un esperanza. Las manos de Minho se quedaron unos momentos apretando las suyas, y después las soltó y se alejó de él.


 


Minho caminó sin mirar hacia él y Kibum tomó eso como su respuesta. Lo miró caminar con pasos rápidos y perdiéndose entre los vehículos.


 


Se quedó justo ahí, escuchando el vago sonido de un vehículo siendo encendido y después marchándose.


 


Su móvil sonó minutos después. Era su madre. Kibum rechazó la llamada y entonces abandonó el lugar también, con las lágrimas perdiéndose contra el suelo.


 


 


 


 


Cuando Minho entró en su casa, recordó que Changmin y Sulli seguían en el desfile. Negó con la cabeza, mientras llevaba una mano a su cabello y despeinó. Estaba cansando, con un fuerte dolor de cabeza y sobre todo molesto.  


Pero sabía que merecía todo eso. Era un masoquista después de todo, él fue el que quiso ir a ese lugar en primer lugar. Él fue el que quería ver a Kibum en ese entorno que él desconocía por completo.


 


Envió un mensaje a Changmin, mientras se dejaba caer en el sofá, se disculpó con ellos y cerró los ojos cuando la palabra ‘enviado’ iluminó su móvil. 


 


Estaba tan molesto con Kibum, con sus sonrisas frías y sus miradas serias. Estaba molesto con esa colección, con la ropa que Kibum llevaba, con la manera en que todos lo observaban como si lo conocieran y él no.


 


Pero era así, pensó segundos después. Todos conocían a ese Kibum. Excepto él.


 


Recordó las palabras desesperadas de Kibum por demostrar su “honestidad” en su relación. Recordó la forma en que su corazón latió más rápido cuando Kibum le abrazó. Se regañó por dejarlo hacer. Se regañó por la forma en que su corazón aún latía de esa manera por su cercanía.


 


Pero sobre todo se regañó por haber pesado un momento, sólo un momento, en darle una oportunidad más. Kibum era bueno con las palabras, decidió. Kibum aún podía envolverle de esa manera.


 


Pero no podía creerle, se obligó a no hacerlo. No después de la escena que presenció. Aún podía recordar la manera en que Jonghyun lo miró antes de estrellar su boca contra los labios de Kibum.


 


Mierda.


 


Él quiso matarlo justo en ese momento.


 


Tomó su móvil entonces y buscó el número de Changmin. Llamó, esperando hasta el segundo tono para escuchar la voz de su amigo.


 


—Changmin, necesito un favor. —Habló, mientras caminaba hacia su habitación, dejando atrás la corbata. —Quiero saber todo sobre Kim Jonghyun.


 


 


 


Kibum escuchó los pasos, mientras terminaba de decorar unos pastelillos. Taemin entró en la cocina de la cafetería de Jinki, con una sonrisa amable y amistosa pintada en los labios.


 


—Me gusta ese color. —Taemin dijo, señalando a su cabello. —Ya me estaba cansando del rubio y el negro que siempre llevas.


 


Kibum no subió la mirada después de esas palabras. Decidió concentrarse sólo en esos pastelillos.


 


—¿Sigues molesto?—Taemin preguntó. —Ha pasado un mes, Kibum. Ya dije miles de veces que siento decirle a Jonghyun sobre todo el plan.


 


Kibum sí estuvo molesto, pero ahora sólo estaba indiferente. Aunque al principio estaba demasiado molesto con Taemin por todo lo sucedido el día del desfile, después de pensarlo por unos días, decidió dejar de culpar a Taemin por eso. Él, de nuevo, era culpable de todo.


 


—No estoy molesto. —Dijo, encontrando la mirada de Taemin. —Ya no me importa, sólo es eso.


 


Taemin entrecerró los ojos, mientras su mano atrapaba uno de los pastelillos de Kibum. Kibum dejó que hiciera, sinceramente, tampoco le importaba.


 


—¿Lloraste?


 


Taemin acercó su rostro a él. Kibum desvió la mirada, y se regañó por ser tan tonto con ese tema.


 


—No. —Contestó, mientras le daba la espalda. —Ayer me desvelé es sólo eso.


 


Pero la verdad era que sí había llorado, sí había llorado hasta dormirse. Sí, aún dolía que Minho dejara todo así. Aún lloraba pensando en ese día y cómo Minho se alejó de él.


 


—¿Quieres salir por la noche? Me recomendaron un buen lugar, es nuevo. —Taemin habló suave y cuidadoso, como si tuviera miedo de un regaño.


 


—Tengo trabajo que hacer.


—¿Podrías al menos hablar a tu madre? Ha estado llamándome cada día preguntando por ti.


 


—Le haré una llamada esta noche.


 


Taemin asintió, mientras dejaba el lugar donde estaba y caminaba hacia él. Su mirada se tornó preocupada, mientras tomaba la mano de Kibum.


 


—Estoy preocupado por ti, Kibum. —Kibum encontró su mirada, y sonrió sólo un poco, negando con la cabeza.


 


—No lo estés. Estoy bien.


 


Taemin asintió, pero parecía no creerle, aun así dejó la cafetería con una mirada preocupada en su rostro de niño.


 


Cuando Taemin desapareció, Kibum permitió que las lágrimas cayeran.


 


Porque sí, no estaba bien. 

Notas finales:

Un capítulo menos. Espero seguir con las actualizaciones regulares.


¡Nos leemos pronto! 


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