A su ritmo.
Gtop
Por Daymin VIP/ Dayminie
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Dicen que empezar un nuevo año es una bendición, que no hay cosa más preciada que eso, pues significa dejar atrás los malos momentos y empezar a forjar algo nuevo desde el inicio. Un nuevo año está lleno de esperanza, para muchos, el mío sólo viene lleno de trabajo. No es un reclamo ni mucho menos una queja, sólo realismo.
—Muévete ¿Quieres? —Me recriminó con esa voz áspera que tenía cuando estaba de mal humor. —El avión nos dejará si no te apresuras. —Comentó nuevamente mientras jalaba una de sus tantas maletas. ¿Para qué tanta ropa? Sólo íbamos a Japón unos cuantos días, además el staff siempre tenía nuestros vestuarios listos en cualquier lugar.
—Ten por seguro que se pueden marchar sin mí. —Respondí. De acuerdo, mi humor tampoco era el mejor ese día. Le miré retorcer los sus ojos con enfado, mientras enfatizaba más su entrecejo.
—Sabes que no podemos llegar sin ti. —Tajó irritado.
— ¿No es acaso qué tú no puedes irte sin mí, Ji Yong? —Contraataqué divertido, mi mal humor comenzaba a difuminarse poco a poco, a costa de irritar más al líder Kwon. —No, espera…—Pausé con diversión. —No quieres irte sin mí. —Corregí sonriendo. No había nada mejor que irritar al perfeccionista G-Dragon, después de todo esa era mi tarea todas las mañanas, lo hacía desde hace años, y no pensaba detenerme. Era cotidiano ya.
—Sólo…—Bufó frustrado. No dijo nada más, únicamente salió de la habitación, rumbo al automóvil que nos llevaría al aeropuerto seguramente.
…
El ruido amortiguado del automóvil fastidiaba mis oídos, sin embargo no me molesté en hacer algo para remediarlo, era más que común ese sonido. Durante los últimos años solía viajar mucho, de un lado para otro, ya fuese por algún concierto o cualquier otra cosa, nadie había dicho que ser famoso era fácil. Miré a mis compañeros sentados alrededor mío, todos estaban en silencio, cansados seguramente, no tenía que preguntar para saberlo, cada uno inmerso en su mundo. Nuestros días pasaban así, llenos de trabajo y cosas pendientes por realizar, rara vez teníamos algo de tiempo libre y, a decir verdad, cuando eso pasaba…me sentía perdido, sin saber que hacer o a donde ir.
Aún, después de tantos años, la fama era un enigma para mí. Era una ruleta que seguía girando, de cuanto trabajo y esfuerzo pusieras en hacerla girar dependía si quedabas arriba o debajo de esta. Afortunadamente no sólo nosotros estábamos ahí arriba, también todos los de nuestra empresa, se sabía al sentir el ambiente acalorado del lugar en cuanto entrabas. Personas iban y venían a todas horas, señales de que hay algo que hacer. Siempre hay algo que hacer.
…
No pude evitar sonreír con cansancio al mirar a los demás haciendo lo mismo de siempre en cuanto subíamos al avión. Llevábamos más de una hora de vuelo y ya los demás estaban en su mundo, sabía perfectamente que haría cada uno de ellos al subir al avión.
Yo me sentaba a un lado de la ventanilla, a mi lado Daesung quien solía ponerse una venda para dormir todo el camino, su sueño “rejuvenecedor” como él le decía, aun lado de él estaba Young Bae con audífonos puestos, seguramente a todo volumen, mientras releía varias revistas. Ji Yong estaba justo frente a mí durmiendo, podía verle pues los asientos de nuestra sección privada eran de esa manera. Y a un lado de él siempre estaba el inseparable Seung Ri, que en ese momento no estaba en su asiento…a saber que estaba haciendo, causando problemas seguramente. Siempre era lo mismo cuando estábamos de viaje, todo era igual, pero me gustaba, agradecía mucho poder estar al lado de esas grandiosas personas.
— ¿Qué no piensas dormir? —Pronunció un adormilado Ji Yong. No me había percatado de que había despertado. Sonreí solamente, él sabía perfectamente que, por más que lo deseara, no podría hacerlo, después de todo no tenía buenas experiencias durmiendo en aviones, siempre terminaban sacándome fotografías algunas fans. No me gustaba eso. —Duerme, T.O.P no puede lucir feo durante los conciertos. —Su comentario infantil, a mi parecer, me hizo reír por lo bajo.
—Duerme tú, luces terrible. —Dije con tono exagerado. Él sólo hizo diferentes gestos y miró la nada por la ventanilla, reposando su barbilla sobre una de sus manos.
—Si quieres…—Murmuró con tono indiferente, mirándome de reojo. —Puedo velar tu sueño. —Pronunció aún más bajito. Le sonreí una vez más.
—No es necesario, yo estoy bien. El que debe dormir eres tú, has estado desvelándote mucho últimamente. —Me negué. Era verdad, Ji Yong siempre estaba ocupado, entre entrevistas, sesiones fotográficas, conciertos y nuestro nuevo álbum se le iba la vida, a pesar de ello siempre estaba tan activo como siempre. Lleno de vida. —Duerme ya, enano. —Dije de repente, inclinándome hacia a él, para poder poner mi mano sobre sus ojos y hacer presión sobre su cabeza. Ji Yong comenzó a forcejear, retorciéndose en su asiento, seguramente había llamado la atención de Bae, pero este sólo nos ignoró olímpicamente.
— ¿A quién le dices enano? —Preguntó molesto, sacando ese carácter orgulloso. Poco después aflojé mi agarre sobre él al sentir sus manos sobre la mía. Con cuidado, casi delicado, recorrió mi mano de sus ojos, hasta dejarla sobre su boca. Esos ojos marrones me miraron con atención, sin siquiera parpadear. Sentí como sus labios depositaban un pequeño beso sobre la palma de mi mano, lo que me llevó a retirarla de ahí poco después, sin embargo Ji Yong no me soltó.
—Dormiré. —Asintió mientras lo decía, acariciando mi mano aún. —Pero debes prometer que dormirás al llegar al hotel. — Sonreí ante sus palabras, sabía que no era una opinión sino una orden, una muy amable.
—Lo prometo. —Susurré. —Duerme. —Volví a decirle animadamente, tapando sus ojos otra vez. Ji Yong dejó de sonreír y movió sus labios, sin emitir sonido. Luego mi mano acarició su mejilla con delicadeza, viéndole dormir.
Sin importar el lugar, la circunstancia o cualquier otra cosa, yo reconocería cualquier palabra que saliera de sus labios. Un “Te amo” había sido murmurado por él. Yo también amaba a Ji Yong, siempre sería así. Sin importar cuanto tiempo pasara, yo le seguiría a él día tras día, a su ritmo.
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