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Just A Little Favor por keny_shawol

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Notas del capitulo:

¡Sábado de actualización!


Por un momento olvidé que hoy es sábado. Pero lo recordé a tiempo (?) En fin, logré actualizar  en sábado. 

Kibum frunció el ceño cuando los golpes en su puerta y el incesante sonido del timbre, explotaron en la habitación. Taemin, frente a él, enarcó una ceja, preguntando silenciosamente qué estaba pasando.

 

—Espera aquí. —Él dijo, mientras le daba la espalda y caminaba hacia la puerta.

 

Él quería golpear a la persona que estuviera fuera. No era el mejor momento para tener visitas, decidió, y mientras más rápido hablara con Taemin, todo estaría mejor.

 

Abrió la puerta, dispuesto a despedir lo más rápido posible a la persona que estuviera ahí. Pero cuando abrió la puerta y el rostro de Minho golpeó su vista, las palabras murieron en el camino.

 

Kibum parpadeó, porque sentía que de alguna manera, Minho no estaba realmente ahí. Y pensó que tal vez era su mente jugándole una mala broma. Parpadeó una vez más, pero Minho seguía estando ahí, frente a él, y pensó que su rostro debería estar viéndose gracioso, porque Minho tenía una de esas sonrisas que había olvidado bailando en sus labios.

 

—¿Minho?—Preguntó, aún confundido con toda la situación.

 

—Te fuiste de la casa. —Minho dijo rápidamente, como si necesitara dar una y otra explicación. —¿Dónde estuviste todo este tiempo?

 

—¿Kibum?—Escuchó a Taemin llamándole, antes de siquiera poder contestarle a Minho.

 

Kibum observó a Minho fruncir el ceño y pensó que todo estaba mal una vez más. Decidió que esta vez Minho se alejaría sin mirar atrás, y que malinterpretaría su encuentro con Taemin, aún sin saber nada.

 

Pero Minho no se estaba alejando, le veía desde el otro lado de la puerta, y suspiraba, como si de alguna manera se esperara todo eso.

 

—Tengo que hablar contigo, Kibum.

 

Asintió a las palabras de Minho y abrió aún más la puerta, dejando que Minho entrara. Taemin arrugó la frente cuando reconoció a Minho y le miró buscando explicaciones. Kibum no estaba dispuesto a dar explicaciones, al menos no para Taemin ahora.

—Quédate aquí. Sólo un momento. —Tomó la mano de Minho y lo arrastró con él hasta el sofá. —Necesito arreglar algo, pronto. Sólo espera, ¿sí?—Minho asintió, luciendo un poco confundido.

 

Fue el turno de Taemin para ser arrastrado, Kibum tomó su muñeca y lo llevó con él hasta la puerta principal. Dejó a Taemin en el pasillo, mientras cerraba la puerta tras de sí y respiraba, preparándose para lo que tenía que decir.

 

—Sabes, Kibum, —Taemin dijo, mientras se alejaba un poco de él y su espalda chocaba contra la pared del otro extremo. —Me siento como el amante aquí. Tratando nuestros asuntos fuera de casa. —Taemin rió suavemente después de sus palabras, pero Kibum no podía hacerlo.

 

No era momento para bromas, y también estaba cansado de eso. De Taemin y todo tomándolo como un juego, de sólo hacer sus caprichos y nada más.

 

—Taemin…—Él comenzó, pero Taemin alzó una mano, interrumpiendo sus palabras.

 

—¿Me vas a decir que tú y Minho se han reconciliado?—Preguntó, mientras dejaba caer su mirada al suelo. Parecía triste, pero Kibum se dijo que no caería más por sus miradas tristes y voz dolida. —Parece que Minho hace su voluntad y nada más.

 

—Entonces, hay algo en que lo te pareces a él. —Taemin subió la mirada cuando esas palabras escaparon. Abrió los ojos y parecía sorprendido.

 

—¿A qué te refieres?

 

—Dices que Minho sólo hace lo que él quiere, pero, ¿No es eso lo que yo he estado haciendo todo el tiempo? —Taemin abrió la boca, pero nada escapó. —¿No he estado haciendo lo que tú has querido, Taemin?

 

—¡Por supuesto que no!—Replicó, mientras negaba con la cabeza repetidas veces.

 

—¿No?—Preguntó, pero no esperó respuesta. —Desde el inicio todo fue por ti. Fue tu idea enamorar a Minho, fue tu idea todo lo que ocurrió después, y me dejé engañar por ti miles de veces, y me has mentido, me has visto a los ojos y has mentido.

 

—No te obligué a hacerlo, ¿o sí?—Taemin dejó de apoyarse contra la pared, para acercarse a él. —Fuiste tú quien aceptó todo, también fuiste tú el que cavó su propia tumba.

 

Kibum aceptó que había verdad en sus palabras. Era tan cierto. Tal vez Taemin no lo forzó a aceptar su propuesta, pero había sido bueno con las palabras y de alguna manera lo había manipulado. Y era verdad que él se había enamorado de Minho, pero eso era algo que él no podía decidir y deshacer cuando quisiera.

 

—No te puedo culpar por todo, Taemin, es cierto. Yo cooperé en todo esto de alguna manera. —Se alejó de Taemin, y bajó la mirada. —Pero me has mentido, y ahora entiendo mucho mejor a Minho. Ya no sé quién eres, Taemin, ya no sé qué creer.  —Encontró la mirada de Taemin, y se obligó a ignorar el dolor que cruzó por los ojos del menor. —Has hecho y dicho tantas cosas que no estoy seguro de conocerte.

 

Cayó sobre él la realidad como un agua fría. Entendió a Minho y agradeció que él le estuviera dando una oportunidad más.

 

Porque, se dio cuenta, la situación era similar. Taemin le había estado mintiendo, en el rostro, con sus acciones, y él no estaba seguro de poder creerle una vez más al pequeño Taemin. No estaba seguro de poder darle una oportunidad más, no estaba seguro si algún día, Taemin y él pudiera ser lo mismo niños que jugaban en el jardín al atardecer.

 

—¡Todo lo he hecho por ti, Kibum! —Taemin gritó sólo momento después, y Kibum no sólo se sorprendió del grito, sino de lo convincente que sonaba.

 

—¿Por mí?—Kibum rió, mientras negaba con la cabeza. Las palabras de Taemin podía sonar como una verdad, pero Kibum ya no estaba seguro de eso. —Dices entonces que me mentiste, ¿por mí? Que fuiste detrás de Minho y al otro día llevaste las revistas probando la infidelidad de Minho, y todo lo hiciste por mí, ¿Es así?

 

—Quería que te dieras cuenta la clase de persona que era.

 

—Sé qué clase de persona es Minho. No necesito ver las portadas de las revistas para saber si Minho miente o no. Creo, Taemin, que tú no conoces a Minho. —Taemin abrió los ojos y parecía dispuesto a replicar, pero Kibum aún tenía muchas cosas que decir. —Además, mentiste en eso, y fui tonto por creerte alguna vez. ¿Minho coqueteó contigo esa noche, te llevó hasta una habitación y desnudó o fuiste tú quien lo llevó y coqueteó con él esa noche?

 

—¿Estás diciéndome que le estás creyendo más a Minho que a mí?

 

—Estoy diciendo, Taemin, que no confío en ti más.

 

Taemin le miró y Kibum se obligó a ignorar, una vez más, el dolor en su mirada, y las lágrimas que parecían querer escapar de sus ojos. Se confundió cuando la primera lágrima escapó de sus ojos, y pensó si Taemin podía estar sintiendo el dolor en verdad.

 

Negó con la cabeza suavemente, mientras le veía. Si se dejaba engañar una vez más, ese círculo vicioso jamás se acabaría. Y él quería mucho a Taemin, y le estaba doliendo que toda su relación se estuviera desmoronando frente a sus ojos, pero era lo mejor, decidió, alejar a Taemin era lo mejor.

 

—¿En verdad crees que te estoy mintiendo ahora? ¿En verdad crees que no me duele que no confíes en mí?

 

Las palabras de Taemin lo tentaron. Por un momento dudó, por un momento el pequeño Taemin de sonrisa infantil y tímida apareció ante sus ojos, y por un momento quiso tirarlo hacia sus brazos y decirle que todo estaría bien. Y obligó a su cuerpo a quedarse en su lugar, cuando los sollozos de Taemin se hicieron más fuertes.

 

—En verdad quiero creerte, y en verdad quiero pedirte un montón de explicaciones y entender un poco todo. —Taemin encontró su mirada y a Kibum se le desgarró el corazón. Taemin llorando era demasiado para que su corazón lo soportara. —Pero creo que no vale la pena. No quiero las explicaciones, no quiero saber más nada. Sólo quiero que todo termine aquí, y poder respirar un poco.

 

—Kibum…

 

Kibum negó con la cabeza, cuando Taemin quiso hablar. No era necesario, decidió, porque ya no quería escuchar más nada.

 

Lo había decidido esa mañana cuando dejó la casa de Minho. Mientras caminaba y el aire de la mañana golpeaba su rostro, decidió que era mejor dejar ir todo, a las mentiras, las excusas y sobre todo a Taemin.

Él podía pedirle mil y una explicaciones a Taemin, y Taemin podría mentirle o decirle la verdad, pero siempre seguirían de esa misma manera y nunca terminarían. Kibum decidió entonces alejar a Taemin de su vida para siempre.

 

Porque no era sana esa relación, porque sólo se basaba en mentiras y manipulación, y si él quería una nueva oportunidad con Minho, tenía que dejar ir su pasado y sólo enfocarse en el presente y el futuro.

 

—Creo que lo mejor sería no vernos más. Alejarnos un tiempo el uno del otro. —Dolió cuando las palabras abandonaron sus labios, pero se sentía bien, también. Evitó la mirada de Taemin, porque verle, rompería más y más su corazón.

 

—¿Acaso Minho te pidió esto, Kibum?

 

—No. —Negó con la cabeza y movió las manos negando también. —Lo estoy haciendo por mí, por nosotros. Vamos a dejar de lastimarnos, Taemin.

 

—¿Eso será todo?, ¿En verdad quieres que me aleje de ti?

 

Kibum asintió, porque se sintió incapaz de hablar. Taemin le observó, dejando que las lágrimas pasearan suavemente por sus mejillas, y dolió de nuevo, porque quería a Taemin con un hermano menor al que siempre debía cuidar.

 

Cuando él no dijo nada más, Taemin limpió las lágrimas de sus mejillas y se alejó de él sin mirar atrás. Y cuando Taemin desapareció por el elevador, Kibum permitió que sus lágrimas escaparan de él.

 

 

 

Minho estaba preparado para cuando Kibum entrara por la puerta. Estaba seguro porque la conversación de Taemin y Kibum había resonado en el silencio de la habitación y cuando las palabras habían dejado de escucharse, el llanto de Kibum se escuchó suavemente en la sala.

 

Estaba preparado para verlo llorar, pero fue peor de lo que se imaginó. Tal vez no había sido el causante de esas lágrimas, pero sí estaba seguro del dolor que Kibum estaba sintiendo en él.

 

Entonces cuando Kibum entró al departamento, Minho lo atrajo a sus brazos, y no le importó que aún tuvieran cosas que arreglar y que la conversación que no parecía tener fin, seria pospuesta una vez más. No importó porque Kibum necesitaba unos brazos en donde llorar y él sólo quería que Kibum estuviera bien.

 

Lo arrastró con él hasta el sofá y dejó que Kibum llorara sobre él sin importar más. Y se sentía bien tenerlo entre sus brazos, y respirar el aroma de Kibum, y también se sentía correcto estar ahí.

 

Kibum podía haber mentido, pero él lo amaba. Amaba al Kibum que había llevado un pastel por la noche en su cumpleaños, y amaba al Kibum que le besaba por largos momento sin hacer más.

 

Y Minho comenzaba a darse cuenta que tal vez él era el único que conocía una parte de Kibum, y decidió que quería conocerle por completo y saber más y más de él. De todos esos sueños que tenía y todas esas risas y sonrisas que no conocía.

 

—Está bien, todo está bien, Bum. —Susurró, mientras besaba su cabello suavemente. —Puedes llorar todo lo que quieras. No me moveré de aquí.

 

Kibum asintió, y a Minho le gusto la forma en que su cabeza había caído contra su cuello y la manera en que las manos de Kibum se aferraban a su camisa. Su corazón latió más rápido, cuando la respiración de Kibum golpeó contra su cuello, y Minho se dio cuenta de lo mucho que lo quería en su vida.

 

Y estaba seguro que tendrían muchos problemas que solucionar y volver a confiar en uno en el otro y que nada sería fácil al principio, pero estaba dispuesto a darle una oportunidad a Kibum, y a esa relación que tanto soñaba.

 

—¿Todo estará bien?—Kibum preguntó, aferrando aún más fuerte su camisa. —¿Todo estará bien, Minho?

 

Minho asintió, mientras bajaba la mirada hacia Kibum y le sonreía.

 

—Todo estará bien, Kibum.

 

—¿En verdad?

 

Minho asintió de nuevo, esta vez dejando un beso en su nariz y bajando después para atrapar sus labios suavemente. Y besar a Kibum hacía que todo estuviera bien, decidió, y besar a Kibum era lo más dulce y maravilloso del mundo.

 

—En verdad, Kibum, todo estará bien.

 

Notas finales:

Sólo queda un capítulo más y el epilogo.


¡Nos estamos leyendo!


 


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