Capítulo 1
No tiene mucho tiempo desde que me mude de mi anterior casa en Kanagawa, ¿por qué lo hice?, la respuesta es muy simple: mis padres no me comprenden. Sé que eso ya es muy sonado y puede ser que sea algo muy usado como excusa pero tengo mis razones.
Definitivamente esta es una ciudad bastante ajetreada pero con el tiempo me he estado acostumbrando, tenía que ser así de una manera u otra siendo que me fui de casa cuando apenas había cumplido 16 años de edad y ahora tengo 22, dentro de poco comenzaré a sentirme viejo... Un viejo solitario y bastante aburrido.
Durante todo este tiempo me la he pasado buscando lo mismo que todo el mundo busca: el amor, pero simplemente me he rendido, muchos me han dicho que si lo busco lo encontraré pero otros dicen que buscarlo no funciona porque cuando menos me lo espere aparecerá ante mí, ya no creo en estas estupideces, ya han pasado 80 mil años y sigo siendo un soltero codiciado... ¡No, mentira, a quien engaño! Si tan solo fuera codiciado ya hubiera tenido a lo menos uno que otro ex. Pero antes que nada, tengo que aclarar que el hecho de que no tenga y no haya tenido anteriormente una pareja es porque... ¿¡Para que carajos tengo que explicarlo!? Con recordármelo todos los malditos días me es suficiente. ¡Ya, a la mierda! ¡Soy soltero porque quiero y porque puedo! ¡He dicho, soltero para toda mi vida! ... Aunque, debo admitir que aún extraño el sentir cerca a esa persona, oler su aroma embriagante, acariciar su cabello y...sentir la calidez de sus labios recorriendo cada rincón de mi cuerpo, cada que pienso en eso me estremezco así como la primera vez, al mismo tiempo de que recuerdo que solo fue una corta ilusión que debo de olvidar ya que fue hace mucho, mucho tiempo. Me hace mal tener que pensar en aquello todo el tiempo, pero lo que sucedió me marcó tanto que cada noche lo sueño incansablemente sin ninguna intención. Me gustaría poder enterrarlo dentro de mi mente y hacer de cuenta como si nunca hubiera sucedido, pero no puedo.
-Ya fue suficiente rememorar por esta mañana, debo ir a trabajar.
Me levanté de la cama desemperezándome lo más que pude, tenía que terminar bien esta semana pero me daba flojera ir esta mañana, no es que no me gustara mi trabajo, en sí es algo de lo que más me gustaba dentro de lo que hago, mi función dentro de la compañía es el de revisar y corregir storyboards, que son algo así como los borradores de los mangas, en sí soy un editor de mangas, y ¡por si fuera poco!, mangas en la rama de shonen-ai y yaoi. Supongo que por eso tampoco he tenido buena fama entre mis conocidos, es divertido ver sus caras al preguntarme de que tratan los storyboards que corrijo y yo se los muestro.
Salí de la ducha con las gotas de agua recorriéndome y esperé a que poco a poco cada una de ellas desapareciera, no me gustaba secarme con toalla pues prefiería que fuera al natural, por lo que me la paso desnudo por la casa un buen rato, eso es una ventaja de vivir solo. Escogí un bóxer negro y un pantalón de mezclilla entubado rasgado de las piernas, del mismo color; una camisa blanca que abotoné hasta la mitad y la arremangué a los codos. Finalmente unos zapatos con punta color blanco y una corbata roja satinada. Hoy estaba cambiando de estilo, todos los días iba vestido con un traje; no tienen por qué decirme nada, hace años que mi jefe me dio permiso de vestir como quisiera.
- Malditos taxis, ¿dónde están cuando uno los necesita?- digo por lo bajo haciendo un pequeño puchero.
- Me encanta cuando haces esa cara- dijo mientras me tapaba los ojos con sus manos- no sabes cómo me dan ganas de...- respiró en mi oído soltando el aire lentamente, traté de escapar de su agarre, comenzaba a sentirme incómodo.
- Déjame en paz Yuu...¡quítate!...¡suéltame!, me despeinas- paso la mano por mi cabello- me tarde demasiado tratando de conseguir este peinado que tanto me había pedido Uruha que me hiciera.
- Esta bien, ya te suelto mi querido Taka-chan. Pero es que hablo en serio, me pone el verte de esta manera.- me miró con aquellos pozos negros extraordinarios mientras pasaba su lengua por sus labios, terminando mordiéndose muy sensualmente, me dieron ganas de morderlo yo mismo y pasar mi lengua por aquel piercing. - Debo agradecerle a Uruha el darte consejos de cómo vestir y peinar, estaba a punto de despedirte si seguías yendo a trabajar con esos aburridos trajes- dijo mientras pasaba delicadamente sus dedos por mi pecho descubierto. Di un paso hacia atrás, mi cordura no duraría y tengo que respetar lo que pertenece a otros.
- ¿Esperabas que llegara vestido con short o minifaldas?- sonrió de medio lado, no esperaba eso como respuesta- No seas así conmigo Yuu, está bien que seas mi jefe pero eso no te da derecho de tratarme como si fuera tu puta, y más siendo amigos.
- ¡Oh, vamos Takanori, tampoco creo que sea para tanto! ¡No te trato tan mal!... Solo de vez en cuando te pellizco las nalgas al momento en que se te ocurre pasar por mi lugar... Y cuando regresas, pasas de frente...definitivamente es mucho mejor.
- ¡Ves! ¡Me tratas como si fuera una puta! ¡Ya ni siquiera porque Uruha está ahí! ¡Maldita sea, es tu novio!
- Él ya sabe que soy así... Además, no te trato como puta ¿sabes por qué?- volteé hacia un lado queriendo ignorarlo pero tenía que escuchar su respuesta.
- Dime.
- Simplemente porque no te estoy pagando por ningún servicio que requiera... por lo menos deberías ofrecerlos.
-¡ooooh!- volví a hacer otro puchero algo enfurruñado, le di un manotazo en el brazo alejándome de allí. Ese hijo de perra me las pagaría después.
- ¡Espera, Taka-chan! ¡Sabes que me caes bien y yo sé que tú me adoras, no te vayas!- me gritó a lo lejos a más no poder- ¡Yo te doy el aventón al trabajo!
Me detuve, esa era una oferta tentadora, mi economía no me permite estar gastando dinero después de haber ido por 1 mes completo al bar. Me sacrificaré por esta ocasión, ese sake tendrá que aprender a vivir sin mí.
- Anda Taka, hasta te invitaré un par de copas saliendo del trabajo.
Bueno, ya había decidido no tomar pero si me invita no veo nada malo en ello... - Vale, vale vamos Yuu.
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- ¡Pero que guapo te ves Taka! Pensé que jamás me harías caso de cómo vestir- vino corriendo hasta mí y me abrazó por el cuello, si planeaba matarme tenía que apretar más fuerte y listo.
-...Me...dej...me dej...aaaaaas ...sin...a..aliento~oo...
- Gracias, pero tú no te quedas atrás, tú también me dejaste sin aliento cuando te vi salir de aquel elevador. Mira que bien te va toda la ropa que te compré.
- Uru...
- Hasta aprendiste a peinarte como te dije ¡Estoy tan orgulloso de ti!
- ... ¡Uru..Uruha~aaa!
-¡Takanori~iii!
-... Uru..ha~aa... Me...aho...me...estás...ahorcaaaando...
-¿Pero qué estás diciendo? Ya deja de jugar conmigo y acéptalo. Te ves tan bien Taka-chan... Siento que me he enamorado.
- ¡Ey, ey, ey! Tranquilo Uruha, se supone que tú estás enamorado de mi.- me estoy ahogando y estos idiotas comienzan sus discusiones de enamorados.
- ¿Se supone? No tengo que suponerlo. Yo estoy seguro de estar enamorado de ti.
- ¿Entonces porque mierdas dices que te enamoraste de Takanori?
- ¡Ay por favor!, no me digas que estas celoso Yuu.
- Por favor ¿celoso yo?
- Pues sí, te estás quejando de lo que le dije a Taka.
- Y cómo demonios no quieres que me queje si lo sigues abrazando.
- A él le gusta que lo abrace, eso es todo.
-...a...yu...daaaaa...
- ¡Silencio Takanori que estoy hablando con uno de mis empleados!
- ¡Ah! ¡Ahora soy tu empleado! Sólo cuando te conviene verdad cabrón.
- No es cuando me conviene. Estamos dentro de la compañía y aquí eres mi empleado y nada más.
- ¡Eso no dijiste la semana pasada cuando me la metiste estando en los baños! - ¿¡pero qué carajos!? Ya no quiero seguir escuchando esto.
- Ni siquiera te negaste, hasta gemiste y me pediste más.
- ¡PUTA MADRE! ¡YA CALLENSE! - alcancé a gritar con el poco aire que me quedaba mientras empezaba a ver borroso, eso no era buena señal, pero de todos modos ya estaba que me cagaban esos dos. Uruha me soltó haciendo que callera de bruces al suelo.
- ¿Pero qué sucede Taka-chan? Estás morado de la cara, ¿qué te pasó? - ese maldito de Uruha ni siquiera se dio cuenta de que me estaba ahorcando.
- ¿Estás bien Takanori?- ¿Yuu se está preocupando por mí?-... Ya fue suficiente show, los quiero trabajando ahora mismo, se tardan un minuto más y les meto los storyboards por el culo.- No, suficiente suerte sería el que se preocupara por mí.
- Prefiero que me metas otra cosa Yuu-sama - dijo Uruha relamiéndose esos labios tan peculiares, cualquiera se hubiera excitado viendo su expresión. Mi jefe se le quedó viendo con esa enigmática mirada y sonrió de lado, eso significaba algo...hoy habría sexo entre ellos, y no podríamos pasar nadie de la compañía por los baños de los hombres... Otra vez. Y con eso se alejó con paso decidido.
- Bueno Takanori, es hora de ir a trabajar pero antes que eso- me ayudó a levantarme del suelo, que bueno que ya había recuperado el ritmo normal de respiración- Déjame verte bien- me hizo dar una vuelta sobre mí mismo y después me tomó de los hombros- te falta algo pero no sé qué. - frunció el ceño, ¿acaso aún me veía tan mal? - Ya se, ven sígueme.
Me fue empujando hasta su lugar y sacó de su portafolio una bolsita negra y una pequeña cajita, me llevó hasta los baños y me obligó a sentarme encima de los lava manos.
- Tu no te preocupes por nada y solo déjate llevar. - no sabría decir si eso era algo muy bueno o...muy malo.
Pasaron los minutos y no terminaba- ¿Ya? Tenemos que ir a trabajar o si no Yuu nos va a reprender.
- No seas desesperado Taka. Por Yuu no te preocupes, eso lo soluciono al rato. - me guiñó un ojo; claro, porque no se me había ocurrido, de eso ya se encargaría bastante bien al rato. - ¡Listo! Puedes mirarte en el espejo ahora- me dio unas palmaditas en la espalda, bajé del lava manos y volteé hacia el enorme espejo.
No creí lo que veía. ¿Ese era yo?
- Si, ese eres tú.- me leyó el pensamiento y me dedicó la más dulce sonrisa. Volví a la imagen del espejo.
Aquel hombre en frente de mi vestía la misma ropa que escogí esa mañana, el cabello con aspecto despeinado de color oscuro con las puntas pintadas de rojo. Si hasta ahí ese era yo. La cara ya era otra cosa a la que yo recordaba, tenía los ojos delineados de negro y usaba unas lentillas entre grises y azuladas. Tal vez no fuera mucho el cambio cambios de lo que era hace unos minutos, pero me hacía lucir diferente a como me había visto todo este tiempo. Por primera vez en mi vida me sentía seguro de mí mismo...de la forma en que me observarían las personas.- Gracias.
Regresamos a nuestro lugar y ya todos me miraban diferente, me hablaban más y...al final no pude escapar del hecho de que me sentía mejor así; era como una máscara, pero esta máscara me hacía sentir yo mismo y no alguien más.
Era hora de revisar los storyboards, me dirigí a la impresora, había llegado un fax, seguro era del nuevo mangaka que me asignaron el viernes pasado. A pesar de ser nuevo, me dijeron que su creatividad y su ingenio en cada manga que presentó anteriormente eran bastante buenos y tuvieron muchas ventas. Era mi hora de representarlo como su editor y sacar las recientes historias a la luz ante el público.
Todo estaba bien hasta que me di cuenta de que no eran las correspondientes número de hojas de siempre, pero no era así, solo eran dos hojas. Pensé que estaría dirigido a alguien más de allí pero no fue así.
1ra hoja.
Dirigido a: MatsumotoTakanori
Dirección: Compañía Editorial Emerald, sección S-A & Y.
2da hoja.
http://www.blnd-dt.#901/htl
.:Haga el favor de visitar la página:.
-¿Y esta cosa que...?- ni siquiera tarde tres minutos y ya estaba frente a mi ordenador buscando la dichosa página, quien sabe de qué mierdas tratara pero no pierdo nada en ver.
Era totalmente negra con un recuadro blanco en el que pedía introducir una clave... ¿una clave? ¿Clave de qué o qué?
-Te empieza a humear la cabeza Takanori, ¿Qué sucede?- me preguntó Yuu sentado desde su lugar, parecía bastante interesado.
- Estoy buscando una… ¡Carajo! ¿Por qué no lo pensé antes? ¡Qué idiota soy!- me habían mandado a que visitara algo en internet, era obvio que estaba en donde me la dieron. Volteé las hojas que recibí y escrito a mano venía una serie de números y letras. Sin pensarlo más tecleé y me envío a otro portal.
Bienvenido joven Matsumoto, le agradecemos su visita a la página: Blind Date, le rogamos mantener suma discreción.
-De que trata todo esto...- me pregunté en voz baja.
Ya fue escogido con anterioridad su esclavo sexual con la que tendrá el placer, este usuario fue escogido entre los miles de usuarios visitantes de la página. Podrá conocerlo en el hotel más lujoso de la ciudad, The Peninsula Tokyo.
La reservación ya fue hecha para la noche del primer sábado de este mes.
Esperamos disfrute de BD, la primera noche va por nuestra cuenta.
-El primer sábado de este mes.- Vi el calendario de la pared. Es mañana.-... Iré.