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Just A Little Favor por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Hola~


Ha pasado más de una semana desde que actualice, pero han pasado muchas cosas en mi vida. Me mudé y estuve viajando estos días y es hasta ahora que puedo actualizar. Espero que nada más me impida actualizar esta historia. En fin, hoy no es sábado, pero mejor actualizo, además falta sólo unas horas para que sea sábado. 

Taemin entró sin esperar invitación y se abrazó a sí mismo, como si estar ahí le causara miedo o dolor. Minho en verdad no entendía a que se debía esa actitud. Taemin recorrió con la vista el departamento y entonces su vista cayó en el sofá, en donde aún estaba la almohada favorita de Kibum. Taemin frunció el ceño y después le miró.


 


—No creo que tengamos nada de qué hablar, Taemin. —Minho señaló la puerta y miró a Taemin. —Puedes irte.


 


Pero Taemin ni siquiera hizo el intento de moverse. Se quedó ahí, en medio de la sala, mirándole de una forma que no supo reconocer. Taemin parecía el niño que nunca vio antes, parecía perdido y un poco nostálgico.


 


—Tengo que hablar contigo, Minho, y no pienso irme hasta no hacerlo.


 


Por un momento lo vio. Ahí estaba el Taemin seguro que lo había conquistado tiempo atrás, y no el niño que parecía ahora. Se dio cuenta que Taemin podía tener distintas facetas y que aún era joven. Taemin lo estaba confundiendo.


 


Cruzó los brazos, esperando a que dijera algo, pero Taemin seguía mirando de un lado a otro, como si buscara algo. Minho seguía igual de confundido.


 


—¿Es de Kibum?—Taemin señaló la almohada en el sofá, Minho alzó las cejas, pero asintió hacia él, esperando por algo más que esa simple pregunta. —Ya veo. —Se movió incómodamente en el lugar y después fijó su vista en él. —¿Por qué está aquí? Pensé que lo de ustedes estaba terminado.


 


Minho no quería responder esa respuesta y mucho menos a Taemin. La almohada seguía ahí, sí, y él y Kibum no estaban juntos, y eso no era algo de lo que quisiera hablar. No era vergüenza, era sólo dejar su privacidad como tal, privada y nada más.


 


—Ese es mi problema, Taemin. Ahora si sólo estás aquí por eso, puedes marcharte ya.


 


De nuevo, Taemin decidió ignorarlo y caminó hacia el sofá, tomando la almohada entre sus manos.


 


—Es la favorita de Kibum, él siempre decía que no podía dormir sin ella, pero creo que Kibum ha crecido lo suficiente para olvidarlo. Estuve ahí cuando lo compraron para él, ¿sabes?—Taemin no esperaba una respuesta, dejó la almohada ahí olvidada y le miró de nuevo. —Supongo que te ama lo suficiente como para dejar la almohada por aquí.


 


—¿Eso es todo?


 


—Sabes, Minho, yo estuve enamorado de Kibum. Lo amaba tanto, demasiado, pero ¿quién no lo hace? Es hermoso, es perfecto, es todo lo que yo quería. —Minho le miró, los ojos de Taemin brillaron, soñadores, felices por un momento. —Hubiera hecho cualquier cosa para que Kibum me mirara de la misma forma en que te miraba a ti. Pero siempre fui un niño para él, siempre fui Taemin su pequeño amigo.


 


Minho suspiró, sin entender a qué venia toda esa confesión de Taemin. Estaba perdido y sin saber qué decirle. Taemin estaba confesando su amor a Kibum, y él sólo podía escuchar todo lo que salía de los labios de Taemin.


 


—¿A qué viene todo esto?


 


—Fui yo quien le pidió a Kibum que te enamorara. Estaba tan molesto y dolido cuando me dejaste, estaba tan molesto contigo que sólo quería que sufrieras como yo lo hice.


 


—Tienes que aceptar, Taemin, que jamás estuviste enamorado de mí.


 


—¿Eso crees? —Preguntó, jugando con sus dedos nerviosamente. —Siempre pensé que eras superficial, pero no imaginé cuánto. —Sonrió suave, mientras caminaba de un lado a otro de la sala. —Pero tal vez fue mi culpa, siempre es mi culpa. Quería gustarte tanto que dejé de ser yo mismo, me convertí en la persona que pensé que querías. Fue mi error, Minho, y  tú decidirás si creerme o no.


 


—¿De qué estás hablando?—Minho preguntó confundido.


 


Comenzaba a creer que Taemin divagaba sobre algo. Estaba hablando de todo un poco, pero sin decir nada en verdad. Estaba confundido y un poco desorientado y no entendía nada de lo que Taemin decía.


 


¿Amor?, ¿Taemin y él? Tal vez atracción y algo más, pero nunca amor. Taemin nunca lo amó, estaba seguro de eso.


 


—Nunca pensé que fueras inseguro, aún no estoy seguro si es la palabra correcta. —Le miró a los ojos, esta vez dejando el lado suave detrás. —Siempre tienes miedo, Minho, siempre crees que todos te buscan por la fama, siempre crees que todos están contigo por interés.


 


—No sé a qué te refieres.


 


No mentía, estaba demasiado confundido con todo lo que Taemin decía. Y aún seguía sin saber la razón de su visita.


 


—Tal vez algunas personas sólo estuvieron contigo por interés, pero sé de algunos que en verdad te amaron. —Taemin rió. —Yo te amé como no tienes idea, quería que me amaras de la misma manera y cuando me prometiste tantas cosas pensé que lo había logrado. Yo había atrapado al famoso Choi Minho. —Rió de nuevo, negando con la cabeza. —Pero fui tonto, ¿no es así? No pude con Choi Minho.


 


Comenzaba a molestarle a donde se estaba dirigiendo esa conversación. Comenzaba a molestarle las risitas de Taemin y las verdades que estaban escapando de sus labios. Algo de lo que Taemin decía, era cierto, tal vez eso era lo que más le molestaba.


 


—¿Qué es lo que quieres, Taemin?


 


—No pude contigo, Minho, pero siempre hay una excepción. Pensé en Kibum cuando quise vengarme de ti. Kibum era simplemente perfecto. Te gustan como Kibum, hermosos, perfectos, y sin miedo. Si había alguien que podía atraparte ese era él. Estaba seguro de eso.


 


Mordió su labio inferior, mientras miraba de nuevo la almohada de Kibum. Su mirada después viajó a toda la casa y Minho pensó que Taemin había dejado de hablar, que la conversación estaba terminada.


 


—Taemin…


 


—Kibum puede enamorar a quien sea. Pero no pensé bien las cosas, porque tú también puedes enamorar a quien quieras. —Le miró directo a los ojos, presionando silenciosamente para que negara lo dicho. —Siempre le decía que no cayera, que tú podías ser encantador, que era sólo un espejismo. Por supuesto Kibum no me escuchó.


 


El corazón de Minho latió de una forma inesperada, pero se obligó a ignorarlo. Taemin podía ser como Kibum. Comprendió entonces porque Taemin estaba ahí hablando y hablando.


 


—Sé a dónde quieres llegar, Taemin. —Señaló la puerta una vez más. —No quiero escuchar nada, puedes irte.


 


—Estás equivocado si crees que estoy aquí para defender a Kibum. —Minho frunció el ceño. —Ayer Kibum me rogó que te devolviera a él, pero le dije que no sabía cómo. No puedo hacer eso, tampoco quiero.


 


—No quiero tener esta conversación contigo.


 


Era algo que sólo concernía a Kibum y a él, y ahora que estaba dejando atrás a Kibum, era una conversación que se quedaría olvidada y nada más. Kibum y él, ya no era un ‘nosotros’ era un pasado y ya.


 


—Yo causé el dolor en Kibum y no sabes cómo me arrepiento. Por eso estoy aquí para arreglar las cosas y cerrar otras. —Tomó la almohada olvidada y Minho comenzó a creer que Taemin tenía una fascinación por las cosas de Kibum. —No puedo soportar que me mire con molestia y enojo. Cuando todo comenzó pensé que quería verte sufrir, pero sí eso trae dolor a Kibum no quiero hacerlo.


 


—Si es todo lo que tienes para decir, ya sabes dónde está la salida. —Dijo, mientras le daba la espalda a Taemin.


 


Taemin habló, sin embargo, logrando que se detuviera.


 


—Tú le traes dolor a Kibum. Y no puedo con eso, cuando me di cuenta de cuanto te ama, me rompió el corazón otra vez. —Minho se quedó ahí de pie, dándole la espalda y escuchando todo. —Te amé, Minho, pero nunca como lo hice con Kibum. Tal vez mi amor por él nunca se esfumó, nunca acabó, porque me di cuenta que aún no puedo olvidarlo.


 


—¿Por qué me dices todo esto?


 


—Porque te conozco tanto como conozco a Kibum. Por lo visto, Minho, no puedes superar a Kibum y nunca lo harás. —Minho sintió la verdad recorrerlo, parecía como si Taemin tuviera razón sobre todo. —Pero perdiste tu oportunidad y lo que vengo a decir que es te mantengas a alejado de él. Kibum está mejor sin ti.


 


Minho abrió la boca para hablar y replicar, pero se encontró sin tener nada que decir. Taemin tenía razón, él no había superado a Kibum, pero tanto como no lo había hecho, Kibum lo había lastimado también.


 


Taemin enarcó una ceja, y después negó con la cabeza, mientras caminaba hacia la salida. Pasó a su lado sin una mirada, y desapareció de su vista segundos después de escuchar la puerta cerrarse suavemente.


 


Minho estaba más que confundido.


 


 


 


—¿Cómo estás?—Kibum escuchó la pregunta de Taemin, justo cuando terminaba de decorar el último pastelillo.


 


—Bien. —Tomó unos de los pastelillos para después dárselo a Taemin. —Supongo.


 


—Bien, eso es bueno.


 


—Creo que sí.


 


Kibum no estaba tan seguro de eso. Dormir y estar un poco más descansado parecía ser bueno para su salud, pero dejar de pensar en Minho, era como aceptar que todo estaba terminado.


 


Como que todo era el fin de lo que siempre quiso. Entendía, una parte de él, que tal vez él y Minho nunca pudieran estar juntos de nuevo, pero la otra parte aún quería aferrarse a la idea de ellos juntos de nuevo.


 


—Me encontré con Minho hace unos días. —Kibum abrió los ojos y encontró la mirada de Taemin. —En realidad fui a su departamento, tenía que cerrar esa historia sin tener que dejarte en medio de todo.


 


Kibum asintió, esperando más de esa confesión. Como Taemin diciéndole, que había encontrado la manera de regresarle a Minho. Sonaba egoísta e ilógico, pero necesitaba esas palabras, esa esperanza.


 


—¿Y?


 


—Le dije todo, o al menos todo lo que yo causé. —Taemin sonrió de una forma diferente, más suave, más triste. —Es un tonto si no te da una oportunidad más, Kibum.


 


El corazón de Kibum latió, sintiendo la esperanza brillar sólo un poco. Tal vez los milagros existían, tal vez el amor que los libros vendían podía ser para él. Tal vez Taemin había logrado algo que él no.


 


—¿Por qué? —La desesperación podía leerse en sus palabras, en el sonido de su voz, en la forma apresurada en que necesitaba la respuesta de Taemin. —¿Te dijo algo?, ¿Qué fue lo que hablaron?


 


—Yo sólo aclaré mi pasado con él. Habría sido injusto que explicara las cosas por ti, Kibum, porque si en verdad te ama y está dispuesto a perdonarte, tiene que escucharlo de tus labios. —Taemin presionó sus dedos contra sus labios y de nuevo sonrió un poco más dulce. —Pero creo que Minho está pensando demasiado en lo que hablamos.


 


—¿Qué fue eso?—Él habló cuando Taemin dejó de tocar sus labios. —¿Qué paso ahí, Taemin?


 


—Yo te dije que no sabía cómo devolverte a Minho, y no lo sé, Kibum. —Taemin tomó el pastelillo abandonado y le miró una vez más antes de darle la espalda. —Pero estoy dispuesto a intentar todo por verte feliz de nuevo.


 


Taemin caminó y lo escuchó despedirse de Jinki con risas y palabras bonitas. Kibum no estaba seguro que debía pensar de toda esa actitud de Taemin.


 


 


 


Era viernes por la noche cuando Kibum abandonaba la cafetería con Taemin a su lado. Taemin había pasado por la cafetería con el pretexto de alejarlo de su departamento al menos por unas horas.


 


Kibum había aceptado, aún no muy convencido de la invitación de Taemin.


 


Taemin hablaba y hablaba sobre Jinki y la cafetería, sobre su último encuentro con Kim Jonghyun, y sobre su última pelea con sus padres.


 


Kibum se sintió un poco incómodo, después de la pelea con Taemin, sentía como si el menor se esforzara el doble en que todo estuviera de nuevo bien entre ellos, pero Kibum ahora no estaba seguro si todo regresaría a la “normalidad” entre ellos.


 


—Estaba pensando, Kibum, debería buscar algo que me apasione, así como tú y la repostería. —Taemin habló, mientras entrelazó sus brazos juntos. La cafetería estaba quedando atrás,  y las personas caminaban más rápido. —Mis padres estarían felices con eso.


 


—Sí, sería bueno eso, Taemin.  


 


—Creo eso también, tal vez debería…—Taemin se detuvo y cortó sus palabras. Kibum frunció el ceño cuando tropezó y miró a Taemin con el disgusto bañando su rostro.


 


—¿Qué te pasa, Taemin?


 


—Lo sabía.


 


—¿De qué estás hablando?—Preguntó, Taemin asintió hacia el frente.


 


Kibum abrió los ojos cuando reconoció la figura a unos metros de distancia. Era Minho. Tenía el cabello desordenado y su flequillo golpeaba su frente. Sostenía una botella de agua y parecía tener la respiración entrecortada.


 


Los miraba a lo lejos,  sin siquiera moverse. Y Kibum se preguntó qué pasaría en ese momento.


 


—Kibum. —Taemin habló, encontrado su mirada. —Lo siento.


 


Y entonces después de esas palabras, Taemin lo besó. 


 

Notas finales:

Un capítulo menos, y creo que faltaran como 5 o 6 capítulos, no estoy del todo segura.


Contestaré comentarios, no sé si todos porque estoy a punto de salir, pero si no lo hago hoy, lo contestaré mañana (:


¡Nos leemos pronto! 


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