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Just A Little Favor por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por sus comentarios (:

Minho no lo comprendió o tal vez no quería hacerlo. No estaba del todo seguro. Kibum tenía miedo y estaba nervioso, podía verlo en sus pequeños ojos. Él estaba molesto y confundido.


 


Kibum había balbuceado sobre un tal Dongwoon. Su novio, ex-novio había dicho Kibum. Minho no estaba seguro de qué pensar. No entendía del todo lo que salía de los labios de Kibum.


 


Kibum había dicho algo sobre Dongwoon no entendiendo que no había nada entre ellos. Kibum siendo casi acosado por Dongwoon y siendo besado a la fuerza también. Estaba molesto con Kibum por no contarle, pero estaba molesto con Dongwoon – al que quería conocer – por haber besado a su pareja.


 


—Y entonces Changmin lo vio y yo tenía miedo. No quería que las cosas se malinterpretaran. Y te quiero, Minho. Estoy contigo. Dongwoon sólo es parte de mi pasado. —Kibum seguía murmurando y paseando de un lado a otro en la habitación.


 


—Déjame entender esto, Kibum. ¿Si Changmin no te había visto, me hubieras contado todo esto?


 


Tal vez eso era lo que más le molestaba, eso y Dongwoon besando a la fuerza a Kibum. Decidió que debía conocer a ese chico y dejar en claro la situación. Kibum estaba con él, era suyo. Suyo. Y aunque la palabra sonaba un poco posesiva, a Minho le gustó. Kibum y él estaba juntos y se pertenecían.


 


Pero aunque Kibum estaba con él y lo quería, eso no quitaba lo molesto que se sentía. Sus palabras tomaron por sorpresa a Kibum, pues detuvo su andar y lo miró con los ojos abiertos. Podía haber sido una imagen adorable, Kibum con el cabello revuelto y rastros de sueño en su rostro, pero estaba demasiado enojado como para que la imagen de un adorable Kibum comprara su perdón.


 


—¡No! —Kibum movió las manos, mientras el ‘no’ se alargaba un poco más en su voz. —Es sólo, Minho, que no tiene importancia. No lo tiene para mí. Pensé que podía manejarlo, pensé que él terminaría por aceptar que no estamos juntos.


 


Algo no sonaba bien en toda la historia, pero Minho no sabía exactamente qué era. Algo sabía mal en todo lo que Kibum decía, pero no podía comprender qué era. Sonaba a mentira y a la vez no y Minho se preguntó si no se estaba imaginando cosas sólo por hecho de estar molesto.


 


Tal vez, pensó, el enojo no dejaba ver todo claro. Miró a Kibum tratando de despejar un poco todo lo que en esos momentos pasaba por su mente, pero no solucionó nada. Kibum sólo lo miraba, rogando con la mirada que lo entendiera y lo dejara pasar. Pero estaba muy molesto para dejarlo pasar.


 


—Importa para mí, Kibum. Estamos juntos. Se supone que confiamos el uno en el otro. Se suponía que no habría más mentiras.


 


—No es una mentira, Minho.


 


Minho miró sus ojos, Kibum parecía estar diciendo la verdad y Minho asintió, aún sino debía hacerlo. No lo tomaría como una mentira, Kibum parecía decir la verdad y tampoco parecía estar ocultando nada más.


 


—No puedo dejarlo pasar, Kibum. ¿Hace cuánto que sucede? ¿Quién es Dongwoon y qué hace que te molesta?


 


Las preguntas salieron tontas de sus labios, pero a Minho no le importó. Él quería respuestas. Quería saber por qué ese tal Dongwoon seguía detrás de su novio, por qué lo había besado y todo lo que respectaba a él.


 


—Minho, él sólo no quiere entender que no estamos juntos ya. No quiero que te molestes por algo que no tiene importancia. Solucionaré esto. —Kibum se acercó a él y colocó su mano contra su mejilla. —Si te dije esto, era sólo para no crear malentendidos. Tus amigos sólo tratan de protegerte y Changmin sólo quería hacer eso, por eso decidí contarte esto.


 


Lo escuchó vagamente, y no porque no quisiera hacerlo, sino porque siempre se perdía en él. Comprendió segundos después las palabras. Hicieron eco en él y frunció el ceño.


 


—¿Y cómo piensas hacerlo?


 


—Hablaré con él. Dongwoon sólo cree que me quiere. Mi madre lo apoya en esto y es por eso que no quiere rendirse. Pero estoy contigo ahora y al que quiero es a ti. —Kibum lo besó justo en la esquina de su boca, suavemente e inundando sus pulmones con su aroma. —Sólo a ti.


 


Asintió, sin estar del todo seguro porque lo hacía. Aun así se obligó a separarse de él y alejarse unos pasos hacia atrás. Seguía molesto, Kibum podía decirle que lo amaba un millón de veces, pero Minho sentía que Kibum no confiaba en él lo suficiente.


 


—Siento como si no confiaras en mí.


 


Decidió confesarlo mientras le daba la espalda. Escuchó sus pasos rápidos y sintió su mano colocarse en su espalda. Se mantuvo en esa posición aun cuando sabía que Kibum necesitaba verlo a los ojos.


 


—No es eso, Minho.


 


—Estoy muy molesto como para pensar con claridad. —Se alejó de nuevo de él y caminó hacia al armario, buscando nada en particular. —Iré a tomar una ducha. Hablamos después.


 


Lo miró sólo segundo mientras se dirigía al baño. Pensó que el agua cayendo sobre su cuerpo lo ayudaría a pensar mejor y esperó que cuando saliera de la ducha, Kibum no estuviera ahí.


 


 


 


—¡Mierda!—El cuchillo que Kibum sostenía cayó justo cuando las palabras escaparon de su boca. Miró el utensilio en el suelo y bufó antes de recogerlo para dejarlo caer, no tan delicadamente, en el fregadero.


 


—Bien. Basta. —Taemin tomó su mano antes que pudiera tomar un cuchillo de nuevo. —Es la tercera vez que dejas caer esto. ¿Qué te pasa, Kibum? Estás muy tenso.


 


Taemin alargó la mano para tocarlo, pero Kibum se movió antes. Caminó alejándose de él y se situó frente al horno. Sólo contemplándolo, sin hacer nada. Por supuesto él sabía que estaba tenso, estresado también y molesto.


 


Taemin por supuesto se daría cuenta. La razón era Minho. Minho y sólo Minho. Minho el que no le había hablado desde hace un par de días y el que prácticamente lo sacó su casa sin mirar atrás.


 


Kibum estaba molesto, triste y preocupado. ¿Qué estaba pensando Minho? ¿Ese era el fin de la relación? Las preguntas invadían su mente y él no sabía qué hacer. Y Taemin estando ahí, en su cocina, con sus comentarios sobre Minho no ayudaba.


 


—Nada. Sólo… nada.


 


—¿Esto tiene que ver con Minho? —Taemin entrecerró los ojos, mientras se movía en la cocina. —No soy tonto, sé que has evitado el tema de Minho desde que llegue a tu casa.


 


Kibum lo ignoró mientras tomaba las verduras. Sintió a Taemin moverse detrás de él, y eso sólo hizo que se tensara aún más. Taemin no era tonto, pensó. Taemin sabía que algo estaba pasando y se sorprendió en lo mucho que tardó en sacar el tema.


 


—No todo tiene qué ver con Minho.


 


O al menos eso quería creer, pero la verdad es que no estaba tan seguro. Todo en su vida en los últimos meses, sólo se había tratado de Minho, de las mentiras que escapaban de sus labios y las cosas que Minho estaba haciéndole sentir. Minho se había convertido en su mundo fácilmente. 


 


—Estás involucrándote demasiado, creo que eso está afectándote.


 


—¿Y quién es el culpable?


 


Cuando las palabras escaparon Kibum cubrió sus labios, sus ojos se abrieron y él trató de hacer que nuevas palabras escaparan de sus labios. Pero era tarde ya, el daño ya estaba hecho y  Taemin se había dado cuenta.


 


Taemin caminó el espacio que los separaba, tomó su muñeca antes que pudiera escapar y entrecerró los ojos a él. Lo estudió, lo miró y se dio cuenta de lo que Kibum estaba tratando de esconder.


 


—Te involucraste demasiado. —Confirmó, no preguntó. —Lo hiciste. Te dije que no lo hicieras, Kibum. Te dije que no dejaras que su encanto te atrapara.


 


Kibum no hizo el esfuerzo por negarlo, pero decidió que Taemin pensara lo que él creía cierto. Se alejó de Taemin, huyendo de su  próximo agarre. Se vio incapaz de mirarlo a los ojos y trató de concentrarse en las verduras.


 


—Tal vez Minho no es lo que todos piensan. ¿Te has preguntado eso, Taemin? Tal vez todo lo que se dice de él es más que una mentira.


 


Él sabía que todo lo dicho sólo confirmaba lo que Taemin pensaba, pero en ese momento no le importó. Hasta ahora, con todo lo poco y mucho que conocía a Minho, creía que era una persona diferente a lo que las revistas vendían. Muy diferente.


 


—No seas ingenuo, Kibum, por supuesto que lo es. Ya te dije y lo diré de nuevo, Minho puede ser realmente encantador. Él hará que pienses cosas buenas de él, pero la realidad es otra.


 


Rodó los ojos sabiendo que Taemin no podría verlo. Respiró tratando de calmar las ganas que tenía de gritarle a Taemin y hacerle entender que tal vez Minho, era una persona diferente.


 


—¿Por qué? —Preguntó subiendo el tono de su voz. —¿Por qué Minho no te dio lo que querías? ¿Por qué lo de ustedes no funciono? Qué te hace pensar así de Minho.


 


—Todos conocen a Minho, todos saben quién es. ¿No has visto las revistas, no sabes cuán larga es la lista de sus ex-parejas?


 


Sí, él había visto las revistas, sabía cuán larga era la lista de ex-parejas de Minho y conocía a unos cuantos de ellos, sin embargo, ahora que conocía un poco mejor a Minho se dio cuenta que la mayoría de esas “relaciones” no eran más que un invento de la prensa para llamar la atención y dejar mala publicidad en el actor.  


 


—¿Lo conoces en verdad, Taemin?—Preguntó esta vez mirándolo a los ojos. —¿Qué te hace pensar que todo lo que dicen las revistas es cierto? ¿Alguna vez te fue infiel?


 


Kibum no creía que alguna vez Minho le hubiera sido infiel, Taemin jamás había llegado con sospechas y creía que si Taemin tenía un mal concepto de Minho, era sólo por todos los rumores que venían detrás.


 


—No puedo decir que Minho me fue infiel. Pero hay imágenes de él encontrándose con personas mientras estábamos juntos. Chicos y chicas detrás de él. —Asintió hacia él, marcando su respuesta. —Minho no tardo nada en querer meterte a su cama. Creo que eso dice algo, Kibum. Además, llevas poco tiempo conociéndolo. ¿Crees que lo conoces mejor de lo que yo lo hago?


 


—Sí. —No dudó ni siquiera un segundo en responder, porque era así. Lo conocía mucho mejor que Taemin. —Sé cómo es Minho. Sé que Sulli es como su hermana, aunque ella quiera más. Sé que Changmin es sólo un amigo, por más rumores que existan de ellos. Sé que Kai, el modelo, no es más que un pequeño niño al que siente que tiene que ayudar. Sé que Tiffany quiere algo más, pero Minho sólo puede ofrecerle su amistad. Y sé que la mayoría de las cosas que se dicen de él, no son ciertas.


 


Él pudo seguir hablando sobre todo lo que sabía de Minho. Pensó que pudo decirle sobre Minho y su futuro incierto, sobre su pastel favorito, sobre su época favorita del año. Sobre cómo tomaba el café y como era adorable cuando se despertaba. Pero eso era demasiado personal, demasiado sólo él y Minho y no quería que esa relación se manchara con Taemin sabiendo cada pequeño detalle y secreto.


 


—Pareces conocerlo bien, Kibum. —Taemin sonrió de una forma extraña. —Pero no estés demasiado confiado. Las cosas no son siempre lo que parecen. Tú crees conocer a Minho, pero puede que eso no sea cierto.


 


—¿Por qué lo dices? —Kibum dejó atrás las verduras y enfrentó a Taemin de nuevo.


 


Se sintió cansado de la forma en que Taemin hablaba de Minho. Sintió el peso de las mentiras en sus hombros y el plan de Taemin sobre su cuerpo. Estaba cansado de la situación y lo único que quería era decirle a Taemin que dejaba el plan atrás y dejará en sus manos a Minho. 


 


Pero algo le decía que no debía hacerlo. Algo le decía que tal vez Taemin no aceptara la situación tan fácilmente. Decidió callarse hasta que pensara en una mejor solución en todo el lio.


 


—Sólo tienes que esperar, Kibum. —Taemin tomó sus cosas y el móvil que había dejado abandonado en la mesa. —Sólo espera un poco, Minho terminara por decepcionarte.


 


Taemin sonrió antes de dar la vuelta y hacer su camino hacia la salida. Kibum se sintió mareado y las palabras de Taemin explotaron en él. Tenía miedo de esas palabras, porque Taemin parecía tan convencido de eso.


 


Sólo espera un poco, Minho terminara por decepcionarte.


 


¿Sería así?


 


—¿Debería agradecerle a tu novio la publicidad gratis? —JinKi sonrió, iluminando el lugar. —Siempre que se aparece atrae a más clientes.


 


—¿De qué hablas? Minho no está aquí.


 


—Por supuesto que lo está. —Observó a Jinki ondear la mano hacia la puerta y sonreír de esa forma tan única. Kibum siguió con la mirada al lugar al que Jinki veía y entonces paró todo movimiento.


 


Minho estaba ahí, saludando con una enorme sonrisa a Jinki. Estaba rodeado por jovencitas y una que otra señora de mediana edad. Kibum lo miró y cuando sus ojos encontraron los de Minho lo vio sonreír levemente.


 


Kibum sintió su corazón latir un poco más rápido de lo normal y no pudo evitar sonreír al pensar en que, tal vez, todo regresaría a la normalidad con Minho. O al menos eso esperaba.


 


—Jinki, sé que es mi turno de cerrar, pero ¿Podrías hacerlo tú?—Sonrió un poco a Jinki y rogó con la mirada. —Yo necesito arreglar unas cosas.


 


Él dejó de mirar a Jinki para mirarlo a él, a Minho. Seguía ahí en la cafetería, charlando animadamente con las personas. Jinki siguió su mirada y se encogió de hombros.


 


—Bien. Sólo porque tu novio ha atraído a un buen número de mujeres. —Jinki lo señaló con la mirada y sonrió. —Además una chica llegó diciendo que Choi Minho dijo que los mejores postres se hacían aquí.


 


Kibum rió y pensó que podía amar a Jinki un poco más de lo que ya lo hacía.


 


—Minho nunca ha probado nada de lo que yo hago. Aún no lo dejo.


 


—Oh, ¿En serio? Deberíamos agradecerle a Minho el doble entonces.


 


Kibum rodó los ojos y se alejó del mostrador hacia la cocina. Las horas pasaron un poco más lentas de lo normal, pero se forzó a terminar el día lo más rápido que pudo.


 


Cuando las puertas de la cafetería se cerraron y sólo Minho quedaba ahí, Kibum salió de la cocina, y caminó hacia él. Se despidió antes de Jinki y siguió a Minho a las calles.


 


—Hola. —Minho sonrió levemente cuando la palabra abandonó sus labios. Kibum se sintió un poco incómodo, pero imaginó que así debía sentirse después de una pelea y días sin hablar.


 


—Hola.


 


—¿Tu jefe cerrará? Pensé que era tu turno.


 


Asintió, mirando hacia la cafetería donde Jinki apagaba las ultimas luces y se dirigía hacia la cocina. Se alejó unos pasos del lugar y miró a Minho deseando que toda la incomodidad desapareciera.


 


—Hicimos un pequeño cambio. —Se movió incómodamente y entonces preguntó. —¿Qué haces aquí, Minho?


 


Kibum esperó que la pregunta no hubiera salido en un tono molesto y desesperado y entonces se dedicó a mirarlo y esperar. Minho parecía tranquilo, y tenía una pequeña sonrisa en los labios. Kibum deseó que eso significara algo bueno.


 


—Te extrañé. —La palabra salió tan suave y tan real, que Kibum no pudo evitar sonreír y quererlo un poco más.


 


—También te he extrañado.


 


—Te extrañé, Kibum, pero estoy un poco molesto aún. —Eso borró la sonrisa que se había formado en sus labios. —No puedo evitarlo, esta ese tal Dongwoon siguiéndote aún y yo no sé qué pensar. Hubiera querido que confiaras en mí en esto y no esperar a que Changmin te descubriera.


 


—Lo siento, Minho. —Se acercó a él y colocó su mano contra la mejilla de Minho. Estaba fría, pero amó la sensación de su mano con la suave piel de Minho. —Hice mal, lo sé. Pero no es que no confiará en ti, Dongwoon es alguien sin importancia, y ya todo está bajo control. No volverá a molestar, te lo aseguro.


 


Eso no era del todo cierto, pero esperaba que la desaparición de Dongwoon de su vida en los últimos días, significara la desaparición por completo. Rogó para que Dongwoon no interfiera más y le causara más problemas de los que ya tenía.


 


—¿Es así?


 


—Completamente. —Asintió, mientras dejaba que una sonrisa se dibujara en sus labios. —Sólo quiero que olvidemos esto, Minho. Te quiero a ti y eso no cambiará, ¿Si?


 


—Bien. Te quiero, también.


 


Kibum extendió su sonrisa y entonces rozó suavemente los labios de Minho. Amó poder sentir sus labios de nuevo. Amó la forma en que los brazos de Minho rodearon su cintura y como ahora sus labios se encontraron con mayor entusiasmo.


 


Kibum rodeó el cuello de Minho y no le importó estar en la acera, con los labios de Minho sobre los suyos. Se sintió como el protagonista de una película en la típica escena de un beso bajo la noche y en plena calle. Se sintió especial en los brazos de Minho. Se sintió él.


 


Y entonces decidió que no dejaría que nada interfiriera entre él y Minho. Pensó en miles de cosas, en el plan de Taemin, en su madre y Dongwoon y entonces como agua cayendo sobre él, Kibum decidió romper cada cadena que le impedía ser él.


 


—Vamos a casa, Minho. Tal vez si eres demasiado bueno puedo preparar tu postre favorito.


 


Minho rió contra sus labios y él sonido era el mejor del mundo. Cuando sus cuerpos se separaron y sus manos se entrelazaron naturalmente, Kibum se dio cuenta de algo.


 


Estaba enamorado de Choi Minho. 

Notas finales:

¡Kibum está enamorado! Y tantas mentiras detrás de él. Un capítulo menos.


¡Nos leemos pronto! 


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