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Just A Little Favor por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Esta vez tardé un poco más, pero fue culpa de la compañía de internet, me dejaron dos días sin él. En fin, espero no tardar en el siguiente.

Minho miró a Key, buscando las respuestas que esperaba tener. Lo observó mirar de él hacia la persona que acababa de llamarlo, pero ninguna palabra era emitida. Todo empezó a dar vueltas para él, todo se estaba distorsionando como una mala película de terror.


 


—¿Key? —Preguntó tan fuerte como su ronca voz se lo estaba permitiendo—¿Key, que está sucediendo?


 


—¿Kibum? —Escuchó preguntar. Ahí estaba ese nombre que desconocía. ¿Quién era Kibum?, ¿Por qué esa chica estaba preguntando por Kibum a Key?


 


Key no dijo nada sólo se limitó a mirarlos, a él y a la chica. Parecía nervioso, y Key nunca estaba nervioso, así que le preocupó y alarmó. Estaba bien un Key diferente al siempre frío y distante. Le gustó tanto como le asustó.


 


Estaba muy nervioso y Minho vio a sus ojos. Realmente la realidad apestaba. Sus ojos reflejaban historias desconocidas, risas y tristezas que nunca vio, llanto y sonrisas de las que era ajeno. Ahí había una parte de Key que no conocía.


 


Diablos, él podía haber pasado un par de meses en su compañía, pero se dio cuenta que aún le faltaba mucho por conocer de él.


 


—¿Key? —Preguntó de nuevo, esperando la respuesta.


 


—Minho, yo…—él lo miró solo un momento revelando sus nervios y entonces ocultando todo. Como si nada hubiera pasado, Key sonrió y lo ignoró el momento justo para saludar a la desconocida.


 


—Nicole. —Él besó la mejilla de la mujer y después se alejó unos pasos de ella. —Estoy feliz de verte también, ¿Qué haces aquí?


 


Minho se perdió, se sintió ignorado y escuchó vagamente la conversación de Key. Key no estaba hablando con la chica, susurraba con ella. Las palabras se escucharon entrecortadas, sin sentido y perdidas, Minho deseó poder escucharlo mejor. La palabra ‘Dongwoon’ se repitió tres veces y él quiso saber quién era.


 


Cuando la chica se despidió, Minho se molestó. Tomó la mano de Key y lo arrastró con él, lejos de los ojos curiosos. Sus pasos lo llevaron a un lugar desconocido de la casa de Sulli y entró a una habitación llena de libros y revistas viejas.


 


Dejó ir la mano de Key y lo encaró. Key volvía a ser el mismo de siempre, el nerviosismo que había mostrado solo un par de minutos atrás, no se encontraba más. Minho quería gritar, quería tomarlo de los hombros y moverlo hasta que le dijera quién era él.


 


—¿Me vas a decir que sucedió hace unos momentos?


 


Key encontró sus ojos, no había nada ahí, no había nervios, ni enojo, ni nada, era el mismo de siempre.


 


—Kibum es mi nombre. —Minho parpadeó y lo hizo de nuevo. Estaba seguro que su rostro debía ser gracioso en ese momento, pero a él no le importaba. Las palabras de Key aún molestaban en su mente.


 


—¿Qué?


 


Key se acercó a él, esta vez pudo notar un pequeño destello de nervios.


 


—Mi nombre es Kibum, no Key.


 


Sus ojos se encontraron de nuevo, Minho estaba confundido. ¿Key no era su nombre?, ¿Kibum sí lo era? Sintió que todo se desvanecía y que el último par de meses en compañía de Key, era solo una mentira.


 


—¿Quién eres? —Escuchó tonta su pregunta, pero era la interrogación correcta. ¿Quién era él? —¿Todo este tiempo has estado fingiendo ser alguien que no eres?


 


¿Estaba pasando eso?


 


Minho no sabía qué estaba sucediendo. Todo parecía estar bien minutos atrás y ahora todo lo que creía real se derrumbaba ante él como un castillo de naipes, ligero y frágil.


 


—¡No!—Ahora el miedo se había instalado en los pequeños ojos y Key se acercó a él, tomando su rostro. —No soy otra persona, Minho, soy yo.


 


—¿Entonces por qué mentiste sobre tu nombre?


 


Una parte de él quería creerle, porque los ojos de Key no mentían, había verdad en ellos, pero la otra parte de él, se empeñaba en que pensara mejor las cosas. ¿Por qué le había mentido en algo tan simple como su nombre?


 


—Tenía miedo. —Susurró. —Yo jamás había salido a conocer tipos en un bar, y tú eras Choi Minho. Tenía miedo y estaba nervioso, tú debiste darte cuenta de lo nervioso que estaba esa noche, el nombre escapó de mis labios por sí solo.


 


Entonces pensó en esa noche. Trató que cada minuto junto a él inundara sus recuerdos. Recordó entonces la noche y lo mucho que Key tardaba en contestar sus preguntas. Recordó verlo sólo un poco nervioso, pero nada de otro mundo.


 


Lo miró otra vez, buscando la mentira en sus ojos y sus acciones, pero él parecía estar diciendo la verdad, veía la súplica en sus pequeños ojos. Quería que le creyera.


 


—Hemos estado viéndonos por un poco más de dos meses, ¿Por qué no me lo habías dicho?, ¿No pensabas hacerlo acaso?


 


Key negó rápidamente con la cabeza, mientras se acercaba otra vez a él.


 


—Yo pensaba decirte esta semana. Quería decirte pronto, pero tenía miedo de que te molestaras y peleáramos, tenía miedo de no volver a verte, Minho.


 


Key era bueno con las palabras, decidió. Con unas simples palabras hizo que su corazón latiera un poco más rápido y que tuviera unas inmensas ganas de besarlo en ese momento. Minho estaba perdido. Estaba cayendo por ese chico más rápido de lo que pensó.


 


—No me gustan las mentiras, Key… Kibum. —Susurró el extraño nombre, saboreándolo de otra manera. —Kibum—Repitió de nuevo, gustándole un poco más que ‘Key’. Se sentía todo un poco más real. —No hay más mentiras, ¿Cierto?


 


Sus miradas se encontraron antes que Kibum parpadeara y negara con la cabeza. Kibum sonrió y acercó lentamente sus labios a los suyos. Kibum lo besó suavemente en los labios, rozándolos solo un poco.


 


—Ni una más.


 


 


—¡Nicole estaba ahí!—Kibum elevó la voz sólo un poco y paseó de un lado a otro en la habitación de Taemin. —Ella estaba ahí y me llamó Kibum. Minho estaba muy enojado.


 


Kibum aún podía recordarlo. Minho quería respuestas y estaba dispuesto a obtenerlas. Kibum podía recordar lo pequeño que se sintió a su lado en esos momentos, y lo mucho que trató de esconder cada emoción en él.


 


No podía hacerlo, él sentía que Minho aprendería a leerlo con el tiempo y él no estaba seguro de cuánto más poder soportar la situación.


 


Tenía miedo y sentía pánico. Minho lo había hecho prometer que no habría más mentiras en el futuro, y Kibum ni siquiera sabía cómo había prometido tal cosa. Su vida era una mentira, y lo único que parecía tan solo un poco real era su “relación” con Minho. Pero no era real del todo y él se estaba mintiendo al creerlo así.


 


Dios, el dolor de cabeza lo mataría.


 


Encontró a Taemin con la mirada y rodó los ojos al verlo tan cómodo sobre la cama. Quería matarlo en esos momentos, quería golpearlo y hacerlo regresar el tiempo para que todo volviera a la normalidad. Su vida se estaba volviendo un caos por culpa del pequeño Taemin.


 


—Lo que no entiendo, Kibum, es por qué te inventaste un nombre. —Abrió las manos en forma de pregunta, y alzó una ceja.


 


Taemin rodó los ojos también y lo miró directamente a los ojos. Empezaba a odiar a ese Taemin, él quería devuelta al dulce e inocente Taemin que jugaba en su jardín por horas, sin planes que ponían su vida de cabeza.


 


—Porque tenía miedo. —Se encogió de hombros, haciéndolo obvio. —Él podía reconocerme. Y entonces todo tu plan se arruinaría.


 


Eso era una parte cierta, Minho pudo haberlo reconocido esa noche. Kibum era una persona modesta, pero su rostro había estado en algunas revistas con el título de la promesa del diseño. Su madre estaba tan orgullosa de esa situación.


 


Pero también mentía, porque esa no era solo la razón de haber dicho otro nombre. Kibum sólo quería ser otra persona esa noche, no Kim Kibum, el diseñador promesa, sólo Kibum o Key.


 


—Pudiste haberlo arruinado todo. —Taemin dijo, su tono de voz lleno de molestia e irritación. —Debiste haberme dicho la verdad desde un principio. Pero ya nada se puede hacer. —Ondeó la mano, restándole importancia. —¿Qué le dijiste a Minho?


 


—Que tenía miedo y que estaba nervioso porque él era Choi Minho.  


 


—¡No, Kibum, no!—Taemin negó con la cabeza, ahora tomando el puesto de Kibum para pasearse por la habitación. —Te dije que él no debía creer que estás interesado en él.


 


—Qué importa ya, somos, como pareja ahora.


 


Kibum extendió los brazos y Taemin se detuvo, entrecerrando los ojos. Kibum pensó que lo mejor sería marcharse y dejar que Taemin se hundiera en su depresión por el fallo del plan, o lo que él creía que era un fallo.


 


—Sí que importa. Kibum, te has vuelto un mentiroso para él ahora. Creerá que todo esto es una mentira.


 


Kibum suspiró mientras negaba con la cabeza. ¡Era una mentira! La relación con Minho era una completa mentira, aunque se sintiera realmente bien.


 


—Esto es una mentira, Taemin, acéptalo ya.


 


Se dejó caer en la cama de Taemin, sintiendo las frías sabanas contra su cuerpo. Tenía sueño y deseaba cerrar los ojos por lo menos cinco minutos. Escuchó vagamente a Taemin hablar solo. Taemin cada día era más y más extraño. Decidió ignorarlo por el momento o al menos hasta que el pequeño dejara sus divagaciones.


 


Duró poco, Taemin se dejó caer en la cama aún costado de él y entonces golpeó suavemente sus piernas.


 


—Debemos pensar en algo, Kibum. Algo para mantener el interés en ti.


 


Kibum no lo corrigió diciéndole que Minho aún seguía interesado en él, después de todo tendría un encuentro por la noche después de su turno en la cafetería. Pensó que podría seguir omitiéndole algunas cosas a Taemin.  


 


La mano de Taemin encontró su cabello y lo sintió acariciarlo, y entonces su cuerpo se tensó ante el recuerdo de la casi confesión de Taemin. Lo miró entonces y relajó el cuerpo cuando encontró la mirada perdida y distraída de Taemin.


 


—Piensa en algo entonces, tu eres el de la idea después de todo.


 


Taemin y él callaron unos minutos. Kibum se encontraba muy curioso sobre la nueva idea de Taemin, el chico simplemente tenía muy buena ideas.


 


—¡Lo tengo! —Taemin gritó, golpeando inconsciente la sien de Kibum.


 


Kibum subió la mirada y se encontró con la del menor. Taemin sonrió de una forma extraña y Kibum tuvo miedo de esa sonrisa.


 


Él sabía que la idea de Taemin no le gustaría.


 


 


 


—¿Entonces qué piensas de Kibum?—Minho preguntó cuándo Changmin se dejó caer a su lado en el sofá.


 


—¿Kibum?—Changmin frunció el ceño. —¿Su nombre no era Key?


 


—Sí, ¿Su nombre no era Key?—Sulli salió de la cocina, su rostro iluminado en confusión. Dejó dos bebidas en la mesa de centro y se sentó en el sofá frente a ellos.


 


—Es una larga historia. —Él dijo restándole importancia—Su nombre es Kibum.


 


Aún sentía raro llamarlo por ese nombre, pero le gustaba más que Key.


 


—Ahí lo tienes. —Sulli dijo, negando con la cabeza. —¿Qué podemos esperar de una persona que miente hasta de su nombre?


 


Sulli lo miró como si de una madre se tratara, pero Minho sabía que ella estaba fingiendo. Sulli era la hermana y la madre falsa, pero en el fondo Minho sabía que lo que Sulli sentía hacia él no era simple amistad.


 


—No sé, Minho, pero Key o Kibum, cualquiera que sea su nombre, no me inspira confianza.


 


Minho pensó en Kibum y la mentira que había mantenido por más de dos meses. Sabía que no debía confiar en las personas al primer instante, pero después de la mentira de Kibum y la exigencia de respuestas, él vio la verdad en sus ojos.


 


Empezaba a sentir por Kibum algo más profundo, algo que lograba que su corazón latiera un poco más rápido y que hacia querer besarlo siempre. Entonces comenzaba a confiar en él y eso hacía que dejara pasar la primera mentira de Kibum, después de todo una parte de él lo entendía.


 


—Ni a mí. —Changmin y Sulli negaron con la cabeza e hicieron pensar a Minho.


 


Él estaba omitiendo la pequeña mentira de Kibum, porque él ese mismo día hubiera hecho lo mismo. Lo último que él quiso ese día era ser reconocido, pero eso no había sucedido.


 


—¿Ustedes creen que Kibum me esté mintiendo en algo más que su nombre?


 


Changmin y Sulli se miraron a los ojos, ignorándolo unos segundos, Changmin entonces se encogió de hombros y Sulli sonrió tímidamente.


 


—Esto no es lo que nosotros creemos, Minho, es lo que tú creas de él.


 


Sulli asintió ante las palabras de Changmin, dándole una mirada apenada. Entonces pensó en que Changmin había dicho, y recordó a Kibum. No parecía una persona mentirosa, no parecía diferente desde la última vez que se vieron y Minho decidió confiar en él.


 


No tenía porque no hacerlo.


 


 


 


Algo de todo lo que había pensado acerca de Minho, era realidad. La casa de Minho era tal y como Kibum lo imaginó, grande, espaciosa y completamente fría. Las paredes era blancas y los muebles solo se reducían a colores oscuros, principalmente negro.


 


Era tan Minho y a la vez no lo era, Kibum estaba un poco perdido.


 


Escuchó a Minho moverse detrás de él, moviendo algunos objetos y buscando otros. Pensó en Taemin en esos momentos y su última conversación.


 


«La última vez que escuché a Minho decir que sólo pasaríamos a su casa por algo, terminamos en la cama» Taemin había dicho con una sonrisa de lado y sus ojos brillando por algo que no quería saber. Taemin entonces se había puesto a divagar sobre lo buen amante que era Minho.


 


Era ahí donde la siguiente parte del plan de Taemin comenzaba. Caminó ignorando la voz de Taemin en su cabeza, dirigiéndose a una de las ventanas. La vista era magnifica y entonces decidió salir por uno de los balcones para apreciar mejor la vista.


 


Los pasos de Minho pronto estaban detrás de él y caminó hasta estar más cerca.


 


—Entonces, ¿Qué piensas?


 


—La vista es hermosa.


 


Minho vivía en una de esas zonas residenciales en donde sólo la gente con unos ingresos enormes podían permitirse vivir. Su madre había pensando comprar una casa en la misma zona y Kibum agradeció que nunca lo hubiera hecho.


 


—Creo que es la principal razón por la cual sigo aquí.


 


—¿No te gusta?


 


Minho sonrió tímido y a Kibum le gustó sólo un poco más.


 


—Fue idea de mi padre comprarla, él cree que fue una buena inversión. —Él dijo con una mueca de desagrado en su hermoso rostro. —Yo por mi parte creo que es muy grande. La vista es la única razón que hace que me quedé aquí.


 


—Tal vez en el futuro no sea tan mala inversión.


 


Kibum estaba pensando en el futuro de Minho. Estaba seguro que él quería una familia y no le fue difícil imaginarse a Minho ahí, en esa misma casa y a sus pequeños hijos corriendo de un lado a otro. 


 


—Tal vez. —Minho sonrió. —Pero ahora no hablemos de eso.


 


Cuando Minho sonrió una vez más, Kibum quiso retroceder, pero no lo hizo. Se quedó ahí, sonriendo como siempre lo hacía y cuando la boca de Minho encontró sus labios, enredó sus dedos en el cabello de Minho.


 


Su espalda chocó contra el cristal pero no le podía importar menos. Minho mordió su labio inferior y Kibum jadeó. Se vio a sí mismo siendo arrastrado hacia la casa de nuevo, él sólo quería más.


 


De pronto la fría tarde, se estaba volviendo demasiado caliente. Las manos de Minho encontraron su piel por debajo de la ropa y el contraste frío de los dedos contra su cálida piel hizo que soltara un gemido.


 


Sus propias manos se movieron por sí solas y encontraron la piel del abdomen de Minho. Lo escuchó gemir cuando sus dedos recorrieron de abajo hacia arriba su cuerpo y lo hizo de nuevo sólo para escuchar una vez más a Minho.


 


Kibum necesitaba más, quería más. Quería ver la piel de Minho y tocarla y besarla. Necesitaba sentir sus cuerpos juntos sin ninguna clase de barrera entre ellos. Necesitaba a Minho a sus besos y sus mordidas.


 


Y entonces Taemin llegó a su mente y se obligó a dejar a Minho.


 


—Minho, espera. —Susurró contra sus labios. —Tenemos que parar ahora. 

Notas finales:

Taemin y sus planes solo hacen que mejor la vida del MinKey (?)

Nos leemos pronto. 


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